martes, 21 de noviembre de 2023

Muros


He pasado cinco días con un amigo de Burgos que conocí en el camino de Santiago de 1993, hace treinta años. Lo hice entre el otoño y el invierno de aquel año, de modo que llegué a Santiago a primeros de diciembre. Había empezado casi un mes antes en Roncesvalles. Muchas etapas las hice solo sobre todo al principio, pero a partir de Burgos encontré a algún entrañable compañero de viaje. El primero fue Paco Luis, un hombre divertido al que fui a ver a su Málaga residencial en un par de ocasiones posteriormente. Nos reíamos sin parar a costa de la política y todo lo imaginable. Él era votante del PP y yo del PSOE y no dejábamos de bromear al respecto sin acritud, ni muros de separación como los que existen ahora. La derecha y la izquierda eran diversas posiciones ante las cosas pero que no entrañaban un muro de veneno y odio irreconciliables. Nos despedimos en León donde se hizo una foto con un viejo militante republicano con una pancarta alusiva a su participación en la guerra. La última noche cenamos juntos en un buen restaurante con una botella de vino de Ribera del Duero y estuvimos hablando de la guerra civil que él vivió como adolescente, aunque no combatió por poco. Paco me aseguraba, valorando la realidad del conflicto. “Tú, José Luis, tal como eres, te hubieran matado unos u otros”. Esto me hizo pensar. No sé qué hubiera hecho en esa tesitura, pero desde entonces me supe miembro de la que se llamó la Tercera España. Chaves Nogales se fue de España a los pocos meses de estallar la guerra tras escribir un libro paradigmático titulado “A sangre y fuego”, que se puede considerar de culto y en el que se expone abiertamente la crueldad, el sectarismo y la terrible violencia de unos y otros. Eso no quiere decir que Chaves no fuera o no se sintiera republicano, pero en aquella tesitura, la república era una fachada que convenía mantener pero en la que no se creía por parte del bando popular. Una vez leí que fue una república sin republicanos. Se la odiaba por parte de las dos fuerzas antagonistas. A Chaves Nogales, republicano liberal, lo odiaban unos y otros y ha tardado mucho en ser aceptado y reconocido. He pensado mucho en este tema desde entonces y tiemblo cuando veo pintadas que expresan: la única luz que brilla en una iglesia es cuando arde. Supongo que los que me leen la habrán visto alguna vez, pero a mí me hace temer lo peor. 

 

El camino de Santiago, cuando no era una competición deportiva, daba para mucho a lo largo de un mes en que uno no tenía ninguna otra obligación sino caminar cada día veintitantos kilómetros por los parajes de la Rioja, de Castilla, Leon y Galicia. Cuando me separé de Paco Luis, seguí camino entristecido tras haberme acostumbrado a la compañía. En León contraje una gripe que me llevó a sufrir temperaturas de cuarenta grados, pero encontré a José Ángel, el amigo de Burgos, con el que seguí hasta Santiago pasando algunas tardes y noches de tiritera en que me pusieron varios sacos encima. Aun así, seguí tomando antitérmicos y a los dos o tres días había superado el pico de la gripe y me vi pletórico de fuerzas y algún día hice etapa y media llegando a los cincuenta kilómetros en una jornada. José Ángel ha venido a verme unos días y hemos estado juntos hablando de aquel camino. Ambos hemos hecho siete y ocho caminos de diferente trazado, más allá del Camino Francés. José Ángel conoce miles de chistes y anécdotas sin fin. Recuerdo el trazado entre Ponferrada y Villafranca del Bierzo con elevada fiebre y él contándome chistes sin parar. Tenía cientos de páginas de ellos. La vida nos ha cambiado en treinta años, pero aún amamos caminar como ejercicio vital. Una de las peores amenazas que temo es que tuviera alguna lesión y no pudiera caminar. Hacerlo es un ejercicio filosófico, ver el cielo por encima de uno, y sentir los pies en la tierra, uno tras de otro, me inspira. 


Recuerdo a Paco Luis y a José Ángel de aquel camino mítico de 1993. Tengo un diario del viaje que escribía cada día por la tarde. Y recuerdo que la que entonces era mi novia, y luego mi mujer, vino a buscarme en avión a Santiago e hicimos un recorrido por las Rías Bajas, probando mariscadas y bebiendo vino turbio. Rosa Mari me preguntó si no tenía ganas de volver a la vida normal y yo, espeluznado, le contesté con un categórico: ¡¡¡¡No!!!! ¿Cómo uno va a ansiar cambiar la vida de peregrino -que tiene también sus momentos duros y jodidos- con la vida de estar encerrado en un edificio, entre paredes de ladrillos, trabajando o llevando la vida cotidiana! Tuve que volver, pero la vocación de caminante en cualquiera de sus posibilidades permanece en mí. Caminando se aprende mucho y yo sé que, recordando a Paco Luis, yo hubiera huido de aquello, y si pudiera también huiría de “esto” de ahora que nos aflige y nos llena de temores porque se siguen levantando muros. 

 

24 comentarios:

  1. Una experiencia atractiva, que yo, desafortunadamente, no podré hacer, aunque estaba en mi cerebro desde siempre. Ya se sabe, uno siempre sueña con quien no duerme.
    No hay persona que haya hecho El Camino que no cuenten cosas bellas de él.

    Nos cuentas, además, que con las personas que entablaste relación sigues manteniendo una relación especial. No me cabe duda, que, quien hace ese recorrido, espera encontrar algo más que un simple trayecto de excursión. Me alegro de que tú hayas encontrado además unas relaciones personales que te llenan, si no, estoy seguro, no seguirías con ellas.

    Hablas de que en la generación anterior a la nuestra se podía hablar sin problemas entre conservadores y liberales, y que no había esta autocensura que por culpa de los políticos nos hemos impuesto, y te doy la razón. Estos analfabetos funcionales de la política han sabido separarnos, de tal manera que han aventado los nacionalismos y han abierto viejas heridas, porque viven de ello.
    Hoy los que no son de su cuerda son tildados de fascistes, antiprogresistas y fascinerosos.
    Yo no soy de su cuerda, y eso que también vote PSOE. Pero resulta, de eso me he dado cuenta gracias al cantamañanas personalista en el poder, que lo que importa es el fin, y que los medios, la mentira es uno de ellos, se puede utilizar sin rubor, porque también, y sin ruborizarse por segunda vez, podemos decir que sólo ha sido un cambio de opinión.

    Uno es uno y sus circunstancias, decía Ortega, y estaba en lo cierto. No puede elegir el lugar de nacimiento.

    Me he alegrado de leerte y de saber que conservas buenas relaciones de aquellas etapas.
    salut




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  2. Caminar con una mochila ligera para llegar más lejos es de sentido común y a mi me parece que cuando haces el Camino te das cuenta de que además de la mochila física puedes aligerar la otra mochila, la de lastres mentales que cargamos a diario. El compañerismo y los buenos recuerdos de esas caminatas hacia Santiago seguramente se dan por lo que has dicho al principio, el único afán es caminar disfrutando del recorrido, lo cual asegura una predisposición a dialogar, compartir e incluso abrir la mente.
    Pienso que salir a los caminos con la única pretensión de apreciar la vida que hay alrededor te despeja, y hasta puede que te predisponga a ser más tolerante.
    Me ha encantado leerte Joselu, ya sabes que soy muy amante del Camino. Y me parece admirable que mantengas aún la relación con esas personas que por unos días fueron tu familia y que de alguna forma se incorporaron a tu vida.

    Te mando un gran abrazo!!

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    1. Un abrazo de vuelta, Ana, te sé peregrina y el que es peregrino no lo olvida fácilmente, sobre todo si lleva su propia mochila y enhebra un recorrido considerable. Detesto formas nuevas de hacer el Camino cuando te llevan la mochila y tienes reservado de antemano el alojamiento de modo que puedes llegar cuando quieras. Hacer el camino en otoño e invierno tiene un interés añadido aunque no exento de dificultades, pues te encuentras albergues cerrados o con cien camas y estás tú solo en medio del frío de noviembre en León o Galicia.

      Las amistades en el Camino son muy especiales, yo recuerdo todas las conversaciones que he tenido aunque luego no haya vuelto a ver a los peregrinos. Te sirve para abrir la mente, como dices, y te predispone al diálogo. He hecho grandes amigos en el Camino. Aligerar la mochila física y la espiritual es imprescindible.

      Me encantaban tus crónicas del Camino.

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  3. Una bonita experiencia. Parece que antes podíamos caminar con más tranquilidad, ahora los caminos están bordeados de zarzas y parece que no se pueda hablar con libertad todo parece estar envenenado.
    Ha cambiado el panorama, la política y la confianza, nosotros hemos cambiado con ello y ahora, caminamos de otra manera, con más cuidado con las opiniones y sabiendo que terreno pisamos.
    Salud.
    la intole

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    1. Sí, es cierto, este tiempo evoca las confrontaciones de la república en que derecha e izquierda se odiaban con saña, hasta que llegó lo que llegó en que pudieron por fin empezar a degollarse mutuamente con placer. El tiempo de la transición, tras la dictadura, y un par de décadas posteriores fueron una especie de remanso relativo en esa lucha en las que aún podía respirarse con desahogo y relativizar la política que ahora ocupa todo y el gobierno no gobierna para todos y erige un muro para lo que es diferente, y así, procurar aplastarlo. Triste. Salud, Francesc.

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  4. Es curioso cómo se produce el viaje también interior en el Camino, que es lo que te ocurrió a ti, junto a esas aventuras y las vicisitudes en las que nos ponen esas trochas llenas de esperanzas. La solidaridad, y ese personaje entrañable como fue Paco Luis. Es verdad que el Camino tiene esa clase de magia, que nos hace iguales y nos reviste de generosidad. Yo llegué con los pies que me sangraban, y era curioso, no ostensiblemente pero tenía los pies teñidos de un color parduzco que no se me fue en semanas. Una podóloga me dijo que probablemente fuese de las venas capilares más superficiales. En fin, me haces recordar,Joselu. Y es verdad que esa concordia que fluye en el Camino, es la que nos falta en nuestros días. Ese muro del que hablaba nuestro Presidente me parece el discurso más lamentable que puede realizar un gobernante que nos representa a todos. Por más que le pese,a los que les gusta más y a los que menos.

    Encantado de leerte,Joselu. Casi me creí en medio de vuestras conversaciones. Un saludo.

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    1. Es bien cierto, Sergio, el Camino da lugar a un viaje interior, sea bien en la soledad de los senderos o en la compañía de personas que nos acogen y con las que compartimos mucho de nuestra vida a lo largo de los kilómetros. Y la generosidad y la tolerancia es la nota común en las relaciones que se establecen o, por lo menos, así lo recuerdo yo. Desconocía tu historia como peregrino. Algún día nos la podrías explicar con más detalle. Y sí, como bien dices, la idea de ese muro es lo más lamentable que puede expresar alguien que debe gobernar para todos. Un saludo.

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    2. Sí,fue hace mucho tiempo. Este año además los mismos amigos lo repitieron.Yo no pude porque tengo cerrado un viaje más o menos largo para final de año y me había consumido casi todas las vacaciones. Una pena porque me contaron cómo había cambiado el camino. Quizá en nuestra época habría un camino VIP,pero nos bancabamos como dicen los argentinos nosotros mismos las mochilas.Ahoravsevpaga a una empresa que te la lleva a tu próxima parada. De aquel camino recuerdo que queríamos celebrar nuestros primeros trabajos. Fuimos con mucha alegría y uno de mis amigos, el más religioso, a veces partía en solitario para orar y hablar con Dios. Yo llegué también en una etapa extraña, acababa de romper con mi novia de entonces una relación de cinco años, mi padre bastante enfermo. Conocimos a unas chicas vascas por el Camino, coincidimos con ellas y al final en Santiago, salimos en varias ocasiones. Estudiando había conocido a vascos con los que me llevaba muy bien. Estas chicas eran de Donosti, muy calladas, y para ser sinceros, había una especie de recelo al principio por el tema obvio, también los prejuicios pero se nos pegaron y nos pegamos poco a poco. Compartimos muchas emociones, la de llegar a Santiago, la última noche. Yo me había carteado con una tal Mamen. Rubia, con ojos azules. Pero Donosti estába lejos, y acababa de salir de una relación. Para mí fue una experiencia muy gratificante.Nos unió mucho a los amigos, y a mí me sirvió como bocanada de aire, volví inmerso de espiritualidad. Me dio pena no volver con ellos. Hay muchos heridos de guerra. Uno de ellos ha tenido un divorcio hard core, otro es abogado y ha tenido un revolcón económico. Con qué ilusiones partimos entonces y cómo las diversas batallas nos han lastimado en ese otro camino que es la vida. Yo, en aquella ocasión, aunque suene cursi o no sé, sentí la caricia, la presencia de Dios. Otros dirán que me dejé sumir en el deliquio de la espiritualidad. Y fue un Camino más tranquil, dos semanas desde Ribadeo. No somos tan andarines,Joselu. Un abrazo, y me ha encantado tu historia.

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    3. Gracias por habernos contado tu Camino de hace mucho tiempo desde Ribadeo, y sí es cierto, cada vez más el camino se está convirtiendo en una prueba deportiva o un ejercicio en que está todo reservado para dormir y que incluso te llevan las mochilas. Siempre que lo he hecho, ha sido a pelo, sin reservas y con la mochila a cuestas. No lo entendería de otra manera. Me alegro de que en aquella circunstancia fuera el Camino una fuente de conocimiento y espiritualidad, además de ocasión de enhebrar relaciones humanas con las personas que encontraste. No sé si lo volveré a hacer, suelo caminar todas las semanas y ahora me sería difícil encontrar un tiempo para hacerlo como lo hice desde Roncesvalles en 1993. Guardo magníficos recuerdos de aquellas singladuras andariegas. Un abrazo, Sergio.

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  5. Magnífico relato Joselu, aunque la parte en la que cualquier entrada de este blog acaba derivando en rozar el tema de la deriva apocalíptica previa al fin de España me ha expulsado un poco de la bonita historia de amistad. Un abrazo.

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    1. Supongo que es la tensión que se vive abiertamente en una sociedad confrontada, y que ha permeado sutilmente el relato. En todo caso, deben de ser formas diferentes de ver las cosas. Me alegro de que te sientas a salvo y cómodo con lo que está pasando. Un abrazo.

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    2. Je, je, bueno, yo no he dicho que me sienta a salvo ni cómodo. Ya sabes que yo estoy en el extremo opuesto y me siento incomodo pero por cosas contrarias a las de otros. A mí del nuevo gobierno, lo que me preocupa es que el socio mayoritario de Sánchez (y no me gusta nada Sánchez, lo poco de izquierdas que hace lo hace a regañadientes y porque no tiene más remedio, me parece un personaje oportunista, insulso y veleta, aunque con cierto arte para mantenerse la verdad, cualidad que no valoro para nada, pero ahí está) ya no me representa.

      Y me refiero a Sumar claro a quien voté y no volveré a votar más porque se han convertido en unos palmeros del amigo Pedro.

      Así que ya ves, mis preocupaciones son en el extremo opuesto a las de otros.

      Y lo de la amnistiá me preocupa cero, me preocupó más la amnistía fiscal del PP en su día, esa si que me tocó más la moral. Y ya sabes que yo no soy para nada independentista, de hecho no soy nada nacionalista, en ningún sentido. Por eso lo de "España nos roba" de entonces, o lo de "España se rompe" de ahora me da la misma risa.

      En todo caso lo único que me preocupa son los militares jubilados llamando a no se qué. En fin.

      Pero el relato del camino de Santiago me ha encantado. Que conste.

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    3. Efectivamente, todo se puede ver desde puntos de vista muy diferentes aunque los hechos son unos, está claro. De tu respuesta me quedo con la frase "nos aproxima a una república bolivariana donde los jueces no son independientes y sí dependientes del poder.". Y te confirmo que bajo mi punto de vista, lo de que los jueces no son independientes y si dependientes del poder, eso ya hace mucho tiempo que pasa en España. Pero bueno, estoy convencido de que como mínimo eres consciente de que gran parte de España piensa exactamente esto que te digo.

      Hablamos de altas instancias de los jueces bloqueadas desde hace años porque los grandes partidos ya les interesa el bloqueo porque lo que ahí allí son personas que ellos han puesto a dedo y hacen exactamente lo que les dicen desde Génova o Ferraz. Y las instituciones europeas avisando a España repetidamente de que ese tema no puede seguir así.

      Pero bueno, eso no hay manera posible de negarlo, eso es un hecho.

      Bajo mi punto de vista, lo que yo creo que es que Sánchez, al que no le gusta nada lo de la amnistía, a firmado toda una serie de cosas que saben que no van a salir adelante porque hay toda una horda de jueces afines al PP que no lo van permitir que tiren adelante. Y además cuenta con ello. Esa es la jugada desde luego.

      En realidad lo que ha echo Sánchez es poner a trabajar los jueces del PP para que tumben lo firmado por él únicamente para mantenerse en el poder porque en realidad a el, lo de amnistía, se lo ha tragado con una pinza tapándose las narices.

      Así que lo de los jueces sean dependientes del poder no te preocupes que eso está demostrado que no rompe España.

      Un abrazo Joselu.

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    4. Porque cuando alguien es rico y español y tiene dinero de forma ilegal en paraísos fiscales ¿estamos hablando de un delito no?. Y en todo caso si se detecta y la persona intenta traer el dinero a España los jueces lo han de perseguir y sancionar. Pues hace poco se hizo alguien legislo en contra de eso, se salto la separación de los tres poderes y no se rompió España. No pasa nada, el amigo Sánchez no ha inventado nada.

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    5. Desde luego vivimos las personas en universos particulares no compartidos con los demás. A mí todo lo que me explicas me produce una gran sorpresa por el exotismo de tus razonamientos y supongo que a ti te pasa lo mismo con los míos. Lo dicho, no vemos las cosas como son sino como somos nosotros y así es imposible nunca acercar universos porque responden a congruencias totalmente dispares. En fin...

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  7. Al leer tu relato me han venido a la mente los inevitables versos de Machado y su elogio al caminante y ‘Reencuentro’, la novela de Fred Uhlman sobre la amistad en un duro contexto.

    Terminas tu entrada señalando “que se siguen levantando muros de venganza y de pesar”. Y es cierto que una fractura en la convivencia es delicada, pero siempre entiendo que la sangre no llegará al río, no al menos por estos lares donde estos días las aguas han estado agitadas. Ojalá se pueda avanzar para derribar esos muros aunque exaltados siempre va a haber dependido de por quién y cómo sean jaleados.

    Respecto a la hipótesis sobre qué hubiera ocurrido si estuvieras allí en ese momento, decir que es difícil saber qué papel hubiera ejecutado uno cuando estalló la guerra de España que, como cualquier guerra y más si es civil, resultó cruel con tantas víctimas, las que perecieron, sus familiares y los que después sufrieron las consecuencias de una dictadura fascista. Desde mi no violencia, mi acomodado estado democrático y mi equidistancia temporal, puedo imaginar y decir cualquier cosa, pero en circunstancias bélicas con redes familiares y determinismos sociales (hablamos de una sociedad que en los años treinta era de explotación y sometimiento, de pobreza, hambre y miseria de gran parte de la población), no puedo decir cuál hubiera sido mi reacción porque tampoco puedo decir quién sería yo en esas circunstancias.

    El ejemplo de Chaves Nogales un liberal, antifascista y antirrevolucionario, que defendió la causa de la República, pero que se exilió de España al ver que su bando se había radicalizado y que su ideal de libertad no tenía quien lo defendiese, es válido para quien aspira a superar el trauma humano.

    Un abrazo.

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    1. El comentario de Paco Luis me pareció sumamente lúcido y me ha servido para ubicarme en aquel conflicto dramático en que se vio sumido España por un fracaso en la convivencia política con responsabilidad especialmente grave en quienes decían defender la república pero en realidad querían la revolución de los soviets o una utopía anarquista. Me reitero en que fue una república sin republicanos. Hubiera sido infinitamente mejor una república burguesa y liberal respetada por todos antes que una guerra civil y una dictadura -el régimen de Franco no fue una dictadura fascista, no fue un estado totalitario; autoritario y represivo sí, pero no fascista: eso es una consigna- que duraría treinta y ocho años. Sin los extremismos que denunciaba Chaves Nogales, hubiéramos tenido un régimen liberal al estilo de Francia, pero a los españoles nos gusta jugar a romper la baraja cada cierto tiempo, esa es nuestra pulsión y en la que estamos embarcados ahora en busca de una tercera, ya me entiendes.

      Un abrazo.

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  8. Me vas a disculpar, pero en esto difiero de tu opinión. Fueron los sectores reaccionarios (iglesia, capital, militares y monarquía –aunque pintara menos–) quienes cercenaron una transformación social que aspiraba a unas condiciones de vida más justa, con progresos en las mujeres y en la educación, por ejemplo. Para que la república hubiera sido burguesa no tendría que haber condiciones infrahumanas y de sometimiento de gran parte de la población. No puedo obviar que se trataba de mejorar las condiciones y la libertad de millones de personas, a las que se opuso el franquismo.

    Respecto al tu puntualización sobre Franco y su régimen, existen variedad de opiniones porque depende de cómo se defina el concepto de fascismo y de cómo se analice la naturaleza y la evolución del franquismo.

    Para algunos historiadores y expertos el franquismo es considerado como régimen fascista, al menos en su primera etapa, por su origen en la rebelión militar contra la República, su alianza con la Alemania nazi y la Italia fascista, su ideología nacionalista, autoritaria, católica y anticomunista, su partido único, su represión política y social, y su estética y simbología. Otros, en cambio, han negado que el franquismo fuera fascista, al menos en su totalidad, por su falta de un proyecto revolucionario y movilizador de las masas, su dependencia del ejército y de la Iglesia, su pragmatismo y adaptación a las circunstancias internacionales, su apertura económica y su transición pacífica a la democracia.

    Un abrazo.

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  9. Si todo el mundo en España hiciese el camino de Santiago, no sé, una vez cada quince años, nos iría de otra forma como país. Es verdad que ahora se ha "profesionalizado", hay gente que va a batir records, empresas que te llevan el equipaje y es casi imposible perderse... pero, aún así, siempre hay algún momento de esos que te abren los ojos :)

    Si, creo que yo también me habría tenido que exiliar de los dos bandos...

    Gracias por traer esta historia

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    1. Es hermoso pensar que hay momentos en el camino que te abren los ojos, no sé si para mucho tiempo o es una alucinación exclusiva de esa circunstancia en que vas caminando y compartes muchas cosas. Es cierto que el camino hace ya tiempo que se ha profesionalizado y ya no es lo mismo que cuando lo hice yo por primera vez. Oí hablar del Camino en los años setenta, antes de que se hiciera famoso y desde entonces me propuse hacerlo alguna vez, y ya hace treinta años de aquello. Y lo cierto es que me gustaría volverlo a hacer pero en otoño-invierno como entonces, sin aglomeraciones.

      Me alegro de que coincidamos en la idea de un exilio retrospectivo de aquello que pasó y que todavía nos sigue marcando. Pero para exiliarse en condiciones había que tener contactos y llevarse la familia contigo, a menos que estuvieras solo. No sé cuáles eran las circunstancias de Chaves Nogales, tengo que investigarlo. Muchas gracias por tu presencia.

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  10. Buenos días, tu blog no se me actualiza en el mio y no se el porqué de ello.
    Yo no he hecho el Camino de Santiago pero me gustaria y si puedo lo haré.
    Sin embargo si se lo que es andar solo por los pueblos de España, en el 89 empecé a vender Maquinaria Agrícola por media España, eso me permitía ir a muchos pueblos, pisar granjas, admirar el paisaje y el paisanaje. Lo disfrute mucho y como iba solo me daba mucho tiempo para pensar, y pensaba que la inmensa mayoría de la gente en condiciones normales, con sus necesidades básicas más o menos resueltas es buena. He conocido a muchas personas diferentes, muchas, en todos los ámbitos de la sociedad desde empresarios con muchísimos recursos hasta gente que vivía en la calle y sigo pensando que la gente es buena.
    En España no nos separa la política, la política liberal y la socialista no son malas "per se" , pienso sinceramente que ambas buscan por diferentes caminos el mismo fin. Los que son malos son los actores que protagonizan la escena.
    En España determinados personajes buscan la confrontación como medio para subsistir, los ricos contra los pobres, los empleados contra los empleadores, las mujeres contra los hombres, los homosexuales contra los heterosexuales, los de un pueblo contra los de al lado, los de la supuesta izquierda contra los de la supuesta derecha, buenos y malos, rojos y azules.
    En este escenario de confrontación, como en todos conflictos, prosperan los contrabandistas, los malhechores y los sinvergüenzas como ha sido el caso.
    No se busca la verdad o las soluciones se busca aplastar al contrario, los que supuestamente han ganado se regodean de sus vecinos que no han conseguido el triunfo y les humillan.
    No es el bien común el objetivo es la victoria a cualquier precio y eso solo lleva al enfrentamiento y más cuando, al alternarse el poder, el otro haga parecido.
    Se ha santificado la mentira, se ha disculpado y bendecido la corrupcion, la decencia se ha inmolado y todo para que no gobierne el otro, cuando el principio básico de cualquier democracia es aceptar que gobierne el otro.
    Se ha legitimado el caciquismo, la pequeñez mental, el aldeanismo, la segregación, el diferente baremo para medir los actos en función de la ideología del que perpetra el acto. La lengua en vez de unir a personas está sirviendo para separarlas, ¿es aceptable esto?.
    ¿ A donde creen que llevan estos actos?, ¿Creen acaso que estos actos no tendrán consecuencias?, ¿ les dan igual los resultados?.
    Creo en la vida como un camino de perpetuo aprendizaje donde podemos estar asimilando nuevas lecciones y se pueden coger enseñanzas de quienes son diferentes a ti.
    La socialdemocracia es el ejemplo de ello, el comunismo criminal y atroz se suavizó a cambio de mejoras en las condiciones laborales y la capacidad adquisitiva de los obreros, el capitalismo salvaje cedió y dio mejores condiciones laborales y mejores sueldos porque vieron que a la larga tendrian más consumidores y se generan sociedades más ricas. Yo comparto esta forma de entender la vida, me gano las habichuelas negociando todos los días, creo en el comercio.
    El comercio no necesita "predicadores" necesita creación, nuevos productos, nuevas tecnologías y capacidad de producción para que florezca, necesita leyes iguales para todos, necesita compromiso y fidelidad a los compromisos llegados.

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  11. Por eso, cuando veo lo que veo en España, la indignación me "reconcome" porque si no hay igualdad ante la Ley el Estado va a quebrar más pronto que tarde, si la máxima autoridad se permite mentir descaradamente a la población, pactar con partidos de ultraderecha (estos si) que han querido violar la voluntad de todo un país para mantenerse en el poder, el Estado pierde.
    Si un Presidente de Gobierno acepta que la soberanía esté supervisada por unos individuos anónimos en Suiza, el Estado pierde.
    Cuando se quiere vulnerar de forma fragante la separación de poderes, el Estado pierde.
    Un liberal no es extrema derecha.
    Un conservador no es extrema derecha.
    LLamar fascista a quien no piensa como tu es quitar fuerza al término y banalizarlo.
    Soy pesimista, y lo soy porque he estado leyendo bastante de la España de los 30, soy un pesimista informado, pero no me resigno a rendirme pues pienso que se puede revertir la situación, solo hay que cambiar a los actores.
    Un saludo.

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    1. Un factor decisivo para formarse una opinión, Daniel, es conocer la historia, especialmente de los años treinta. Yo he leído mucho al respecto y sé que tú también, pero una historia que no sea una colección de soflamas y consignas. Yo he leído abundante historiografía de izquierdas en mis años en la universidad y saqué una determinada perspectiva, pero uno en la vida es también lo que va leyendo y aprendiendo, y he seguido leyendo para conformar una visión mucho más compleja de lo que pasó en España en los años treinta y mis pulsiones izquierdistas entraron en crisis y me di cuenta de que la cosa era mucho más difícil. Digo esto porque, en cierto sentido, volvemos a repetir la política de muros enfrentados, y nuestro presidente acusa a la derecha y la extrema derecha de la crisis que estamos viviendo, levanta un muro y dinamita la voluntad de todo presidente de gobierno de gobernar para todos y sí solo para su parroquia perdedora, porque perdió las elecciones. El todo vale si sirve para aplastar a la derecha se ha convertido en una forma de modo de estar en el gobierno, cuando esa derecha representa a más de la mitad de la población de este país. No es el PP o Vox, no, son diez millones de votantes que merecen respeto y a los que no se puede despreciar, aplastar y humillar, todos como si fueran fascistas. Dices que no te resignas y eso es bueno, pero la idea de que solo hay que cambiar a los actores es difícilmente realizable, pues tenemos como mínimo cuatro años más que acaban de empezar y eso hunde al más pintado en la desolación. Soy pesimista y sí estoy conforme en la convicción de que España va a quebrar económicamente y en otros sentidos. Muchos han llamado a Sánchez psicópata y creo que no van desencaminados en su diagnóstico. Un saludo.

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