El pasado 19 de marzo apareció en el diario El Mundo una entrevista de Noa De la Torre a Tyler VanderWeele, catedrático de Harvard y cabeza de un grupo de investigación sobre la felicidad en las distintas etapas de la vida, según sexo, posición económica, nivel de estudios, etc. El titular de la entrevista era el siguiente: "El aumento de los suicidios se debe a la caída de la religión". Y él argumentaba que la vida comunitaria en general proponía esperanza y bienestar personal, y señalaba que participar en una comunidad religiosa aportaba elementos que impelían a la resistencia frente a tentaciones que llevaran a quitarse la vida. El aislamiento, la soledad, la falta de comunicación efectiva entre los jóvenes hace que su vida se sienta -paradójicamente- como la más desdichada. Ello unido a faltas de posibilidades económicas y de inserción en el mundo del trabajo, claro.
Hubo dos preguntas al final que retengo que me parecen además muy interesantes. Las expongo aquí. Creo que dan claves para entender ciertas cosas aunque la sociedad española sea muy diferente de la norteamericana.
Usted ha estudiado cómo afectan las noticias negativas a la salud mental. ¿Hay evidencias de su impacto? ¿En qué sentido?
Sí. Hay evidencias de que ante un evento negativo, hay más probabilidades de que se actúe negativamente con los demás. Hay pruebas sólidas de que los medios se han vuelto mucho más negativos por lo que los psicólogos llaman sesgo de negatividad: la mente humana se siente más atraída por estas noticias que por las positivas, lo cual incentiva a los medios a publicar noticias negativas. Ahora bien, esto genera niveles más bajos de felicidad y de disposición a cooperar con los demás. Está creciendo el odio hacia las personas que piensan diferente, a las que no vemos como seres humanos sino como una fuerza malvada que debe ser aniquilada. Cuando esta es la actitud hacia la oposición política, se hace difícil trabajar juntos por una sociedad que prospere. Estoy muy preocupado por esta polarización política.
¿Significa esto que la polarización política afecta negativamente al ser bienestar humano?
Es de hecho uno de los impedimentos para que prospere la sociedad. El declive de la vida comunitaria ha llevado en parte a una creciente polarización. A medida que la vida religiosa o comunitaria se ha debilitado, las identidades tienen que ver más con el partido político. Cada vez más, la identidad es con un partido político, cuando antes era con tu comunidad, tu vecindario, tu organización religiosa o tu familia. Si tu propia identidad se siente amenazada cuando el otro ostenta el poder político y si ya no encuentras la fuente de significado y conexión con la familia y la comunidad, crece la polarización. La comunidad es realmente importante para el bienestar humano.
Efectivamente, Joselu, el espacio dejado por la religión, es ocupado por la nueva fe de las ideologías, que nos enfrentan y nos alejan de la razón. No hay nada que diferencie al nuevo y viejo hombre. Es más importante reafirmarse en los mitos que contribuyan a cimentar el relato de mis ideas, que razonar los hechos por separado sin los influjos del grupo. Esas masas que analizó Ortega, que supo describir los efectos del comportamiento gregario.En este escenario, también desde un punto de vista crematístico, la polarización interesa. Creo sinceramente que la polarización se vivió en otros tiempos modernos, quizá no tan penetrada por esa inmediatez de las redes.Un saludo, Joselu
ResponderEliminarEs significativo que un libro extraordinario como El hombre en busca de sentido de Viktor E .Frankl lleve dos años entre los más vendidos en España, lo cual es una buena noticia. Supongo que la idea de sentido es esencial para aceptar y comprender la vida. Tyler VanderWeele sugiere que la vida comunitaria es fundamental para evitar el aislamiento del ser humano, y si esa vida comunitaria tiene elementos religiosos, todavía mejor para dotar de sentido a la existencia. En Estados Unidos se da mucha importancia a la comunidad, más que aquí ya que en los países latinos somos tal vez más extrovertidos y menos solitarios. El espacio de la comunidad y la religión ha sido ocupado por nuevos referentes como las redes sociales, entre otros, cuyo alcance no deja de ser muy engañoso. Este abandono de las redes comunitarias reales acentúa el papel de los partidos políticos y las ideologías y contribuye a la polarización política, aunque todavía no es tan tensa como en los años treinta, pero no deja de ser preocupante. Me llamó la atención la relación entre el abandono de las propuestas religiosas con el aumento de la tasa de suicidio que en españa es ascendente sin lugar a dudas. No sé si estás de acuerdo que el suicidio puede ser impelido por una vida que no se sostiene sobre sobre fundamentos religiosos. Dios es el gran ausente en nuestro mundo, para bien y para mal. Un cordial saludo, Sergio.
EliminarHe leído atentamente el texto, así como la respuesta de Sergio y la tuya hacia él.
ResponderEliminarNo sé cómo expresarme, pero lo intentaré.
Creo que todo "es", menos el ser humano, el hombre, ese "existe", sólo cuando muere, el hombre "fue". Pero el "hombre" no sabe que "es", y que como tal puede hacer de su vida algo más que el simple hecho de respirar y pulular, puede aprovechar de su "existencia" y darle sentido su vida.
Para ello ha de saber qué quiere hacer, no que quiere ser, sino que quiere hacer con su vida.
No nos damos cuenta, pero el reloj de la existencia trascurre y no tiene descanso, en ocasiones nos hemos pasado media vida pensando en lo que haremos con ella, y llegamos tarde a la respuesta.
Creo que debemos ser dignos de nosotros mismos y buscar salidas a nuestra existencia, pensando en aquello de Lucas, en sus Hechos: "Hay más felicidad en dar que en recibir".
Dios no está ausente de nada, está en nosotros mismos y en cada uno de nuestros actos, y le podemos llamar conciencia, o suma de la responsabilidad, más la libertad.
Y no hace falta ser creyente, sino creer en la posibilidad de hacer las cosas dignamente.
Un abrazo a los dos.
Salut
Tú has estudiado Teología y Filosofía y has tenido contacto con concepciones religiosas y filosóficas. El vacío de Dios que fue anunciado por Nietzsche pende sobre nuestras vidas. No se trata de creencias nuestras sino de fundamentos de la comunidad. En cuanto a tu afirmación de que Dios no está ausente de nada, que está en nosotros mismos, en nuestros actos y lo identificas con la conciencia, libertad, responsabilidad y dignidad es cierto hasta un punto porque la conciencia de trascendencia, a la que no has hecho alusión, va unida a la idea de Dios o religión -religare-. No es lo mismo una conciencia humanista que una conciencia religiosa, pueden superponerse pero no es lo mismo. Lo que tú planteas es ciertamente humanismo pero no es la relación del ser humano con el misterio y la trascendencia, con lo sagrado. La ausencia de Dios, del sentimiento de lo sagrado, deja vacíos en el ser humano que no se llenan con el humanismo que llega a una falta de sentido. Tus compañeras en Teresa de Calcuta no actúan solo por humanismo, sus actos conscientes, responsables, libres y dignos apuntan a algo más alto que nuestra sociedad no considera.
EliminarUn abrazo de vuelta para ti, Miquel.
Soy fiel seguidor de Theilard de Chardin, quizá por ahí, por ese humanismo, puede ir la cosa trascendente, palabra que no he querido nombrar, porque no he deseado poner la idea de Dios antes que la consustancial (idea, se entiende) de la idea del ser humano.
Eliminarotro abrazote
Ay!.Que tema más complicado y más en estos tiempos ,tan extremos.No estoy de acuerdo con Miquel en tratar de sustituir la creencia en Dios,por la sustitución en la busca de una vida digna,algo meritorio,pero que no sustituye.Hay una diferencia entre hacer el bien,dentro de una ONG,algo muy meritorio,que la búsqueda y entrega de una monja a Dios,ofreciendo su trabajo.La diferencia es la Fé
ResponderEliminarCada uno busca la dignidad,pero la monja creyente busca a Dios.
Saludos
Creo que tienes razón. Lee mi respuesta a Tot. Yo no soy cristiano pero pienso que existe la dimensión sagrada, algo que está por muy encima de nosotros, algo misterioso e inexplicable porque no se puede traducir con palabras. Puede llamarse Dios o no. Saludos.
EliminarEs que yo he hablado en mi nombre, Carlitos..de verdad, no me he atrevido a hablar en nombre de ellas ni de ellos (porque conozco algunos misioneros, ciertamente).
EliminarNo me atrevo a hablar por las personas religiosas.
Un abrazo
Otra de las cosas que me gustaría dejar claro, porque me parece que no lo está es eso de "filósofo".
ResponderEliminarCuando Joselu me presenta como teólogo y filósofo he de decir que si a la primera, porque el estudio de las religiones no lleva más que a eso, a saber un poco más del desarrollo de las mismas y su expansión, amén de la manera, forma, comportamiento, fenomenologías y normas de cada una.
Pero !ayyy¡ con la filosofía. Estudiar y graduarse en filosofía no quiere decir "ser filósofo", porque la filosofía comporta una manera de actuar propia de quien tiene postulado.
Además, un filósofo tiene ideas propias o correcciones de otras. Julian Marías, Zubiri, Marina, Ferrater Mora, por poner aproximativos, pero no Salvador Illa, el político, que no es más que un estudiante de filosofía graduado, igual que mi caso, pues no tiene postulados propios, ni correcciones de otros postulados, ni acotaciones ni nada escrito sobre filosofía.
Así, que aunque lleve algún posgrado, no soy filósofo, sólo un estudiante de esa materia.
Un abrazo
Creo, Miquel, que yo solo dije que habías estudiado Teología y Filosofía y que habías tenido contacto con concepciones teológicas y filosóficas. Sé muy bien que ser filósofo es algo diferente, como bien explicas, pero tuve cuidado en precisar algo distinto a eso. Lo tuve en cuenta. Un abrazo.
EliminarRazón llevas. Perdón.
EliminarSalut
Pensando más tarde, nada de lo predicho de Nietzsche, como ese desapego a la religión o cualquier otra creencia que el filósofo alemán consideraba un fetichismo del hombre viejo, se ha cumplido. Ni la ausencia de los grandes relatos que intuyeron los posmodernos influidos por la Escuela de Frankfurt. El hombre no es tan nuevo como pretendían y necesitan acogerse a nuevos mitos. Yo no consideró la religión un mito, es más un análisis reflexivo. En su ausencia, han surgido nuevas comunidades en torno a las ideologías, la nueva fe más irracional si cabe que la religión. Son capaces de definir la biología o los cromosomas como un constructo social. En fin, es verdad que tendremos a comunidades más difusas, de grupos en los que los puntos contactos solamente existen en los argumentos comunes,asumidos sin Reflexión. También como decía Marx,definiéndose como lo contrario de los adversarios, no por sí mismos. Un saludo,Joselu.
ResponderEliminarLeí un libro muy interesante titulado Vivir con los dioses de Neil MacGregor, con el subtítulo Pueblos, objetos y creencias. En él se hace un repaso del sentido del hecho religioso en la historia de la humanidad, en el presente y en el pasado. Los relatos religiosos pueden crear símbolos de solidaridad muy poderosos, aunque si bien es cierto que gobernantes y sacerdotes los han manipulado para ponerlos al servicio de la opresión política. Ello no impide que la religión, según en qué circunstancias, puede ofrecer una estructura de significado en que las personas pueden hallar refugio y esperanza.
EliminarCiertamente, como dices, hemos arrojado en nuestro mundo occidental la fe por la ventana, nos hemos deshecho de ella, pero inmediatamente surgen sustitutivos: el nacionalismo -es el más importante sustitutivo-, las falacias irracionales que contradicen la ciencia -las has citado-, el consumismo -los centros comerciales como nuevos templos-, el deporte como comunión con unos colores de forma quasi religiosa... Pero en el fondo emerge la soledad más absoluta, despojados de esos relatos de fe y esperanza. Nunca el ser humano ha estado más solo que ahora... Los mitos religiosos crean una idea de pertenencia a algo más grande y trascendente, esencialmente comunitario. Te dejo una cita del libro:
"Esto es algo que han llevado a cabo todas las sociedades humanas: buscar patrones y después componer historias y rituales en torno a ellos, lo que nos sitúa —a todos nosotros— en nuestro lugar cósmico. Podría decirse que es en el momento en que un grupo se pone de acuerdo con respecto al modo de encajar las piezas de este gran rompecabezas cuando podemos afirmar que nos encontramos ante una comunidad: que el Homo sapiens es también un Homo religiosus, que ya no busca «mi» lugar, sino «nuestro» lugar en el cosmos; una comunidad donde la creencia se halla estrechamente vinculada con la pertenencia".
MacGregor, Neil. Vivir con los dioses (Spanish Edition) . Penguin Random House Grupo Editorial España. Edición de Kindle.
Un abrazo, Sergio.
Paco Castillo, hablas de polarización, pero por lo que dices tú también lo estas: al bando contrario del PP, por lo que leo ,no me importa, la cosa está así.
ResponderEliminarSimplemente indicarte, que mi mujer una hija y yo fuimos a la manifestación. Que llevo más de medio siglo en Cataluña, mis motivos tendré. En mi caso creo en el indulto y el perdón , que los de Bélgica vuelvan a casa, con sus familias, pero no por una ley de Amnistía. Saludos
El escrito anterior es mío:car res
EliminarHola, car res
EliminarAunque me sitúas en el bando contrario al pp (y estás en lo cierto) afirmando que yo también tengo una visión polarizada, habrás advertido, si me has leído detenidamente , que también señalo a la izquierda, remarcándolo entre paréntesis, del mismo mal que critico a la derecha:
“(…) la realidad no es bipolar, otra cosa es que los políticos (también se ha hecho desde la izquierda) quieran trasladar este escenario (…)”
Me indicas que fuiste a la manifestación con tu familia, y me parece perfecto y totalmente respetable, porque quiero aclarar, por si no se me hubiera entendido bien, que no he hecho ningún reproche a la decisión del ciudadano común sobre asistir a esta manifestación, y este parecer lo he personalizado en Joselu, pero no es difícil deducir que es extensible al conjunto de ciudadanos que acudieron. Yo he señalado que las intenciones de los lideres políticos asistentes allí, seguramente difieran en muchos aspectos con las del resto de ciudadanos que acudieron, aunque, ya digo, lo haya personalizado en Joselu.
Pero acepto tu objeción sobre que yo también esté polarizado, en parte llevas razón… ¿quién puede permanecer inmune a esta polarización, cuando todo el ambiente que te envuelve está enrarecido, polarizado?
Más tarde o más temprano, con mayor o menor intensidad, todos nos vemos inmersos en esta dinámica, es así.
Así pues, admito lo que me atribuyes, y está bien que me lo indiques, máxime cuando lo haces con respeto y educación.
Un cordial saludo, car res
Amigo Paco, no me siento cómodo hablando de política contigo. Te sugiero que la eludamos como hemos hecho siempre -o casi-. La política hace emerger lo peor del ser humano en cuanto a sectarismo y fanatismo. En cuanto a lo que dices solo voy a apoyarme en las declaraciones al respecto de Felipe González, Alfonso Guerra -que da cien vueltas en cuanto a cultura a todos los sanchistas-, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Joaquín Leguina... y un largo etcétera de un PSOE que fue el mío. Ya no. Un abrazo.
ResponderEliminarMi apreciado y respetado Paco. Soy Miquel, de Barcelona:
ResponderEliminarPosiblemente lleves razón desde tu perspectiva y posiblemente esté yo equivocado desde la mía. Posiblemente. Y posiblemente ya no esté en condiciones de analizar, o de hacerlo bajo condicionantes, lo de la amnistía, quizá porque me he sentido perjudicado en primera persona versus mi familia, y hablo de mi hijo, con el que ya no trato de cuestiones políticas y en alguna ocasión la conversación ha girado en términos que después nos arrepentimos, pero el mal, ese mal que ya no sana, ya está hecho, y la perspectiva no es la misma, aun estando en el mismo lugar, para la víctima que para el verdugo, y yo me considero víctima.
¿Desea este gobierno dar amnistía por cuestiones de mantenerse en el poder?. Lo acepto, ahora bien, tal como yo acepto también pido algo a cambio: ir a votar, pues la unilateralidad de una parte por deseo simplemente de interés político que no judicial, es menospreciar las Leyes, esas a las que me someto, y que son válidas para todos. Y además, mi apreciado Paco, con una pregunta simple, llana, directa, sencilla y compresible, no con un eufemismo, tal como nos tienen acostumbrados: ¿Desea usted que se otorgue la amnistía a los procesados por la causa del 10 de octubre de 2017?
Yo, mi buen Paco, no sé que realidad vivo, sólo sé que no es virtual, de eso sí que estoy seguro.
Un abrazo
Claro, Joselu, si no te sientes cómodo en el sentido que me indicas, acepto tu propuesta.
ResponderEliminarDecirte que uno de mis mejores amigos, desde la remota infancia, es un convencido votante del pp desde hace muchísimos años, el sabe que puede contar conmigo para lo que necesita, y viceversa, confío más en él (y me consta que él en mí) que en muchas amistades del bando contrario.
Un abrazo.
Cuando el PSOE era socialista y español, no sé si obrero, a comienzos de los años noventa hice el camino de Santiago en un otoño que recuerdo muy bien. A la altura de Burgos me encontré con un hombre, Paco, con el que pasé diez días maravillosos por su cultura, por su bonhomía y su sentido del humor. Era del PP cuando yo era socialista y de izquierdas. Nos reíamos de todo, de nosotros mismos también y de nuestros partidos. Había un diálogo común que no llevaba al sectarismo algo que en estos momentos es imposible. Toda praxis política tiene mucho de fanatismo tal como están ahora las cosas. Prefiero ciertamente que sea así. Yo nunca te he hablado de política a ti en persona. Hay otras dimensiones mucho más interesantes que esa que condena a los seres humanos a ser máquinas ideológicas y políticas con todos sus odios, aversiones y sospechas. Prefiero un Paco no político. O en todo caso que no se muestre más allá de lo imprescindible. Un abrazo.
EliminarLa respuesta a car res es extrapolable aquí, querido Miquel.
ResponderEliminarAprecio mucho tu testimonio, debe de ser complejo gestionar esa situación familiar, política mediante. Eres una persona muy sensata y mereces mi admiración.
Un abrazo fuerte.
Permíteme señalar que la felicidad como un fenómeno multidimensional depende de varios factores, como el sexo, la posición económica, el nivel de estudios, etc. Creo que es importante tener en cuenta esta diversidad y complejidad a la hora de medir y promover la felicidad en las distintas etapas de la vida. También me parece acertado que el entrevistado reconozca que no hay una fórmula única o universal para ser feliz, sino que cada persona debe encontrar su propio sentido y propósito en la vida.
ResponderEliminarEs cierto que la polarización política y social que afecta a muchas democracias occidentales, incluida España. Coincido con Tyler VanderWeele en que esta polarización puede tener efectos negativos sobre la salud mental de las personas y sobre el bienestar colectivo de la sociedad, pero entiendo que es necesario buscar formas de diálogo, cooperación y respeto entre las diferentes visiones e identidades políticas, así como fomentar una información veraz y equilibrada que no alimente el odio o el miedo al otro.
Estamos en una encrucijada que puede significar punto de partida para reflexionar sobre algunos de los desafíos y oportunidades que tenemos como individuos y como sociedad para alcanzar una mayor felicidad y bienestar.
Es cierto que, en algunas personas, religión puede tener un impacto positivo en su salud mental porque les ofrece un sentido de control, autoestima, esperanza, integración social y bienestar personal, incluso porque también les puede facilitar la prevención del suicidio y la promoción de la salud mental, al proporcionar una fuente de apoyo emocional y espiritual.
Pero tampoco hay que olvidar que la religión puede tener un impacto negativo en la salud mental de las personas, al generarles ansiedad, culpa, conflicto o intolerancia. La religión lleva asociada fenómenos psicopatológicos, como las alucinaciones, las obsesiones o las fobias, por no obviar que la religión puede ser un factor de polarización política y social, que afecte a la convivencia y a la cooperación entre las diferentes visiones e identidades, porque siguen existiendo guerras y conflictos patrocinados por las religiones.
Como todo en la vida, hay un haz y un envés y, en caso de la religión, ésta puede afectar a la salud mental de las personas de manera positiva o negativa, dependiendo de cómo la vivan y la practiquen.
Particularmente no otorgo demasiado crédito a lo sagrado ni a lo religioso porque se puede ser buena persona sin que exista trascendencia, si la hubiera.
El comunismo era una ideología atea y, sin embargo, es probablemente la praxis que más crímenes ha llevado a cabo en los últimos siglos. En el comunismo el hombre se somete al Partido que es la Verdad revolucionaria, y no cabe ni la duda ni la vacilación a la hora de cumplir sus órdenes que concuerdan con la Historia, por criminales que sean las acciones que hay que realizar: estarán justificadas por el pueblo.
EliminarEl nazismo fue en buena parte una ideología atea, no tanto como el comunismo, pero planteaba prescindir de la piedad en todo caso para realizar el destino del Völk, el pueblo, y había que someterse a la Nación que estaba por encima de todo.
No ha habido buenos referentes alternativos a la historia de violencia de las religiones que tuvieron elementos positivos por el consuelo que suponían, así como el sentimiento de comunidad que creaban. Claro que hubo guerras de religión, de todos son conocidas. Pero el problema no eran las religiones sino la instrumentalización que las iglesias y los imperios hicieron de ellas.
Pienso que los fundamentos religiosos son muy valiosos y aportan esa fe que los hombres necesitan para tener consuelo y esperanza que vaya más allá del nihilismo o la falta de sentido. No hay nada más patético que una visión sin ninguna esperanza, de carencia de significado que plantea tímidamente un humanismo que la mayoría de las veces no es sino una pose sin ningún valor.
¿Qué hago yo para mejorar el mundo? ¿Qué sentido adquiere la vida sin esa dimensión sagrada y mística que religa al ser humano con el universo y la existencia?
"Pero el problema no eran las religiones sino la instrumentalización que las iglesias y los imperios hicieron de ellas". Sustituimos: Pero el problema no es el marxismo o el comunismo sino la instrumentalización que los dirigentes hicieron de ellas". Claro, Jesucristo no tiene nada que ver con todo lo que degeneró después, por ejemplo.
EliminarUna ética atea y humanista se basa en la razón, la ciencia y el naturalismo, y no en la fe, la revelación o el sobrenaturalismo, algo que puede favorecer el desarrollo del conocimiento, la innovación y el progreso, así como evitar el dogmatismo, la superstición y el fanatismo, además de centrarse en el valor intrínseco de los seres humanos, y no en el de una divinidad o una autoridad externa. Esto puede promover el respeto, la dignidad y la libertad de las personas, así como defender los derechos humanos, la democracia y el laicismo, junto a su preocupación por el bienestar presente y futuro de la humanidad, y no por una supuesta vida después de la muerte o un plan divino. Esto puede impulsar la responsabilidad, la solidaridad y la cooperación entre las personas, así como proteger el medio ambiente, la paz y la justicia.
El “significado que plantea tímidamente un humanismo que la mayoría de las veces no es sino una pose sin ningún valor”.
Vale porque una ética atea y humanista no tiene una fuente objetiva o universal de moralidad, sino que depende de las facultades humanas, que son falibles, limitadas y relativas. Esto puede generar incertidumbre, confusión y contradicción entre los criterios éticos de las personas, así como dificultar el consenso, el orden y la armonía social, pero la religión tampoco arregla este problema.
“¿Qué hago yo para mejorar el mundo?”, te preguntas. Bueno sin ser héroes, líderes de masas, profetas, se puede intentar dialogar, integrar y complementar los aportes de las diferentes visiones éticas, tanto religiosas como no religiosas, para buscar un equilibrio entre la razón y la fe, entre la libertad y la responsabilidad, entre el individuo y la sociedad. Soy de la ‘revolución cotidiana’ como estoy haciendo ahora.
“¿Qué sentido adquiere la vida sin esa dimensión sagrada y mística que religa al ser humano con el universo y la existencia?”
Para mí toda porque me hace vivir con mayor lucidez y plenitud me escasa existencia (ese paréntesis entre una nada y otra nada que soy).
Pero la convivencia es otra cosa, un camino de en medio donde integrar las diferentes visiones éticas y buscar puntos en común o los principios universales que las sustentan como la dignidad humana, los derechos humanos o la paz como valores compartidos por la mayoría de las visiones éticas, tanto religiosas como no religiosas. Así se puede establecer un diálogo y una cooperación entre las personas que tienen distintas visiones éticas, pero que coinciden en defender estos valores.
Aunque ¡ay amigo! siempre estará el factor humano.
Buen post, que genera un debate controvertido en estos tiempos tan convulsos del yo, yo, y solo yo. Saludos
ResponderEliminarHe leído que el fundamento de toda ética es "tú" en lugar de yo, pero es difícil que florezca ese planteamiento en una realidad que se basa en el "yo", en los sentimientos del "yo", en las razones del "yo". Todo lo vemos desde ese prisma egoico, aunque hay personas que funcionan desde el "tú", aunque no es lo más común. En el caso de las religiones, su fundamento en general es la extinción del yo para diluirlo en la voluntad de Dios, en el amor a los demás, o como las filosofías orientales que propugnan la desaparición del ego en la totalidad, en el Nirvana... Sin embargo, Occidente ha encumbrado el ego como centro de nuestra cosmovisión y es cierto que en estos tiempos convulsos está presente más que nada el yo, yo y solo yo. Se nos dice si yo estoy bien, tú estás bien como filosofía de vida, se nos plantea no subordinarnos nunca a nada mayor que nosotros, sea la otra persona, la comunidad o el nosotros. No lo enseñamos en la escuela, tenlo por cierto. Sin embargo, hay una excepción que es el nacionalismo que antepone la "nación" por encima de todo y los individuos se funden en cánticos comunes, en banderas comunes, en esperanzas comunes que a su vez los confrontan agresivamente con otros cánticos, con otras banderas y con otras esperanzas. El nacionalismo es un sucedáneo de la religión, cuando decayó la religión, se alzaron los nacionalismos y las ideologías.
EliminarPerdona que me haya extendido tanto, pero tu breve comentario daba mucho de sí. Saludos.