viernes, 24 de mayo de 2024

Un esfuerzo metafísico

Hay una caminata estrella para mí, es la que lleva desde Sant Boi o Cornellà a Sitges. Hay varias rutas posibles y las he ensayado varias ocasiones. Probablemente la haya hecho más de una treintena de veces. Supone unas nueve horas y media de andadura y unos treinta y seis kilómetros. La he hecho en solitario el día dos de mayo y en compañía de mi amigo Jorge ayer jueves, veintitrés de mayo. Pasamos por varios tipos de paisajes que van desde el bosque a la desolada sierra del Garraf en que hay que caminar con cien ojos por lo abrupto del sendero por entre palmitos y lentiscos, endémicos de este territorio metafísico del Garraf.

 

Caminar treinta y seis kilómetros en una jornada sigue siendo un buen ejercicio tanto físico como anímico. Sea cual sea mi estado anterior de tensión -y ayer comencé abrumado por un problema de obras de comunidad que tengo que llevar adelante- cambia radicalmente. El cansancio es terapéutico y liberador. Tuvimos que subir varios ascensos de importantes desniveles que suponen un ejercicio típico del cardio, o sea, excelente para el corazón. 

 

Esta excursión supone una prueba de mi estado físico y poderla realizar me proporciona la seguridad de que estoy en forma para soportar un esfuerzo importante. He dejado el gimnasio porque me aburre, pero una vez a la semana hacemos una caminata en que pasamos una serie de horas en animada conversación en la que está proscrita la política por común acuerdo. Las obras de la comunidad son también tabú por la extrema desazón que me producen. Nos quedan multitud de temas acerca de nuestras familias, hipotéticos viajes de verano, lecturas -mi amigo es un gran lector de novela policíaca, casi su único tema, mientras que yo frecuento literatura complicada y ensayo: ahora leo la exigente Las alas de la paloma de Henry James y una edición crítica de Cántico espiritual de San Juan de la Cruz-, reflexiones sobre el feminismo -habría que oírnos: decimos lo que no se puede expresar en casa con nuestras mujeres y nuestras hijas-, el debate ecológico y el coche eléctrico, etc, etc. 

 

Al llegar a Sitges sobre las seis de la tarde, nos vamos a una heladería y nos zampamos helados de dos bolas y disfrutamos por haber conseguido una vez más nuestra pequeña proeza que nos pone a tono anímico. Y esa noche, el cansancio es de tal magnitud que se duerme profundamente, con una sensación de lasitud y de fatiga maravillosas. Y todo lo que me afligía se ha desvanecido. Espero seguir haciendo esta caminata varias veces al año muchos años todavía. 

 

Ver el azul del mar más allá de la acre y adusta tierra del Garraf es un espectáculo que alimenta el alma. Y además no me da tiempo a pensar en nada porque es mi cuerpo físico el que ha de esforzarse y respirar, especialmente en los ascensos, con fruición. Al final del día me duelen las plantas de los pies. Cada vez es diferente aunque el paisaje sea siempre el mismo, pero cambia el cielo y las nubes, el horizonte, mi estado anímico previo, el viento, el calor, los trinos de los pájaros. Mola. 

29 comentarios:

  1. Me parece una idea estupenda. Un beso

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  2. Estás muy "en forma", esto es admirable. Te felicito.
    Las obras también son agotadoras, recuerdo muy bien el ejercicio físico de las visitas de obra como dirección facultativa, aquello de subir y bajar por escaleras y andamios en medio de hormigón y problemas técnicos era agotador.
    Salud.

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    1. En mi pequeña comunidad no hay administrador, y para un lego como yo coordinar a los vecinos y sus diferentes posturas, el empresario que hará la obra, el arquitecto, la comunidad del parking y sus planteamientos me supera. Soy muy perfeccionista y me doy cuenta de que el proceso se me escapa. Nada funciona por más que lo procure dinamizar. Es un calvario. Saludos.

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  3. Qué admirable, Joselu, esa devoción al senderismo. Imagino que has de tener el cuerpo hecho al ejercicio de los músculos propios para caminar, porque a mí me ocurre que, cuando me aparto de correr, y ando, por la falta de hábito, se me ponen todas las tensiones del mundo en los músculos, aunque comparto contigo esa afición al hacer camino al andar, que es el más antiguo ejercicio de la humanidad. Por otro lado, no eres el único que tiene obras en la comunidad. Hoy me han dejado plantado y hasta el lunes no vendrán a "acabar", que es lo que más les cuesta a los operarios. Una vez reparada la avería, lo demás, limpiar y pintar les parece como que no va con ellos... Por suerte no soy ya el presidente de la comunidad, pero sí vicepresidente, porque el presidente, en edad laboral, apenas para en casa, y alguien ha de estar al quite de empleados, llaves y cosas así. Un abrazo.

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    1. Pues yo sí soy el presidente y el único con disponibilidad de tiempo para gestionar los asuntos pendientes. La situación es algo así como kafkiana pues la empresa elegida para realizar las obras pasa de todo y falla toda la coordinación con el arquitecto técnico, los permisos del ayuntamiento, la comunidad del parking. Un desastre que me quita noches de sueño. Y sí, caminar me produce un cansancio que me hace olvidar la cuestión, además de otras muchas sensaciones. ¡Qué extraño que caminar y correr sean tan diferentes a nivel muscular! ¡Qué curioso! Un abrazo, Juan Poz.

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  4. Garraf: es un suicidio y conduciendo aún más, pero después en Sitges te recuperas.Creo qué a la mayoría entre derramas y problemas de comunidad nos ataca los nervios y son eternos.Eres un buen ejemplo en constancia y charlando se hace el camino más agradable.Yo soy caminante de orilla de mar,las piedras y yo no nos entendemos.Pero si que me gusta caminar y sobre todo ir captando lugares,porque siempre se descubre algo.
    Me encanta leer,no soy muy habladora soy más de escuchar y como en vuestro caso de forma distendida se lo pasa uno estupendamente aunque después te duela todo.Me encanta ese humor que tienes y sobre todo lo cercano que eres.
    Un abrazo Joselu


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    1. El paisaje del Garraf me fascina, llevo muchos años recorriéndolo y a veces en un cartel anunciador del comienzo del parque, he escrito con rotulador grueso "paisatge metafísic" por la extrema austeridad de la sierra pedregosa -eso que a ti no te gusta nada-. Hay que caminar con prudencia máxima porque te puedes torcer un tobillo y por allí no pasa nadie, máxime si vas solo. Esta vez fui acompañado pero muchas veces la he atravesado en solitario. Una vez me quedé sin agua y me deshidraté. Es lo peor que te puede pasar. Esta vez me bebí tres litros de agua que expelí mediante el sudor. El esfuerzo es importante pero me gusta a pesar de que anhelé llegar al destino. Es un juego entre el ritmo que llevas y la querencia por terminar. También me gusta caminar por la orilla del mar. Muchas veces he ido desde Cornellà hasta Castelldefels por la playa lo que son veintiún kilómetros, pero ahora la playa está cortada por nidificación de aves marinas, creo.

      Me alegro de que sientas mi estilo como cercano. En cuanto a sentido del humor, no soy demasiado de ello, a mi pesar.

      Un abrazo, Bertha.

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    2. [img]https://turismomediterraneo.com/wp-content/uploads/2020/08/Parc-del-Garraf1-min.jpg[/img]

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  5. La ruta que hemos hecho no pasa por el monasterio budista de la Plana Novella -sí que hemos hecho otras rutas que sí que pasan-, vamos más cerca del mar por la zona de la cruz de la Morella por encima del antiguo vertedero del Garraf cuyo uso actual no acabo de comprender. Es un territorio muy característico a nivel de vegetación y karstico.

    Ayer me compré un libro de una selección de Alfonso Reyes, Y yo me quedé allá para siempre, sobre la estancia del escritor en España entre los años veinte y treinta del siglo pasado. Es un escritor que admiro pues hizo una versión en prosa del Cantar de Mío Cid que utilizaba con mis alumnos, y era muy buena. Les hacía comprender y amar este texto medieval.

    Bien por tus lecturas. Todos son autores que conozco y estimo.

    Un fortísimo abrazo, gracias por estar ahí.

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  6. [img]https://s0.wklcdn.com/image_2/68575/123914998/79262964Master.jpg[/img] La cruz de la Morella

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  7. El camino en sentido metafórico evoca tantos parangones, Joselu, que tú has esbozado perfectamente. Si he de contarte mis experiencias, hay caminos de la sierra de guadarrameña, que entre sus pinochas me sé de memoria. Proclive a las evocaciones, me pregunto si Miguel Fleta que frecuentó estos pinares o Ramón J. Sender, que pasó de dormir al raso en el Retiro, a codearse con primeras figuras de la cultura de aquella época, y que huía en verano a casa de amigos en San Rafael (Segovia). También me acuerdo de ese maltrecho Alberti por problemas pulmonares, que durante un tiempo se convirtió en lugareño de esos pagos.
    En mi caso, los recorrí a la luz de una luna rodante sobre las rocas, que nos permitían orientarnos en la oscuridad. Estoy seguro de que pasados unos años, podría recorrer algunas de esas trochas y rocas. En cuanto a ejercicio, hace mucho tiempo que no me enfrento a un reto como el tuyo. Soy más de montar en bicicleta, últimamente estática, Mi mundo se reduce entonces al libro, una vista corta, me temo, y alguna serie y película que discurre delante de mis ojos. La premura del día a día, nada que ver con ese silencio que se respira de tu caminata.

    A veces roto, por discusiones literarias, con tu acompañante, que se ciñe al género de novela negra, muy de moda últimamente. Aunque me cuesta reconocer la calidad literaria que imprimieron en su momento los más clásicos. Hasta Ellroy, y algunas excepciones, algunas son entretenidas, pero literariamente incluso los fenómenos más hispanos, pues eso, muy justitas. Me parece más atractivas tus lecturas, desde luego. Llego a la poesía, no sé si a los místicos. Es una de mis asignaturas pendientes. Pues me gusta leer ediciones críticas, que hagan de brújula en un mundo que me parece tan rico, Joselu.

    Estoy con varios libros abiertos. Acabando diplomacia de Kissinger, por el medio de La increíble historia de los hititas de Ceram, y empezando la última entrega del gran “jornalista” palabro que se escucha en América, y que se ajusta a la figura de Gay Talese, un periodista de los de antes, que hizo como mascarón de su periodismo a los protagonistas más humildes, los donnadie, que tienen muchas historias que contar. No se fijó tanto en aquellos que como Churchill preferían escribir la historia, para que hablara bien de si mismo. Un saludo, Joselu, cuídate.

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    1. [imG]https://m.media-amazon.com/images/I/91bLcuFp76L._SY466_.jpg[/img]

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    2. Este es el último libro que me he comprado sobre artículos de Alfonso Reyes en su década de estancia en España. Estimo a este escritor porque en mis tiempos de profesor de literatura, mis alumnos de tercero de BUP, leían su versión de El cantar de Mío Cid prosificada y es magnífica. Y los años veinte y treinta en nuestra cultura me atraen poderosamente hasta ese corte violento y terrible que es la guerra civil.

      En cuanto a caminar, coincido con algunos pensadores, siento que es una filosofía. No entiendo mi vida sin el camino y el esfuerzo sostenido. A veces voy en solitario y tengo tiempo de observar el paisaje y de pensar -o no pensar y solo sentir- a diferencia de cuando voy charlando con mi compañero de caminatas. Es un ejercicio diferente. El paisaje penetra profundamente en el espíritu del caminante y todo es la relación del mismo con el cuerpo. Una caminata es esencialmente física porque eres consciente de tu cuerpo, especialmente en los ascensos en que has de acompasar la respiración para soportar la subida.

      No soporto la bicicleta estática ni el gimnasio. Me he dado de baja.

      Tengo ganas de leer a Gay Talese, lo tengo en mi lista de deseos, igual que quiero adentrarme en las letras de las canciones de Taylor Swift que, según parece, son de una extraordinaria calidad literaria, y yo no lo sabía. En ella se aúnan la belleza, la calidad musical y literaria.

      Un abrazo, Sergio, muchas gracias por pasarte por este andariego espacio.

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  8. Me apunto tú referencia porque es un escritor que admiro y esa recopilación me parece interesantísima, Joselu. Lo de la bici estática es debido a que en mis años más mozos abusé de la otra bicicleta, y mi perineo se resintió. Suena parecido a Pirineos y a cuestas, y es verdad que me costó mucho renunciar a mí pasión ciclista, pues fue abandonar esa práctica y desaparecer el dolor. Me identifiqué con el gran Horacio Quiroga, guardando las distancias puesto que sus males eran más profundos y tuvo que renunciar a su pasión ciclista y vital. Su final fue trágico.

    Otra cosa que me ha hecho gracia porque me he identificado mucho contigo, es en esas salidas al campo que hacemos de vez en cuando mis amigos con nuestros respectivos perros, y que dependiendo de quién venga hay como una especie de acuerdo tácito en la que se abordan determinados temas y se esquivan otros. En fin ,Joselu, la vida misma. Me voy caminando a rematar la comida. Cuídate.

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    1. Nunca he sido ciclista, la bici me hace sentir inseguro y la única vez que la he cogido en una cuesta salté por los aires y suerte que llevaba casco, me rasguñé brazos y piernas y estuve unos segundos inconsciente. Frené bruscamente y salí despedido. Inexperiencia. Mi camino es el caminar a pesar del cansancio lenitivo y liberador. Y sí, en según qué contextos, la política se ha convertido en muros de separación y aconseja la prudencia mantener la discreción y abordar otros temas. Esta tarde voy al cine a ver Furiosa de George Miller, a ver si me olvido de ciertos temas. Espero que la ocmida haya ido bien. Yo estoy solo en casa y mi comida ha sido sencilla. Cuídate tú también.

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  9. No hay nada mejor que el ejercicio en buena compañía y en un entorno tan envidiable, es una combinación perfecta. Lo de caminar más de veinte kilómetros a mi ya me parece un muy buen indicador de forma física, sin duda. No dejes de hacerlo ;)

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    1. No soy un ejemplo de vida santa en algunos sentidos, pero no dejo de caminar desde hace muchos años y eso pienso que tiene consecuencias positivas inmediatas -subida de endorfinas- y un buen estado físico en general -piernas fuertes, corazón equilibrado, acostumbrado al cardio-. Empecé a mis quince años con mi vocación andariega con una caminata de cincuenta y cinco kilómetros promovida por mi colegio marista -que por otra parte era sádico y cruel- que era la Javierada, entre Noaín y el castillo de Javier. Era por la noche y tuve ocasión de conocer el sufrimiento extremo de los pies porque no llevaba calzado adecuado y terminé con llagas muy dolorosas. Ese fue mi inicio, algo que recuerdo con estima. No dejaré de hacerlo, sé lo que está en juego.

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    2. [img]https://edc.sobrevia.net/cdn-cgi/image/width=800,quality=75,format=webp/files/news/202306/1920_1688127111Disseny_sense_titol_(8).jpg[/img]

      Hay un monasterio budista en la sierra del Garraf, pero nuestra ruta no pasó por él.

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    3. No quiero quitarte el mérito, pero con un buen paisaje todo es más sencillo ;)

      La vida sana yo creo que es eso, compensar un poco unas cosas con otras, ¿verdad?

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    4. Sí, la cuestión es compensar. No entiendo a los jóvenes de veintipocos que quieren llevar una vida netamente sana en todos los sentidos, cuando castigarse el cuerpo es estimulante y sano. Yo lo castigué bastante y aquí me tienes, razonablemente bien, mientras que personas ultrasanas están más fastidiadas. En la salud son buenos los hábitos pero es esencial la suerte, pienso, y sí, la idea es compensar.

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  10. Como a ti, andar por las montañas me parece que aleja los problemas o los encuadra en su verdadera magnitud. En mi caso, es tan necesario que intento que sea casi todos los días, una o dos horas de caminata. Ni gimnasios ni deporte dirigido, simplemente caminar. Además, hay trechos que facilitan la charla cuando hay compañía. Desde donde vivo la travesía a Sitges es bastante habitual, aunque yo no la le hecho pero sí la que va de Vilanova a Sitges cerca de la mar, no es larga y es preciosa.

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    1. He hecho esa caminata varias veces, pero yendo de Sitges a Vilanova y, ciertamente, es muy bonita pasando por varias playas sin acceso con coche. Lo que pasa es que yo seguía y llegaba caminando hasta Calafell donde tuvimos un apartamento alquilado hace unos años. Recuerdo con mucho cariño ese trayecto de Sitges a Vilanova. Alguna vez uní las dos caminatas: desde Cornellà hasta Sitges y dormía en algún hotel barato, y a la mañana siguiente caminaba de Sitges a Calafell que deben de ser unos veintipocos kilómetros. Y sí, los problemas se encuadran en su verdadera magnitud tras una buena caminata, y se duerme profundamente, aunque dolorido, dolorido gozosamente.

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  11. Creo que te has olvidado de lo más importante que has hecho en esa jornada que es "Respirar". La respiracion es el alimento del cuerpo y del cerebro, es lo que nos hace pensar y lo que, en algunos casos, aporta claridad de ideas. Yo con los problemas, que los tengo a diario, adopto una táctica sencilla, primero una cosa y luego otra, primero lo más desagradable, luego ya todo es "cuesta abajo".
    Ahora mismo tengo poco tiempo, casi no leo y estoy pensando en dejar de perpetrar el blog.
    La situación en mi sector es muy complicada, precedente de lo que se nos avecina a todos, y tengo que esforzarme mucho más para llegar al mismo sitio, eso requiere concentración y trabajo, no me da miedo, ya he pasado muchas crisis pero cada dia es más cansado y esta que se nos avecina, esta que nadie quiere ver tiene una pinta muy mala, el país está agotando su capacidad de endeudamiento y los que antes nos echaban una mano ya no tienen mano que echar. LLamame agorero, pero nunca me he equivocado en esto, nunca, espero hacerlo esta vez.
    Siento haberme ido por los famosos "cerros" pero ya me conoces.
    Un saludo.

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    1. Cierto, Daniel, cierto, la respiración es esencial especialmente en los ascensos prolongados. El cuerpo es una máquina que se va adaptando mediante el ejercicio aeróbico que requiere de oxígeno para funcionar, y, según las circunstancias, en cantidades mayores.

      Estoy fuera de la vida laboral, pero periódicamente me asaltan problemas que tengo que resolver -ahora son unas obras complicadas de la comunidad, más una inspección de Hacienda- y veo que me agobio más de lo conveniente. Pienso que tú seguro que tienes muchas ocasiones de tensión y que las vas resolviendo como tú dices -primero una cosa y luego otra, primero lo más desagradable, y luego ya es todo "cuesta abajo". Son claves sencillas para la praxis de la tensión de la vida y de todo lo que se nos viene encima.

      Conozco tus vaticinios de que nos acercamos a una nueva crisis, más profunda si cabe que la anterior. Ciertamente, estamos endeudados hasta las cejas y el gobierno solo sabe gastar sin pensar en el mañana. Cuando toquen a rebato, las vamos a pasar muy mal. Soy consciente de ello. Espero que nos equivoquemos, pero los números son los que son.

      Un saludo.

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  12. Realmente envidiable Joselu, 36 km son muchos y además no es una excursión fácil. No la he hecho, pero en mi época de espeleologo caminaba bastante por la zona alta del garraf y la recuerdo como una zona muy desagradecida para caminar. Aunque claro,en 36 km habrátramos de todo tipo.

    Yo ahora mismo, y lo digo en serio, creo que no podría acabarlos, o los acabaría en muy mal estado. Ayer por ejemplo en vez de llevarme la cámara fuí con la intención de andar un poco más de lo normal. Y aun así solo hice 13 km justos, y ya me empezaba a notar un poco cansado. Recientemente fuí al Piríneo a hacer algo más serio con más desnivel con una gente más jovén que yo y que tirá mucho, hicimos 17 km (subiendo un pico fácil que se llama Costabona desde Vallter 2000), y pensé que no acababa. Acabé destrozado. Estoy en muy mala forma física actualmente. Por ello me alucina vuestra forma física. Realmente esas caminatas, y tu compañero, aun con las limitaciones de temas a no tocar, deben ser un oasis terapéutico. Y el helado que no falte, por supuesto. Un abrazo.

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    1. Supongo, José Antonio, que la resistencia está en el hábito constante de caminar. Es curioso porque a veces caminatas de veinte kilómetros me cuestan más que las de casi el doble, tal vez porque vas mentalizado a que no es mucho y entonces se te hace más duro y quieres acabar lo antes posible. Saber exactamente el recorrido te ayuda a administrar tu esfuerzo, y la caminata de Sitges la he hecho tantas veces que me la sé de memoria. No me importa repetirme.

      Me he enterado de que alguna organización monta una caminata a Montserrat en estas fechas del mes de mayo. La de este año ya ha pasado y no me he enterado, pero pienso en el año que viene. Yo hice muchas veces la caminata que organizaba mi barrio de Almeda a Montserrat pero hace tres años dejó de hacerse. Son 52 kilómetros por la noche. Parte de Sants y llega a Cornellà donde la gente se une. Me hará mucha ilusión hacerla el año que viene si seguimos bien.

      La montaña es inaccesible para mí. En cuanto paso de los dos mil quinientos metros, no respondo. He subido el Pedraforca que tiene 2600 varias veces, pero la última fue un suplicio.

      Un buen helado o un par de cervezas es el colofón perfecto para una caminata. Un abrazo.

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  13. "Mens sana in corpore sano" que refiere el aforismo latino atribuido al poeta Juvenal. Resistencia física y mental para el bienestar. Me suele ocurrir que, tras una sesión de gimansio (donde hay un monitor que nos lleva y eso no nos hace caer en la rutina), la mente suele ser más expansiva y las ideas surgen con mayor claridad. Espero que sigas durante mucho tiempo disfrutando de esas caminatas, un gran regalo para la mente y el cuerpo.

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    1. He intentado lo del gimnasio pero sin monitor -las actividades que hay no sé si me convencen: bodypump, bodybalance, spinning...- e iba por libre pero me aburría. Me he dado de baja. No me acabo de adaptar a pesar de que la natación me gustaba. Y sí, las caminatas son un buen regalo para la mente y el cuerpo, pero ahora que llega el calor son cada vez más complicadas. Con más de treinta grados, caminar se hace insufrible.

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