Ayer propuse un pequeño texto en el que recogía las cifras de suicidios por parte de hombres en el mundo y que se confirman en España. Ocho de cada diez suicidios son hombres los protagonistas. Y yo demandaba claves para entender esta realidad.
Hoy día se ha modificado la idea de sexo biológico considerándolo como reaccionario y fascista. Hoy puede ser mujer un sujeto con barba simplemente con que él diga que se siente mujer. Uno de ellos ha denunciado a Lucía Etxebarría por calificarlo de hombre y no mujer como él se siente y la ley le da la razón.
En el ámbito jurídico, desde que se aprobó la ley trans son frecuentes los cambios de género en caso de litigios matrimoniales. Si uno es hombre, tiene todas las de perder, así que los abogados animan a los litigantes a decir que son mujeres para poder competir en igualdad con la mujer que lo denuncia por los motivos que sea. Incluso presos por violencia de género han comunicado que son mujeres y que piden que sean trasladados a prisiones de mujeres donde en algún caso han dejado embarazadas a otras presas tras su incorporación a la vida penal.
Reconozco que estoy confundido. Ser hombre hoy día tiene todas las papeletas negativas en el caso de una separación, y más si la mujer denuncia como estrategia al hombre por violencia de género. No hay discusión: la palabra de ella se impone, sea cierta o no, y el hombre es detenido y lo pasará mal hasta que, si tiene suerte, pueda desmentir, como así ha sido el caso, la acusación de ella. La palabra de hombre ha perdido totalmente su valor y solo se admite jurídicamente la de ella.
Reconozco que pertenezco a un mundo en que estaba claro que uno era hombre o mujer, a pesar de todos los casos mínimos en que esta definición no se ajustara al sexo biológico. Hoy día en todo el ámbito occidental hay una avalancha de alegaciones de niñas que dicen que se sienten niños y de niños que aseguran que se sienten niñas. La ley trans no exige estudios psicológicos para verificar la oportunidad de esta sensación que afecta en plena pubertad y adolescencia a cientos de chicos o chicas que viven una tormenta emocional que puede confundirles con consecuencias trágicas si se empiezan a hormonar o si se les retiran el útero o se les extirpan los pechos como así establece la ley como posibilidad. Esto es algo que me aterra porque no tiene vuelta atrás y ya ha habido casos en España de chicas a las que fueron extirpados sus órganos femeninos que luego han demandado al sistema nacional de salud por haber sido mutiladas y no tener ya oportunidad de volverse atrás.
No es ninguna tontería. Vivimos un tiempo raro y complejo en que todos los valores que dábamos por estables como ser hombre o mujer se han venido abajo. Y los hombres ocupan el lado más frágil de la ecuación. Morimos antes que las mujeres, nos suicidamos más que ellas en proporción ya señalada, hay más sin techo que son hombres que mujeres, infinitamente más, morimos en las guerras en combate como así sucede en la guerra de Ucrania en que las mujeres y los niños fueron llevados a la retaguardia. Nuestra estabilidad psicológica es cada vez más precaria y somos denunciados por todas las acusaciones posibles como violadores y agresivos mientras que yo veo que la mayoría de mis amigos viven en hogares que son dominados por las mujeres.
Ser hombre no es fácil, en cierto sentido somos muy frágiles a pesar de que en la historia fuéramos el sexo dominante y causantes de la opresión de las mujeres. La única opción que parece quedarnos es resignarnos en un mundo que nos ha convertido en culpables sin mayores juicios, y cuando veo a una mujer en la calle golpeando a un hombre darme cuenta de que nadie lo defenderá y si él intenta protegerse, será ella quien lo denuncie y él tendrá a todo el aparato policial y judicial en contra.
Esta es una alegación en un tiempo en que ser hombre es conflictivo y se está sometido a sospecha constante, y en que nuestra palabra no tiene ningún valor ante la de una mujer. Claro que nos suicidamos más que las mujeres, es una constante, en una realidad en que los hombres sufren una presión desmedida y que experimentamos dificultades terribles en el caso de separaciones en que somos considerados la parte culpable y se llega a perder todo y en muchos casos, los sintecho son hombres que han perdido todo en el caso de una separación sin defensa posible.
Es posible que seamos más violentos genéticamente, la evolución hizo de los machos el género agresivo para cazar o para imponerse a otras tribus, pero hoy ser hombre es la peor opción en nuestro mundo. Nuestra violencia ancestral que nos hizo mantener la lucha en circunstancias difíciles hoy es nuestra perdición.
En cierto modo esta nueva ley es violencia de género femenina, y el hombre está indefenso; el hombre y la mujer que no comparta este pensamiento tan tóxico. Najat el Hatchmi es un claro ejemplo. Sucede que como estamos en la época del políticamente correcto nada de esto se puede rebatir. Lo único que se consigue es generar más violencia.
ResponderEliminarHan creado una dictadura ideológica con base en apriorismos importados de Estados Unidos en la teoría de la interseccionalidad. En la historia hay opresores y oprimidos, el hombre heterosexual blanco es opresor por definición y fundamento. Y luego están las clases oprimidas: las mujeres, los homosexuales, los negros, los no binarios, los transexuales, las minorías étnicas sobre todo si participan de alguna de las anteriores circunstancias, o sea ser mujer negra no binaria y transexual está en la escala superior de opresión y por tanto tiene derechos mayores. El que siempre está debajo como presunto opresor y maltratador es el hombre. Y con base en esto se quiere crear una nueva sociedad en el que el objetivo no es la igualdad en ningún caso. Y el que difiera de esto, le pasará como a Najat el Hatchmi o a Lucía Etxebarría o a J.K. Rowling, siendo más grave porque son traidoras. El que debe mantenerse en silencio siempre es el hombre blanco heterosexual eje de todos los conflictos y violador nato. Este es el Edén que están creando en Estados Unidos, y, especialmente, en las universidades, que son un nido de interseccionalidad donde la libertad de expresión está proscrita para no exponer a los alumnos a discursos "de odio" que pongan en peligro su seguridad personal.
EliminarEstoy contigo, son momentos de confusión. Estamos atravesando una frontera invisible hacia otro mundo que nada tiene que ver con el que hemos conocido. A mí me produce cierta perplejidad, pero también desde la serenidad por la distancia los años vividos.
ResponderEliminarY si los hombres lo tenemos difícil, imagina las mujeres. Tengo la impresión de que el mayor enemigo del feminismo es el cambio de hombre a mujer. Es como un caballo de Troya. Hombres que en su esencia tienen los mismos derechos y pelean en igualdad de oportunidades que las mujeres. Tiempos asombrosos le esperan a la humanidad (puede que hasta que este sea el principio de fin).
La mayoría de las filosofías iniciáticas, incluida la alquimia, cuentan con polaridades que establecen un juego no excluyente, así lo frío y lo caliente, el sol y la luna, lo masculino y femenino, la luz y la oscuridad, el azufre y el mercurio, etc, etc... Sin esta dialéctica entre polaridades no es posible el conocimiento, incluido el yin y el yang taoísta, un juego en que el yin es yang y el yang es yin, pero partiendo de dicha dialéctica. Lo masculino y lo femenino forman parte de nuestra historia cultural. No es lo mismo ser hombre que ser mujer, aunque la mujer tenga elementos masculinos y el hombre elementos femeninos. En esa tensión creativa se fundamenta nuestra evolución cultural. Que un hombre diga "porque así lo siente" que es mujer y que la ley le dé la razón sin que haya más indagaciones es una aberración que se está utilizando torticeramente en el campo del derecho y así abogadas aconsejan a sus defendidos que se declaren mujeres en todo tipo de temas especialmente los de género aunque se les acuse de maltratadores. Si es mujer, no hay violencia de género. Creo que se ha dado carta de naturaleza a un disparate tan absurdo que es difícil aquilatar la sandez que supone, pero es muy peligroso disentir. El mundo progresista se ha apuntado a este juego y el que se salga del mismo, aunque sea mujer -peor aún- corre severo peligro de cancelación y de humillación pública. Vivimos la época más restrictiva en cuanto a libertades que he conocido, incluido el franquismo porque entonces teníamos claro a quién nos enfrentábamos, ahora es un poder autocrático y que está en la base de las redes sociales. Esto que digo no podría ser dicho si yo fuera alguien conocido. El propio José Coronado fue "corregido" por Pam por decir en una entrevista que a él le gustaba decir a una mujer que era guapa, que no veía ningún problema en ello.
EliminarEs que...
ResponderEliminarhoy tengo una entrada de un libro que viene al caso..
Me aburre la PAM, me aburren las progresistas de género tras , bi, bio, eco, trans, genérico o lo que quieran llamarse con tal de tener un lugar en el Ministerio de la Verdad.
Estoy desbordado y pueden conmigo. En realidad estoy asqueado, de verdad. Hoy he escuchado a la tal PAM que es no sé qué del gobierno feminista progresista, que los médicos no tratan de igual a igual a las mujeres que a los hombres, tal como suena. Y que este trato se ha de acabar.
Con tantas idiotas en el gobierno progresista no me extraña que el hombre, por tener la mala suerte de haber nacido con hombre, sea conflictivo.
Un abrazo y siento que mis comentarios no sean lo adecuados que debieran, pero estoy hasta el gorro de las progresistas.
Con su "pam" se lo coman.
Como decía a Puigcarbó, todo esto son ecos de un movimiento iniciado en Estados Unidos y que está transformando toda la cultura norteamericana, solo hay que ver las películas o las series recientes en cuanto a temas como la interseccionalidad que se ha impuesto en el país llegando a límites que todavía no han llegado a España, pero en Pam y Montero tenemos claros ejemplos de por dónde va. Tal vez es así más fácil de entender el formidable apoyo que tiene Donald Trump como debelador de la América progresista en defensa de los valores tradicionales. Lo votaron más de setenta millones de norteamericanos. Visto desde aquí es una figura ridícula pero visto desde fuera de la América liberal neoyorkina o angelina representa a decenas de millones de estadounidenses de la América profunda. Esta polaridad social y política se ha extendido por el mundo y por supuesto ha llegado a España donde la España "progresista" se enfrenta a la España "reaccionaria", y todos nos hemos convertido en enemigos unos de otros. Hay un libro excelente titulado La edad de la ira de Pancaj Mishra, indio, que interpreta muy bien la cosmogonía en que nos movemos en la que es fácil ser interpretado como reaccionario por utilizar el sentido común. Un abrazo.
EliminarY perdona, me pasa como a ti, "Entonces me parecía divertido y ridículo, hoy me da miedo".
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=5BpZpVIoUXQ
ResponderEliminarActivo el enlace que ha dejado Tot VÍDEO
ResponderEliminarTengo que hacer una pequeña confesión, vi la entrada sobre el suicidio y empecé a escribir un comentario sobre el tema, sin embargo lo borré. Hemos llegado a un punto en el que nos censuramos, peor, nos autocensuramos. Cualquier cosa puede ser malinterpretada. Parece que toca elegir un bando y comulgar con todo lo que te digan desde ahí.
ResponderEliminarLos hombres, en general, están perdidos. La mayoría son acusados de cosas que nunca hicieron por mujeres que nunca han sufrido ninguna desigualdad.. y tienen miedo de opinar... Los hombres en general, claro, hay mucho hijo de puta suelto, pero a esos les da lo mismo, nunca les ha importado lo que piensen de ellos.
Saludos
Me di cuenta ayer que nadie entraba en el tema, o se orillaba o se derivaba por otros derroteros que no tenían nada que ver con el asunto planteado, así que una posible explicación es, ciertamente, como confirmas, la autocensura, denunciada como el mal más grave de nuestro tiempo. Nadie está a salvo porque la acusación de machista, transfobo, homófobo, reaccionario, fascista surgen con suma facilidad, y entonces, es mejor ponerse de perfil y pasar desapercibido. Ha habido casos de profesores y alumnos que han sido despedidos o sancionados por atreverse a decir que hay dos sexos, hombre y mujer. Es un asunto muy peligroso en estos tiempos en que los cuchillos de la masa social apuntan al cuello de los disidentes. Yo no soy nadie y no me voy a hacer la víctima porque no me van a amenazar o a cancelar, pero si eres alguien en el mundo de la cultura, el cine, el espectáculo, todo lo que digas va a ser medido y evaluado por si resulta sospechoso, y así todos nos observamos y dividimos el mundo entre reaccionarios y progresistas. Pienso, lo he expresado en otras ocasiones que la era de internet y las redes sociales ha sido un experimento catastrófico: dar la voz al hombre común no ha resultado un buen invento. Existen los blogs en que la gente escribe sus narraciones, sus ideas o sus poemas, y eso es bueno, pero, en sentido amplio, tiene mucho más de malo que de bueno lo que se ha conseguido creando una hidra de decenas de miles de cabezas que observan cuidadosamente cualquier expresión inadecuada. Muchas gracias por tus palabras, tener tu presencia es un acicate para intentar dar forma a algunas cuestiones.
Eliminar"dividimos el mundo entre reaccionarios y progresistas..."
ResponderEliminarNo nosotros, ha sido todo esta parafarnalia de las mujeres "empoderadas", empezando por las de Unidas, antes unidos, y acabando por la de Más Madrid y la PAM de las narices.
Cuando se acabó el exprimir lo del comunismo, porque se demostró que es un sistema que no funciona, tuvieron que reinventarse para comer, y así se acogieron al lo eco, a lo bio, y a lo trans.
Hoy son una amalgama de partidos sin más teoría que esa, pero han convencido con su lenguaje transversal y lo que es peor, han convencido al personal de que lo que va contra el progresismo es fascismo, banalizando la palabra hasta convertirla en un clinex.
Siento haber sido yo quien ha variado el contenido de la respuesta esperada sobre lo de los suicidios, pero al comenzar a leer el párrafo: "hoy día se ha modificado la idea de sexo biológico considerándolo como reaccionario y fascista", no he podido más que escribir lo que pienso.
Gracias y perdón
Es un fenómeno occidental, no solo de España, pero en nuestro país parece haber arraigado con una fuerza que no se da en otros países de nuestro entorno. El resultado de ello es una polarización extrema que se retroalimenta. Curiosamente, han aumentado las violaciones grupales de adolescentes que carecen de cualquier responsabilidad -lo que, sin duda, es un error: antes de los dieciocho años puedes hacer lo que quieras sin consecuencias penales-; curiosamente, están aumentando los asesinatos de mujeres por sus parejas -más del cincuenta por ciento de origen inmigrante, aunque esto no se dice-; paralelamente, las redes arden de comentarios machistas o abiertamente antifeministas. Todo se ha exacerbado y las leyes no están consiguiendo nada de lo que pretendían y sí lograr que se produzcan efectos contrarios a los deseados -la ley del sí es sí-. No sé si esta es la mejor manera de plantar cara al maltrato hacia las mujeres, pero sí que no están consiguiendo nada, salvo crear un estado de psicosis muy peligroso.
EliminarBufff, en menudo berenjenal te metes, je, je!!! Ya me quede con la sensación de que a tu anterior entrada no estaban contestando como esperabas o con la libertad que ansiabas, je, je. En fin, en algunas cosas de las que dices estoy de acuerdo, en otras no. Me siento identificado en tu mayoría de amigos. Es cierto que a día de hoy, personalmente, como hombre, todo se ha complicado bastante. Me siento mal por cosas que los hombres han hecho (y hacen) mal históricamente y a día de hoy nos toca pagar por ello. Todas las mañanas, aun de noche, hago mis trayectos cambiándome de cera cada vez que me cruzo de cera porque entiendo el miedo que tienen y sé que lo pasan mal. Pero al mismo tiempo me siento mal porque conmigo no van a tener ningún problema y aún así formo parte del problema. No le sé Joselu, todo esto es muy complejo. La parte de los cambios de sexo para ser mejor tratados judicialmente es la que no acabo de ver. No digo que no pase, pero son temas que yo creo que ajustando y perfeccionando las leyes se pueden ir controlando. No lo se. Pero sí, el suicidio puede apetecer cuando eres un hombre no violento y la presión femenina es insoportable.
ResponderEliminarSí, detecté en el anterior post una tendencia, como he comentado, a no entrar en el tema que, de por sí, es muy relevante. Ya he dicho que si se suicidaran ocho mujeres de cada diez suicidas, el tratamiento sería muy diferente y se consideraría como un signo claro de la opresión de la mujer y las ministras del gobierno nos machacarían con ello. Pero son hombres, y, por tanto, no importa o es normal. Es muy significativo que al final de tu comentario aludas a un potencial suicidio por la presión femenina.
EliminarYo vivo en un entorno familiar tradicional y no han llegado a penetrar las ideologías de género. La numerosa familia de mi mujer ofrece un ejemplo de estabilidad en las parejas increíble. De hecho, conozco a pocos divorciados o separados, y eso da idea de un buen equilibrio o bienestar de pareja en el mundo que me rodea.
Sí que se ha creado una psicosis de potencial amenaza que antes no existía y a veces se puede generar un monstruo incontrolable y conseguir efectos adversos cuando ese monstruo no era tan terrible como has llegado a pensar. Y lo cierto, es que da miedo hablar libremente de esto. Y de muchas cosas.
No está en mi ánimo ofender y sí quizá comprender, Joselu. Cuando alguien afirma que el sexo biológico no es más que un constructo social y cultural, qué quiere decir o negar. Qué sería la autopercepción sino otro constructo de estas corrientes ideológicas que hemos copiado literalmente, como muy bien nos explicas, y que plantean retos si las asumimos con rango de ley. La realidad si se confronta con mis sentimientos, ha dejado de ser una referencia. Entiendo la disforia de género pero estos nuevos fenómenos escapan de mi alcance, así como las consecuencias que pueden acarrear. Un saludo,Joselu.
ResponderEliminarExisten efectivamente la biología y la genética que determinan el sexo de una persona, y así uno es niño o niña cuando nace, no creo que se puede generalizar y afirmar que el sexo es solo un constructo social sin más. Pienso que es banalizar la cuestión. Si lees el comentario interesantísimo de Nuria de Espinosa, por el contrario, ves que puede haber casos en que el sexo biológico no coincida con el mental o sentimental. Pienso que son casos misteriosos que forman parte del enigma de la naturaleza y no una constante que se pueda generalizar, de modo que ser hombre o mujer sea una decisión como comprar una marca de zapatillas u otra. Es algo muy complejo y que requiere un asesoramiento muy profesional y darle tiempo para que se confirme la percepción de la disforia o disfagia de género. El problema, como bien dices, es cuando se eleva a categoría de ley algo que es muy complejo y que atribuye solo a un "sentirse" un sexo u otro sin más reflexión a una edad muy temprana. Se banaliza diciendo, he leído, que el sexo es como un caramelo que tiene un envoltorio de fresa o limón, pero que dentro hay otra realidad y el caramelo de fresa dentro es de limón o el de limón de fresa. Eso teniendo en cuenta que se considera que hay más de treinta géneros posibles. Es un asunto muy intrincado y que el gobierno de turno, progresista, ha convertido en una ley muy peligrosa y ya se están viendo los resultados en esperpentos que van a perjudicar a la sociedad en su conjunto por su absurdidad. No puede ser que una persona sea de un sexo u otro solo por su simple declaración en un registro civil. Un saludo, Sergio.
EliminarRealmente significativa tu aportación como madre de una mujer que ha transicionado de género, algo que existe y tu caso es prueba evidente de que es así. Sin embargo, la ley vigente da por hecho a los doce o catorce años que por propia voluntad, por la sensación de "sentir" disforia de género eso suponga un único requisito para transicionar. Es una edad muy conflictiva y en la que hay tormentas emocionales -yo la recuerdo bien- que pueden confundirte totalmente si hay una ley que te refuerce. Pienso que la transición tiene que ser muy meditada, con asesoramiento psicológico y médico, y dar un tiempo para ver si se confirma dicha disforia, por lo menos hasta los dieciocho años, como es el caso de tu hija, pero la ley no es así. En el instituto donde trabaja mi mujer, hay un alumno que antes era chica pero que se sigue vistiendo con minifalda en algunas ocasiones y exige que se le respete su identidad masculina. Pienso que hay casos, como el de tu hija, que se ha operado y que la ley tendría que proponer estudios serios para no cometer errores que no tienen solución tras la fase hormonal y quirúrgica. Además, está el fraude de ley, como comentaba, de que muchos hombres están pidiendo en el juzgado su nueva identidad femenina por intereses de todo tipo. Fue una ley mal elaborada y que va a traer muchos problemas. He leído que abogadas, como he dicho antes, animan a sus clientes a declararse mujeres para defenderse de sus parejas. Era un asunto que requería seriedad y una elaboración muy meditada y no ha sido así. La realidad de la disforia de género es cierta, pero hay en países occidentales una avalancha de casos que no son reales y que responden más bien a la confusión de la adolescencia.
ResponderEliminarMe alegro de que una mujer haya intervenido con tal fundamento en su propia vida. Eso enriquece el debate. Y, además, conociéndolo desde dentro, opinas que hay que tener mucha precaución al abordarlo. Además de reconocer que los hombres no son siempre los únicos culpables.
Muchas gracias, Nuria. Un abrazo.
La realidad de la disforia de género existe. Pero no hay que confundirla con gustos o atracción sexual. Estoy de acuerdo en que la nueva ley es nefasta pues perjudica directamente a personas que si tienen claro su disfiria de género llegando hasta sus últimas consecuencias que es el cambio de género. Ahora, un niño ni siquiera con catorce años tiene la madurez para entender y comprender que le sucede a su cuerpo, cómo se siente o con qué género se identifica. Para mí esta es la palabra clave; la identificación... que no tiene nada que ver con la disforia de género (que es estar atrapada, o atrapado, en un cuerpo que ni tú, ni tu mente reconoce) si nos parasemos a pensar, una situación así es para volverse loco. Yo aplaudo a quienes lo afrontan con tanta entereza y determinación como mi hija.
ResponderEliminarEl problema es mezclar la velocidad con el tocino... Porque un chico o chica que diga que se siente mujer, o hombre, no significa que tenga disforia de género, sino que en muchos casos simplemente es que les gusta el sexo contrario. Esto confunde mucho a la gente. Al igual que no se puede etiquetar a todos los hombres por unas "feminismo" extremista, pienso que en el tema de los niños y adolescentes no se les debería permitir hormonarse, ni cambiar el nombre hasta pasar por un proceso de psicología y psiquiatra con expertos en el tema que son los que podrán valorar si es una mera confusión, una convicción, o un capricho pasajero... Puesto que hoy en día parece que probarlo todo es lo normal.
Pero ni la homosexualidad, ni el lesbianismo, ni la bisexualidad, ni como algunas personas se definen según el día que se levantan, se consideran hombres o mujeres, que es una barbaridad!!! Nada tiene que ver con la disforia de género.
Dicho todo esto, siempre he creído que como mujer que soy el feminismo nos hace más mal que bien. Por mucho que queramos jamás podremos ser igual que los hombres. Somos diferentes en fuerza y cuerpo. Y eso, no hay ley que lo pueda cambiar. Así que estas chorradas de políticas que sólo crean mareas juiciosas generalizando un mal de unos pocos, no deberían ser aplicadas por jueces que tienen o se supone que tienen una trayectoria profesional. Este feminismo extremo sólo victimiza al hombre y perjudica a la mujer que sufre su abuso o maltrato.
Muy bien traídas las aclaraciones sobre el concepto de gustos, atracciones o identificaciones y la disforia de género. Lo conoces bien y nos dices que esta ley es nefasta porque el proceso de cambio de género se banaliza y lo hace simplemente como una elección por cuestión de gusto, y que luego torticeramente es utilizado para fines fraudulentos. Ciertamente, la transición debería de ser algo muy meditado y fundamentado. Y esta ley es nefasta porque confunde todo y lo remite a una cuestión de gustos semejantes al consumismo de cualquier tipo.
EliminarEn cuanto al feminismo actual, he de decir que yo tampoco me siento feminista porque en su enfoque se me considera enemigo potencial como agresor o violador en mi fuero interno. Si algo parece que buscaba el feminismo clásico era la igualdad, pero ahora veo que lo que persigue es un supremacismo en que se quiere humillar y perseguir incluso a hombres de excelente voluntad por considerarlos cómplices. He visto intervenciones de jóvenes apoyando a las mujeres que han sido descalificados por hablar desde un cuerpo de hombre y usurpar la voz femenina, como si se metiera en lo que no era su problema. Hay una voluntad de castigar a los hombres por un pasado que fue el que fue, y hacérselo pagar. Es un fenómeno que se extiende, mediante la interseccionalidad, a cualquier diferencia en la que el hombre blanco heterosexual es siempre el eje del mal. Si quieres hacer un experimento, busca en Google el concepto de "hombre blanco heterosexual" y verás lo que te sale, a diferencia de si buscas "mujer negra lesbiana" o cualquier otro concepto como "joven negro homosexual". El programa de condicionamiento negativo hacia los hombres blancos heterosexuales se reproduce mediante los buscadores que son diseñados por algoritmos que los consideran como opresores.
Las políticas de destacadas miembros del gobierno que no voy a nombrar acusan a los hombres siempre como representantes del heteropatriarcado a extinguir. Uno tiene que ir a películas de los años setenta para ver a hombres como tales sin la pátina de la sospecha o la recalificación de opresores, puesto que la masculinidad se considera tóxica.
Un abrazo, Nuria, muchas gracias de nuevo.
Estaba pensando en comentar o no, porque me conozco y "se me sube la sangre al campanario" (que decía alguien) y me enrollo con demasiada facilidad. Siglos de evolución del género humano nos ha llevado a tener dos sexos. La Naturaleza hace su trabajo, a su ritmo y eso ha creado lo que somos ahora, una especie con dos sexos, hombre y mujer. No hay sexo inferior o superior, son sexois diferentes y cada uno tiene unas cualidades distintas morfológicamente hablando. Eso hace que ambos sexos se complementen, sin más, sin menos. Antiguamente los hombres iban a la guerra, se dedicaban a cazar y a la agricultura y ganadería al por mayor. Las mujeres eran las madres, las que cuidaban a los hijos con el hombre fuera y las que se dedicaban a la agricultura al por menor (las huertas al lado de la casa y las aves de corral) . ESo venía condicionado por la capacidad física del hombre y la de la mujer y nos ha condicionado como especie como al resto de mamíferos, que en la mayoría de las ocasiones siguen parecidos comportamientos. Decir que el sexo es un "constructo social", en mi opinión, es una gilipollez, el sexo es lo que tienes al nacer, lo que te da una estructura física y un aparato reproductor.
ResponderEliminarGracias al capitalismo que generó máquinas e instrumentos a gran escala, asequibles, que nos proporcionan una vida con menos esfuerzo físico la sociedad va cambiando y estos roles con ella.
La figura del macho cazador y la madre en casa se va diluyendo, los trabajos son asequibles para las féminas ya que se utiliza más el cerebro que la fuerza física y las mujeres tiene igual capacidad para muchos trabajos, superior capacidad para otros y para otros aquellos, por condicionantes físicos, se ven en inferioridad de condiciones (policía, bombero, militar, obrero de construcción u otros) .
Una sociedad moderna e inteligente, llevada por personas inteligentes sacaría provecho a esto desde el necesario principio de Igualdad de Oportunidades. Mismas pruebas, mismos condicionantes, mismos niveles y el más apto que se quede con el trabajo a realizar, "sin mirar los bajos a nadie", solo unas pruebas determinadas condicionadas a la misión a realizar, como debe ser.
Una sociedad fanatizada e ideologizada hasta la estupidez profunda no pone pruebas para la misión a realizar. pone pruebas para que el "predicador de turno" se cuelgue la medalla de "perspectiva de género". El trabajo no se puede realizar porque los seleccionados no cumplen los requisitos mínimos y no son capaces de realizar la labor encomendada.
Hay pruebas de guardias o de bomberos que diferencian por sexos los condicionantes para acceder a este trabajo. Pues bien, ya me gustaría ver a estos fanáticos que juegan con la vida de la gente, como por ejemplo la mujer esa que habla de "gordofobia", en un incendio y que con ese cuerpo la tenga que sacar una mujer del mismo. O vemos muchos casos en los que policías que van una mujer y un hombre en caso de altercado, la mujer no interviene (es lógico) por su inferior capacidad física.
¿Hay mujeres con la capacidad física para hacer estos trabajos? pues sí, sin lugar a dudas, deben acceder estas mujeres a estos trabajos, desde luego que sí y estoy seguro que su aportación será beneficiosa para el colectivo.
Pero lo que me parece una memez de libro es bajar los estándares para beneficiar a un supuesto colectivo en perjuicio de toda la población. Es decir que una mujer de 1.65 puede trabajar y un hombre de 1.65 no, eso aparte de una vergüenza es una injusticia de libro. Tal trabajo, tal prueba y ya esta, ni hombres, ni mujeres, solo personas y si el algunos casos hay un 90% de mujeres para algo, no pasa nada, y si en otros hay un 90% de hombres tampoco, lo importante es que la labor se haga lo mejor posible.
ResponderEliminarUn hombre tarde o temprano irá al urólogo y una mujer tarde o temprano al ginecólogo, se sientan mujer, hombre o mediopensionista, la Naturaleza es muy fascista le importa poco sus supuestos "sentimientos".
Los casos que estamos viendo que un hombre se libra de la cárcel porque "dice sentirse mujer" es la consecuencia directa de poner idiotas y fanáticos a legislar, cuando alguien que es imbecil y fanático hace leyes pasan estas cosas y otras peores, como hemos visto.
Mención especial, por el daño que estos criminales están haciendo a la sociedad, es este proselitismo aberrante que se hace entre la población adolescente para el cambio de sexo, entre chavales de 16-17 años o menos, cuando ni el cuerpo ni la cabeza están bien formados y asentados. Creo y defiendo que una persona que mutila sexualmente a un niño de 16 años debe ser encarcelada, y lo digo con plena convicción, porque el daño que puede causar a esta persona es irremediable, Si una persona de 20 ó 25 años quiere cambiarse sexo, haya él, pero un chaval de 16 no.
Como digo, cuando los fanáticos legislan se da la paradoja (para mi aberración) que el Estado no paga las gafas para leer libros a un chaval de 16 años y si le paga la operación de cambio de sexo. Conducta y legislación "muy inteligente" y "poguesista" , pero mucho, "por la cagada se conoce al pájaro".
Toda esta cuadrilla de fanáticos no crean nada de provecho, no fabrican nada, no generan nada. Solo se dedican a "predicar su credo" para ello tiene que buscar un enemigo, viven del enfrentamiento no de la creación. Así han conseguido enfrentar al 50% de la población con el otro 50%. Han conseguido eliminar pilares básicos de cualquier democracia como la presunción de inocencia .
han quitado a Θέμις la venda de los ojos y le han dicho: "Tu solo mira a este".
Quieren hacer SU Justicia con INjusticias. Todo vale. Han criminalizado al 50% de la población y a esto lo llaman "progresismo" y si discrepas eres fascista, ¿como no?.
Sinceramente creo que vivimos en una dictadura basada en el chantaje emocional donde si no compartes la visión de estos fanáticos ellos ya te señalan como verdugo y empieza la caza de brujas.
Hay una frase de Hamlet que me encanta y que viene muy bien para estos casos
"Cuántas veces con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas engañamos al diablo mismo" (acto 3, escena 1).
Un saludo.
P.D. Se me ha ido un poco la tecla, disculpas.
Seguir tu zigzag de ideas torrenciales es interesante. En todo caso, queda claro que hay un malestar en la cultura -este fue un libro de Sigmund Freud- que nos afecta a todos. La filosofía nos lleva a preguntarnos quiénes somos, adónde vamos y de dónde venimos, pero creo que esas preguntas son más arcanas que nunca. No sé si teníamos referencias sobre quiénes éramos pero ahora lo ignoramos más que nunca. No sabemos siquiera si ser hombre o mujer es algo biológico, genético o simplemente un constructo social como pretenden los partidarios de la filosofía trans. Un hombre con barba decide un día, con sus huevos colgando, que es mujer, que se siente mujer y va a un registro civil y dice: me siento mujer, cámbienme el nombre y mi sexo en mi documento de identidad. Reconozco que yo que fui un viejo sesentayochista, ni en mis más dislocadas alucinaciones, esto no se me había pasado por la mente. Sí, el travestismo, si la identificación con otro sexo, sí el cambio de género por encontrarse uno en un cuerpo equivocado, pero no la banalidad de ir al supermercado y elegir el sexo sin ningún riesgo, como el hecho de comprar una marca de pasta italiana o española. Me siento confundido. No sé quién soy -hay treinta y tantas clases de género-, no sé de dónde vengo ni sé adónde voy, y las certezas que pude tener en algún momento de mi vida se han esfumado. Hay incluso hombres de setenta y tantos años que han exigido a los jueces que como se sentían jóvenes querían cambiar su edad en los documentos porque la edad cronológica les estigmatizaba. Creo que vivimos en un estado de alucinación. En los años sesenta, acudíamos al LSD para cambiar nuestro estado de conciencia, pero ahora algunos genios lo han conseguido cambiando las leyes en el Boletín Oficial del Estado. Si Timoty Leary levantara la cabeza no sé si estaría satisfecho o pensaría que la necedad se ha apoderado de la humanidad. También se me ha ido la tecla, disculpas, pero se trata de escribir lo que a uno le sale. Saludos.
EliminarMe parece que se banaliza demasiado. Por un lado creo que el patriarcado por desgracia aún pulula en este país, pero eso no significa que se crucifique a los hombres.
ResponderEliminar¡Todos no son iguales!
Cómo tampoco se puede incluir en el colectivo LGTI toda esta manía de poner adjetivos o nombres a todo tipo de orientación sexual, "agénero, bigénero, trigénero, pangénero, androginia, transexual, transgénero, neutro, fluido, no binario, genderqueer, intersexual, bisexual, asexual, pansexual, polisexual, demisexual, género no conforming, híbrido"... Que nada tiene que ver con el colectivo LGTI lesbianas, gais, personas trans, bisexuales.
Esto confunde y hace que parte de la sociedad rechace este colectivo.
Si estoy de acuerdo en la igualdad de la mujer laboralmente, eso sí, en igualdad de condiciones. Mismo trabajo, mismas pruebas.
Sigo pensando que aunque no es justo generalizar y martirizado al sexo masculino catalogando a todos los hombres como llevarán en sus genes el maltrato, pero no podemos obviar que gran parte de la juventud ve el dominio y control de la pareja como algo normal que más adelante puede terminar en un maltrato...
La ley del Si, es Si, realmente nos está perjudicando a las mujeres en general por su falta de coherencia judicial. Tenemos mucho trabajo para mejorar este problema, lo malo son los políticos que no saben hacer su trabajo y los jueces que lo hacen peor aún.
En fin... Es un tema candente y delicado.
Saludos
Sí, ciertamente es un tema candente y delicado que produce un estado de conflicto y desasosiego cada vez más profundo. Yo tuve una madre tiránica, sádica y poderosa, a la vez que un padre débil y cobarde. El modelo que he mamado en casa y en mi relación con las mujeres no me han ofrecido el esquema que se nos proyecta ideológicamente. Tal vez mi madre fue una adelantada a su época. No sé, Nuria, nunca ha sido tan compleja la relación entre hombres y mujeres que lleva camino de judicializarse en cualquier paso que se dé. Saludos.
EliminarEso es cierto Joselu, pero de ahí a como dice David que la disforia de género es un fenómeno dicta mucho de la realidad...
EliminarAunque el argumento laboral de gestionarlo todo como personas me parecería bien si no existiera la desigualdad laboral. Siempre dentro de que una mujer tiene que tener las mismas condiciones y pruebas de acceso que un hombre, esa es la igualdad real...
Pero... Aunque sé que un o una joven de 14 o 16, o menos no tienen madurez mental para saber si realmente son, esto o aquello, y no se debería permitir ni las hormonas ni la transición... Esto creo que ya lo comenté.
De todas formas analizar el argumento en un solo caso que conocemos através de los medios, es injusto y crea prejuicios contra quienes realmente sufren estos problemas.
No digo más... Aquí dejo mis aportes, solo pido que no se generalice por un solo caso, al igual que no queréis que se etiqueten a los hombres por unos cuantos viladores, asesinos, maltratadores, etc.
Saludos