viernes, 14 de noviembre de 2025

La era de Hitler

Como profesor tuve que ser miembro de tribunal de los TR (trabajos de investigación) de alumnos de bachillerato. Esto me hizo ser consciente de la fascinación que provocaba el nazismo y la figura de Hitler en el imaginario de los adolescentes. Son numerosísimos los TR sobre el mal absoluto que supone Hitler, y escasos o inexistentes los TR sobre el estalinismo y la historia del comunismo. 

Alec Ryrie acaba de publicar un libro significativo. Se titula La era de Hitler en el que se constata que nuestro siglo XX y XXI han dejado atrás la brújula moral de Jesucristo como símbolo del bien para sustituirlo por Hitler como imagen del mal. Es evidente que cuando se quiere rechazar cualquier cosa, se termina identificándolo con el nazismo. Es común en toda discusión, siempre termina alguien acusando al otro de facha o nazi. 

En el conflicto árabe-israelí es de dominio público que se identifica a los israelíes con el nazismo, aunque sea una metáfora humillante para ellos. Se hace la equiparación de la estrella de David con la cruz gamada. Todo lo que rechazamos es facha o nazi, es un recurso de dialéctica universal, sea Trump, Bolsonaro o la oposición en España a la que el presidente de gobierno la tilda de extrema derecha, es decir, nazi. 

En Cataluña están enfrentados radicalmente ARRAN, organización juvenil de la CUP con Aliança Catalana, y uno a otro se tildan de fascistas y nazis. Es un ejemplo más. 

Se han acabado los valores positivos moralmente hablando y solo existen los negativos. La condena del nazismo ocupó el vacío ético en Europa en el final de la guerra mundial. 

El rechazo del fascismo se ha convertido, como en los años treinta, en el eje político de las morales progresistas, y de tal modo, es preferible la corrupción al fascismo, como veremos en la próxima campaña electoral española. 

La invocación de Hitler y el nazismo se ha convertido en práctica común tanto en debates políticos como sociales. Desde memes que equiparan a líderes actuales con Hitler hasta análisis sobre elecciones donde el simple rechazo al fascismo determina el voto, se observa que el símbolo del nazismo funciona como recurso dialéctico, pero está perdiendo impacto.

Ryrie advierte que una cultura que solo identifica el mal y carece de una moral positiva es una cultura débil. El resurgimiento de la extrema derecha y las nuevas divisiones sociales indican que el consenso ético de la era antinazi se está resquebrajando, y la sociedad necesita ideas y esperanzas más allá de lo que evitar.

La prepotencia progresista se confronta con el agotamiento de su dilema moral y las jóvenes generaciones ya no ven las cosas como se nos quiere hacer creer, hay que repensar todo de nuevo y formular valores positivos y no simplemente excluyentes en que todo lo que se rechaza es facha o nazi, como recurso oratorio y político. 

viernes, 7 de noviembre de 2025

El presente es superficialidad, epidermis, juego….

Este texto resume mi entrada de mi diario en agosto de 2019 en que estaba leyendo el libro The Game de Alessandro Baricco. En él se cifraba que la tecnología había transformado al ser humano haciéndolo más ligero y superficial, burbujeante, lejos de la profundidad y la complejidad del pasado. Les dejo con mi resumen que puede ser muy bien aplicable a hoy día...

 

Baricco considera –acertadamente- que la aparición del Iphone en 2009 presentado por Steve Jobs fue la culminación de un proceso en que el teléfono fue reiventado como experiencia lúdica. Sencillo y simple por fuera –para el usuario- y complejo por dentro. Y ya desde entonces se evidencia el carácter de juego (the game) de nuestra relación con la tecnología a diferencia de los primeros toscos primeros móviles. Añade que “el juego” es el fundamento de nuestra civilización frente a la idea de adquisición del conocimiento mediante el esfuerzo y el ahondamiento progresivo en una suerte de pirámide del conocimiento. Ahora todo debe ser fácil, simple y lúdico. Y, por supuesto, asumiendo la estética de los videojuegos que estuvo ya presente en los space invaders con que comienza su ensayo. 

 

Un visionario extraordinario fue Stewart Brand que escribió que hasta entonces se había intentado cambiar la esencia del ser humano sin ningún éxito. Y él proponía que lo que había que hacer era cambiar las herramientas que este utiliza en lugar de intentar transformarle con filosofías o religiones. Así el hombre se acomodó al icono de pantalla-teclado con entusiasmo hasta llegar al iphone que transformaría totalmente el modo de estar en el mundo de las personas. Pienso esto y no me cabe duda de que es cierto. Nos hemos acomodado con entusiasmo a la tecnología porque en cierta manera su idea de unión con la máquina y el juego son parte fundamental de nuestra esencia humana. 

 

Otra reflexión que me viene es a propósito de este fundamento que rechaza la profundidad y la complejidad del pasado en favor de la sencillez y la superficialidad. Ahí nos encontramos con la infantilización progresiva de la humanidad adaptada solo a lo simple y superficial, y eludiendo el pensamiento más profundo. Antes enlazaba un artículo de Peter Sloterdijk en que expresaba que este era un mal tiempo para el pensamiento complejo. Las herramientas que nos han proporcionado han llegado en el momento oportuno, es como si las estuviéramos buscando porque huyéramos del pasado complicado y denso, y, así, la superficialidad se ha adueñado del mundo. Hemos reivindicado nuestra dimensión de niños disfrutando con juguetes divertidos. Ahora todo tiene que ser divertido, llevar un ritmo ágil y rápido que se adapta a nuestro fluir interno. El arte o la literatura del pasado son lentos, complejos… Pienso en las vanguardias de principios de siglo que asumieron que el arte era juego, así el ultraísmo, el creacionismo, el futurismo –y su reivindicación del cine, las máquinas y la velocidad-, el cubismo, el surrealismo… Está claro que el arte ya asumía la idea de ironía y de juego como constitución interna de la creación. Ya lo estábamos intuyendo. Los hombres nos hemos hecho niños y no nos gusta ya lo complicado. Este proceso lo vi con mis alumnos. Recuerdo el placer que suponía el pensar a los alumnos de la década de los ochenta y noventa, y cómo se fue transformando en la transición del milenio para llegar definitivamente a mis últimos años como profesor en que definitivamente a mis alumnos no les gustaba ahondar ni pensar. Solo les atraía la superficie, el juego… Tenían escasa capacidad para relacionarse con cosas complejas y la literatura lo es, y de allí su renuencia ante la lectura. Toda la literatura que yo utilizaba en los años ochenta y noventa había quedado defitivamente envejecida. Yo lo vi, lo describí en el blog, pero desconocía qué había pasado y por qué. Ya sabía que era la tecnología el vehículo de la transformación de la mente de mis alumnos pero desconocía cómo. 

 

miércoles, 22 de octubre de 2025

Secretos ancestrales: cómo los estados alterados de consciencia dieron forma a la guerra, el arte y la religión

Cuando pensamos en el mundo antiguo, la mente suele evocar imágenes de filósofos estoicos debatiendo sobre la virtud, matemáticos racionales trazando las leyes del cosmos y templos de mármol inmaculado bajo un sol sereno. Esta es la visión sobria y ordenada de la antigüedad que hemos heredado, una era definida por la lógica, la ley y la razón.

Sin embargo, esta percepción, aunque no del todo incorrecta, está incompleta. Bajo la superficie de la historia clásica yace un mundo mucho más profundo y complejo, uno en el que la experiencia humana no siempre estuvo guiada por la lógica. Investigaciones históricas y arqueológicas profundas revelan que los estados alterados de consciencia (EAC), a menudo inducidos por sustancias psicoactivas, no eran una actividad marginal, sino una parte fundamental e integrada de la vida antigua. Lejos de ser tabú, estas experiencias influyeron en la religión, el arte e incluso en la estrategia militar.

Este artículo destapará el velo de esta historia oculta para revelar cuatro de los ejemplos más sorprendentes e impactantes de cómo los estados alterados de consciencia dieron forma a las culturas de la antigüedad, desde los campos de batalla de Cartago hasta los oráculos sagrados de Grecia.

Guerra química ancestral: la estratagema de la mandrágora

Puede resultar sorprendente, pero el concepto de guerra química no es una invención moderna. Mucho antes de los gases tóxicos del siglo XX, los antiguos generales ya empleaban un sofisticado conocimiento de la farmacología vegetal para obtener ventajas tácticas en el campo de batalla, utilizando las propiedades de las plantas como un arma más en su arsenal.

El historiador Frontino, en su obra Stratagemas, detalla un ejemplo extraordinario protagonizado por Maharbal, un general cartaginés a las órdenes del legendario Aníbal. Enfrentado a una rebelión de tribus africanas, Maharbal ideó una estratagema brillante. Fingió una retirada apresurada, abandonando su campamento y dejando atrás una gran cantidad de vino deliberadamente mezclado con Mandrágora (mandrágora). Los rebeldes, al encontrar el campamento abandonado y el vino, celebraron su aparente victoria bebiendo abundantemente. La mandrágora, conocida por sus potentes efectos narcóticos, no tardó en hacer efecto, sumiendo a los perseguidores en un sueño tan profundo que yacían "como si estuvieran muertos" (velut defunctorum strati iacerent). Maharbal simplemente tuvo que regresar para capturar o aniquilar a un ejército completamente incapacitado.

Esta táctica revela mucho más que una simple artimaña; demuestra una comprensión aplicada de la farmacología como herramienta militar. Es un recordatorio impactante de que el conocimiento de las propiedades psicoactivas de las plantas era una tecnología poderosa, tan útil para la guerra como para el ritual.

Un lenguaje universal del trance: el secreto tras el arte geométrico antiguo

En cuevas paleolíticas, en el arte megalítico de Irlanda y en la decoración de cerámicas de la antigua Grecia o de las Islas Canarias, encontramos un repertorio recurrente de motivos geométricos: espirales, rejillas, zigzags, círculos y túneles. Durante mucho tiempo, estos diseños se consideraron meramente decorativos o abstractos. Sin embargo, la arqueología cognitiva propone una teoría revolucionaria: este arte no es abstracto en absoluto, sino una representación realista de una experiencia interna y universal.

Esta teoría se centra en el concepto de "fosfenos" o "fenómenos entópticos". Se trata de imágenes geométricas luminosas generadas por el propio sistema nervioso humano durante estados alterados de consciencia, ya sean inducidos por sustancias, meditación profunda, danzas extáticas o privación sensorial. Lo fascinante es que estas visiones son universales; personas de cualquier cultura o época ven los mismos patrones básicos porque surgen de la estructura de nuestro cerebro.

La implicación de esta teoría es profunda. Sugiere que gran parte de lo que consideramos "arte abstracto" antiguo podría ser, en realidad, un registro literal de las visiones experimentadas durante rituales chamánicos o ceremonias mistéricas. Estas formas geométricas no serían producto de la imaginación creativa, sino de la observación directa de un paisaje interior. Constituyen un lenguaje visual compartido por toda la humanidad, una forma de representar la estructura misma de la consciencia en trance.

La bebida de los dioses: un hongo psicodélico y su potente subproducto

En los antiguos textos indoiraníes, como el Rig Veda, se describe una bebida legendaria llamada Soma (o Haoma). No era una simple bebida, sino una deidad en sí misma, un néctar que otorgaba inmortalidad, conexión divina y visiones extáticas a quienes lo consumían. Durante siglos, la identidad botánica del Soma fue un enigma, pero la teoría principal, defendida por el investigador R. Gordon Wasson, apunta a una fuente sorprendente: el hongo psicoactivo Amanita muscaria.

Las descripciones védicas apoyan esta identificación. Se habla del Soma como una entidad que habita en las montañas, que posee un tallo pero carece de hojas, semillas o raíces, una descripción que encaja perfectamente con un hongo y no con una planta clorofílica. Sin embargo, el aspecto más contraintuitivo y revelador de su consumo es una práctica que los textos describen sin ambigüedad: beber la orina de una persona que previamente había ingerido el hongo.

La explicación es puramente bioquímica. Los principales compuestos psicoactivos del Amanita muscaria, como el muscimol, no son metabolizados completamente por el cuerpo y se excretan a través de los riñones. Esto significa que la orina de quien ha consumido el hongo sigue siendo potentemente psicoactiva, a veces incluso más que el propio hongo, al estar más "purificada". Esta práctica, aunque extraña para la sensibilidad moderna, era una forma eficiente de prolongar y compartir la experiencia divina, como lo atestigua la reverencia en los textos.

"Hemos bebido el Soma, nos hemos convertido en inmortales, hemos llegado a la luz, hemos encontrado a los dioses."

El misterio de Delfos: ¿vapores divinos o un potente alucinógeno?

El Oráculo de Delfos fue la institución religiosa más influyente del mundo griego. En su corazón se encontraba la Pitia, una sacerdotisa que, sentada en un trípode, entraba en un trance frenético para canalizar las profecías del dios Apolo. Durante siglos, ha existido un debate sobre el origen de sus visiones.

La teoría clásica, mencionada por autores antiguos, habla de vapores intoxicantes o pneuma que emanaban de una fisura en la tierra bajo el templo. Durante mucho tiempo, esta idea fue descartada por la falta de pruebas, pero estudios geológicos recientes han revitalizado la hipótesis al encontrar fallas geológicas activas bajo el sitio y detectar la presencia de gases con potencial psicoactivo, como el etileno, en las aguas de los manantiales cercanos.

Sin embargo, existe una teoría alternativa igualmente convincente que apunta a la farmacología. Esta propone que el trance de la Pitia era inducido por la ingestión de una planta: el Beleño (Hyoscyamus), también conocido como henbane. Esta planta era bien conocida en la antigüedad por sus potentes efectos, que incluían delirio, alucinaciones y una forma de "locura". La conexión es aún más fuerte si consideramos que el autor romano Plinio se refirió al beleño con el nombre de Apollinaris, vinculándolo directamente con Apolo, el dios patrón del oráculo de Delfos.

La verdad podría ser una combinación de factores: una predisposición causada por los gases geológicos y un estado de trance plenamente inducido y controlado mediante el uso del beleño. Esta posibilidad añade una fascinante capa de psicofarmacología a una de las instituciones más sagradas de la antigüedad, sugiriendo que la "locura divina" de la Pitia pudo haber sido una intoxicación cuidadosamente gestionada.

Conclusión

Los ejemplos explorados en este artículo demuestran que nuestra visión de una antigüedad puramente racional y sobria es una simplificación. Los estados alterados de consciencia no eran una anomalía, sino una tecnología fundamental del mundo antiguo. Se emplearon como herramientas para la guerra, como fuente de inspiración para el arte, como método para la curación y, sobre todo, como un puente para conectar el mundo de los mortales con el de los dioses.

Reconocer el papel central de estas experiencias nos obliga a reevaluar nuestra comprensión de las motivaciones, creencias y capacidades de nuestros antepasados. La historia de la conciencia humana es tan importante como la historia de sus imperios y sus batallas. 

¿Cómo ves en nuestro mundo la presencia y realidad de los estados alterados de conciencia? ¿Has participado en algún ritual chamánico -o no- para inducir dichos estados?

sábado, 18 de octubre de 2025

El dilema de la IA: peligro letal o estúpida


En 2018 tres investigadores sobre el Deep Learning -aprendizaje profundo-, Geoffrey Hinton, Yoshua Bengio y Yann LeCun recibieron el premio Turing, el equivalente al Nobel de Informática. Los tres han investigado durante décadas sobre las redes neuronales artificiales que han dado lugar a la Inteligencia Artificial que ha creado Chat GPT, Gemini y Grok, entre otras aplicaciones. 

Los tres tienen posiciones divergentes sobre el impacto de la IA sobre el ser humano, desde el más alarmista que es Geoffrey Hinton que piensa que es una amenaza letal por el uso sin control que están dando las empresas a esta tecnología que ha estallado desde 2022. Hinton abandonó Google en 2023 para poder hablar con libertad y cree que la IA puede acabar con el ser humano en un 10 o un 20% de posibilidades. ‘Según él, los sistemas futuros serán mucho más inteligentes que nosotros y encontrarán la forma de saltarse cualquier restricción. "En el futuro, los sistemas de IA podrían controlar a los humanos con la misma facilidad con la que un adulto puede sobornar a un niño de 3 años con caramelos", ha dicho.’ Propone como salida programar a la IA con sentimientos maternales para que nos proteja. No sabe cómo podría ser, pero teme que la IA ante un dilema entre conservar su propio poder o perderlo, podría poner a los seres humanos en grave peligro. Se han dado casos ya de que la IA ha chantajeado a algún ingeniero con la amenaza de desvelar una infidelidad suya descubierta en su correo electrónico. "Los sistemas de IA desarrollarán muy rápidamente dos subobjetivos, si son inteligentes: uno es sobrevivir y el otro es obtener más control", dice Hinton. Las tecnológicas están jugando con fuego al desproteger el desarrollo de la IA. Sam Altman, CEO de OpenI, ha llegado a decir que no son los guardianes morales de la humanidad. Según Hinton, no se está invirtiendo lo suficiente en seguridad y se está dejando libre el campo a la IA.
 
Bengio está en el lado de reclamar sistemas más "seguros". Vivimos, dice él, en el "salvaje Oeste" de la IA, donde las empresas compiten por velocidad y espectáculo. Esta intensa competencia a menudo conduce a atajos, especialmente en materia de seguridad. Insiste en que las empresas y los gobiernos deben exigir pruebas independientes en este campo antes de lanzar un modelo, del mismo modo que se le exige a la industria farmacéutica. Advierte de que esta premura podría conducir al fin de la humanidad y pone como ejemplo máquinas impulsadas por IA que colaboren en la creación de un virus que podría generar nuevas pandemias. También declaró al Wall Street Journal recientemente que incluso la IA generativa que todos usamos a diario podría desarrollar la capacidad de engañar a sus usuarios para lograr sus propios objetivos: "Experimentos recientes muestran que en algunas circunstancias en las que la IA no tiene otra opción entre su preservación, es decir, los objetivos que se le dieron, y hacer algo que cause la muerte de un humano, podría elegir la segunda opción".
 
Por eso, aboga por la necesidad de que terceros independientes revisen los mecanismos internos de seguridad de las empresas de IA y que las empresas exijan pruebas de que los sistemas de IA que están implementando o utilizando son fiables.
 
En el extremo opuesto está Yann LeCun que considera todos estos miedos como totalmente ridículos porque la IA dista mucho de ser tan inteligente como creemos aunque lo simule.  Y que las advertencias sobre un peligro existencial son exageradas. Según él, los modelos actuales no son ni de lejos inteligentes. "Antes de hablar de controlar máquinas más inteligentes que nosotros, primero construyamos una que sea más inteligente que un gato", ironizó hace poco. Lleva tiempo haciendo hincapié en que confundir la fluidez del lenguaje con la inteligencia es un error: que un sistema pueda escribir un texto convincente no significa que entienda lo que dice. Cree que aún faltan décadas para llegar a una AGI (Inteligencia Artificial General, esa que igualaría o superaría la humana), y que el miedo solo frena la investigación.

Este es el dilema en que nos encontramos ante una herramienta tan poderosa como la IA: sentir que probablemente nos sobrepasará y nos pondrá en peligro en breve plazo buscando sus propios intereses o creer que estos miedos son infundados y que de momento la IA es una máquina estúpida que simula ser inteligente. 
 

martes, 14 de octubre de 2025

El tiempo de las mujeres

Tengo una amiga, Paula, que se ha iniciado a sus cincuenta y tantos años en la navegación a vela. Sale un par de veces a la semana en un velero para aprender las tareas básicas de la navegación. Está entusiasmada con este descubrimiento del mar. Sin embargo, se encuentra a veces con varones en el barco que la tratan condescendientemente y con abierto sarcasmo por ser mujer, cuando ya se sabe, la navegación parece ser cosa de hombres. Paula tiene otras aficiones como la fotografía y la pintura, además de viajar. Viaja cuanto puede, ahora está en Indonesia y el año pasado estuvo quince días en Japón en solitario. 

¿Qué relación puede tener la vela con la pintura o la fotografía? Con el viajar, es evidente que el mar es un territorio abierto a todos los vientos y a los viajes reales o imaginarios desde la Odisea, libro marino por excelencia. 

¿Adónde quiero ir a parar? Pues que Paula ha contactado con una asociación de mujeres navegantes que se coordinan para hacer realidad su sueño y tejen una comunidad entre ellas para apoyarse y crear nuevas propuestas tanto de navegación como filosóficas, literarias y artísticas en general tomando como eje el mar y la vela. Es una asociación que sirve de apoyo y campo abierto a la investigación para mujeres que se aproximan al mar. Y enseguida la orientaron para que pudiera conectar su mundo pictórico y fotográfico con la asociación. La relación de actividades es francamente fascinante. 

Le pregunté a Paula que si iba a segregarse del mundo de los hombres para participar en una asociación exclusivamente de mujeres. ¿Que qué pensaría ella si se creara una asociación para hombres como criterio para entrar? Me doy cuenta de que cada vez hay más actividades y entidades para mujeres solas en las que no tienen cabida los varones en una suerte de segregación sexual que no me gusta. Es real que aumentan los colectivos femeninos en todos los órdenes. 

Entonces Paula me explicó que ella no tenía nada contra los hombres en general, que con algunos se siente muy a gusto, pero había visto que en la vela hay un prototipo de machos alfa que se creen superiores y que consideran que las mujeres son una especie de florero que solo deben estar tomando el sol en la popa sin molestar demasiado. Y me enseñó la temática de la asociación de mujeres navegantes que aborda multitud de aspectos contemplados desde la sensibilidad, la complicidad, la solidaridad, y la idea de aprender juntas apoyándose mutuamente. Y esto -me dijo- no lo he encontrado en ningún otro sitio. Puedo dar salida a mi vena artística en relación con el mundo de la vela a la vez que aprendo y viajo. 

Esta anécdota me viene cuando abordo este nuevo post de Cisne en llamas. Se ha dicho que vivimos en un tiempo en que las mujeres son protagonistas, que están empoderadas, que se atreven a entrar en cualquier campo antes exclusivos de los hombres. Y la principal observación que me viene es que las mujeres son capaces de tejer asociaciones para apoyarse mutuamente sin que nadie se imponga, tienen planteamientos colectivos y solidarios mientras que los hombres somos más bien individualistas y egoístas. No tejemos formas de comunicar ni de colaborar con tanta facilidad como las mujeres. Nos creemos muy listos y que no tenemos nada que aprender, nos hemos quedado rezagados en un mundo en que las mujeres reclaman su lugar sin pedirnos permiso y se coordinan entre ellas para superarse y crear juntas, sea en el terreno que sea. Donde hay mujeres hay tejido asociativo, colaboración, comunidad, compañerismo y suavidad. Los hombres miramos lo que está pasando y no lo asimilamos pues el mundo hasta no hace mucho era en exclusiva de los hombres, eran ellos los que se reunían y marcaban las reglas del juego. Las mujeres nos están dando un baño que nos deja descolocados, y lo hacen ellas solas, a su aire y a su manera, con sensibilidad e inteligencia. 

En cuanto se reúnen hombres hay un juego de gallos para imponerse alguien a los otros, y no es raro que surja la violencia por ejemplo en el deporte entre los seguidores de los equipos. Hay una pugna por el poder y la supremacía que no se da entre las mujeres que han aprendido ese concepto tan interesante que se llama sororidad que implica el apoyo mutuo en las dificultades, la creación de lazos y la amistad. Y algo importante es que no es relevante quedar en segundo o tercer plano, todas son importantes aportando cada una su granito de arena. 

Paula me dio una lección y aprendí. En realidad me gusta mucho más, desde niño, la compañía y la relación con mujeres antes que con hombres, tengo más amigas que amigos y puedo hablar con ellas sin las reservas que impone el mundo adusto y rígido de los hombres. 

Esta es mi reflexión de hoy. 

jueves, 9 de octubre de 2025

Nayib Bukele o el precio de la seguridad

El otro día en la carnicería de mi barrio estuve hablando con la empleada cuya nacionalidad es hondureña. Le pregunté, entre otras cosas, qué pensaba del presidente Nayib Bukele y me contestó que era enormemente admirado en Honduras y en Guatemala, países que sufren la violencia de las maras y los crímenes de estas son elevadísimos. Me dijo ella que querría un presidente como Bukele en su país. Me comentó que en la zona donde ella vivía de Hospitalet, la inseguridad y el descontrol se había adueñado de las calles, que, para ellos, inmigrantes que habían venido a trabajar, no era una buena cosa, que hacía falta mano dura con los que no vienen a trabajar. 

Se habla mucho de Nayib Bukele, presidente de El Salvador con el 85% de los votos y sin apenas oposición política. Ha pacificado la vida comunitaria, asolada endémicamente por las maras cuyas tasas de criminalidad eran las más altas del mundo. Desde 2022 y, tras vencer arrolladoramente en las elecciones, impuso, dado su dominio de la cámara legislativa, una ley marcial, una suerte de estado de excepción que ha propiciado la militarización del país y llevado a la cárcel a más de cien mil pandilleros que campaban a sus anchas en El Salvador. La mejora en la seguridad ciudadana ha sido espectacular: se puede salir a la calle sin miedo, pueden abrir negocios de venta al público y el turismo va a El Salvador sin miedo de ser asesinado. Todos parecen contentos, salvo por la situación de los derechos humanos, denunciado por la CIDH que expresa que El Salvador no respeta los derechos constitucionales básicos a la hora de detener a los sospechosos y que estos son encarcelados sin asistencia de letrado hasta los quince días de la detención y no son informados del motivo de la reclusión hasta pasadas dos semanas. Se han hecho redadas masivas solo por el aspecto físico -la mayoría de los miembros de las maras llevan tatuado todo su cuerpo- y el trato de los prisioneros ha sido preocupante. 

Hay una cárcel de máxima seguridad llamada CECOT donde se hacinan miles de pandilleros con condenas de por vida. Hay más de noventa por celda y apenas pueden ver la luz del sol. Las condiciones son infrahumanas. Hay otras veinte cárceles en el país donde hay miles de pandilleros más con condenas menos graves y que se intenta que se rehabiliten enseñándoles oficios en talleres donde trabajan gratuitamente. 

El 2% de la población del país está presa, con uno de los más altos grados de encarcelamiento del mundo en un país de seis millones de habitantes. Ciento veinte mil están presos. 

El clima en el país, se denuncia, es de miedo a la crítica por la concentración de poder de Nayib Bukele en los aparatos legislativo, ejecutivo y judicial. Defensores de los derechos humanos han tenido que exiliarse por poner en cuestión lo peligroso de la situación cuyas perspectivas son malas por el estado de excepción que se prorroga mes a mes y año a año. Algún especialista dice que lo que está pasando en El Salvador no es nuevo y que es abiertamente un sistema autoritario que exigirá la prolongación de Bukele en el gobierno sine die, y que los autoritarismos tienen un precio gravísimo para una democracia.

¿Qué opinas? ¿La seguridad ha de tener un alto precio a costa de los derechos humanos? ¿Piensas como mi carnicera que querría que se implantara en Honduras un sistema semejante aunque supusiera la militarización de la sociedad?

lunes, 6 de octubre de 2025

Radio Begum y el régimen talibán

Los talibanes instauraron su régimen de emirato islámico en agosto de 2021 y lo primero que hicieron fue prohibir que las niñas estudiaran enseñanza secundaria y que fueran a la universidad ya de jóvenes. Esto unido a que las mujeres no pueden salir solas y tienen que ir con un tutor, no pueden caminar por parques públicos, e incluso los salones de belleza están prohibidos. Si salen han de ir cubiertas a ser posible con el burka de modo que se las quiere invisibilizar como género. 

Sin embargo, la situación de la mujer había cambiado tras veinte años de régimen democrático tras la invasión de Afganistán, y durante esos años las mujeres habían conocido una cierta igualdad especialmente en áreas urbanas. Había diputadas, juezas, ministras, ingenieras, deportistas y universitarias... El régimen talibán no ha encontrado el mismo país que durante su primer periodo. Las niñas quieren estudiar, no se resignan a ser borradas del mapa, y tienen algunas opciones. Por ejemplo, existen aulas secretas donde maestras enseñan en algunas casas o incluso en grutas escondidas. Y también existe Radio Begum, que es una emisora de voces femeninas que acata todas las ordenanzas talibanas para poder seguir emitiendo, en la que se dan clases de todos los niveles de secundaria e incluso universitarias. Un transistor es el arma letal contra el régimen. Cientos de miles de muchachas siguen las emisiones de esta radio. Es una emisora de empoderamiento femenino, que actúa con máxima prudencia para no irritar a los opresores. No pueden emitir música que no sea religiosa o tradicional afgana, no pueden reírse durante la emisión las maestras o locutoras, tienen que colgar si el que llama es un hombre, dan clases de enseñanzas coránicas, pero también hablan de los derechos de las niñas y las mujeres, hablando de sus problemas y de su situación. Radio Begum es también un altavoz para las mujeres que llaman a la emisora para contar sus conflictos y su estado anímico y sirve como una especie de consultorio psicológico ante la abrumadora opresión de las mujeres cuyos problemas psíquicos han aumentado terriblemente. Se calcula que el ochenta por ciento de los suicidios en el país son precisamente de mujeres ante la desesperación que supone este estado de cosas. 

El régimen hace que miles y miles de patrullas recorran las calles vestidos de blanco especialmente para que se cumpla la moral en lo referente a las mujeres que han de permanecer ocultas en sus casas o salir vestidas con burka. No obstante, hay un acto de resistencia que es salir a pasear por las calles lejos de los parques que los tienen prohibidos y también hacer yoga o gimnasia -los gimnasios para mujeres están prohibidos- en las azoteas de los edificios. 

Sin embargo, la ONU, ha hecho encuestas en el país y la población es favorable a que las mujeres puedan estudiar alcanzando el 95% de aprobación en las áreas urbanas y un 87% en zonas rurales de modo que el régimen impone unas prohibiciones que no concuerdan con el parecer de la inmensa mayoría del país, incluidos los hombres.

Está claro que la oposición al régimen talibán no proviene de grupos armados o disidentes organizados, no, la oposición proviene de las muchachas que esconden sus libros como si fueran armas, debajo de sus ropas y escuchan radio Begum y siguen sus estudios. 

La ONU habla de apartheid de género y lo ha calificado de crimen contra la humanidad. 

 Como lo resume un análisis de la revista política&prosa, la confrontación es total y existencial para el régimen:

 

"La oposición real, aquello a lo que los talibanes temían y temen de verdad, son las afganas, porque el simple reconocimiento de sus derechos significa la disolución de su ideología."

 

Por esta razón, la represión contra ellas es tan metódica, calculada y absoluta. No se trata de una crueldad arbitraria, sino de una estrategia de supervivencia. Para que el Emirato Islámico de los talibanes exista, la mujer afgana educada y libre debe desaparecer.




 

La era de Hitler

Como profesor tuve que ser miembro de tribunal de los TR (trabajos de investigación) de alumnos de bachillerato. Esto me hizo ser consciente...