Estoy leyendo a Jon Fosse desde que le concedieron el Premio Nobel de Literatura. Era un casi desconocido para los españoles aunque se habían traducido algunas obras suyas como Trilogía o Mañana y tarde. La primera la he terminado y ahora estoy leyendo la segunda. Leer a Fosse es algo singular. Se lo ha relacionado con Samuel Beckett o con Ibsen y con la música de Arvo Pärt. La literatura de Fosse es misteriosa y tiene mucho de trascendente porque Fosse cree en la dimensión espiritual de la vida y sus personajes buscan su sentido en un mundo que puede aparecer como absurdo, pero no lo es tanto porque el amor aparece como una dimensión que no acaba ni con la muerte.
La academia sueca ha sido valiente en conceder el premio a un autor al que deben conocer bien por la cercanía a Suecia que es un dramaturgo muy representado en todo el mundo, y valiente doblemente, por premiar a un autor católico que cree en Dios en un mundo progresista que se ha quedado en la muerte de Dios y el mainstream del ateísmo que nos permea como culturas europeas.
Ser creyente y situar a los personajes en un universo místico y enigmático tiene su qué. Su relato Trilogía, sin puntos ni aparte, de estructura poemática, sitúa a dos personajes, Asle y Alida, dos adolescentes que llegan a Bjørgvin -la moderna Bergen noruega- sin ninguna posesión, casi desesperados. Ella, Alida, está embarazada a punto de parir y no encuentra ningún sitio donde guarecerse, nadie les quiere alquilar una habitación en la proximidad del invierno tal vez porque no están casados y considerarlos antisociales. Su búsqueda por las calles de Bjørgvin es angustiosa y recuerda la imagen de José y María buscando un pesebre para dar a luz en Belén.
En el relato se superponen presente y pasado. La novela tiene tres partes diferenciadas. Animo a leerla, los vivos se entremezclan con los muertos. Es una narración muy breve que es considerada como de lo más representativo de Fosse. Mi experiencia como lector que ha leído varias veces cada pasaje de la obra es de deslumbramiento por la oscuridad y la luz del relato que tiene mucho de místico. Fosse no parte de ideas sociales o políticas para escribir sus relatos. No pretende cambiar el mundo ni hacerlo mejor. Solo está en una situación de escucha para ser conscientes de voces interiores que tenemos dentro de nosotros. El lector que acaba una de sus obras, como yo la acabé en una población como Martorell en un barrio en que la inmensa mayoría eran marroquíes, se queda fascinado por la prosa luminosa y extraña de Fosse, pero Fosse no nos habla de la inmigración, nos habla del bien y del mal, del sentido último de la existencia, de factores que nuestra civilización materialista es incapaz de entender. Todo es muy complicado en nuestro mundo así que sugiero leer a Jon Fosse para resarcirnos y comprender lados que tenemos ocultos. Fosse ha dicho que escribir es como rezar. ¿Se imaginan darle al premio Nobel a un personaje como este? Místico y enigmático cuya literatura entronca con Beckett y Thomas Bernhard y, por otra parte con el místico Eckart. Si están hartos de modernidad y progresismo, piérdanse en las páginas de Fosse.
Muy poco había oído hablar de este dramaturgo, que curiosamente se hunde con su mascarón literario en la espiritualidad. Tú semblanza me ha resultado sumamente atractiva, por lo que no se me ocurre ninguna excusa para no sumergirnos en el mundo de un Fosse, que suena a místico moderno. Sin entrar a valorar su literatura mientras no lo haya leído - tu referencia es más que acreditada para hacer una incursión- es de alabar que la Academia por una vez,haya salido de sus estrechos horizontes, que han socavado su prestigio. Un saludo,Joselu y ya tengo una nueva diana literaria.
ResponderEliminarEs un escritor traducido a más de cuarenta idiomas y sus obras son las más representadas en Europa, pero en España había pasado totalmente desapercibido. Cuando oí a quién le habían dado el Nobel este año, me quedé perplejo porque lo desconocía por completo. El mundo de Fosse es fantasmal, se mezclan vivos con muertos, y se superponen tiempos con normalidad. Para mí ha sido un descubrimiento muy estimulante. Hay una dramaturga española también muy interesante, ampliamente representada en muchos países, más que en España, que se trata de Angélica Liddell. Atentos a ella. También es mística y con trasfondo espiritual, a la vez que salvaje.
EliminarNo estoy preparado para hablar de él, Joselu, no he leído nada suyo, es la verdad, y lo poco que sé es por referencias.
ResponderEliminarMe interesa la parte en que nos aclaras: "nos habla del bien y del mal, del sentido último de la existencia", y es por ello que voy a pedir en la biblio el libro al que haces referencia, después, si me entra bien, que creo que si, por tal como describes que escribe, me haré con más piezas de él.
Gracias ¡
Supongo que hace falta una predisposición para entrar en su literatura no realista, poblada de fantasmas e intensamente misteriosa porque es difícil saber cuál es el sentido último de lo que uno está leyendo, aunque esto es habitual en la buena literatura. Me seduce la mezcla de tiempos, su estructura poemática y su musicalidad, aunque tiene que ser mucho más perceptible en la lengua original. Son relatos entre las brumas del norte, entre fiordos y barcas en la niebla. Un abrazo.
EliminarOtro grande para ti ¡
EliminarDecirte que ya he acabado de leer el libro del señor Reverte, el que habla de Alaska. Lo he hecho con el Google Maps delante, es una de las pocas maneras que tengo de orientarme en lo concerniente a la localización de los lugares.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante y cierto lo que me comentaste, te hace olvidar otros temas, quizá más trascendentes, pues en el libro sólo habla de los lugares y las situaciones por las que pasó.
Me ha gustado mucho.
Gracias otra vez
PD: Cuando lo desees te lo devolveré.
No pensaba en que me lo devolvieras, algún día puede gustar a tu nieto o a tu hijo tal vez. A mí me interesó por la edad de Javier Reverte y que no se resignara a envejecer con su aventura en el Yukón y Alaska, lugares donde estuve en mi juventud. Supongo que por eso me gustó también el libro. Gracias a ti.
EliminarAunque si he leído algo sobre el misticismo, tal y como describes al autor, puede que termine leyendo algo de él, pero mi pila de libros por leer me deja poco tiempo y eso que soy de esas personas que empieza a leer un libro y lo termina en dos o tres días. Pero últimamente estoy teniendo más trabajo de lo normal y menos tiempo para leer. Algo que me apasiona. En fin, cuestión de intentar gestionar mi tiempo. Buen post. Un abrazo
ResponderEliminarEra más que nada una referencia ligera para muchas personas que no han leído a Fosse y expresar que, pese a nuestro desconocimiento, es un autor que merece la pena. Yo leí algo así en Instagram y me ayudó a situarme. Se nota que eres una buena lectora. Un abrazo.
EliminarDesde la semana pasada ando enfrascado con ‘El otro nombre Septología I’, de Fosse, La novela narra la vida de Asle, un pintor viudo que vive en una pequeña ciudad costera de Noruega, y que tiene una relación especial con otro Asle, un pintor alcohólico que vive en la misma ciudad. Los dos Asle son como dos caras de una misma moneda, dos posibilidades de una misma existencia, que se entrecruzan y se reflejan en sus obras y en sus recuerdos.
ResponderEliminarDe lo leído lo que más me ha costado es digerir su estilo minimalista y lenguaje sencillo y repetitivo, alejado eso sí de las convenciones narrativas y se acerca a la oralidad y a la oración.
Me ha gustado la forma en que Fosse retrata la relación entre los dos Asle, con una sutileza y una complejidad que revelan las múltiples facetas de la identidad humana. Al igual que a ti me ha llamado la atención los saltos temporales del presente y el pasado, lo real y lo imaginario, lo cotidiano y lo extraordinario, que crean una cierta atmósfera e invita a la reflexión y plantea preguntas universales sobre el bien y el mal, la fe y la duda, la vida y la muerte.
Me alegro muchísimo de que tú también te hayas enfrascado en Fosse, para mí totalmente desconocido hasta el Nobel. Estoy en el segundo libro y probablemente vaya después a leer Septalogía, como tú. Acabo de salir de la bañera leyendo un relato entre fantasmas. Esta vez no es Asle -nombre que se repite- sino Johannes que se levanta una mañana que él siente especial y se va encontrando todo el día con otras personas que él daba por muertas, incluida su mujer Erna. La permeabilidad entre mundo de vivos y de muertos me fascina y me mantiene magnetizado al relato, la superposición del presente y del pasado me intriga. Está claro que no había leído nada parecido. Es una especie de thriller existencial y eso me gusta. Fosse rechaza la novela negra nórdica -no es el único- y aborda en ciudades que se repiten dramas fantasmales o místicos que me tienen enhebrado al relato. Al final lo que se evidencia en el relato es que Johannes es también un fantasma. Me he preguntado que si hay un más allá, uno podría estar en una dimensión parecida a la de Asle, Alida, Jonannes, Peter. Fascinante. Me gustaría ver alguna obra dramática de Fosse. Crear un mundo totalmente original no es fácil y en el autor noruego, dicho mundo surge impetuoso. Me alegro de coincidir contigo. El estilo minimalista es próximo a Beckett y al Coetzee de los últimos libros.
EliminarEse mundo que te fascina lo descubrí hace muchos años al leer 'Pedro Páramo' y es un juego interesante para desarrollar en la escritura.
EliminarParece un escritor peculiar por lo que dices, lo tendré en cuenta, gracias Joselu.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Supongo que en las próximas semanas y meses llegarán noticias suyas en forma de publicaciones o estrenos teatrales. Para nosotros era un desconocido. Somos aficionados a la novela negra y la series nórdicas pero hay otros registros menos conocidos. Fosse tiene su interés. He leído un par de relatos suyos y ciertamente son, como mínimo, fantasmales. Un abrazo, y gracias por pasarte por este nuevo domicilio.
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