sábado, 30 de septiembre de 2023

Silencio

Acabo de leer un libro que ha acabado con una reflexión sobre el silencio. Es un tiempo en que las palabras -llenas de hiel y sensacionalismo- abruman a los receptores que somos nosotros. Se imponen el ruido, la algarabía, las informaciones que nos mueven a la ira y al miedo. Todo el espacio está ocupado y apenas queda espacio para algo que es especialmente valioso: el silencio. No hay nada más hermoso que el silencio compartido en una caminata por el monte o en una tarde de domingo, con un hijo. Nada hay más que una que el silencio -una vez se ha dicho todo, claro-. El silencio tiene un hondo valor filosófico y místico. En todas las tradiciones de pensamiento desde la Antigüedad llega un momento en que solo queda el silencio. No hay nada más sonoro que el silencio. Recuerdo el estallido de la bomba atómica de Los Álamos en la película Oppenheimer. La explosión fue silenciosa, la pantalla refulgió con tonos dramáticos, pero la cinta quedó en silencio, y este no pudo ser más evocador del mundo que acababa de abrirse para la humanidad. 

Una vez en mi vida como profesor puse a mis alumnos de un grupo difícil ante una prueba complicada pero seductora. Apagué las luces y cerré ventanas, persianas y puerta. En la mesa del profesor puse una vela encendida y les hice acercarse alrededor de esta. Aquello duraría cinco minutos. Íbamos a hacer algo increíble: permanecer en silencio completo contemplando la vela a diferencia de la realidad del aula en que la vorágine solía invadirla y con ella un runrún y un verbalidad agresiva o burlona que nos impedía escuchar el silencio. Ese día lo hicimos y mis alumnos, fascinados, por la vela ardiendo y el silencio, tal vez recuerden maravillados la experiencia que vivieron. 

Silencio. Es paradójico hablar del silencio en un blog que se expresa mediante la palabra y al que llegan comentarios que merecen nuevas palabras y no silencio. Pero esto es así. La realidad es paradójica y misteriosa. El silencio es enigmático frente al griterío que impone un perfil banal y chirriante. Buscad espacios de silencio, aislaos de las redes sociales, escapaos de las noticias y los telediarios, sumergíos en conversaciones en silencio con personas amadas. Caminad por el bosque viendo el prodigio del otoño y vuestros pasos tranquilos recorriendo la floresta. Buscad en el silencio, hondura y profundidad. Cuando se acaba la palabra, queda el silencio. Cuando permanecemos en silencio, todo es más sencillo. Podemos besar, abrazar, caminar, contemplar, vivir en profundidad. No hay nada más sensual que el silencio. El de un libro, el de la persona amada, el de un gatito que se acerca y te roza con su cabecita para expresarte en silencio su afecto. 

jueves, 28 de septiembre de 2023

Leer no es imprescindible

Estoy terminando dos libros que leo lentamente. He elegido no acelerar mi lectura y dejar que el ritmo sea tranquilo. Ambos están subrayados y uno anotado profusamente. Creo que hay una barbarie que es la de presumir que se leen cientos de libros al año. La complejidad de muchos de ellos no permite una lectura rápida, y muchos de ellos merecen ser pensados y comentados. Uno lee con delectación y va anotando ideas que dichos textos le sugieren. Uno de ellos es una relectura. Se trata de La ruta del silencio de Iñaki Preciado Idoeta. Es un texto taoísta. La primera lectura fue hace dos años, y ahora cuando lo leo es como si lo leyera por primera vez. Hay una música de fondo que me suena, pero disfruto con él como si nos viéramos por primera vez. El otro, Horizonte, de Barry López me produce una impresión de maravilla cuando viajo a través del mundo por los paisajes que describe uno de los mejores naturalistas actualmente. Desde el Ártico al lago Turkana en Kenia, desde las playas de Oregon hasta Tasmania o Nueva Gales del Sur en Australia. Este lo leo con un iPad y ello me permite buscar en Google Earth los paisajes que describe Barry López con un nivel de detalle fascinante, es como si estuviera allí. 

El dilema es qué leer cuando acabe estos libros. Una propuesta que me lleva rondando varias semanas es retornar a leer Las aventuras del ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha que he leído en cuatro ocasiones anteriores a lo largo de mi vida. Sus lecturas han ido jalonando mi historia, y una de ellas la hice atravesando la Mancha en un viaje apasionante por los territorios cervantinos. Llegué incluso a la cueva de Montesinos y las lagunas de Ruidera, además de los molinos de Campo de Criptana, el Toboso y Sierra Morena donde acudió el caballero huyendo de la Santa Hermandad tras haber liberado a los galeotes. Es un libro que he explicado más de veinte años en mis clases de bachillerato y que conozco muy bien, pero, como toda buena lectura, es inagotable. Tengo ganas de volver a él lentamente, con un ritmo sosegado y contrapunteado con las notas de la edición de Francisco Rico. Es una idea que terminaré poniendo en marcha si no me lo impide la última novela de Arturo Pérez Reverte o la biografía de Cervantes de Jean Canavaggio. Tal vez fuera una buena propuesta leer primero la biografía antes de adentrarme en El Quijote. 

Leer no es imprescindible. Hay muchísima gente que presume de no haber leído un libro en su vida y su existencia no es necesariamente peor. Pienso que es una adicción como otra cualquiera y yo soy una víctima de ella. No lo lamento, pero eso no me hace ser más mordaz o astuto que el tío de mi mujer, Toni, que no ha leído nada en su vida. Pienso que los lectores en alguna manera estamos más indefensos ante la realidad porque nos vemos abrumados por la belleza y la inteligencia. No lo sé, en mi caso fue desde muy niño que las letras se me impusieron. He sido un inútil en multitud de cosas porque me dedicaba a leer, pero ¡qué miles de horas felices que he vivido! 

miércoles, 27 de septiembre de 2023

La realidad ilusoria

Hoy he quedado con una amiga para comer y charlar de todo un poco. Es profesora en un centro escolar de relativa tranquilidad en la periferia de Barcelona. Le ha costado mucho reengancharse al ritmo del nuevo curso, algo que es común al conjunto de profesores. Pero no es de esto que quiero retener nuestra conversación. Hemos hablado de muchos temas, pero uno que me interesa especialmente es el de nuestra percepción del yo -que siente y juzga nuestra vida-. La neurociencia en sus reflexiones últimas expresa que el yo es un constructo ilusorio, una suerte de alucinación controlada, igual que nuestro sentimiento del tiempo. En realidad no existimos y nuestra vida es una especie de fantasía de la mente, pero una fantasía que duele. No podemos tirarnos de un tercer piso a la calle esperando que sea ilusorio porque nos mataremos. Es otro nivel de irrealidad. Solo hay que recordar lo que pasó hace veinte o treinta años -incluso si tenemos fotos de ello- y nos damos cuenta de que aquello existió pero tuvo la misma textura que un sueño. Hoy nos parece fantástico y no podemos creer que aquello tuviera consistencia. Pienso en la infancia de mis hijas de la que he visto imágenes recientemente. Existió de alguna manera, ocupó mis días, tuvo textura de realidad pero en cierta manera no existió. Esto es lo que dicen las neurociencias. La lectura del libro del neurocientífico Seth Anil en La creación del yo nos viene a decir que el ego es ilusorio. Ello me maravilla porque coincide con las filosofías orientales como el vedanta, el taoísmo y el budismo. La ciencia y la filosofía terminan confluyendo en esa consideración de la realidad como una construcción de la mente. No vemos las cosas como son. Nadie las ve, vemos las cosas como somos. Nuestra mente tiene determinados tics y resortes que son los que nos permiten “ver” la realidad y encontramos siempre en ella aquello que hemos predefinido, así que nos es más fácil encontrar aquello que hemos reconocido previamente. Esto son las ideologías políticas, esto es nuestra percepción de la vida, nuestra forma de ver las cosas: moldes prefijados, patrones que hemos interiorizado para proyectar en lo que conocemos. Y así las personas y las cosas nos son conocibles porque hemos almacenado patrones previos que nos hacen interpretarlas. Solo de muy niños somos espacios vacíos. Entre los 0 y los 4 años nuestra mente está vacía de esquemas y somos auténticamente filosóficos y tenemos capacidad de sorprendernos y asombrarnos, de acceder a niveles de realidad que luego la vida va convirtiendo en patrones y arquetipos. Y así, envejecer es vivir a partir de patrones como base fundamental. Ya nada nos sorprende, nada nos maravilla. Todo es repetido, nuestro yo está tan prefigurado que todo son roderas muy profundas. Y ser viejo es ser incapaz de ya aprender cosas nuevas porque todo lo referimos a los patrones que conocemos y que están hondamente grabados en nosotros. Y con ello, en nuestra falta de capacidad de maravillarnos va implícita nuestra creciente falta de alegría íntima. Nos hacemos densos, esquemáticos, rígidos, creemos que lo sabemos todo y que nadie tiene nada ya que enseñarnos. Haría falta una buena dosis de LSD o psilocibina para que nuestra mente llena de resortes preestablecidos recuperara la posibilidad de encantarse, de ver una realidad primigenia y sin juicios a priori. Una dosis para recuperar nuestra inocencia de niños y que fuera capaz de crear neuroconexiones nuevas, infinitas, de modo que volviéramos a ser aquellos bebés filosóficos que algún día fuimos y no supimos que lo habíamos perdido. 

martes, 26 de septiembre de 2023

La libertad india

Sigo visionando películas de Sam Peckinpah en Filmin a la espera de que incluyan Grupo salvaje y Pat Garret y Billy the Kid el próximo 1 de octubre. La que vi ayer fue Mayor Dundee (1965), un duelo interpretativo entre Chartlon Heston y Richard Harris. Quiero hablar de un aspecto de la película que a los lectores de Cisne en llamas les interesará. Estamos al final de la guerra civil americana y el mayor Dundee tiene que crear un destacamento que persiga a un grupo apache que ha creado destrucción y desolación, además de llevarse a varios niños para educarlos al estilo indio. No cuento más de la película y me centro en esto: en las ocasiones en que niños blancos eran capturados por los indios y eran formados en los valores de estos. A pesar de la fama de salvajes de los indios, entre sus valores estaba destacadamente la autonomía personal y la libertad, de modo que proscribían toda superioridad y servidumbre en sus territorios. Un indio era, esencialmente, un hombre libre, a diferencia de la sociedad blanca en que existían todo tipo de jerarquías sociales, económicas, políticas o religiosas que ponían a unos hombres sobre otros. Los indios "entienden que cada cual ha de guiarse de acuerdo con sus propias opiniones, sin óbice ni cortapisa de ninguna especie", escribió el jesuita Louis Hennepin. Los indios, añadía "creen en lo que les place, y nada más", práctica que a su juicio entrañaba graves peligros para una sociedad bien gobernada. "Nacen, viven y mueren en una libertad sin límite". 

La idea de libertad era acompañada por la de igualdad social. Los indios no comprendían la subdivisión de los blancos en clases sociales, donde unos tenían que plegarse ante las jerarquías superiores. 

Fueron numerosos los casos de niños blancos que fueron educados en las sociedades indias, así como hombres adultos que comenzaron a vivir al modo indio y de ninguna manera quisieron volver al modo de vida blanco. Por el contrario, niños indios que fueron trasladados a la sociedad blanca que los educó, les dio la lengua, usos y costumbres, pero nunca se identificaron con la sociedad blanca y cuando podían volvían -de uno u otro sexo- con los indios a pesar de haber sido tratados bien. "Se sentían asqueados ante nuestra manera de vivir y aprovechan la primera oportunidad que se les presente para escapar de nuevo a los bosques, en donde ya no hay manera de encontrarlos". 

Este sentimiento de libertad de los indios influyó poderosamente a los colonos en sus actitudes de insubordinación "que trastornaron a la élite del poder en Francia". Las sociedades coloniales no podían ser demasiado opresivas porque tenían en los indios ejemplos vivos de independencia y un ejemplo de "otredad" con una visión atractiva y viable de la sociedad humana. 

Supongo que no cabe duda, si nosotros hubiéramos podido ser educados por una u otra clase de sociedad -la india y la occidental, ¿cuál habríamos elegido?

Las citas son extraídas del excelente libro, que recomiendo, 1491 sobre la América precolombina de Charles C. Mann.

lunes, 25 de septiembre de 2023

Perros de paja

Una tarde de domingo da para muchas cosas y no es la menos interesante ponerse a ver una película mítica. Había leído en un libro la referencia a los "perros de paja" y recordé la cinta de Sam Peckinpah de 1971, Perros de paja. Está en Filmin y me puse a verla. Es una de las más recordadas actuacciones de Dustin Hoffman y ella es Susan George. Es un filme desasosegante y extraño que consigue generar una atmósfera turbia, malsana y sórdida en torno a un matrimonio americano, en que él, David, y ella, Amy, pasan un año en Escocia. Él es astrofísico y se dedica a la investigación. Los lugareños son malignos y solo piensan en tirarse a Amy, que, de paso, se ofrece insinuante y procaz a sus miradas, hasta que, llevándose a David como artimaña para alejarlo de casa, dos de ellos violan a Amy en la escena de violación más brutal y ambigua de la historia del cine. Todas las imágenes son magnéticas y el espectador se siente atraído por la fuerza de la dirección sin florituras y sin sutilezas de Sam Peckinpah. Es una película de una fuerza volcánica que te mantiene ligado a sus imágenes que no dan tregua. No es apta para un tiempo, como este, moralista y puritano en que todo son dogmas de fe sobre las relaciones entre hombre y mujer, y el feminismo. Las acusaciones de misoginia al director son frecuentes pero no quiere decir que todas las mujeres sean como Amy, sino que hay mujeres que sí son así y no podemos negarlo. De la misma manera, los trabajadores que se reúnen en la taberna y trabajan para David, son perversos y machistas -es innegable- pero no quiere decir que "todos" los hombres lo sean. Son dos fuerzas en conflicto que crean el terrible drama que es la película. Si no la recuerdan, merece un visionado actualizado. Hoy sería totalmente imposible una producción y una realización de algo así. Salvaje y elemental, poseído de una fuerza volcánica que presenta a hombres y mujeres en estado puro, sin dogmas de género. 

domingo, 24 de septiembre de 2023

La justicia y la benevolencia para Lao Dan

Confucio fue a ver a Lao Dan, y empezó a explicarle el Libro de los ritos, el Libro de las mutaciones (Yi jing) y demás libros clásicos. Cortó Lao Dan su explicación y dijo: - Todo eso es demasiado prolijo. Me gustaría oír lo esencial. -Lo esencial -dijo Confucio- es la benevolencia y la justicia. - Permitid os pregunte -dijo Lao Dan- si la benevolencia y la justicia están en la naturaleza del hombre. - Sí, por cierto -respondió Confucio-. Sin benevolencia, el sabio no puede alcanzar la perfección; ni vivir, sin justicia. La benevolencia y la justicia están verdaderamente en la naturaleza del hombre. ¿Qué otra cosa puede hacer? - Permitid os pregunte -dijo Lao Dan- qué se entiende por benevolencia y justicia. - Una mente recta, que halla contento en la armonía, y un amor universal libre de todo egoísmo; esa es la sustancia de la benevolencia y justicia. -¡Ah! -exclamó Lao Dan- ¡Peligrosas esas palabras postreras! ¿No es, por ventura, dar rodeos ese tanto hablar de amor universal? Y luego esa ausencia de egoísmo, que no es sino una forma de egoísmo. ¿Queréis, maestro, que el mundo se vea privado de su pastor? Pues ahí tenéis al Cielo y a la Tierra con sus leyes inmutables, y al sol y a la luna con su brillante luz y a las estrellas y constelaciones tan bien ordenadas, y a las bestias y a las aves formando sus bandadas y a los árboles y plantas que verticales se elevan. Dejad, maestro, obrar a la Virtud, haced conforme al Tao, y tendréis la perfección. ¿Para qué andar predicando a todas horas la benevolencia y la justicia, como el que toca el tambor bucando al hijo perdido? ¡Ay! ¡Habéis trastornado por completo la naturaleza del hombre!


Zhuang zi

sábado, 23 de septiembre de 2023

Fernando Arrabal y el "milenarismo".


Ayer escribí un correo a Fernando Arrabal pidiéndole diez líneas para publicar en mi blog. No me contestó, aunque sé positivamente que leyó el correo al minuto de habérselo enviado. Fernando Arrabal se cagó en Dios y en la Patria en un tiempo en que esto era peligroso y ello le supuso su encarcelamiento inmediato. Ahora no tiene gracia ni audacia hacerlo, así como cagarse en el rey. No tiene consecuencias. Arrabal estuvo en el grupo de André Breton pero se salió y fundó con Roland Topor y Alejandro Jodorowsky el grupo pánico. Su teatro ha sido representado en muchos países del mundo, especialmente en Francia, pero apenas ha llegado a España donde se le sigue considerando un autor raro o francés. Se puede decir que es un desconocido en nuestro país. Nació en 1931, de modo que tiene noventa y dos años. Le propuse ayer pimplarnos juntos una botella de Burdeos o Rioja. En mi biografía truncada estuvo la posibilidad de haber representado un papel en su obra El Arquitecto y el emperador de Asiria. Su vida no ha carecido de imaginación y audacia. Hubo un tiempo en que mis alumnos podían leer obras como Picnic y ciertamente se lo pasaban genial con su humor patafísico. En este sábado de este recién comenzado otoño, un recuerdo a Arrabal y su milenarismo. No se pierdan el vídeo inolvidable que recuerda una televisión infinitamente más libre. 

viernes, 22 de septiembre de 2023

Gianni Vattimo y el pensamiento débil

Hace tres días murió Gianni Vattimo (1936-2023), filósofo italiano representante del llamado "pensamiento débil" de la postmodernidad frente al pensamiento fuerte de Hegel, del marxismo, de Nietzsche, de la fenomenología, del psicoanálisis, del estructuralismo... Nuestro tiempo democrático, pluralista y tolerante ya no admite filosofías que lleven a pensamiento fuerte o políticas radicales. Vattimo siempre estuvo próximo a la izquierda y abrazó el marxismo, pero lejos de la herencia estalinista que consideró muy críticamente. El marxismo de este tiempo debería ser un movimiento en pos de la justicia y de la igualdad, pero tolerante y democrático. Se podría hablar de un marxismo debilitado. Militó en movimientos de izquierda italianos y de su ciudad, Turín, donde fue candidato por el Partido Radical y posteriormente estuvo en los Demócratas de izquierda. En 2015 se afilió al Partido Comunista Italiano. Se reconoció cristiano católico, pero defendió un cristianismo secularizado, lejos de las instituciones religiosas. Llegó a hablar de "vaciar la idea de Dios", lo que derivó en el debilitamiento también de Dios. Fue un destacado animalista, enemigo de la experimentación con animales y defensor de los derechos de estos. Ambientalista, fue muy claro ante el calentamiento global y el cambio climático. Fue ponente en un congreso del Gran Oriente en Rimini, así que se podría dar por válida su pertenencia a la masonería. Por otra parte, fue un enérgico enemigo del estado de Israel y propalestino, lo que llevó a que fuera considerado por organizaciones judías como profundamente antisemita, cegado por el odio y dominado por los estereotipos de los judíos. Otro ángulo que podemos considerar en él fue su militancia en la LGTbiQ+, por su homosexualidad reconocida y orgullosa. 

Su papel como intelectual fue sumamente carismástico en el campo de la filosofía y su concepción del pensamiento débil ha marcado nuestra época en que ya no creemos en valores fuertes, ni somos seguidores de ideologías. Se diría que nos hemos debilitado, en nuestra vida blanda, democrática y tolerante, respecto a creer en grandes cosas, algo que en el mundo del Islam no sucede así. 

La pregunta que lleva implícita este post es si entendemos que el pensamiento débil es la señal inequívoca de nuestra época marcada por los medios de comunicación, el consumo y la vida débil de la filosofía. ¿Todos nos hemos vaciado para hacernos no dogmáticos y tolerantes? Incluso el considerado fascismo es suave respecto a los que se consideran modelos históricos. 

¿Nos reconocemos en el pensamiento débil como Vattimo teorizó?


jueves, 21 de septiembre de 2023

Pedro Sánchez


Pedro Sánchez es un enigma para mí. No sé si es un oportunista habilísimo cuyo único objetivo, de modo patológico, es estar en el poder cueste lo que cueste, o es un genial estratega que está alumbrando caminos que nadie se había atrevido a pisar para conducir a nuestro país a unas nuevas circunstancias para superar una crisis política con los nacionalismos periféricos. 

Sinceramente, no lo sé. No sé si Pedro Sanchez tiene algo en mente que no sea mantenerse en el poder. En todo caso, no nos lo ha explicado y solo habla sin detalles de la victoria de la España progresista pagando unos peajes inconcebibles para conseguir unos votos de Junts, del PNV, de ERC y de Sumar, especialmente de los primeros que ahora le exigen una “deuda histórica” de 450000 millones de euros con Cataluña, además de todo lo que sabemos que está pasando y que no detallo para no cansar a los lectores. 

 

El otro día un militar retirado de la antigua UMD, Xose Fortes, manifestaba que Sánchez es el mejor presidente de la democracia y que la amnistía por la sedición catalana no derogaba la España de 1978. Esto me hizo pensar en la posibilidad de que Sánchez fuera un genio político que se atreve a todo, sin ningún tipo de límite, y que tiene unas ideas claras sobre el futuro de España que nos conducirán a un mejor equilibrio y convivencia más allá del conflicto insoluble que ahora tenemos y al que la política convencional no sabe dar salida sino con la represión. Esta es una posibilidad que no sabremos sino con el tiempo. Como dijo un aventajado futurólogo “es difícil hacer predicciones especialmente sobre el futuro”. 

 

Esta es una posibilidad, pero hay otra que me aterra: que Sánchez no tenga ningún plan, que improvise, sin ningún conocimiento histórico, y que vaya eligiendo opciones a merced de sus necesidades políticas personales. Que sea un pillo del patio de Monipodio que no tiene ni idea de ciclos cortos o largos y que puede llevar a España al desastre o hasta su desaparición. Audacia no le falta, eso es cierto y parece haber nacido con una flor en el culo que le favorece en todo lo que plantea. 

 

Para ser un genio, hay que creérselo y luego acertar. No sé cuál es la ecuación de Sánchez. De momento, emoción no le falta a la vida nacional y él maneja todos los tiempos y es un excelente jugador de póker, mucho mejor que todos los que tiene enfrente. No sé si está siendo manipulado por los nacionalistas catalanes y vascos, en detrimento del resto de España, o es él quien los está manipulando para llevarlos a sus objetivos. Es un enigma. 

 

Héroe o villano, todos terminaremos por ser receptores de las genialidades de este hombre con plan o sin plan. 

 

Que la suerte nos acompañe. 

miércoles, 20 de septiembre de 2023

El mundo feliz y Byung chul Han

He leído en El País una entrevista a Byung Chul Han que no me ha resultado demasiado interesante pues de alguna manera conozco ya su punto de vista sobre la sociedad digital, el mundo de los móviles, la inteligencia artificial, los big data, la decadencia de las cosas con las que ya no podemos trenzar lazos porque todo es ya fungible y desechable. Habla del declive en las relaciones humanas, de la falta de silencio, del ritmo frenético del capitalismo al que cabría domar y humanizar. En otros libros habla de la sociedad del cansancio, de la agonía del eros, de la desaparición de los rituales… El otro día leí una crítica al filósofo de moda que decía que se dedicaba a constatar lo evidente, lo que sabemos todos, que no añade nada a lo consabido. 

Su análisis, no obstante, de la sociedad digital como control exhaustivo del ser humano me parece lúcido. El sistema actúa seduciendo, haciéndonos creer que somos libres, más al estilo de El mundo feliz que de 1984. Seduciendo y utilizando nuestra pulsión por el juego. Todo el mecanismo opresivo, empezando por las redes sociales, se basan en el juego. Alessandro Baricco en su libro The Game veía esto como evidente pero lo consideraba positivo. Para Han, el Game es el mecanismo por el que nos domina el sistema mediante la psicopolítica que nos deja la sensación de que somos libres al someternos a él. 

martes, 19 de septiembre de 2023

Las borracheras colectivas

Pienso luego que en las borracheras colectivas de los jóvenes puede haber un trasfondo de ansia espiritual de acceder a estados de percepción extraordinaria propiciados por el alcohol, en una sociedad sin ideales, sin autoridad, sin misticismo ni ritos. Es una forma diferente de plantearlo. Beber alcohol es una forma fácil y cómoda de anhelo de trascendencia y transrealización. No es casual que tantos y tantos escritores hayan sido alcohólicos y entiendo que esas borracheras les proporcionaban un estado de receptividad próximo a lo místico. Así que los botellones pueden ser la expresión lúdica de una huida hacia lo transreal, más allá del materialismo áspero y sin dimensión de nuestra sociedad plana y hedonista sin ningún liderazgo moral. La pobreza de nuestra percepción del mundo es demoledora. No hay ningún ideal, solo un vacío -que no vacuidad- respecto a lo espiritual. Occidente es un mundo muy pobre espiritualmente. Solo hay que considerar la adicción a los opiáceos en Estados Unidos; solo hay que ver los movimientos ANTIFA que quieren destruir los cimientos de una sociedad capitalista. Es a lo que se refiere el libro Unmasked que empecé a leer: organizaciones, movimientos, comandos organizados, ataviados de negro y con máscaras, que organizan el vandalismo destructor de la sociedad que ellos consideran racista, machista, capitalista y transfóbica para crear un nuevo orden comunista, feminista y revolucionario. La revolución es una pulsión inherente a la sociedad capitalista. Ese antiorden de raíz libertaria y nihilista busca subvertir y acabar con el mundo liberal. Son pulsiones que el taoísmo puede comprender como juego de la dialéctica yin yang. Hay una cierta poesía destructora en ese nihilismo mezclado con destrucción y hedonismo. Es una forma de amedrentar a la sociedad establecida cuya hipocresía en la defensa de los valores democráticos es débil, confusa y cobarde. Hace falta un principio de poder, de autoridad moral para que una sociedad pueda mantenerse. El vacío, mezclado con la blandura, es terriblemente tedioso porque se añoran valores fuertes. Los jóvenes anhelan inconscientemente algo en qué creer. Como no lo encuentran, se emborrachan. Es así de simple. Se aburren del mundo que les han dado los mayores. 

El que no sabe, sabe

En este mes de septiembre, poco antes de que comience el otoño estacional, doy inicio a este blog con título modernista. El cisne fue el animal más destacado entre los modernistas, a diferencia de la siguiente generación, la novecentista, que prefirieron la intelectualidad y el racionalismo frente a la ambigüedad e inexactitud del movimiento anterior. Y eligieron al búho frente al cisne. 

Llego aquí huyendo y espero continuar aquí siendo acogido por una nueva comunidad de blogueros. 

Estos días leo La ruta del silencio, un recorrido por la senda del taoísmo, a cargo del sinólogo y especialista Iñaki Preciado Idoeta. 

Y dejo colgando aquí este pensamiento para todos vosotros...

El que no sabe, sabe

Gatos

Nos echamos la siesta y leo  Filosofía felina  de John Gray. Los gatos son solitarios y no se pasan la vida pensando en sí mismos y en que h...