martes, 2 de enero de 2024

El presente demográfico


Según recientes estudios demográficos, la familia ha mutado profundamente en el mundo y especialmente en países desarrollados dentro de los que está España que junto con Italia y Japón destaca en la menor tasa de natalidad mundial. 

 

Esto es algo que pensaba en la Nochebuena de mi familia política donde nos juntamos veintiocho personas, pero solo había un niño de tres años. La siguiente generación es de veintisiete años como más jóvenes. El resto de "jóvenes" eran cuarentañeros. La otra mesa de celebración éramos los mayores donde abundaban los de sesenta y setenta años. 

 

Yago, el niño, estaba solito entre mayores y era mimado y sus gracias reídas por todo el mundo que lo atosigaba por ser una rara avis en un mundo de todos adultos. Suerte que había dos perros que daban un aire diferente a la cena. 

 

Las familias han cambiado en poco menos de treinta o cuarenta años. Apenas hay niños, y en todo caso, hijos únicos que crecen hiperprotegidos por sus padres, si es que existe la familia de dos miembros y no se ha roto. Ha crecido el número de ancianos y no es raro que en una familia haya abuelos o bisabuelos de noventa años. Las pastillas que tomamos para la tensión, el azúcar, el colesterol, etc, etc, logran que la vida se alargue de un modo significativo. 

 

Las mujeres en una parte considerable, sea por el motivo que sea, han decidido no tener hijos o, en todo caso, retrasan la maternidad en torno a los treinta y cinco o cuarenta años. Los niños, en consecuencia, son una realidad cada vez más escasa, y el futuro de la sociedad será que se alargará la vida pero no habrá apenas relaciones familiares de hermanos, sobrinos, hijos que pudieran cuidar a los ancianos, de modo que infinidad de mujeres en un futuro, se quedarán totalmente solas sin hijos o hijas que las pudieran cuidar, tal como hemos cuidado a mi suegra hasta que ha fallecido y que ha podido tener una vida digna, rodeada de personas que la querían. Sin duda, estas generaciones que vendrán, que están viniendo, envejecerán y tendrán que ser atendidos en residencias  de ancianos sin el calor de hijos o nietos que no habrán nacido. 

 

Es una tendencia mundial. La familia se ha estrechado en número de personas ligadas por lazos consanguíneos o políticos. Y ha aumentado la presencia de abuelos o bisabuelos así como la distancia entre generaciones. En España en concreto en una década se ha perdido un millón de niños menores de diez años. 

 

La consecuencia más clara de esta deriva generalizada es el envejecimiento en soledad o en residencias y la escasez de niños que son los que crearían dinámicas renovadoras y alternativas, así como imaginación y frescura. Y estos niños, los pocos que nacerán, serán únicos y con todo lo que implica esto de falta de competencia en casa y sentimiento de ser los reyes a los que todo se debe. 

 

Las escuelas infantiles serán cada vez menos frecuentes y la sociedad envejecerá de modo que en 2050, más de la mitad de la población será mayor de sesenta años. El modo en que se pagarán las pensiones es un enigma pero ya los jóvenes son conscientes de que no habrá pensiones, ese pesimismo se ha extendido, de igual modo que también una parte importante se saben incapaces de acceder a una vivienda propia si no son los padres los que se la faciliten. 

 

Este es el presente demográfico y el futuro no es ciertamente esperanzador. Este es un problema real del que apenas se está hablando y las perspectivas no son buenas, nada buenas. 

22 comentarios:

  1. Todo esto me plantea una serie de dudas que, creo, son importantes, al menos para mi. No hablo del problema demográfico versus las pensiones, sino del metafísico.
    A partir de la premisa que yo comparto( dicho sea para aclarar la cosa) de que todo padre/madre desea que sus hijos vivan en mejores condiciones que nosotros, hay unas preguntas a responder:

    ¿Es lógico tener hijos con el futuro que les espera?
    ¿Debo tenerlos cuando no sé si podré mantenerlos con lo que me gustaría para el (ellos)?
    ¿Cuántos?
    Creo que no hay pareja que no haya hablado del mismo tema, y por lo que se ve, llegando a una posición, la de tenerlos, pero planificados. Y creo que la suerte está echada, pocos niños que serán suplidos por los foráneos que, a su vez, cuando estén situados, tampoco querrán tener los que tuvieron sus padres, porque hay una cosa que debemos tener clara, no nos engañemos, no por ser familia numerosa se es más feliz, y el amor, la unión entre los hermanos, y la ropa del mayor para el menor es lo romántico; creo que lo que ha de prevalecer es el sentido común, tener no los que dios quiera o Alá disponga, no. Creo que el cerebro ha de prevalecer sobre el corazón, sino estamos destinados a ver la miseria más desarraigada.
    Sobre las pensiones y demás, De aquí a unos años habrán robots, A.I y demás que se encargarán de los mayores, de hecho ya lo hay en Japón y en EEUU.
    PD: Cuando me explican lo que está ocurriendo en el norte de Argentina, con una miseria paupérrima, el traer niños al mundo es cuanto menos que una inconsciencia.
    Es mi manera de ver el panorama.
    Un abrazo



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    1. Percibo en tu argumentación una suerte de nihilismo y desesperanza que no comparto. ¿Vale la pena traer hijos al mundo si no van a vivir mejor que nosotros? Yo he tenido dos, y me hubiera gustado tres, pero me sentí mayor para el salto de nuevo a la imparidad. Mis hijas son un motivo de satisfacción para mí. Cada una a su manera está enfrentándose a la vida con sus recursos y sus habilidades, que no coinciden necesariamente con mis posibles pesimismos. Son jóvenes y con ganas de aprender, de reír, de luchar, de conocer nuevas cosas, de viajar, y lo están haciendo con sus propios medios. No son pesimistas. El pesimismo acendrado es cosa de mayores. El mundo será lo que será, pero es bueno que no nos rindamos al nihilismo. Si en el norte de Argentina hay pobreza, más la había en la transición del siglo XIX al XX y produjo movimientos migratorios fabulosos que se enfrentaron al destino, y algunas de aquellas personas pobrísimas tuvieron hijos que fueron genios, a pesar de la miseria. Es una catástrofe anunciada si nosotros como sociedad renunciamos a una tasa de natalidad conveniente, mientras que otras culturas llegan y, con más dificultades, siguen teniendo hijos. Claro que no se trata de tener nueve o diez hijos como antaño, pero sí una tasa de reposición suficiente para que España -Europa- no sea solamente un territorio de la tercera edad, con todo el nihilismo que eso supone, y una creciente masa de islamismo que sigue llegando. Y es bueno que los hijos tengan un referente en un hermano para aprender a competir y a compartir. Mis hijas han tenido relaciones difíciles entre ellas, pero el aprendizaje conjunto ha sido enormemente positivo y ahora -lo deseo fervientemente- están orgullosas de su hermana a pesar de la lucha que ha supuesto. Y la perspectiva de que a los viejos los cuiden IA y robots, no es precisamente halagüeña. Mi suegra vivió con sus nietas y su hija hasta el final de sus días. Eso es bueno... Todos aprendimos en ello. Un abrazo.

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    2. Un abrazo. Si, soy nihilista, un desesperanzado, en palabras de Ortega.

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  2. ¿Es, realmente, un problema? ¿Puede nuestro planeta soportar el aumento exponencial de seres humanos? ¿Es necesario que la pirámide poblacional esté siempre "gorda" por la base?

    La sociedad ha cambiado. Es más, está en constante cambio dirigiéndose al futuro más incierto posible. Yo sólo sé que, en mi caso, tres hijos menores de 10 años tengo. He cumplido (o no, depende de cómo se mire) con nuestra sociedad. Pero claro, me asaltan otras preocupaciones: ¿podré cumplir para con ellos? ¿les podré brindar tiempo/educación de calidad? ¿nos iremos a pique dentro de 5, 6 ó 10 años?

    Casi mejor no pensar en ello. Ir día a día y, en un futuro, mirar atrás y hacer balance.

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    1. En primer lugar, gracias por tu participación en este debate que me gustaría que fuera interesante y concurrido. La pirámide poblacional no está gorda por la base hace ya décadas y sí más bien gorda por el centro y por arriba, y las previsiones son muy preocupantes en los próximos treinta años por poner un referente. Que en la sociedad solo haya viejos no es bueno en ningún sentido. En la reunión familiar que menciono, solo había un niño y la siguiente generación tiene veintisiete años. No es bueno para el niño ni para el conjunto de la reunión encontrarse con que los jóvenes son cuarentañeros, antes cuarentones.

      En tu caso, has hecho lo que a mí me hubiera gustado, tener tres hijos y me he quedado en dos hijas por el motivo que he explicado en mi respuesta anterior. Tener hijos, como bien estás experimentando, es un desafío y exige esfuerzos ingentes de nosotros que hemos de salir de nosotros mismos para entregarnos a otros seres en los que confiamos y queremos. No te preocupes, Rafa, los sacarás adelante y te sentirás muy orgulloso de ello. Ellos están sacando y sacarán lo mejor de ti mismo. Conozco -pongo un ejemplo- a una hija -de tres- de una familia en que el padre es musulmán estricto y ella ha salido una feminista radical ilustradora con heroínas femeninas que me sorprenden. No te preocupes, los hijos salen como salen y no como nosotros quisiéramos que salieran. Son ellos mismos, heredan algo nuestro, pero sobre todo son singulares. Ellos son los que conquistan el mundo, aun a pesar nuestro que quisiéramos que fueran de una forma. Mis hijas son científicas a pesar de que en casa somos de letras y humanistas. Ninguna ha querido ser profesora y representan polos muy diferentes de lo que yo pensaba que sería su futuro. Esto es importante que lo sepas. Tus hijos son tuyos físicamente, pero son suyos, de ellos es su destino. Haz lo que puedas buenamente, eso es lo que cuenta, no el dinero ni los colegios de élite. No te irás a pique, estamos en Europa y hay todavía muchos resortes de flotación que no tienen otros pueblos y culturas. Sí, mejor es no pensar en ello, ir día a día, y sabiendo que, sin duda, tus hijos te darán grandes sorpresas y agradecerán todo lo que les hayas dado, aunque no respondan a tu modelo imaginado.

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    2. Muchas gracias por tus palabras, se agradecen.

      A veces pienso que mis miedos, mejor dicho "reservas", no deberían existir, sobre todo por la posición económica que tengo (de momento). Cuando pienso en otras realidades me entra pampurrias.

      Casi mejor no leer los periódicos, alejarse de twitter y evitar las noticias.
      En fin, gracias otra vez por tus palabras.

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  3. Poco a poco,nos quieren hacer ver qué decrecer es la única solución, cuestión que ha arraigado en Europa y que estaría asociada a procesos más complejos que los que de antemano sean imaginables. Tenemos el ejemplo de China, y su último canto de cisne,con el navegante Zeng He. A la Dinastía Ming la asoló una grave crisis económica, inflacionaria ( abandonaron el papel moneda que en Occidente instauró en el siglo XVII, el Banco de Suecia) y llevaron a cabo una drástica reducción de gasto, que no solamente buscaba una corrección del déficit,sino que apelaba a asuntos de índole moral. El confucionismo alcanzó una influencia mayor en la corte, y la pompa, el gasto, se creyó que no concordaba con el viejo alma chino. De pode dominar el mundo, con la mayor flota de la época con diferencia, se autoinfligieron un decrecimiento.Y con las ciertas reservas, pues tampoco China tuvo un rol secundario en lo sucesivo, hablamos de la gran crisis del siglo XX, que produjo una deflación en la economía mundial al volver al sistema monetario de la plata y el oro del gran gigante chino, pero desde entonces, y con algunas etapas brillantes, hay un consenso de que desde esa época y no bien hasta entrado el siglo XXI,China ha tenido un papel poco relevante. Estando subordinado a las potencias coloniales durante mucho tiempo, las oprobiosas guerras del opio, que trajeron numerosas convulsiones al coloso asiático. Con esto, quiero decir,Joselu, que Europa parece abrazar complaciente esas ideas. Pero debe tener en cuenta que probablemente se tenga que subordinar a potencias que no tendrán tantos remilgos en ejercer y manifestar su poder.

    En cuanto al envejecimiento de la población, aparte de ideas malthusianas, las pensiones como sistema de reparto no puede funcionar si todas las variables decrecen. Son matemáticas, y como la gravedad, son inapelables. Menos capacidad de innovación, en fin, perdón por la perorata. No invoquemos tan a la ligera, procesos que nos pueden llevar al armario de la historia. Una pensadora decía esta mañana que el problema de Europa es que no se ha dado cuenta que no se le tiene en cuenta como altavoz y referencia. La Belle Epoque ya pasó. Un saludo, Joselu. No esquivas temas espinosos con tu lógica kantiana y tu prosa suiza. Qué suena tan bien. Cuídate.

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    1. Tu argumentación apelando a la historia china me ha dejado boquiabierto y encantado, porque parece que divagas y lo que estás haciendo es armar tus fundamentos para llegar a la oportunidad de la idea de decrecimiento que parece, unida a la de culpabilidad, que es la que prima en nuestros presupuestos. Y bien dices, cuando alegas que Europa está quedando rezagada y orillada en el proceso de la realidad mundial actual. Aún nos creemos importantes, pero Europa es ya secundaria o terciaria en la dinámica política del mundo en favor de otros países emergentes como China, India, Brasil, sudeste asiático, Japón y Corea, y no sé si mencionar a Latinoamérica y Rusia. Nos seguimos creyendo eje del mundo y nos culpamos de todo lo que pasa, pero en realidad nos sumimos en una profunda decadencia que nosotros queremos creer como moral, pero nadie hace caso a nuestra moralidad de nuevo cuño. Estoy de acuerdo que si todas las variables son decrecientes, habrá muchas cosas que matemáticamente no funcionarán. Somos los viejos amos del mundo que poco a poco y sin darse cuenta se convierten en hidalgos empobrecidos que aún confían en ser una suerte de moralidad mundial. Y el decrecimiento demográfico es, como confirmaba Tot, puro nihilismo, unido al hedonismo más ramplón. Tener hijos es jodido, en eso estamos todos de acuerdo, cuestan mucho esfuerzo y incerteza. Pero sin hijos, no future. Pero nosotros hemos abdicado del futuro. Europa hace tiempo que es un balneario de lujo, agitado por los bárbaros que siguen llegando, y ellos no tienen pesos históricos sobre ellos. Muchas gracias por tus comentarios que dan gozo. Cuídate tú también.

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  4. Perdón, la crisis de inflación es del siglo XV. Y por emitir mucho papel moneda, para financiar un gasto público desbocado. Un ejemplo de monetización de deuda, que a pesar de ser tan repetido, nunca aprendemos.

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  5. Que interesante lo de la "monetización de la deuda".
    Particularmente no entiendo de economía, pero no dudo un instante que las deudas se han de pagar. Si te prestan dinero, se ha de devolver. ¿Cómo?, mediante implantación de impuestos, mediante menguas de subvenciones. Y mande quien mande y prometa lo que prometa, de donde no hay no se puede sacar, a no ser que: le demos a la maquinita de hacer "biyetes" (cosa que ahora no podemos por el Banco Europeo), cosa de ir emitiendo más deuda e ir hipotecando la vida de nuestros hijos.
    Queremos tener mejores sueldos: ¿Qué valor añadido tienen nuestros productos? ¿Cuáles son estos productos?
    Y ahí está la madre del cordero, que yo, sin tener idea de economía, pero aplicando la lógica aristotélica, hace que no me cuadre nada.
    El nihilismo fue una corriente que se dió en la Rusia de los zares, Turgenev, ya ves en una novela titulada "Padres e hijos", donde relata punto por punto las vicisitudes de las personas que confortan la novela.
    La palabra en si, en su traducción literal, nos trasporta a la traducción de "desesperanzados". Pero prefiero acogerme a Unamuno y su estado "permanente de congoja", simplemente porque no veo una salida clara a nada.
    De todas formas creo que la edad influye y que cada generación ha de buscar su salida, que seguro la habrá. Pienso en mis nietos, pequeños ellos, y en su futuro.
    Salut y disculpas.

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    1. Estoy acabando la novela de Dostoievski, Los demonios, donde se recrea el nihilismo como corriente de pensamiento vital y político que se extendió por Rusia a partir de 1862, De hecho, se confronta el nihilismo de muchos de los personajes, especialmente de Piotr Stepánovich Verjovenski, un canalla nihilista sin escrúpulos que actúa como si todo estuviera permitido, puesto que no hay Dios. Dostoievski satiriza a Turgueniev por este motivo, puesto que él, que era un radical, fue detenido y condenado a muerte. Cuando fue puesto ante el pelotón de ejecución, su pena fue conmutada y fue condenado a estar varios años en Siberia deportado. Dostoievski volvió redimido y creyendo en Dios e identificado con el pensamiento eslavófilo, contrario a la influencia europea en Rusia. Cristo fue desde entonces su eje de inspiración. El nihilismo parte de la idea de que no hay trascendencia y que nada tiene sentido, por lo que hay que destruir la sociedad y la civilización por los medios que sea, aunque sean abyectos y criminales. Todo está permitido. El hombre no tiene freno moral de ningún tipo. El nihilismo no es solo desesperanza, es algo más agresivo si se une al las ideas revolucionarias -el Daesh, por ejemplo-. Tú crees en valores morales, aunque no creas en Dios, eres un humanista pemimista. No crees que esta sociedad, la más próspera de la historia, tenga solución o salida, pero si los personajes de Dostoyevski, por más aristócratas que fueran, hubieran imaginado un mundo como este, se habrían sentido transidos de felicidad. Es curioso que viviendo en el mejor de los mundos habidos hasta ahora, sintamos tan desesperanza. Es una paradoja. Gracias, MIquel. Un abrazo.

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    2. Pienso en que todos llevamos una marca que no sé porque motivo, no es muy difícil desprendernos. Hay quien lo logra.
      Creo que uno ve el futuro conforme lo ha pasado en su niñez. Hay familias que padre y madre han actuado como tal y otras en donde se ha encontrado a faltar la figura de uno de los dos.
      Y pienso que aún viviendo en la mejor de las civilizaciones, si se carece de esa figura, la persona queda marcada, así como si estas figuras permanecen hasta que uno adquiere un grado de madurez.
      Cuando he leído a RAFA ESE, me he puesto interiormente contento. Piensa en sus tres hijos, eso es más que suficiente porque intuyo que siempre estará al lado de ellos.
      También he pensado en esta noticia:
      https://www.lavanguardia.com/vida/20240103/9487839/1-100-ninos-menores-6-anos-viven-residencia-mitad-bebes.html
      y sé, lo presiento, que ninguno de ellos, aunque les toque la lotería en su mayoría de edad, será feliz.
      Por mi parte, a mi nihilismo se le podría denominar "estado de desesperación tranquila".
      Un abrazo, mi buen Joselu
      Salut

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  6. Por suerte, en mi mesa de Navidad había 7 niños y uno o una más ,en la barriga de mi hija. Digo" MI", porque es mi mujer y yo, los que promovemos la situación. Nos dejan la casa muy desordenada, pero es igual. Me siento el rey, mejor dicho el jefe de la mafia ,jejjeje, todos los nietos y nietas me abrazan y engordo un par de kilos de satisfacción.
    Los datos que das son ciertos, pero no temo al futuro ,por la migración, el desarrollo tecnológico(se necesitan menos personas para satisfacer las necesidades, teniendo en cuenta la robótica, las nuevas maquinas de mayor potencia...).La soledad es otro asunto, no soy técnico, pero observo los grupos de mujeres, lo bien que se lo pasan, por ejemplo en las ferias andaluzas, vestidas de gitanas, bailando sevillanas y me alegro de lo bien que se lo pasan, consumen y tienen su dinero propio, porque trabajan. A mi mujer le digo, mira estas no necesitan tíos coñazos, para divertirse.
    Saludos.

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    1. El caso de tu familia pienso que es especial y que no es extensible porque, como he escrito -y según estudios- en los últimos diez años se han perdido un millón de niños. La natalidad de España es muy baja, de las más bajas del mundo -salvo en tu casa- y eso aboca ineludiblemente no solo a que la población disminuya sino a que envejezca considerablemente. Ahora los mayores de sesenta y cinco años son 136 por cada 100 menores de dieciocho años. Y eso no es bueno, Carlos. Son problemas que sufrirán sobre todo tus nietos que vivirán en una sociedad en que serán minoría absoluta. A ver quién paga sus pensiones, a ver...

      En cuanto a que las mujeres solas se diviertan, no te lo niego, claro que sí, mucho mejor que con hombres, pero el fenómeno de que cuando se hagan muy mayores, no habrá nadie que las cuide, porque muchísimas de ellas no habrán tenido hijos o hijas por un proceso que está claro. Envejecerán y morirán solas o en residencias cuya calidad es muy variada y problemática. En Suecia, mueren miles de ancianos cada año en sus pisos y nadie se entera de su muerte hasta que el olor alerta a los vecinos. Son problemas demográficos que no son resueltos solo con que harán falta menos personas por la robótica y las máquinas. Tot ha sugerido que a los ancianos los cuidarán robots, también he leído que un robot satisface más sexualmente que un ser humano. Pero ¿es esto lo que pensamos que es lo mejor? Saludos.

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    2. En fin son anécdotas, pero recuerda que en el franquismo una parte sustancial del sueldo, eran los puntos que se daban por cada hijo. La segunda en el estado sionista de Israel, los judíos ultra ortodoxos, tienen una media de 5 hijos y el padre no da un golpe, su trabajo es ir a la sinagoga a leer textos sagrados. No es que de ideas. Tanto mi mujer, como yo queríamos 4 hijos, al final fueron tres. Hay que tener más ganitas por las cosas que valen la pena. Saludos.

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    3. Carlos, eso estaría bien, pero la política progresista es antinatalista porque se considera un bien que las mujeres no tengan hijos. Medidas natalistas son ya frecuentes en países del norte de Europa, pero España es progresista y sus partidos no quieren oír nada de favorecer la natalidad porque se considera antifeminista. En esas estamos.

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  7. No me agrada entrometerme en la conversación entre dos personas, máxime cuando está por ambas partes argumentadas, pero me han de perdonar (ambos dos, Joselu y Carlos) porque insisto, creo que todo viene dado según tu experiencia circunstancial.
    Si la niñez vive rodeada, no digo plácida, digo asegurada por el amor incondicional de unos padres, aunque se pasen putas en los asuntos físicos, los metafísicos, aquellos bienes que no se ven, quedan cubiertos, y uno, en su mayoría de edad, y cuando le toca formar nido, piensa y quiere algo similar a lo que vivió en su niñez. Si las cosas no fueron así, seguramente pensará de otra forma, y no deseará "por miedo a lo que pueda pasar", tener una prole extensa, y se conformará a arriesgarse a no tener más que uno, o dos como máximo.
    Creo, y perdonarme en la insistencia, que todo viene por aquello que uno no desea que pasen los demás, y en los demás los vástagos.
    Salut

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    1. Algún día te haré llegar un escrito de cómo fue mi niñez, Tot. Tú has escrito un buen libro con Las sombras se equivocaron de dueño pero yo tengo humildemente mi relación de lo que recuerdo entre los cuatro y los seis años. Se titula Tiempo de ira. Si me dejas tu email en whatsapp, te lo enlazo. Son cincuenta páginas si deseas leerlo. Sería mi contestación a tu último comentario. Un abrazo.

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  8. Ser madre o padre es nuestro derecho y creo que si muchas personas individualmente renuncian a él por algo será. La sociedad que va a recibir a ese nuevo miembro tiene mucho que ver con la decisión, no me cabe duda, y con lo bueno y lo malo de esa renuncia han de vivir los afectados y todos los demás. No entro a juzgar esa decisión personal porque entiendo que no me corresponde. En mi caso llegue tarde a la maternidad pero tuve la satisfacción de ser madre y hasta el momento he podido dar a mi hija lo que considero esencial y eso me llena, pero entiendo que las circunstancias de cada uno pesan mucho a la hora de ser padres.

    Un abrazo!!

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    1. Ese derecho que significas es cierto, pero ese derecho tiene consecuencias de las que no se está hablando. En países nórdicos hay políticas natalistas y la tasa de natalidad se ha elevado, pero en nuestro país es impensable que se promuevan dichas políticas que implicarían cambios en nuestro modo de hacer las cosas. En Europa, a las seis de la tarde está casi todo cerrado para favorecer la conciliación familiar. Hay pluses por los hijos tenidos. Aquí se ha avanzado en los permisos de paternidad y maternidad, pero es muy insuficiente. Haría falta cambios serios en la sociedad, promovidos por un gobierno antinatalista que prefiere traer inmigrantes antes que nuestros hijos nazcan aquí. Sin duda ese derecho es cierto, pero reitero que tiene consecuencias.

      Un abrazo, Ana!!!!

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