domingo, 1 de octubre de 2023

¿El suicidio es cosa de hombres?

Ocho de cada diez suicidas en el mundo son hombres. ¿Tiene esto alguna interpretación?

13 comentarios:

  1. Sólo sé que en Barcelona capital la tasa de suicidios es de tres personas diarias. Ningún partido político que habla de ello. Antes bien, se esconde el dato por dos motivos: miedo a lo que llaman "factor simpatía"; y nula aceptación por parte del sistema a aceptar la realidad, la que parte de sus ciudadanos acaban con su vida porque están desesperados de las trabas que pone el mismo sistema para subsistir.
    Algo falla cuando te dicen casi cotidianamente, sobre todo en RENFE, que el servicio ha sufrido "una incidencia", y que se está a la espera de que se reanude.
    Por otra parte no sé si es cosa de hombres, diría que es cosa de humanos, que hay personas que pueden soportar la presión y hay quien no puede con ella.
    Un abrazo

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    1. El número de suicidios ha aumentado desde la pandemia y la mayor parte son de personas mayores, aunque también ha aumentado el de adolescentes. Se calcula que en España hay aproximadamente entre diez y once suicidios consumados diariamente. Nadie habla de ello, pero no deja de ser preocupante que el ochenta por ciento son varones. ¿Qué razón de fondo hay para que sean precisamente hombres quienes no soporten la presión de la vida/del sistema? Si la cifra fuera al revés: que ocho de cada diez personas suicidas fueran mujeres, habría acciones políticas desde el ministerio de igualdad y del gobierno progresista que tenemos. Pero no es así. Tiene importancia que seamos hombres los que peor soportemos la vida para que se opte por el suicidio arrojándose al metro o al tren, lo que es frecuente, como bien dices. Un abrazo, Miquel.

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  2. A mi se me suicidó una cuñada. Pero mira, esto, es curioso:
    https://helenasubirats.blogspot.com/2022/07/la-ultima-foto.html

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    1. Sí, ciertamente es curioso que fotos de algunos suicidas fueran totalmente normales antes de su acto definitivo. No tengo interpretación sobre ello. Tal vez una foto es una acto misterioso en que uno pone la mejor imagen de sí mismo. Una foto riente puede esconder -y de hecho es así- esconder el drama más profundo. Pero, reincido en el tema del post: la inmensa mayoría de los suicidas son hombres. ¿Hay alguna explicación de por qué los hombres llegamos a esa sima con mucha más frecuencia que las mujeres? Es esa la pregunta y no deja de tener un interés fundamental.

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  3. Efectivamente las cifras son duras, sin paliativos. Pero es una consecuencia del abandono al que someten las distintas administraciones a la salud mental. Mucha pose y declaración grandilocuente, pero a la hora de la verdad no sé retratan con recursos que les comprometan con el problema. Por lo que preguntas, es una de las son asimetrías que olvidan cuando se hablan de superestructuras opresoras. Hay más estadísticas con asimetrías desfavorables a los hombres. Es lo malo de los dogmas, y cuando se quieren buscar explicaciones unicausales . La realidad es mucho más compleja. Un saludo,Joselu.

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    1. Bienvenido, me temía que nadie quisiera entrar a interpretar esa asimetría estadística por desinterés, por prudencia, o por otras causas. Lo cierto es que no parecen investigarse las causas que hay detrás de los suicidios, es un dato estadístico sin ningún tipo de explicación. Muchos hombres se suicidan, ¿por qué? Lo alucinante es que no haya una prospección vital que busque posibles causas que desencadenen la acción última. Es una asimetría en que los hombres reciben el peor resultado. Cada año se suicidan en España tres mil hombres, ¿qué hay que se oculte en ello? ¿Por qué no se indaga o se extraen consecuencias? ¿Abandono? ¿Desesperación por una pareja que se ha hundido? ¿Pérdida de todo por una separación? Sí, efectivamente, la realidad es muy compleja, pero hay una voluntad de no indagar. Un saludo, Sergio.

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  4. Difícil respuesta. Tal vez sea la presión por el rol de cabeza de familia, el estrés, las deudas, la soledad... Quién sabe. Es lamentable, pero en este país no les interesa a los medios de comunicación más que la política. Una vergüenza. Saludos

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    1. Como hombre biológico y mental, siento la presión de que hablas. No es fácil ser hombre y en ciertos sentidos somos sujetos de una creciente fragilidad humana, paralelamente a que se nos condena, se nos estigmatiza, se nos culpabiliza por toda una historia que ahora se ve con ojos inquisitoriales. Es el llamado presentismo: juzgar el pasado con los ojos del presente. El hombre biológico está sintiendo su fragilidad y no es difícil que se pueda correlacionar este elevado índice de suicidios por su precariedad existencial, económica y humana. El juicio social nos condena, igual que los tribunales, se nos tilda de violentos y amenazadores a todo un género, sin distinción por la consideración nuestra de representantes del heteropatriarcado. No, no es fácil ser hombre. Las mujeres han estado sojuzgadas, es cierto, pero aprendieron a crear armas para defenderse con habilidad. Saludos, Nuria.

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  5. Un suicidio lo impregna todo con el aroma de mala conciencia.

    Dudo que salvar a un suicida sea una buena acción, aunque si se diera tal circunstancia en mi presencia, intentaría frenar su intento de vivir la muerte. Después sobrevendría la culpa por haber frustrado una decisión personal, y la responsabilidad de que todo cuanto ejecute esa persona a lo largo de vida, se derivará de un hecho conmiserativo. Cioran escribió sobre este asunto: «Rutinarios de la desesperación, cadáveres que se aceptan, todos nos sobrevivimos y no morimos más que para cumplir una formalidad inútil. Es como si nuestra vida no se atarease más que emplazar el momento en que podríamos librarnos de ella».

    Curiosamente, Cioran, un apologista del suicidio: «vivo únicamente porque puedo morir cuando quiera: sin la idea del suicidio, hace tiempo que me hubiera matado», murió en París, el 20 de Junio de 1995, a los 86 años.

    El patio de los ahorcados:
    https://elsexodelasmoscas.blogspot.com/2023/04/el-patio-de-los-ahorcados.html



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    1. Cioran murió a los ochenta y seis años aquejado de alzhéimer, lo que considerados su pesimismo y genial sentido del humor -es el único filósofo que me hace reír a carcajadas- nos da qué pensar sobre todo porque él habló de las religiones del libro y las otras, las orientales, que pretenden disolver el ego cuando ese ego es la única pobre propiedad que tenemos los seres humanos. Es una paradoja más: que no se suicidara y que su ego terminara siendo disuelto como en una trituradora para desaparecer en la nada.

      En todo caso, muy interesante tu aportación, pero no afronta el tema que se suscita: ¿Por qué nos suicidamos en proporción de 5 a 1 los hombres más que las mujeres? Parece que es un tema que da miedo por lo esquivado que veo en los comentarios.

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  6. Existen varios factores que pueden influir en la mayor tasa de suicidio masculina, como la depresión no diagnosticada, el estigma social, el consumo de sustancias, la impulsividad, la pérdida de control, el desempleo y los estereotipos de género.

    Algunos expertos señalan que los hombres se suicidan más que las mujeres debido a una brecha de género. Las razones para considerar el suicidio como una opción son múltiples. Los hombres consideran que reconocer la necesidad de ayuda es una debilidad, por lo que la evitan. Además, los hombres utilizan métodos más violentos fomentados por la impulsividad y la pérdida de control. También se ha relacionado el suicidio masculino con el desempleo y la crisis económica, ya que afectan a las expectativas sociales y al autoconcepto de los hombres.

    Por otro lado, algunas fuentes indican que las mujeres intentan más suicidarse, pero ellos lo consiguen más a menudo porque utilizan métodos más efectivos para quitarse la vida, y parecen estar más convencidos de hacerlo. De acuerdo con especialistas, el problema principal es la comunicación. Los hombres tienden a expresar menos sus emociones y a buscar menos apoyo social que las mujeres. También se ha sugerido que los mandatos patriarcales y los estereotipos de género influyen en la forma de afrontar el sufrimiento y el riesgo de suicidio.

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    1. No acabo de entender qué son los mandatos patriarcales y los estereotipos de género. Me resulta arcano -o demasiado conocido- este lenguaje que elude la realidad de la masculinidad -considerada tóxica hoy día-. Lo cierto es que los hombres han sido el sexo dominante a lo largo de buena parte de la historia y desde hace unas generaciones -y más ahora- se ven descabezados e inútiles ante el poder creciente de las mujeres empoderadas y con tendencia al supremacismo. Los hombres se revelan frágiles -éran frágiles pero la cultura de época los sustentaba- y ahora se ven desnudos ante un poder dual de la mujer: por un lado un ser atractivo sexualmente y que no deja de exhibir su poderío, y, por otro le disputa su lugar en la vida pública. Antes el poder de la mujer era en el mundo íntimo, pero ahora sigue teniendo ese poder y añade su poder social. El hombre se confronta con la mujer y se ve desorientado, lábil, y cuando esta lo abandona se le abren todos los demonios del infierno y despierta fuerzas primigenias que pueden llevar a la venganza y el asesinato de la causante de su abandono o -perdido todo ya, incluido su poder económico- en un potencial suicida. Los hombres somos extremadamente frágiles. La lucha de sexos no es solo una metáfora, es un misterio muy peligroso que el ministerio de Irene Montero y sus secuaces es incapaz de entender.

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  7. Los mandatos patriarcales son las normas, valores y expectativas que la sociedad impone a los hombres y a las mujeres en función de su sexo biológico. Estos mandatos se basan en la idea de que los hombres deben ser fuertes, dominantes, racionales y proveedores, mientras que las mujeres deben ser débiles, sumisas, emocionales y cuidadoras. Estos mandatos limitan la libertad y la diversidad de las personas y generan desigualdades e injusticias entre los géneros.

    Los estereotipos de género son las creencias simplificadas y generalizadas sobre las características, cualidades y comportamientos que se atribuyen a los hombres y a las mujeres según su género. Estos estereotipos se basan en prejuicios y discriminaciones que refuerzan el orden social patriarcal. Los estereotipos de género pueden afectar negativamente a la autoestima, la salud mental, las relaciones personales y el desarrollo profesional de las personas.

    La masculinidad tóxica es el conjunto de rasgos masculinos exagerados o extremos que se consideran dañinos o perjudiciales para uno mismo o para los demás. La masculinidad tóxica se asocia con la agresión, la violencia, el sexismo, la homofobia, la falta de emociones, la hipercompetitividad, la necesidad de control y la negación de la vulnerabilidad. La masculinidad tóxica puede causar problemas de salud mental, conductas de riesgo, adicción, suicidio, trauma, acoso, violencia doméstica y agresión sexual.

    La lucha de sexos es un concepto que se refiere al conflicto o la rivalidad entre los hombres y las mujeres por el poder, el reconocimiento o la igualdad. La lucha de sexos puede tener diferentes causas, como el cambio social, el feminismo, el machismo, el patriarcado o el matriarcado. La lucha de sexos puede tener diferentes consecuencias, como el diálogo, la cooperación, la negociación o la violencia.

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El sentido de la historia