miércoles, 5 de junio de 2024

El proceso de desnazificación de Alemania

Estoy leyendo Postguerra de Tony Judt, libro que aborda la historia de Europa en los años posteriores al final de la guerra mundial y abarca aproximadamente hasta 2005. Hay muchos temas relevantes pero quiero traer uno que me ha parecido de singular importancia, me refiero a cómo se llevó a cabo el proceso de desnazificación de Alemania Occidental, la que estaba bajo administración norteamericana y occidental, no la que estuvo bajo la administración soviética. 

 

Me he quedado bastante sorprendido, de hecho era un tema que no dominaba, al conocer el proceso por el que se enfrentó a los alemanes a su pasado nazi. Se intento investigar y depurar a los elementos nazis presentes en la vida alemana de posguerra, pero la realidad es que la inmensa mayor parte de las personas relevantes en el campo de la enseñanza, judicatura, industria, funcionarios, miembros de la policía o el ejército habían sido nazis con mayor o menos responsabilidad, y había que levantar un país en ruinas -la derrotada Alemania- intentando saber quién había sido quién en el periodo nazi de doce años. Fue imposible por más cuestionarios que se pasaran para determinar responsabilidades y dichos cuestionarios eran objeto de burla llamándolos “persil” por el nombre del famoso detergente. A muchos civiles alemanes se los obligó a visitar los campos de concentración donde se habían cometido las mayores atrocidades nazis, pero aquellos no estaban interesados en conocer su pasado y más bien se sentían objeto de la venganza por parte de los vencedores y se veían a sí mismos cómo víctimas. Para obtener cartillas de racionamiento en algunos casos se los obligaba a ver documentales sobre los campos de exterminio de Dachau y Buchenwald pero los asistentes giraban la cabeza y no miraban durante la proyección del documental. No querían saber y una buena parte de los alemanes seguían creyendo que el nazismo era una buena idea pero que había sido mal llevado adelante, igual que muchos seguían rechazando a los judíos con los que no querían convivir, y entendían que se los hubiera perseguido igual que a los polacos. No sabían qué pensaba el mundo acerca de ellos y más bien eran conscientes de las dificultades de la posguerra -carencia de bienes básicos como alimentos, ropas, educación, asistencia sanitaria- más que preocuparse por su pasado. El futuro canciller alemán Konrad Adenauer expuso en 1946 que la desnazificación estaba siendo llevada demasiado lejos y que había que dejar de perseguir a los compañeros de viaje de los nazis, y dijo que podía conseguir un resultado contrario al pretendido porque fomentaba la victimización de la población alemana. 

 

El caso es que la mayor parte de los nazis, incluso pertenecientes a las SS y la Gestapo, no tardaron en reincorporarse a la vida laboral en una Alemania nueva, y los empresarios de las industrias de la muerte, tampoco tuvieron dificultades para volver a la vida pública. 

 

En una encuesta de 1946 un 37% de los que respondieron dijeron que el exterminio de judíos, polacos y otras razas no arias era necesario por el bien de Alemania. Pocos años después de la guerra, un 25% de los encuestado tenían una buena visión de Hitler y no comprendían por qué tenían que ser castigados cuando en realidad eran víctimas de los aliados. 

 

La tarea de desnazificación fue prácticamente imposible, salvo los juicios de Nurenberg en que fueron juzgados jefes nazis con distinto resultado, y en los que frecuentemente las víctimas fueron objeto de acoso por parte de los victimarios.

 

La reconstrucción de la nueva Alemania Federal fue hecha con el ingrediente del olvido porque buena parte de la sociedad había sido nazi con entusiasmo y formaban parte del sistema que ahora se pretendía juzgar. 

 

Cuando Primo Levi era repatriado se cruzaba con alemanes y los miraba a los ojos para preguntarse cómo lo habían hecho, por qué lo habían hecho, y se encontraba el vacío en sus miradas, más que nada porque la mayor parte no se arrepintió jamás de lo que había pasado. Otra cosa es que hubiera que iniciar otra historia diferente. Se tardaría bastante tiempo para que los alemanes fueran conscientes de lo que había sucedido. Al final de la guerra, nadie quería recordar. Se impuso el olvido. 

19 comentarios:

  1. Dudo mucho, hablo siempre de manera particular, que el sistema, y a posteriori, me refiero a las décadas del cincuenta, sesenta, setenta y ochenta, le haya dado importancia al tema de la desnazificación de Alemania Occidental.

    De entrada decir que la Bayer pasó de ser una industria fuerte a ser puntera y mundial, nada importó que su ácido acetilsalicílico fuera probado con los prisioneros judíos que antes eran inyectados con cientos de productos contaminantes en sus venas; como las loas a Von Braun, que de exigir más y más esclavos para sus V1 y V2, y ser un detestado inventor de máquinas volantes asesinas, pasó a ser un héroe a escala mundial de la mano de Armstrong. Ni tampoco sufrió problema alguno la excelsa familia Thyssen, los Krupp, IG Farben (la del Ziclón B, aquella que se usaba en la cámara de gas), la Bosch, o la Daimler-Benz, la Demag, y Henschel, la Junkers, la de motores Messerschmitt, o la tan conocida Siemens e incluso la Volkswagen y el señor Porche con su coche del pueblo, por cierto, no sé si han probado poner en escarabajo a 90 por hora y mirar el tapacubos de las ruedas, a esa velocidad, la de crucero en ese vehículo, las dos "W" engarzadas hacen resaltar una cruz gamada de aquellas de antología), sin mencionar las subsidiarias alemanas de empresas extranjeras, como Fordwerke (una subsidiaria de la Ford Motor Company) y Adam Opel AG (una subsidiaria de la General Motors) entre otras...o la IBM, si, la americana IBM, donde sus tarjetas perforadas se usaron por vez primera para la contabilidad de los prisioneros y las cámaras de gas, dato siempre oculto por esta empresa americana, o la mítica Hugo Boss, la que hacía los trajes a los oficiales de las SS, trajes que siempre han gustado incluso a los de temática gay, que cada vez que pueden se disfrazan de esa índole, claro está, que quitando las cruces gamadas.

    Está claro que la industria germana era la puntera en aquella época y que fue puntera años posteriores, y que el sistema estaba dispuesto a olvidar con tal que esa inteligencia industrial no se perdiera.

    Los alemanes no sé si han sido conscientes, pero los europeos hemos seguido consumiendo productos alemanes que fueron de la mano y se hicieron fuertes en el mercado de la mano de los nazis.

    No veo que nadie deje de lado las aspirinas Bayer, ni que nadie desprecie un frigorífico Siemens, ni que el WW Golf sea menospreciado como coche, antes bien al contrario, los alemanes siempre han confiado en su industria y nosotros siempre hemos apreciado más un producto alemán que cualquier otro de origen europeo.

    Salut

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    1. Lo que son las guerras, Miquel, Alemania se reconvirtió, sin hacer examen de conciencia real, a la nueva situación internacional. Sus industrias apenas habían quedado afectadas por los bombardeos aliados, y, a pesar de la destrucción de algunas ciudades y las pérdidas humanas que supusieron, pudo en breve tiempo recuperarse económicamente de tal modo que se habla del "milagro económico alemán".

      En Cunit (Tarragona) a finales de los años cincuenta, según reza una placa conmemorativa, se edificó una colonia de chalets, como segundas residencias, para alemanes que podían comprar terreno barato en una España sí que realmente pobre. Los compradores eran en parte, antiguos militares de la Wehrmacht, que tenían dinero para invertir.

      Y Alemania siguió siendo, como antes, un poderoso emporio industrial que continuó con las empresas del periodo nazi, apenas destruidas y que rápidamente se expandieron.

      El cambio profundo de Alemania ha provenido de los millones de inmigrantes que fueron llegando por necesidad de la industria y su crecimiento.

      No obstante, en Alemania hay todavía temas que no se pueden tocar si se retrocede al tiempo de los abuelos de los actuales habitantes porque muy pocos, poquísimos, no fueron encendidos nazis.

      Salut, y muchas gracias por tu excelente comentario.

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  2. Ahora sí que son conscientes, incluso demasiado. Un beso

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    1. No entiendo tu comentario en eso de que son "incluso demasiado" conscientes. No sé qué quieres decir. No obstante, en Alemania hay un partido la AfD, de extrema derecha, especialmente fuerte en los estados de la antigua RDA que alcanza casi 19% de los votos, siendo el segundo más votado en la República Federal. Este partido no es precisamente crítico hacia el Tercer Reich. Te dejo una web que habla de ello por si quieres saber la situación de Alemania y el AfD ¿Qué significa la AfD en Alemania

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  3. Buenas tardes, yo presto mis inestimables servicios en una multinacional alemana. Cuando decidieron beneficiarse de mi trabajo, en la primera reunión para mi formación sobre la metodología de la marca, me hablaron del Holocausto y como ellos se avergonzaban del mismo. Me quedé asombrado porque no entendía a qué venía esto, la verdad.
    ¿Que opciones habia después de la II Guerra Mundial? ¿Arrestar a todos los industriales de Alemania que colaboraron con Adolfito?, ¿Nacionalizar el tejido industrial alemán para arruinarlo?, ¿Fusilar o arrestar a todo aquel que por activa o por pasiva colaboró con el régimen nazi?, pues no. Se busco las cabezas pensantes y los dirigentes, se les juzgó y se les condenó. No se cayó en los errores de la I Guerra Mundial que provocó la ruina de Alemania y fue una de las causas de la II Guerra.
    Fue la decisión del pragmatismo, se buscó reconciliar y que la pobreza no generará nuevos conflictos. Para mi fue una política correcta, dura de tragar, pero correcta y con visión de futuro, porque la alternativa era peor. Esta política también estuvo motivada porque habia otra Alemania, la del Este, que estaba bajo influencia comunista y se quería salvar Europa del comunismo, un nuevo enemigo de la libertad y de la tolerancia. Esta política de mirar hacia adelante nos ha dado decenios de prosperidad.
    En la Alemania ocupada las tropas comunistas eran alentadas a violar a las mujeres alemanas como represalia, muchas de ellas se suicidaron después de violaciones múltiples y otras simplemente murieron como consecuencia de la violación.
    Ahora mismo Alemania está pasando la peor racha desde hace muchos años, una situación que nos terminará afectando pues Alemania es el motor de Europa y da signos de cansancio, un cansancio muy preocupante y es muy posible que esta fatiga se traduzca en una perdida de interés por el resto de Europa a quienes nos pueden ver (y razones les damos para ello) como países que nunca salen de la crisis a pesar de toda la ayuda que nos han prestado y que hemos dilapidado (vease el uso de fondos europeos actual en España).
    Un saludo.


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    1. Tienes razón, Daniel, aquello fue la única salida pragmática posible: intentar juzgar a los máximos dirigentes nazis con más o menos eficacia, y aceptar que todos los que habían estado en puestos subordinados habían tenido que cumplir órdenes. Fue una salida pragmática y la única posible para levantar la RFA, pero eso no invalida que podamos hablar de qué modo pasó aquello y de qué manera real se optó por el olvido para dar lugar al futuro. Eso significa que prominentes responsables nazis pronto estuvieron rehabilitados en el campo de la educación, la jurisprudencia, la industria, el funcionariado, la policía, el ejército... Ya no juzgamos, solo describimos y nos acercamos a la mirada de Primo Levi (si no lo has leído, te recomiendo vivamente que lo hagas -Si esto es un hombre, La tregua, Los hundidos y los salvados-) que se interrogaba en 1945 cuando fue liberado de Auschwitz por aquellos rostros impasibles de los alemanes que veía en su recorrido, y se preguntaba cómo había sido posible aquello... Piensa que muchos alemanes habían estado implicados en el holocausto, la desaparicion física de millones de personas y lo único que se les hizo es pasarles algún documental sobre Dachau o Buchenwald y ellos giraban la cara o se cubrían el rostro. No juzgamos ya, era lo único posible porque la mayor parte de la sociedad había sido nazi en mayor o menos medida. Pero ser judío superviviente o gitano o polaco tiene que haber sido infinitamente peor. Un saludo.

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  4. Los aliados, al menos aprendieron, lo que el tratado de Versalles y sus draconianas imposiciones, justificaron el auge del nacionalismo nazi.
    La sociedad alemana se limitó a obedecer a sus mandatarios y ni entendía por qué tenían que sentirse culpables por ello.
    En España, tras la victoria de Franco, tampoco la sociedad en su conjunto, se planteó nada, obedecieron y compraron lo de los 40 años de paz. Por eso estamos como estamos.
    Un saludo.

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    1. La campaña que recuerdo fue la de los veinticinco años de paz en 1966. Un saludo.

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  5. No fue total, el olvido. Hoy son los principales defensores mundiales, después de Usamérica, de Israel. Y eso les honra. Algunos aún tienen la tentación hitleriana; pero no son muy distintos de los nacionalistas supremacistas catalanes, esos hijos ideológicos del racista heribert barrera o del ADN distinto del de los españoles, del no menos racista junqueras, "a tall d'exemple".

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    1. Nada, quería identificarme.

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    2. Creo que son momentos diferentes. He expuesto, siguiendo a Tony Judt, cuál fue la situación de la inmediata postguerra. Otra cosa es la actitud de otros dirigentes políticos posteriores cuando más tarde se fue consciente de las responsabilidades de Alemania ante los europeos. En la postguerra el sufrimiento había sido de tal calibre que no se quería mirar al pasado de ninguna manera. Cientos de miles de mujeres alemanas habían sido violadas por los soldados soviéticos en su avance hacia Berlín. Ha sido el paso del tiempo quien ha colocado las cosas en su lugar, y la política del gobierno alemán -que no quiere ser calificado de antisemita- es favorable al estado de Israel por mala conciencia de su pasado. Pero son dos momentos diferentes en la sociedad alemana.

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  6. La única forma de construir algo sobre las ruinas de la guerra era el olvido, no había otra posibilidad.Hay algunos comics muy interesantes que hablan sobre el sentimiento de culpa, sobre jóvenes que nacieron lejos de la guerra y aún tuvieron que soportar esa sensación de culpa.

    Si lo piensas bien, las barbaridades de Japón dejaron las de los nazis casi en un paseo de Domingo y tampoco han hecho nunca un examen de conciencia...

    Supongo que la convivencia siempre requiere de un grado de olvido para poder construir algo común. Otra cosa es lo que hicimos en España que más que olvido fue un pacto de silencio, ni tan siquiera se ha hecho un intento de cuestionar la dictadura. Los jueces, la policía, los empresarios, al día siguiente de la muerte de Franco eran todos demócratas y a seguir donde estaban.

    Un tema complicado, no tengo claro cuál puede ser la solución.

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    1. Estoy de acuerdo contigo, el olvido y el silencio son la única forma de enfrentarse al pasado ominoso para construir el futuro. Y fíjate que el momento glorioso e inteligente de España es en la transición cuando se aprueba una amnistía general para los delitos políticos que abarcan a los terroristas etarras y a los crímenes del franquismo. Pienso que Nelson Mandela se inspiró en la transición española para su programa en Sudáfrica en que no se juzgó a los antiguos opresores racistas. Y creo que es un error descomunal en la actualidad volver y volver sobre el franquismo y la figura de Franco por intereses partidistas. Franco está muerto y bien muerto, y hay que dejar de sacar su figura para atacarla. De hecho, esa política de nuevo cuño por parte de quienes no vivieron el franquismo -yo lo viví en parte y luché contra él en mi compromiso de juventud- es muy reivindicativa del dictador. Cuando más se lucha contra Franco, más admiradores surgirán de su política y de su realidad. Bien estuvo el pacto de silencio para unos y para otros. Es cierto que había existido la plaza de toros de Badajoz pero también Paracuellos. Había que olvidar, joder. Y es terrible que se quiera volver a la historia sectaria para reavivar resentimientos y odios del pasado.

      David Rieff, el hiijo de Susan Sontag, escribió un libro clarividente sobre la necesidad de olvido que se titula Contra la memoria. Altamente recomendable.

      [img]https://m.media-amazon.com/images/I/71eMT-70zUL._SY466_.jpg[/img]

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    2. No conocía el libro, me lo apunto... estoy de acuerdo en lo que comentas de aplicarlo a España. El problema, es una opinión personal, es que más que olvido, en España casi pareció un pacto de silencio. Al día siguiente de morir Franco todos los jueces, la policía, los políticos, todos, se volvieron democráticos y siguieron en sus puestos. Incluso la figura del rey vino impuesta por el propio dictador.

      Es complicado construir algo sobre eso, pero tienes razón, cuánto más se tira la cuerda para un lado, más tiran para el otro.. al final acabamos todos en el barro.

      Saludos

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    3. Estoy dándole vueltas a mi presencia activa en el blog. Este es un post que escribí hace varias semanas basándome en el libro Postguerra de Tony Judt del que he leído un cuarenta por ciento ya que es una obra de más de mil quinientas páginas y requiere reflexión al referir la historia de Europa hasta 2005 cuando murió el autor. Una lástima que no haya podido contar todo lo que ha venido después.

      Los desastres de la historia por más criminales que hayan podido ser, solo se pueden superar mediante el olvido. Los tribunales no suelen ser efectivos sino para avivar los odios y los rencores del pasado de los que todos tienen cadáveres en sus armarios. El otro día en el parlamento balear una diputada sacó fotos de víctimas de la guerra civil, víctimas del lado republicano, claro. Me asombra que se esté volviendo a la guerra civil una y otra vez, y esto solo puede tener consecuencias nefastas. España es un país que cada cincuenta años quiere partir nuevamente de cero para construir su historia como si viniera de la nada. Me hubiera gustado nacer otro país con más inteligencia histórica. Todos los países tienen cadáveres en sus armarios pero los gestionan de modo diferente. No me gusta ser español, aunque amo España. Saludos.

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  7. Son tantas las facetas que nos sugiere tu brillante entrada, que siempre nos siembra de desasosiego, y tras la fantástica glosa de Tot, lo más fácil sería darse por rendido, por la imposibilidad de abarcarla siquiera de forma somera. Y es que creo, que cuando el movimiento de péndulo de la historia o la ira nos obceca, Joselu, no somos capaces de dimensionar los acontecimientos sobre los que gira nuestra existencia. No es revisionismo, el período nazi es seguramente el más abyecto de la humanidad. Tampoco es mi intención de eximir de culpa a nadie, porque no soy juez de nada. En cualquier caso, Joselu, no creo en las culpas colectivas, la verdadera justicia ha de buscar a los auténticos malhechores. Hubo malvados absolutos, también burócratas que en su afán de medrar, tenemos el ejemplo de Adolfo Eichmann, sin los que esa tiranía no habría sido posible. Colaboracionistas o convivientes.

    El impagable diálogo entre Sacha Guitry y la estrella de cine francesa, Arletty, que cuando tuvo lugar el Desembarco de Normandía, comenzaron a regurgitar sus temores. Escuchaban la radio, no sabían si querer la liberación, la duda que los consume. Sacha, intentó tranquilizar a su amiga, Léonie Marie, esgrimiendo algo así como que se limitaron a vivir, para convencerse de que su pecado no había sido tan magnánimo. Ella se había amancebado con un oficial nazi, acudido a fiestas, no privándose de nada. El gran escritor galo manifestó que parecía que los alemanes no fueran a irse nunca, más adelante, y en su descargo, en pleno proceso de depuración, que fue el homólogo de desnazificación. Tiempo después, en nuestro país vecino, se pusieron en tela de juicio muchos de los excesos, que en aquella época, con la sed de venganza tan refulgente, nunca se habrían planteado.

    Braudel acuñó esa noción de la long dureé, deudora de algunos historiadores romanos, que creían que por lo menos habrían de discurrir ciento diez años, para que unos sucesos no se juzgasen con un tamiz que no fuese subjetivo. Sin hacer ningún cábala de años, Braudel sí era consciente de las dinámicas sociales y culturales, que nos restan capacidad de discernimiento para analizar nuestro presente. Cuando los alemanes fueron derrotados, apareció una especie de culpa colectiva ( lo que entiendo que es una dinámica social). Cómo podrían haber sido cómplices de un sistema tan perverso como el nazi. A medida que pasan los años, sí que creo que hay que desempolvar los hechos y no creo justificable que el encono del momento, humano por otra parte, convierta en víctimas de segunda clase a las mujeres alemanas violadas y exhibidas como trofeos por los vencedores. Ni a quienes padecieron los bombardeos masivos y abusivos, y entiendo en parte ese espíritu vengativo, cuando tu ciudad ha sido arrasada por los raids de la Luftwaffe con anterioridad. Desde mi atalaya de superioridad sería muy sencillo lanzar mi oprobio sazonado de humanismo.

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    1. El tema tiene muchas aristas y vertientes. Has hablado de Sacha Guitry que se había amancebado con un oficial nazi durante la ocupación que parecía que nunca iba a tener final. Es el tema de otra novela de Irene Neviroski, Suite francesa, y no es raro en las historias de la ocupación. Gentiles oficiales nazis que se relacionaron con sensibles mujeres francesas,. Eso es cierto, pero también hay que decir que la ocupación de Europa Occidental por los nazis fue de guante blanco, no tuvo nada que ver con la que perpetraron en Polonia, Ucrania, Rusia, países Bálticos o Bielorrusia a cuyos habitantes despreciaban. A los europeos del oeste los respetaban pero no a los otros. La historia de la ocupación nazi es muy diferente en el este y en el oeste. Aquí conocemos la que nos es más próxima pero la otra fue feroz y terriblemente cruel.

      La culpa colectiva no fue un sentimiento inmediato en la postguerra, surgió más tarde con la recuperación de la memoria. En un primer momento solo había afán de supervivencia, hambre, frío, desamparo ante una derrota apocalíptica.

      Las guerras son horrorosas, Sergio, pero aunque no aprendamos demasiado de ellas, nos traen lecciones poderosas. La Europa comunitaria surgió de la postguerra y se unieron los viejos contendientes durante siglos, Francia y Alemania Federal. Con el tiempo, Alemania aprendió la historia y su derrota total ha sido un factor estabilizante en la Europa moderna. Alemania es el motor de Europa, es imprescindible que funcione, y ahora está en una quiebra económica y de confianza. Es cierto que procuraron ser mejores.

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  8. Marta Hillers, en su Mujer en Berlín, prefería a los rusos en la entrepierna a los insidiosos aviones aliados. Qué curiosa es la culpa, Joselu, me preguntaba al leer el prefacio de esta novela o biografía aterradora. Por qué querría esta mujer esconder su identidad y que no se revelase hasta su muerte. Cuando hay un comercio evidente en nuestros tiempos con la victimización, y que las verdaderas víctimas, se oculten ( esas dinámicas sociales de Braudel que convierten en extraño el comportamiento de Marta). Con todo, al leer aquellas páginas cobras conciencia de las razones de la señora Hillers. Y te preguntas hasta que punto era culpable esta mujer, para ser objeto de las mayores vejaciones imaginables. Y los miles de los llamados niños lobos que en Prusia oriental. Te recomendaría encarecidamente la atroz, Bajo la sombra de los lobos, de Slepikas. Algunos de ellos, causa de los exilios masivos de millones de alemanes que habían vivido durante siglos en esa región y que fueron expulsados, desposeídos y en muchas ocasiones masacrados por el ejército soviético. ¿Merecían ese destino por ser alemanes, aunque no hubieran colaborado o sí, por fuerza mayor con sus compatriotas nazis? Hasta hace poco, sacar estos temas originaba una polvareda en el país germano. El sentimiento de culpa colectivo es todavía una dinámica social de Braudel, de la que no son capaces de desgajarse, para analizar dos hechos reprobables, la irrupción del nacionalsocialismo y las oleadas de ira que se vertieron contra, en mi opinión, muchos inocentes.

    Perdona, Joselu, mi última reflexión. Cuán extraño parece el tiempo, Joselu. Braudel creía que estamos inmersos en una telaraña cuando ocurre un suceso, el tiempo psicológico, por el que ciertos eventos ocurren tan lentamente que son imperceptibles para quienes los experimentan. Parece que enseguida los aliados colaboraron con los alemanes, y no fue así. El general Lucius D. Clay, gobernador militar de la zona de ocupación estadounidense en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, no tuvo en cuenta las enseñanzas de Versalles, por cuanto nunca desistió de aplicar su plan de convertir a la nación germana en un estado agrario, sin capacidad industrial. Fueron los hechos, un Stalin en la otra orilla. Nunca se habla de ello, de la posibilidad de crear un ejército europeo, como semilla de la actual UE. Los recelos de los franceses, cómo se podría rearmar a los alemanes. Ni siquiera la Guerra de Corea les hizo cambiar de opinión, y se prefirió una OTAN tutelada por los EEUU. La Guerra Fría que no comenzó enseguida, a pesar de las sospechas con relación a la estrategia verdadera de Stalin que albergó Truman, aun cuando algunas teorías como la de la contención, las postergaron, para apostar por Alemania, definitivamente. En ese período de desnazificación también hubo grandes perjudicados, mientras Paperclip acechaba a las mentes que interesaban a los americanos, Braun, como el gran Tot nos refirió. Y sin ingresos, porque no pudieron ejercer sus profesiones, vivieron en la mayor de las penurias. Muchas veces pagan justos por pecadores. La gran historia es ciega, y no distingue entre sus víctimas. Un saludo, Joselu y disculpa la extensión.


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    1. Los americanos en el tiempo de Truman querían solucionar rápidamente lo de Europa y dejársela a los europeos, pero la realidad del aplastante poder de Stalin, hizo que tuvieran que tomárselo con calma. Y de hecho, solo fue gracias a ellos, con el plan Marshall, que Europa pudo ir saliendo de la sima. La idea de un ejército europeo ha quedado en el baúl de las ilusiones. Los europeos somos totalmente dependientes de Estados Unidos. Y sin ellos, seríamos fácilmente víctimas del imperialismo ruso. Fue imprescindible pasar página, a pesar de los dos años iniciales de desnazificación, para dar lugar a una Alemania que pudiera salir de las cenizas, aunque desarmada. Las lecciones de la historia son tremendas, vistas una vez pasadas. La visión de Lucius D. Clay de convertir a Alemania en un estado agrario empobrecido se cayó por su propio peso. Alemania es necesaria en Europa, una Alemania fuerte e influyente. Es un contrapeso entre Rusia y el occidente. La posición de Angela Merkel fue favorable al entendimiento con Rusia. Ahora todo ha girado y Rusia es la amenaza por razones complejas. Se habla de zonas de influencia rusas y se incluye a Ucrania dentro de ellas lo que impediría la soberanía de un país que ha soportado las mayores atrocidades por parte de Rusia. Entre ellas el Holomodor de difícil digestión.
      Europa es incapaz de defenderse por ella misma. El amigo americano es inevitable. Recientemente, he leído que prácticamente muy pocos españoles estarían dispuestos a defender su país en caso de guerra con otro país, sea Marruecos o Rusia, por ejemplo. Son siempre los americanos quienes ponen sus vidas para defendernos, sus vidas y su poderío económico.

      He buscado en Amazon la obra de Philip Braudel, El Mediterráneo y la época de Felipe II y no estaba en español. Sí, en inglés y francés, pero no me animo a leerla en estas lenguas. Una pena.

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El proceso de desnazificación de Alemania

Estoy leyendo  Postguerra  de Tony Judt, libro que aborda la historia de Europa en los años posteriores al final de la guerra mundial y abar...