Una tarde de domingo da para muchas cosas y no es la menos interesante ponerse a ver una película mítica. Había leído en un libro la referencia a los "perros de paja" y recordé la cinta de Sam Peckinpah de 1971, Perros de paja. Está en Filmin y me puse a verla. Es una de las más recordadas actuacciones de Dustin Hoffman y ella es Susan George. Es un filme desasosegante y extraño que consigue generar una atmósfera turbia, malsana y sórdida en torno a un matrimonio americano, en que él, David, y ella, Amy, pasan un año en Escocia. Él es astrofísico y se dedica a la investigación. Los lugareños son malignos y solo piensan en tirarse a Amy, que, de paso, se ofrece insinuante y procaz a sus miradas, hasta que, llevándose a David como artimaña para alejarlo de casa, dos de ellos violan a Amy en la escena de violación más brutal y ambigua de la historia del cine. Todas las imágenes son magnéticas y el espectador se siente atraído por la fuerza de la dirección sin florituras y sin sutilezas de Sam Peckinpah. Es una película de una fuerza volcánica que te mantiene ligado a sus imágenes que no dan tregua. No es apta para un tiempo, como este, moralista y puritano en que todo son dogmas de fe sobre las relaciones entre hombre y mujer, y el feminismo. Las acusaciones de misoginia al director son frecuentes pero no quiere decir que todas las mujeres sean como Amy, sino que hay mujeres que sí son así y no podemos negarlo. De la misma manera, los trabajadores que se reúnen en la taberna y trabajan para David, son perversos y machistas -es innegable- pero no quiere decir que "todos" los hombres lo sean. Son dos fuerzas en conflicto que crean el terrible drama que es la película. Si no la recuerdan, merece un visionado actualizado. Hoy sería totalmente imposible una producción y una realización de algo así. Salvaje y elemental, poseído de una fuerza volcánica que presenta a hombres y mujeres en estado puro, sin dogmas de género.
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No sé por qué, pero he huido siempre de las películas violentas. He de decir que no soy cinéfilo, pero lo que visiono no es justo el tipo de peli que me deja con mal sabor de boca.
ResponderEliminarPor otra parte creo que todo está muy politizado y que los polos están cada vez más alejados.
Un cuento chino; Bombón, el perro; No estoy hecho para ser amado; El silencio de la mar; 9 reinas...O cualquiera donde actúe Darín o Ulises Dumont...Esas son las que me atraen.
Un abrazo grande
Pues esta está claro que no te habría gustado porque es violenta. El cine de Sam Peckinpah es violento y nada sutil, es directo como un puñetazo al estómago o a la mandíbula. Lo que lo hace admirable es que es rigurosamente personal, supone una visión inequívocamente suya. La primera película que vi de Peckinpah fue Grupo salvaje. La academia donde estudiaba COU nos llevó a verla a todos los alumnos que salimos conmocionados, y tras la película, hubo un fórum interesantísimo y eso es algo que se agradece a los diecisiete años en pleno declive del franquismo. Ello no impide que también me gusten las películas que mencionas. Abrazo sentido.
EliminarUn abrazo
EliminarA mí me pareció un filme brutal cuando lo vi, con escenas que se te agolpaban en las retinas y con las que el realizador escarbaba en las capas más violentas de tu cerebro. Un magistral Hoffman en su papel de astrofísico y la mujer, que destila erotismo. Sam Peckinpah juega con las pasiones más bajas del espectador.. Un saludo, Joselu. Vuelvo a bordo.
ResponderEliminarVi esta película en su tiempo, pero el nuevo visionado me ha confirmado lo que recordaba y que tú resumes bien, un filme brutal. Y el erotismo de Amy es tremendamente provocador. Supongo que las feministas en su tiempo lanzaron gritos de espanto, pero las de hoy entrarían en shock y condenarían al genial Peckinpah al peor de los infiernos machistas, porque desnuda cierta realidad de la mujer que hoy no se puede mostrar. Por suerte tenemos la filmoteca y no pueden cancelar obras maestras, espero. En Filmin a partir del uno de octubre estarán Grupo salvaje y Pat Garret y Billy de Kid. Una fiesta. Esa turbiedad, esa violencia sin constricciones moralistas nos da idea de que hubo un tiempo mucho más libre que este. Gracias por volver a bordo en este blog en los márgenes.
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