sábado, 25 de noviembre de 2023

De alucinaciones y absurdos

Una de las cosas que más me sorprende cuando debato o leo interpretaciones sobre cualquier tema es que todas son congruentes subjetivamente. En el interior de la mente de cada uno de nosotros hay una coherencia íntima que nos impulsa para comprender todo lo que nos rodea a todos los niveles, sean humanos, políticos, religiosos, intelectuales, etc. Todo el mundo posee una lógica interna, aunque vista desde fuera, parezca absurda o arbitraria. La citada lógica se fundamenta en creencias, en intereses, en imposturas, en suposiciones, en convicciones que provienen esencialmente de emociones y sentimientos que se han ido decantando desde la infancia. Creemos en lo que nos es más fácil creer y esas creencias nos dan base y proyectamos sobre la realidad esa cosmovisión por más relativa que pueda parecer. Así pues, todos vivimos una suerte de alucinación íntima que nos permite reconocer y delimitar todo el ámbito incognoscible de la realidad que se escapa peligrosamente. Vivimos en medio de alucinaciones controladas sin que sean tipo psicosis o esquizofrenia. Son alucinaciones controladas que nos hacen sentir el mundo que alcanzamos a ver como somos nosotros, no como es en realidad. Dentro de esa soledad de la alucinación personal hay muchos mecanismos para encontrar otros que la compartan. Cualquier idea por extravagante que sea puede hallar a otros que digan que también es la suya. Por ejemplo, los terraplanistas; por ejemplo, los antivacunas; por ejemplo, los nacionalistas. Es un ejercicio apasionante considerar quiénes nos van a acompañar en nuestro ejercicio alucinatorio y es fuente de fuertes emociones descubrir compañeros en ese salto quasi cósmico por encontrar a viajeros que vayan con nosotros. 

 

Hay también seres singulares cuya alucinación es tan potente que logran que una sociedad los siga como gurús, son los líderes, generalmente mediocres, pero cuyas alucinaciones son tan congruentes y vulgares que se apoderan de grandes zonas de una sociedad. No sería explicable Hitler sin comprender que su alucinación fue compartida por millones de alemanes que lo siguieron en un sentido u otro, porque las alucinaciones tienden a extenderse en sujetos que necesitan que alguien les dé sentido ante la falta de recursos personales para lograrlo por sí mismos. Pero no es necesario llegar a Hitler para comprobar que individuos grises logran apoderarse de toda una sociedad. Pienso en el oscuro carisma de Sánchez que ha sido capaz de lograr el poder y ser investido por más infame y cambiante que sea su discurso. Ha logrado extender su alucinación a buena parte de la sociedad y no es necesario ser necio o estúpido para compartir su cosmovisión. Es algo más complejo porque las alucinaciones son contagiosas y penetran en capas subconscientes de la psique humana. Por más singulares que pretendamos ser, nuestro mundo personal no deja de estar marcado por la alucinación que siempre es congruente. Por eso, es inútil debatir. Nadie está dispuesto a salirse de su alucinación que le da fundamento. Hay, no obstante, a veces acercamiento entre ellas y da lugar a los clubes, a los movimientos de masas, a las manifestaciones políticas, a las creencias compartidas... También dicha cercanía es el territorio del amor, de la amistad, de la empatía...

 

Por eso, cuando pienso algo, me interrogo sobre el sentido de la alucinación que le da base. Me doy cuenta de que proyecto mi psique sobre el sentido del mundo intentándolo apresar. Y soy coherente, pero me encuentro enfrente otras coherencias también sumamente poderosas, y esto me admira y soy consciente de que todo diálogo es inútil e imposible. La vida es una suma de congruencias muy potentes que se articulan como edificios sólidos, y es, gracias, a esos delirios por los que podemos seguir vivos sin perder la razón. Y también nos da idea de la textura absurda de la realidad que alcanzamos a conocer y de la vida social y comunitaria. Somos seres que vivimos esencialmente en el absurdo, aunque nuestras alucinaciones nos lo hagan percibir como inteligible.  

27 comentarios:

  1. Sorprendente lectura de nuestra psique, con unas alucinaciones que me han evocado a las sombras de la caverna. Yo creo que cada uno se busca las justificaciones para alcanzar un equilibrio consigo mismo. Es recurrente que se argumente con la mal llamada amnistía fiscal, para justificar la presente iniciativa que socava a pilares básicos del estado de derecho y se asocia sin ser el fundamento jurídico el mismo. Yo crítico las dos, por mucho que se intentase frenar la fuga de capitales provocada por nuestra tardanza en tomar medidas.O cuando se reduce el final trágico de la II República a un relato de fuerzas opuestas, y se obvia un contexto económico que desembocó en Alemania por ejemplo, en el final de la República de Weimar. También nuestro cerebro funciona con economía y en lugar de prestarse a reflexiones más alambicadas, que concuerdan con la realidad, prefiere el mitos al verdadero logos. Nos ocurre a todos . Como decía un novelista cuyo nombre recuerdo, cuando eliges un punto en el mapa, un tiempo y un protagonista, es imposible no tomar partido. Creo que es algo melodramático pero tiene razón. No es lo mismo contar el periplo de un maestro de la Segunda República en territorio rebelde, que relatar los peligros de una familia religiosa en el Madrid de las checas. Según este autor, elegir esos dos argumentos es posicionarse. Un saludo,Joselu. Como siempre, que lúcidas son tus reflexiones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal vez hoy he sido algo abstruso, pero ha sido una idea que he ido acariciando estos días hasta que hoy me he puesto a redactarla para publicarla. Dices, con buen criterio, que ese mundo de alucinaciones te recuerda a las sombras de la caverna y es probablemente una comparación útil porque aquellos condenados vivían viendo sombras que tomaban por realidad, y dichas sombras daban sentido a sus vidas. Luego escribes que nuestro cerebro funciona con economía y que prefiere el mitos al verdadero logos. Otra cosa sería, al hilo de esto, si existe el logos, o si está a nuestro alcance. Pienso que no podemos salir de las sombras, del mitos, por más que intentemos adentrarnos en la sustancia íntima de lo real, no dejamos de contemplar sombras o alucinaciones, esquemas que dan forma a nuestro cerebro formado a base de conexiones neuroquímicas. Y es imposible no tomar partido por un segmento de lo aparente que damos por real. Solo la filosofía profunda puede ayudar a entrever dicha textura más allá de lo apariencial. Muchas gracias por tus reflexiones, Sergio, es un placer leerlas en esta tarde de sábado antes de ir al cine.

      Eliminar
  2. Estoy muy de acuerdo con lo de que la percepción decanta tu realidad. En cuanto a qué hay quienes se aprovechan de su percepción para influir en otros también es cierto, aunque descargar la culpa sobre el aprovechado no cambia el hecho de que nos hemos dejado manipular. Para evitar ser arrastrado por una una corriente yo creo que basta con aplicar la coherencia, por mucho que tengas en común con una ideología, si se mete en algo que rechazas internamente es el mejor aviso de que por ahí no vas bien.

    Buen domingo Joselu, un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos escogemos nuestros modelos, y es un fenómeno común que adoptemos los puntos de vista o las visiones de otros, lo hacemos constantemente, pero la política a la que he hecho mención en otro apartado es una suerte de veneno colectivo y crea seguidores, adeptos, fans que se adaptan, más o menos, a las consignas. Para no ser arrastrado por una corriente no basta con aplicar la coherencia porque hay coherencias en todos los juicios, entre los que siguen una idea como en los que disienten de ella. Para mí, hay cosas evidentes, pero no lo son para el que tengo al lado o me comenta en el blog. Todos vivimos, como digo, en procesos alucinatorios controlados. Una selva de conciencias que creen que existen como tales, pero no son sino ilusiones. Esta idea me gusta.

      Buen domingo también para ti. El sol sale y se va, pero por Cataluña no llueve hace más de dos meses. Un abrazo, Ana.

      Eliminar
  3. Tras leer esto: “Pienso en el oscuro carisma de Sánchez que ha sido capaz de lograr el poder y ser investido por más infame y cambiante que sea su discurso. Ha logrado extender su alucinación a buena parte de la sociedad y no es necesario ser necio o estúpido para compartir su cosmovisión”, te pregunto: ¿acaso no es esta tu alucinación? ¿o es que solo alucinan los que creen en Sánchez y no sus contrarios?
    Bueno creo que tú mismo te contestas: “Creemos en lo que nos es más fácil creer y esas creencias nos dan base y proyectamos sobre la realidad esa cosmovisión por más relativa que pueda parecer”. De ahí tu juicio sobre Sánchez.

    Dicho esto, y que al leerte se me ha venido a la mente Platón, no sé por qué, como siempre expones un tema interesante, pero también cargado de subjetivismo y pesimismo (no importa, a mí también me ocurre). Percibo, eso sí, una cierta exageración del concepto de alucinación aplicado a cualquier forma de interpretación o creencia. Para mí existen grados de alucinación y no todas son igual de irracionales o incongruentes. Creo que hay formas de contrastar nuestras alucinaciones con la evidencia empírica, la lógica y el consenso social. Creo que hay posibilidad de diálogo y de entendimiento entre las personas, aunque tengan visiones distintas del mundo. Creo que la realidad no es tan absurda como la presentas, sino que tiene una estructura y una coherencia que podemos descubrir mediante la ciencia, la filosofía y el arte. Creo que las alucinaciones no son solo un obstáculo, sino también una fuente de creatividad y de diversidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No voy a entrar en el tema de Sánchez. Ahí queda lo escrito. Y sí, ciertamente lo que yo escribo es mi particular alucinación y tú escribes desde la tuya. He leído recientemente un libro sumamente interesante que se titula "La creación del yo" de Seth Anil donde he encontrado las bases para dar forma a este post. La idea fundamental que he recogido y tú no has comentado es que "no vemos las cosas como son sino como somos nosotros" porque el mismo "yo" es una suerte de alucinación controlada, y digo controlada para diferenciarla de procesos alucinatorios no controlados como la psicosis o la esquizofrenia. Seth Anil es ateo y analiza la percepción de la conciencia como una especie de ilusión lo que a mí me evidenció que coincide en buena parte con las filosofías orientales tales como el budismo o el vedanta advaita. La mente es una máquina de producir imágenes de modo coherente, esto lo he resaltado, la coherencia. Cuando intentas dar chispazos mediante tus aforismos, no dejan de ser simplemente proyecciones de la ilusión de tu ego. Y vivimos en un universo en que los egos no se encuentran sino que conviven en sus radicales soledades, salvo que se acerquen por la amistad, el amor, el odio, la ideología, las aficiones deportivas o culturales. En todo caso, yo no veo que eso sea pesimista, es una realidad de cómo funciona nuestra conciencia, fenómeno fascinante y que me interesa mucho. Tú vives en tu propia alucinación a todos los niveles y yo vivo en la mía. Ambos tenemos mucha gente que coincide con nosotros. Tú que eres un influencer tienes miles y miles de seguidores que aceptan tus alucinaciones como congruentes y eso, según tú, no es un obstáculo sino "también una fuente de creatividad y diversidad". Pero eso no implica que haya un átomo de verdad en dicha alucinación pues solo es una pulsión de tu ego cuyas bases son tan irracionales como las de cualquier otro.

      Eliminar
    2. Joselu, como casi siempre en tu blog se me ha ido la tecla. Intentando explicar mi mundo, mi visión de esa alucinación personal he contado mi vida, ahora no lo veo muy adecuado.
      Solo intentaba mostrar que cuando hablamos de esa "alucinación" solo estamos hablando de nosotros, que somos como las plantas que van buscando la luz, algunas quieren vivir en las sombras debajo de otros árboles y otras quieren ver la luz por si mismas.
      En ese proceso los humanos tenemos otros condicionantes, nuestra experiencia vital, nuestro entorno social y económico, nuestra forma de ganarnos la vida y nuestras lecturas o la falta de ellas.
      En próximos comentarios intentaré ser escueto, prometo la intención, no el resultado, ;D.
      Un saludo.

      Eliminar
    3. Lo que escribes concuerda con la idea subyacente en el post, que cuando hablamos, lo que estamos haciendo es hablar de nosotros mismos. No podías haberlo expresado mejor. Creemos hablar en nombre de una racionalidad, pero no es sino una expresión de la alucinación del yo, más cuestionable cuando menos se sea consciente de ello. Y no hay nadie que soporte menos que los que hablan amparándose en superioridades morales o éticas para condenar a los que están fuera de ellas. Y escribe todo lo que necesites, yo lo leo con interés. Un saludo.

      Eliminar
    4. Según Seth Anil, al que ya conocía por tu recomendación, la conciencia es una alucinación controlada que surge de la forma en que el cerebro predice y regula el estado interno del cuerpo y el entorno. La conciencia no es una ventana transparente al mundo, sino una interpretación del mismo que depende del contexto, compuesta por las mejores conjeturas del cerebro sobre las causas de las señales sensoriales que recibe. La conciencia se puede pensar de dos formas diferentes: como el mundo de experiencias que nos rodean y como el yo consciente. El yo es otra forma de percepción que se crea de dentro hacia afuera y que se basa en el simple sentimiento de estar vivo, que es la base de todas nuestras experiencias del yo. El yo no es ni una mente racional ni un alma inmaterial, es un proceso biológico que sustenta nuestra individualidad.

      Eliminar
    5. Has presentado con precisión y exactitud el análisis que realiza el libro sobre el funcionamiento de la conciencia. No sé si lo has leído, pero en todo caso es muy válido tu resumen. En todo caso, yo no quise exponer con prolijidad estos fundamentos y centrarme en dos ideas base: que vemos el mundo en función de lo que somos y que la naturaleza de este conocimiento es una alucinación controlada. Un post requiere de simplificación para hacerlo ameno y accesible, otra cosa son los comentarios en los que se puede profundizar, como así has hecho. La hipótesis de que todo nuestro conocimiento es una proyección de nuestra conciencia de dentro afuera es fascinante y me interesa mucho. En todo caso, la consideración de la conciencia simplemente como un proceso biológico es lo que más me separa de Seth Anil. Y cuando leía el libro que contiene ideas tan interesantes me lo imaginaba dialogando con maestros del vedanta o del zen porque en lo esencial coincide con ellos en cuanto la realidad que contemplamos es una alucinación, una ilusión. Seth Anil es de origen indio y es biologista, no entiendo cómo no conoce la tradición india védica o budista. Le di muchas vueltas a esto y no comprendo cómo no ha tenido interés dentro de su concepción materialista en acercarse a tradiciones milenarias que se interrogan sobre el hecho de la conciencia como base fundamental de sus filosofías.

      Eliminar
    6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    7. A raíz de tu comentario, este verano estuve escuchando algunas entrevistas y también leí algunos artículos sobre su figura y su teoría que eran muy interesantes, por cierto.
      También descubrí algunas opiniones que discrepaban de las teorías de Anil Seth como que su teoría está basada en el concepto de predicción, pero no aclara cómo se generan y evalúan las predicciones, ni qué tipo de información se usa para hacerlas. Tampoco revela cómo se produce la integración de la información en el cerebro, ni cómo se relaciona con la complejidad y la diversidad de las experiencias conscientes.
      Además de que hipótesis no tiene en cuenta la influencia de factores sociales y culturales en la construcción de la realidad y el yo, ni la posibilidad de que existan diferentes formas de consciencia en otras culturas o especies.
      Por otra parte, no resuelve el problema difícil de la consciencia, es decir, el porqué y el cómo de la relación entre los procesos físicos y las experiencias subjetivas.
      Finalmente, algunas opiniones señalan que su teoría puede tener implicaciones éticas y morales problemáticas, como la negación del libre albedrío, la responsabilidad y la dignidad humana.

      Eliminar
    8. Mi alucinación controlada respecto a este tema surge en forma de preguntas:
      ¿cómo podemos saber si nuestras alucinaciones controladas son más o menos válidas que las de otros? ¿cómo podemos comunicarnos y cooperar con otros que tienen alucinaciones diferentes a las nuestras? ¿cómo podemos respetar y valorar la diversidad de experiencias y perspectivas que existen en el mundo? ¿cómo podemos ampliar y enriquecer nuestras alucinaciones controladas con el conocimiento, el arte y la empatía?

      Eliminar
    9. Para mí lo más insatisfactorio fue que Seth Anil hablaba de medidores de conciencia para estados vegetativos, de modo que podía comprobarse en personas que parecieran vegetales si había algún tipo de conciencia, pero poco más. Se puede saber si existe conciencia pero no da ninguna idea para medir la conciencia compleja y cómo se produce esta y por qué. ¿Cómo fueron posibles un Shakespeare, un Cervantes, un Goethe, etc, etc? ¿Cómo se origina la conciencia compleja? Él lo reduce a un enfoque como proceso neurobiológico, pero, me resulta muy pobre. No puedo comprender la conciencia artística o mística, como una sucesión de inputs y outputs neuroquímicos. Sé que no estaremos de acuerdo, pero para mí hay mucho de inmaterial en ello... y sin este componente no se puede entender cómo tenemos conciencia cósmica, cómo los hombres han creado civilizaciones, sabiduría, religiones, filosofía, literatura y arte en general.

      Eliminar
    10. No lo podemos saber, Francisco, tú tienes unos determinados presupuestos políticos que consideras válidos, razonables y progresistas, mientras que yo no los veo así. El congreso y los parlamentos son una sucesión de monólogos en que nadie escucha a nadie, son inútiles las palabras, solo priman los intereses concretos para los pactos con base en números necesarios. No habría ley de amnistía si no fueran necesarios determinados votos, luego se argumenta a posteriori.

      En cuanto a si se puede comunicar o cooperar con otros que tengan alucinaciones controladas diferentes a las nuestras, supongo que hay muchas formas de hacerlo y las organizaciones de todo tipo son muestra de que existe cooperación basándose en ciertos principios compartidos.

      Pero la política envenena todo.

      Eliminar
    11. Anil Seth, neurocientífico: “La noción de alma quizá ya no es útil”

      El investigador habla sobre la batalla para conocer la consciencia sin necesidad de elementos misteriosos y cómo eso nos puede ayudar a vivir

      https://elpais.com/salud-y-bienestar/2023-04-27/anil-seth-neurocientifico-la-nocion-de-alma-quiza-ya-no-es-util.html

      Eliminar
  4. Buenos días, primero, me descubro ante el texto que publicas y el comentario de Sergio Munari, siento envidia de quien escribís asi, una envidia mala, desde luego.
    Tenía un texto para hacer una entrada y creo que va bien para la tuya:
    " “Conforme vamos viviendo nos convencemos más de que casi todas las maldades que en nuestra sociedad se cometen –y apenas sí se hace otra cosa que cometerlas– proceden de debilidad. Los individuos se sienten débiles ante la existencia; ¿qué van a hacer? No tienen bastante para sí mismos, ¿cómo van a regalarse a los demás? ¿Cómo van a ser justos, a ser entusiastas?" (Ortega y Gasset: “Notas de andar y ver”, “El Espectador, Vol. 3, O. C. Tº 2, Madrid, Alianza, 1983, p. 256.).
    Yo decidí hace muchos años caminar solo, para mi la soledad es algo bueno pues te permite observar sin distracciones o, como dirías tú, crear tu propia alucinación. Mi primera actuación fue tener un medio para ganarme la vida pues no hay filosofía con el estómago vacío.
    Después, de los temas que me interesaban, decidí no cerrar mi mente, leer y escuchar a quienes a priori pensaban diferente a mi.
    Esta ¿apertura mental? solo la da la soledad pues si vives y piensas en un colectivo, el que sea, este te condiciona.
    Yo era un votante de izquierda (creo que en el fondo sigo siéndolo), fui enlace sindical de UGT en una empresa de maquinaria agrícola donde trabajaba, un día vinieron a verme unos de CCOO diciendo que tenía que "ir con ellos", que la gente en la empresa me apreciaba y que "habia que dar caña al jefe". Cuando les pregunté ¿en que hay que dar caña al jefe en esta empresa? no supieron contestarme.
    Yo habia pedido, entre otras cosas, pintar lineas en los pasillos para despejarlos y evitar tropiezos, sustituir una grúa defectuosa por peligro y más extraccion de aire en la cámara de pintura. Mi jefe accedió a ello sin condiciones, asumiendo que quizas estos tres elementos y circunstancias se habían quedado anticuados, dándome la razón en todo, de hecho, cuando venía alguna visita les mostraba estas tres cosas orgulloso y me miraba. Cuando me fui lo sintió de verdad, y, de hecho, quiso contratarme otras dos veces. Es una gran persona.
    El cambio se hizo rápido y bien complementado por medidas adicionales que hizo la empresa por su cuenta, como nuevos suelos antideslizantes y algunas cosas más. Mis compañeros me valoraron mucho por ello, pero... ¿tenía valor mi trabajo sindical?, bueno, no se, creo que si cualquier otro se lo hubiera propuesto de forma racional, mi antiguo jefe lo hubiera hecho igual, pero mis compañeros, al ver las modificaciones hechas en poco tiempo, me ponían por las nubes y los de CCOO querian "ficharme".
    Ese día decidí dejar el sindicato UGT y toda actividad sindical.
    No me gustan los colectivos, me gustan las personas. No me gustan las manifestaciones, solo he ido a dos de mi barrio y a las últimas con el tema de la amnistía, hablo alto y claro pero no soy de dar voces, asisto porque creo que debo asistir y punto.
    En el B.U.P. me hacía "pirolas" continuas, casi no asistía a clase, solo iba regularmente a Latín y Griego, gracias a la labor de Doña Socorro y Doña Pilar que hicieron que esas lenguas, en el corto aprendizaje que tuve de ellas, me sonarán como "musical celestial", dos profesionales de lo suyo.

    ResponderEliminar
  5. Un dia habia convocada una huelga estudiantil y estaba yo buscando personal para la partida de cartas en la bodega anexa y me vino "El Foronda", un gilipollas bastante pelota, acusandome de "esquirol" de la huelga, a mi, que ni tenia pensado ir.
    Le contesté "Al Foronda" que sí, que ahora iba a ir a clase.
    Cuando la profesora de Ingles, que me apreciaba bastante (no entiendo el porqué porque rara vez asistía a sus clases) me vió dijo: ¿Que haces tú aquí qué nunca vienes a clase? y le contesté que me habia decidido cuando "EL Foronda" me habia acusado de esquirol, y que a mi nadie me dice lo que debo o no debo hacer y me dio una clase de ingles para mi solo.

    La soledad es dura pero es la única libertad. Te creas tus alucinaciones, como bien dices y pagas tus errores porque no tienes colectivo que te ampare o en quien descargar tu responsabilidad, pero eres tú quien elige la dirección de tu vida, o casi.
    El triunfo de los mediocres como Hitler, como bien dice Sergio Munari, se entiende mejor en una Alemania donde habia que llevar una carretilla de billetes para comprar ese pan que no siempre estaba, donde todo lo estructural del Estado habia perdido valor y el resto habia aumentado considerablemente de precio.
    Un detalle importante de esto es el respeto que tenían los alemanes después de la I Guerra Mundial a los uniformes, del tipo que fueran, por la vinculación que tenían con el Estado, eran las personas a las que perdidos recurrían. Este respeto fue del que Hitler se aprovechó. Esto daría para una entrada, "Los alemanes y el uniforme".
    Bueno que me desvío, con Hitler el dinero volvió a las casas, esto es muy importante. Mediante un suicida plan público económico que solo tendría validez con una política de conquista posterior Hitler construyó un montón de casas, autopistas, edificios públicos, coches con industria casi privada como Wolkswagen, todo funcionaba a base deuda y apoyo económico de grandes industriales de EEUU (entre otros) que le veían como una barrera al comunismo salvaje. Hitler triunfo por tres razones dinero, dinero y dinero, los uniformes de los nazis también costaban dinero. La democracia en la posguerra posterior también triunfó por lo mismo, no nos olvidemos, sin el dinero posterior Alemania no estaría donde esta.
    En el caso que nos atañe de más cerca, la lucha de clases que justificó el socialismo ha muerto, las brutales explotaciones de antaño perecieron y hace muchos años que están prohibidas. ¿Qué hacemos con nuestro negocio? dicen los socialistas, ¿De que vamos a vivir si lo que nos hizo nacer y crecer ya esta muerto?, ¿Que combustible metemos a la caldera para que siga calentandonos?
    Y aquí se crean y magnifican conflictos casi resueltos, el "Medio Ambiente", el supuesto "feminismo", "la lucha contra el fascismo" y ya puestos, ¿por qué no? la homosexualidad para completar el paquete de marquetin ideológico. Defensa de las minorías, dicen.

    ResponderEliminar
  6. Toda persona que se preocupe por el Medio Ambiente tiene que ser de "izquierdas" para estar concienciado, todas las mujeres tienen que ser de "izquierdas" para ser mujeres, los homosexuales tienen que ser de izquierdas y como tenemos miles de "fascistas" en nuestros sistema políticos hay que luchar contra ellos.
    Nuestra sociedad saciadas sus necesidades básicas se aburre mucho y busca motivaciones por las que luchar (es parte de nuestro instinto de supervivencia) y para luchar hay que coger bando o banda.
    La nueva dictadura te dice que si eres mujer debes ser de izquierdas, si eres amante de la Naturaleza no puedes ser liberal, que si te da igual con quien se acueste cada uno eres de izquierdas y debes apoyar ese bando y que aunque tú no les veas (excepto en Junts y algunas facciones de ERC) el fascismo esta en la calle, a la puerta de tu casa, y que debes luchar contra lo que no ves.
    Esta conducta propia de gilipollas es seguida por mucha gente que no quiere verse aislada de su grupo, que tiene miedo a la soledad, como en su día siguieron a Hitler. Se ha instaurado una dictadura de las minorías basada en la censura previa y la hostigacion al disidente que cree, osado el, que todos debemos tener los mismos derechos y deberes.
    Una dictadura bastante estúpida por cierto, pero no por ello menos cruel y dañina.
    Yo te entiendo Joselu, ya lo creo, tu incredulidad y asombro ante lo que ves, la permisividad ante la mentira y la corrupcion. Lo entiendo porque eres una persona de recursos, muchas lecturas, muchos libros y sabes de qué va esto, sabes como acaba.
    Pero yo conozco mucha gente que no ha leído dos libros en su vida, que no tiene los recursos de defensa necesarios ante la estupidez publicitada y repetida.
    Personas que solo buscan paz en el refugio del colectivo, que necesitan identificarse con algo o con alguien, personas a las que no importa justificar comportamientos deleznables con la peregrina disculpa de que "todos son iguales" y a los que yo pregunto: ¿De verdad queremos que todos sean iguales?.

    Ayer oí al Ministro de Transportes hablar de "crear infraestructuras como un "vector de igualdad"", supongo que sera crear túneles con perspectiva de género o cosas parecidas. Pero la gente aplaude memeces como esta, se aplaude al imbecil que te las suelta, al predicador que hace discursos con idioteces como esta y la gente las compra, que es lo peor.
    Por esto y por más cosas, camino solo.
    Un saludo a todos, se me ha ido la tecla,disculpa la extension, mi redacción y puntuación, como he dicho antes, me hacia muchas "pirolas" y se nota, todo tiene un coste.


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es cierto, Daniel, una persona con pensamiento personal, elaborado por ella misma, es una "rara avis". Es más común el dejarse arropar por los tópicos y las corrientes ideológicas. Cuando alguien piensa por sí mismo, algo raro, como digo, se nota porque no está adscrito a modas, ideologías, puntos de vista estereotipados... Pienso que esta es la única forma de afrontar la realidad de que nuestro ego no es sino una alucinación. Te aprecio como pensador porque en tus razonamientos hay un proceso coherente que viene de antiguo. Ese mismo hecho de ir a clase porque te habían llamado esquirol me parece muy revelador. Te contaré una anécdota de mis años en la universidad cuando yo era militante de un partido de izquierda revolucionaria. En las facultades había militantes de partidos de extrema derecha, sobre todo en las carreras de ciencias. Un día una masa de más de doscientos izquierdistas iba buscándolos por las clases, y en una de ellas a la pregunta de si había fascistas en ella, uno de ellos se levantó y dijo yo soy. Una turba de docenas y docenas de comunistas valientes con palos y barras de hierro se abalanzó sobre él para lincharlo. A mí me pareció cobarde y me puse de su lado intentándolo proteger. No hizo falta porque él, que debía ser un atleta, se zafó de la marabunta y salió corriendo por entre la multitud y aún están los valientes comunistas buscándolo. Esta era la lucha de clases que se entendía en la universidad. Otra vez me puse del lado de un magrebí acosado por una veintena de vecinos que lo acusaban de ladrón. Tal vez lo fuera, pero me puse a su lado y lo defendí porque lo amenazaban y gritaban contra él. Dije unas cuantas. Quiero decir que en una persona que piense por sí mismo hay veces en que uno debe posicionarse en contra de donde está la multitud y la supuesta fuerza de la masa. Crear un pensamiento propio, por alucinatorio que pueda ser, no es fácil y no está al alcance de muchos que son, aunque lo ignoren, cajas de resonancia de ideas externas. Hace falta ser valiente y no esconderse detrás de la masa, recurso fácil y cómodo. Saludos, Daniel.

      Eliminar
    2. Daniel, tus reflexiones me parecen brutales, descarnadas y me identifico con la mayor parte de ellas. Casi he recorrido el mismo camino que el tuyo. De izquierdas, en mi juventud discutía con mi padre, que era de tendencia claramente liberal y veía en mi pensamiento un utopismo irredento. Curiosamente él hizo el viaje del comunismo en la universidad a la madurez como liberal. En mi caso, no entendía por aquella época, que las intenciones no lo son todo, que pueden crear incluso un marco de incentivos contraproducente. Mi padre me hablaba del caso de las serpientes en la India, como epítome de las consecuencias de un excesivo intervencionismo.

      La administración colonial quiso acabar con ellas, y ofrecía una cantidad por cada cabeza del ofidio que se presentase a las autoridades. Consiguieron, que se importasen serpientes, para defenestrarlas, se crearon granjas, y el presupuesto de las recompensas se les fue de las manos. Qué hacer, pues suspender esa partida, con lo que aquellos criadores de serpientes, sin el premio de la administración, decidieron soltarlas. Y el problema era más grave que cuando se abordó al inicio.

      Con esto, qué quiero decir. Que siendo joven, solamente estaba capacitado para juzgar la primera parte, la de las buenas intenciones, y no toda la cadena de acontecimientos que se suceden con cualquier medida. Porque a todos nos remueven la solución de los mismos problemas, lo que nos diferencia es la forma de abordarlos y no repetir errores pasados, por muy buenos deseos que los inspiren. Por eso no entiendo esa supremacía del progresismo, en no pocos casos sus propuestas significan involución. En otros no.

      Por otra parte, se suele decir que la democracia radical, una concepción de la misma totalitaria, como dice el recientemente presidente electo, Javier Milei, la tiranía de las mayorías, sobrevino con Podemos. Yo creo que fue antes, con los cordones sanitarios del Tinell. Ahí se rebeló mi espíritu democrático, que entendía que la alternancia era necesaria, y la democracia excluyente, no radical, me separó casi definitivamente de los idearios de izquierdas. Porque desde Zapatero, no han desistido en esa estrategia de dividir a la ciudadanía. También hemos observado ese corrimiento ideológico que comentas. Es el síntoma de la posmodernidad. La famosa Escuela de Frankfurt, que auguró el final de los grandes relatos. Fukuyama predijo el final de los tiempos. Y que había de nacer una nueva épica en torno a las minorías étnicas, culturales, femeninas, medioambiente, excesos del consumismo. Es curioso que muchos de los miembros de la Escuela, estuvieran financiados en sus investigaciones por fundaciones de los capitalistas más recalcitrantes. ¿Es la doble alma del capitalismo?

      No es un descubrimiento a estas alturas, que Fukuyama se equivocó completamente, algunos analistas llaman a este nuevo choque de Occidente con la realidad, que siempre estuvo allí, como la vuelta a la historia. En otros lares concuerdan que solamente los occidentales vivimos ese espejismo. También me ha expulsado el dogmatismo en muchos de esos nuevos temas. Solamente se hace un análisis univariante de muchos asuntos, y esa simplificación de la realidad, como ocurre en otros temas como la memoria histórica, me hizo decantarme por buscar un camino diferente, el de la reflexión, no asumir presupuestos ajenos y reduccionistas. En fin, perdón por la extensión. Me parece que destilas honradez en tus intervenciones, Daniel, y las expresas de forma muy brillante. Un abrazo para todos. Vaya craques tenemos con Tot y Joselu.



      Eliminar
    3. Cuando digo que soy o me defino como socialdemócrata lo hago en el aspecto que es la teoría que genera más riqueza social. Los empleados suavizan sus reclamaciones como la de querer ser jefes y los empleadores mejoran las condicione de trabajo y sueldos porque entre otras cosas, asi generan más mercados donde vender más. Ambos se retroalimentan.
      Pero para que esto fluya debe haber una iniciativa privada constante que no sea entorpecida, fustigada, acosada y saqueada por gobiernos excesivos, torpes y burocratizados. Digamos que soy un "socialdemocrata liberal", si es que eso existe.
      Un saludo a todos y muchas gracias, ha sido un placer.

      Eliminar
    4. No me extraña que nos enojemos,Daniel. Con el caso del ELA me hierve la sangre, porque es dónde más hincapié cabría hacer en un estado y una sociedad que debe ser solidaria. Yo sí creo en el papel de un estado que se ciña a áreas específicas pero analizar por ejemplo, los resultados de la educación, uno de los factores causantes de nuestra baja productividad, y no mostrarte de acuerdo con el retrato complaciente que hacen algunos, buscando factores irrisorios de nuestro atraso debido a razones seculares como el franquismo, me parece atentatorio contra la propia educación pública. No hacer un análisis riguroso de cuáles son las raíces de nuestros problemas, como ha ocurrido en Argentina, cuyos números de fracaso escolar son abochornantes, va en detrimento de la enseñanza pública. Suma y sigue. No podemos decir defender cualquier servicio público y desentendernos de su calidad. Dicho en general. Un saludo,Daniel. Un placer leerte y a todos.

      Eliminar
  7. Tú, Miquel, eres una persona tolerante y pacificadora. Yo lo soy menos y la prueba es este blog que ha huido de otro lado donde no me sentía cómodo. Es muy difícil en un momento dado, no estallar de ira por algunas palabras o propuestas. Supongo que es, en definitiva, que vivimos en nuestra propia alucinación que cada vez es menos compatible con otras, especialmente cuando se creen cargadas de razones morales y éticas. Yo pienso que todos somos sujetos de contradicciones, conflictos y dilemas. Cuando se les quiere dar una salida fácil por parte de un gobernante a eso se lo llama populismo. Es lo que ha hecho Pedro Sánchez con el tema de su viaje a Israel para insultar y agredir a los judíos cuando se presentó como organizador de una conferencia de paz del Mediterráneo. Sin duda, no era un elemento de unión y de pacificación, tenía claro "quienes eran los malos" y los malos eran los judíos sionistas que aplastan al pueblo palestino. Puede que te parezca un error diplomático de grueso calibre, pero internamente en España le ha hecho ser un héroe para toda esa gran masa de progresistas que ven en el estado de Israel una entidad asesina y genocida. Ha sido un posicionamiento no de paz, porque no lo era, sino de populismo evidente que le ha hecho ganar muchos enteros entre parte de la sociedad española que condenan la realidad del estado de Israel y aplauden a Hamás. Sánchez es muy peligroso -y muy astuto-. Su fracaso diplomático era para consumo interno y para promocionarse en la nueva Europa que está saltando por los aires, y solo falta que en Francia gane el Frente Nacional. Tiempos complicados, Miquel, tiempos complicados. Un cálido abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Ayyy, hermano, me miras con ojos de cariño. Te explico: Yo soy un tipo listo, que supo digerir las buenas lecciones de un excelente profesorado a su servicio, pero nada más. Un tipo que navega entre aguas y que en ocasiones, confunde la tolerancia con la boca callada, cuando esta se tenía que haber abierto para mandar a la mierda con quien , además, no se encaja. Nada que ver con ser inteligente. Conozco tipos inteligentes, a los que me gustaría parecerme, pero por pudor y para no sonrojarlos, no pongo sus nombres por aquí.
    Conozco tipos, además, lúcidos como las estrellas, con un corazón enorme, que también escriben por aquí; te conozco a ti, aunque sólo sea de un par de cafés y un intercambio de libros, y mi experiencia en el trato personal me dice que no hay una segunda primera impresión, y la primera fue excelente.

    PD: Tu explicación, que copio y guardo porque es lo que da en el clavo por lógica y coherente, la vuelvo a repetir :
    "... Pedro Sánchez con el tema de su viaje a Israel para insultar y agredir a los judíos cuando se presentó como organizador de una conferencia de paz del Mediterráneo. Sin duda, no era un elemento de unión y de pacificación, tenía claro "quienes eran los malos" y los malos eran los judíos sionistas que aplastan al pueblo palestino. Puede que te parezca un error diplomático de grueso calibre, pero internamente en España le ha hecho ser un héroe para toda esa gran masa de progresistas que ven en el estado de Israel una entidad asesina y genocida. Ha sido un posicionamiento no de paz, porque no lo era, sino de populismo evidente que le ha hecho ganar muchos enteros entre parte de la sociedad española que condenan la realidad del estado de Israel y aplauden a Hamás. Sánchez es muy peligroso -y muy astuto-. Su fracaso diplomático era para consumo interno y para promocionarse en la nueva Europa que está saltando por los aires..."

    Justa la fusta ¡
    Salut

    ResponderEliminar
  9. No considero a Sánchez un alucinado, en su comportamiento en la defensa de los palestinos de Gaza,por la sencilla razón que es lo que defienden parte de los componentes de su gobierno,otra cosa es que se sientan defraudados muchos de los que le votaron,que no es mi caso.Sanchez ha sido consecuente,por satisfacer el ideario de su gobierno. Veremos más cosas iguales a lo largo de su tiempo.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este post no era sobre Sánchez sino sobre el funcionamiento de la conciencia humana que, basado en la lectura de "La creación del yo" de Seth Anil, entiendo que es fruto de una alucinación controlada. Nuestra existencia es una alucinación o, si quieres, una ilusión en que proyectamos lo que somos sobre la realidad. Lo he explicado en varios momentos. Pero si me pregunta si las posiciones de Sánchez son producto de una alucinación, te dré que no me cabe la más mínima duda. Su ego estratosférico y demente se proyecta sobre la realidad de los españoles que no podríamos estar en peores y más arbitrarias manos. Ello no obsta para que dentro de su alucinación no tenga congruencia o coherencia interna: el poder, ser el amo, estar arriba y marcar el tiempo en que estamos viviendo. Saludos.

      Eliminar

El sentido de la historia