jueves, 21 de septiembre de 2023

Pedro Sánchez


Pedro Sánchez es un enigma para mí. No sé si es un oportunista habilísimo cuyo único objetivo, de modo patológico, es estar en el poder cueste lo que cueste, o es un genial estratega que está alumbrando caminos que nadie se había atrevido a pisar para conducir a nuestro país a unas nuevas circunstancias para superar una crisis política con los nacionalismos periféricos. 

Sinceramente, no lo sé. No sé si Pedro Sanchez tiene algo en mente que no sea mantenerse en el poder. En todo caso, no nos lo ha explicado y solo habla sin detalles de la victoria de la España progresista pagando unos peajes inconcebibles para conseguir unos votos de Junts, del PNV, de ERC y de Sumar, especialmente de los primeros que ahora le exigen una “deuda histórica” de 450000 millones de euros con Cataluña, además de todo lo que sabemos que está pasando y que no detallo para no cansar a los lectores. 

 

El otro día un militar retirado de la antigua UMD, Xose Fortes, manifestaba que Sánchez es el mejor presidente de la democracia y que la amnistía por la sedición catalana no derogaba la España de 1978. Esto me hizo pensar en la posibilidad de que Sánchez fuera un genio político que se atreve a todo, sin ningún tipo de límite, y que tiene unas ideas claras sobre el futuro de España que nos conducirán a un mejor equilibrio y convivencia más allá del conflicto insoluble que ahora tenemos y al que la política convencional no sabe dar salida sino con la represión. Esta es una posibilidad que no sabremos sino con el tiempo. Como dijo un aventajado futurólogo “es difícil hacer predicciones especialmente sobre el futuro”. 

 

Esta es una posibilidad, pero hay otra que me aterra: que Sánchez no tenga ningún plan, que improvise, sin ningún conocimiento histórico, y que vaya eligiendo opciones a merced de sus necesidades políticas personales. Que sea un pillo del patio de Monipodio que no tiene ni idea de ciclos cortos o largos y que puede llevar a España al desastre o hasta su desaparición. Audacia no le falta, eso es cierto y parece haber nacido con una flor en el culo que le favorece en todo lo que plantea. 

 

Para ser un genio, hay que creérselo y luego acertar. No sé cuál es la ecuación de Sánchez. De momento, emoción no le falta a la vida nacional y él maneja todos los tiempos y es un excelente jugador de póker, mucho mejor que todos los que tiene enfrente. No sé si está siendo manipulado por los nacionalistas catalanes y vascos, en detrimento del resto de España, o es él quien los está manipulando para llevarlos a sus objetivos. Es un enigma. 

 

Héroe o villano, todos terminaremos por ser receptores de las genialidades de este hombre con plan o sin plan. 

 

Que la suerte nos acompañe. 

6 comentarios:

  1. Ahí está la clave: Para ser un genio, hay que creérselo.
    Él se lo cree. Ya no me atrevo a vaticinar, pero dudo mucho que los que acusaron prisión por el delito de soliviantar la Constitución, (entre ellos Junqueras), les haga gracia que este señor haya vivido un pilón de años a costa del erario público, con guardia personal y asistentes de servicio y ahora, reciba los parabienes por ser necesarios sus votos.
    Un abrazo

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    1. Puede que no le guste, pero las realidades políticas son las que son y se hacen extraños compañeros de cama. Tal vez se odien, pero están en el mismo campo: el del odio a España y todo lo que significa. Sánchez les viene muy bien. No sé si sabe Sánchez lo que está desencadenando para los que nos sentimos españoles en Cataluña. Mi duda es si tiene algún plan, alguna perspectiva inteligente, salvo la de estar en el poder. Un abrazo.

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  2. Es un Houdini de la política, mi buen Joselu, un escapista, un verdadero as del trampolín, hace dobles saltos mortales hacia atrás con tirabuzón; lo es todo en el circo: empresario, director, actor principal, tramoyista, escapista, acróbata y finalmente hace de payaso mentiroso.
    La entrada nos costará cara, aún no la hemos pagado.
    Un saludo

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    1. Creo que lo has descrito con exactitud y con salero. Su capacidad de saltimbanqui es deslumbrante. Tiene a la derecha en estado de K.O, desde las elecciones de julio. Nada parece haber que pueda oponérsele a este hombre, ni siquiera los referentes morales del PSOE, González y Guerra entre otros muchos. ¿Controla el juego o será devorado por él? Un saludo.

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  3. La situación la veo como la de un tablero de ajedrez. Las piezas están contadas. Sánchez juega con eso. No hace falta ser un genio, pienso. Y sí, en política hay mucho azar, claro, lo he visto muchas veces. España, su electorado está enfrentado. Es el bipartidismo eterno, ahora con más variantes, pero con un corte entre unos (derecha y ultraderecha) y otros (nacionalistas catalanes y vascos –derecha e izquierda–, e izquierda). En ese equilibrio nos movemos de momento a la espera que surja acontecimientos que lo rompan (empeoramiento de la economía o algún otro suceso inesperado). El movimiento es pendular desde que tenemos democracia: unos u otros. La única alteración la ha producido la mitosis del bipartidismo que ha creado una falsa visión. Recuerda aquellos versos:

    Españolito que vienes
    al mundo te guarde Dios.
    una de las dos Españas
    ha de helarte el corazón.

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  4. Este poema de Antonio Machado suele entenderse mal. Cuando lo escribió, no hizo referencia a las llamadas dos Españas que entendemos ahora sino a la política dividida entre conservadores y liberales propia de la Restauración decimonónica. No son las dos Españas, radical jacobina revolucionaria y la conservadora, autoritaria. Estos días hay una propuesta política que habla de la tercera España, a la que pertenecemos muchos que querríamos exiliarnos de este país cainita y absurdo. Chaves Nogales fue odiado por nacionalistas y revolucionarios, los dos bandos de la guerra civil. Tuvo que irse, como me hubiera ido yo y como sueño irme lejos aunque bien sé que no puedo.

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