jueves, 21 de marzo de 2024

La libertad negativa y la positiva según Isaiah Berlin

Continúo con la apasionante biografía de Isaiah Berlin de Michael Ignatieff que fue su biógrafo durante muchos años de su vida, y la citada biografía se publicó tras la muerte del pensador liberal. 

 

En Isaiah Berlin se da un dilema trágico como pensador liberal. Él fue el creador de los conceptos de libertad negativa -que el individuo pueda hacer lo que quiera sin restricciones siempre que no choque con la libertad negativa de otro ciudadano- y libertad positiva propia de los estados en que la libertad es condicionada por conceptos como la justicia, la solidaridad, el bien común, la moralidad pública, el estado, la seguridad, la salud...

 

Berlin señala que ambas libertades no son compatibles. Los revolucionarios de 1789 proclamaban en sus lemas ¡Libertad, igualdad y fraternidad! La libertad negativa no es compatible con la igualdad y la fraternidad, son contrapuestas. 

 

Los marxistas han creado “paraísos” basados en la dictadura del proletariado en que la libertad ha sido abolida totalmente para -según ellos- conseguir la igualdad y la justicia social. 

 

Pero no hace falta llegar a regímenes totalitarios para considerar que las tendencias socialistas, aun democráticas, laminan la libertad individual para adecuarla a fines superiores y de esta manera el estado vela por nuestros intereses para protegernos como ciudadanos, entendiendo que somos incapaces de elegir “correctamente” por nosotros mismos, sea en el ámbito político, social, sanitario, pedagógico..., y así se multiplican los métodos de educación y control en todos los órdenes por medio de propaganda o normativas y legislación que trunca la capacidad de libertad negativa de los ciudadanos y es siempre por nuestra seguridad

 

En China, un sistema comunista de partido único, se ha creado un carné por puntos en que se registra absolutamente toda la actividad de los ciudadanos, así como sus faltas o delitos ideológicos de todo tipo. Se argumenta que es por el bien del estado y por la seguridad de sus ciudadanos. Y se añade que el que no tiene nada que esconder, no tiene por qué sentirse intimidado. 

 

En España, tenemos un gobierno progresista que vela por nuestros intereses y por nuestra seguridad lo que hace que la libertad de los ciudadanos sea cada vez más restringida supeditada a conceptos superiores establecidos por el gobierno y la política de turno. 

 

Este es el dilema trágico para un político liberal. La libertad no hace a los individuos mejores -en sistemas fuertemente dictatoriales, hay personas que se enfrentan a la opresión heroicamente (pensemos en Nelson Mandela o Anna Ajmatova, por ejemplo), ni la verdad ha hecho necesariamente libres a los hombres. Pero para un pensador liberal, la llamada libertad negativa es esencial frente a la libertad positiva que coarta la primera de un modo decisivo.  

27 comentarios:

  1. Para hacer boca, después seguiremos con el asunto, pero no deseo pasar por alto un detalle.
    No soy kantiano, sin embargo, en este asunto, he de referirme a él, al menos en este postulado.
    La libertad no puede, ni debe postularse como una "cuestión física". Es sólo y únicamente una cuestión moral, y en el reino de la moral no solo hay moral, sino que puede no haberla; en su carácter inteligible puede considerarse el individuo puede considerarse como libre.
    Sartre decía: Estamos condenados a ser libres, porque estamos condenados a tomar cada día mil decisiones.
    Mándela siempre fue libre, su cuerpo fue el encerrado, pero no su mente.
    Y ese es el apunte que quería resaltar.
    Después seguiré. No estoy en casa.
    Un abrazo

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    1. Es significativo que la neurociencia cuestione la libertad de elegir por una decisión consciente y meditada. Dices que cada día hemos de tomar cada día mil decisiones, la inmensa mayor parte son menores, pero se ha demostrado que nuestro cerebro elige una opción u otra centésimas de segundo antes de que nosotros seamos conscientes de que hemos tomado una decisión. La decisión no es fruto de nuestra elección, criterio humanista y romántico, sino un mecanismo inconsciente que funciona al margen de nuestra conciencia. La neurociencia cuestiona el libre albedrío y el propio yo que es el pretendido sujeto que toma decisiones.

      Pero no era el planteamiento que piensa Isaiah Berlin que es un filósofo de las ideas, no de la neurociencia ni de la moral. Su mayor aportación es la distinción entre libertad negativa y positiva, dilema que abre un conflicto dramático desde un punto de vista liberal y no marxista o colectivista.

      ¿Es admisible por el pensamiento liberal que estén prohibidas las drogas¿ ¿Es admisible por el pensamiento liberal que esté prohibida la prostitución? ¿Es admisible por el pensamiento liberal que esté severamente limitado por Hacienda el dinero que podemos pagar en metálico? ¿Es admisible que en los centros de enseñanza se ideologice a los alumnos en función de las supuestas verdades políticas? ¿Es admisible que vivamos constreñidos por miles de normas en función del partido que gobierne? ¿Somos libres o nuestra libertad se somete a los dictados convenientes del estado? Los liberales son partidarios de un estado ligero en lugar del estado pesado y omnipotente de los socialistas y marxistas. Es de esto de lo que se trata porque Berlin es un pensador inscrito en la visión liberal del estado y de las ideas. Un abrazo.

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  2. Bueno, y ahora acotemos el postulado metafísico, el de Gabriel Marcel, por ejemplo, cuando habla de "libertad"; en última instancia, decir "soy libre", o sea, "soy yo", lo reducimos a una identidad= yo soy igual a yo, observaremos que en ocasiones, esto, es radicalmente falso, porque hay multitud de circunstancias en que cada uno de nosotros tiene que decir: no soy yo mismo, me comporto como un autómata, o cedo a un mimetismo social (aquí los ciudadanos chinos y su control sobre su persona).
    Y se puede decir también que esta seguridad de ser yo mismo siempre tiende a disminuir cuando me expongo a una alienación de la que (aquí si podemos poner el marxismo), ha diagnosticado un modo de ser particular.
    ¿Por qué? porque es particularmente obvio que hay alienación desde el momento que hay una idea fija, es decir, cuando al diálogo interior de cierto carácter mecánico. Ejemplo: Yo te doy una plaza becada para que hagas medicina a condición de que tú introduzcas en tu vida tal cambio especificado por mí, o que recibas en ella (en tu vida) a tales personas cuyo nombre te indicaré.
    Aquí, comprobamos que tu libertad queda atada por los lazos del reconocimiento.
    La libertad, entonces, y visto esto, no tiene porque condicionarse solo en sistemas fuertemente dictatoriales, puede aposentarse sibilinamente como "compensación" por un voto garantizado (voto cautivo), donde la promesa de una paga cada mes y de unos viajes vacacionales a mitad de coste hacen de condicionante, y eso lo puede hacer un gobierno donde lo adorne con el eufemismo de ser generoso con las clases trabajadoras.
    Ya ves que no hablo de dos tipos de libertades, sino que agrupo en un mismo conjunto a ambas.
    ¿Cuál es el secreto, entonces, de este sistema donde no se argumenta que se hace lo que se hace por nuestra seguridad? Pues que al manosear las palabras "progreso", "libertad", "igualdad", "derechos", lo que hacen es alimentar sibilinamente, como "el perro de Paulov", una concepción de agradecimiento por "el favor recibido", que se compensa con el voto emitido como sistema de retorno.
    O sea, el llamado voto cautivo.
    Un abrazo
    salut

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    1. Has descrito bien el voto cautivo de los pensionistas cuyo IPC es revalorizado astutamente por Pedro Sánchez para que diez, casi once millones de pensionistas le voten, aun en contra de que dicho aumento es inasumible por el estado cuya deuda pública es exorbitada. En realidad importan poco las nociones de libertad, de igualdad o derechos sociales, lo que los pensionistas quieren como colectivo es ver incrementadas sus pensiones y votan mayoritariamente a quien se las aumenta y se alejan de quien, en pura lógica de solidaridad, se las controlaría. Es el agradecimiento por el favor recibido que explica muchos votos de este país. Es una ceguera voluntaria porque es fácil saber que se está hipotecando el futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos. Un país no puede tener futuro si se hipoteca con la deuda pública las perspectivas de futuras generaciones. Por mucho menos han caído gobiernos en el norte de Europa, pero en este país, los pensionistas, especialmente algunos que cobran pensiones máximas, piensan muy poco en el futuro cuando ellos ya no estén y se dicen que el que venga después que arree... Es el voto garantizado. Yo no quería hablar de esto pero me lo has puesto a huevo. Ahora me gustaría hablar de Isaiah Berlin. Salut, Miquel.

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    2. [img]https://juanjoserubioguerrero.files.wordpress.com/2022/10/img_3744.png?w=897[/img]

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  3. Muy interesante. El problema es que el estado cree hacer lo mejor por el individuo pero a menudo se equivoca. Un beso

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    1. Tal vez tengas razón, el estado es el estado y yo soy una minúscula pieza en su engranaje dispuesta a ser sodomizada.

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  4. Al principio no entendía lo de libertad negativa y positiva (en el bachillerato de 7 años,sólo dimos dos años de filosofía,incluido los de ciencias). Pero has concretado hacía la política de nuestro país. Los jubilados no queremos revalorizaciones( no invertimos,ya lo hicimos con nuestro trabajo).Lo que perseguimos es no perder valor adquisitivo y poder seguir comprando aceite,que en tres años ha doblado su precio.Sea quién sea el color del gobierno,debemos luchar por ello,con los medios democráticos.
    Incluyo los enormes gastos en salud,propios de nuestra edad.Si el estado no se endeudara,todo esto y muchos más gastos sociales desaparecerían. Así que piénsalo. En todo caso este gasto está controlado por el banco europeo,cuando toque reducir,lo hará, pero sin violencias,lo que se llama aterrizaje suave,de lo contrario la economía saltaría en pedazos.
    Saludos

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    1. El sistema de pensiones en España es insostenible y las autoridades europeas han alertado repetidamente sobre ello. Tú sueles ser muy optimista siempre pero el futuro no va a ser fácil. Presupongo que cobras la pensión máxima y que te sientes muy contento por ello igual que por las actualizaciones de Sánchez dirigidas demagógicamente para comprar el voto de los jubilados. Pues no habrá aterrizaje suave, será algo mucho más traumático pues no puede ser que un jubilado cobre mucho más que los trabajadores en activo. Me refiero a los que cobran las pensiones máximas. Es insostenible y lo digo aunque me tire piedras a mi mismo tejado. Saludos.

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  5. Y no quería dejar pasar la ocasión, Joselu, porque me encanta el prontuario de eufemismos del que nos hemos empapado, para excusarnos y justificar un gasto desorbitado, que está detrás de los problemas de precios que padecemos. El multiplicador de gasto keynesiano, que se ha medido y demostrado ineficaz, los aterrizajes suaves con los que llevamos quince años, u otros subterfugios, para remedar una prudencia y moderación, que no es tal, sino progasto inflacionario, aunque no queramos afrontar esa responsabilidad. Por eso, ruego encarecidamente a mis amigos más de izquierdas, que si de verdad les preocupa el bienestar de las capas más humildes, que encaucen ese déficit, y exijan partida por partida que se realicen recortes. Hay capítulos que son sangrantes, y no me refiero a las pensiones, que sinceramente, como sanidad, defensa, educación, sería lo último que tocase. Pero a ese estado invasivo, hay que cercenarle partidas, porque primero merma nuestra libertad cuanto más poderoso es (estoy de acuerdo, con Berlin y sobre todo Jouvenel).

    No niego que habrá una parte de una inflación de costes o de demanda, hay más economías que se incorporan al desarrollo. Sin embargo, la inflación es un problema eminentemente monetario, y es provocado por el desequilibrio presupuestario. El estado necesita financiación y sin abordar el mecanismo real, que es más complejo de explicar, introduce más dinero en circulación. Más dinero sin mejoras de productividad, iguales bienes por tanto, hace que suban los precios.

    Lo sabemos desde nuestros escolásticos, que un incremento de la moneda en circulación tiene efectos sobre los precios. Incluso, Saravia de la Calle, escribió sobre el dinero escriturario, en referencia al dinero bancario, en el siglo XVI. Pero sin perderme en detalles, quería comentar que como cuenta muy bien el profesor Huerta de Soto, en la famosa Peel Act o Bank Charter Act de 1844, y sobre todo, en la altura de los debates de la comisión parlamentaria que dio lugar al proyecto de esa ley que elevaron posteriormente al plenario, se recogen muy bien los problemas que supone monetizar la deuda.

    Desde las Guerras napoleónicas, se produjo un ciclo de burbujas y shocks, que afectaron de forma singular a la economía británica. Los déficits de la hacienda, primero por el gasto militar y luego porque el Gobierno, temeroso de una crisis, gastó dinero público que no recaudaba y tuvo que apelar al endeudamiento, y emitir más dinero. En ese entonces, y hoy tampoco ( no había una autonomía entre el banco central y los distintos gobiernos. Por consiguiente, el banco imprimía dinero con el que compraba títulos de deuda emitido por el gobierno directamente. Mayor dinero en circulación, creaba una ilusión de bonanza económica, sin que la productividad creciese, más bien se estancase porque el sector privado redujo la contribución a la economía por el efecto crowding out . Así nos lo describió el gran David Ricardo, que entendió que los shocks inflacionarios se produjeron por la moneda que ponía en circulación un gobierno, incapaz de aherrojar su déficit.

    Por eso, por favor, los pretendidos estatistas, tendrían que ser los primeros procontención, si no quieren ver peligrar la calidad de los bienes y servicios públicos más básicos. Lo demás, es querer cerrar los ojos, el entendimiento y el corazón al verdadero problema que vamos a dejar a las generaciones venideras. Una inmensa bola de deuda, con quienes son solidarios intergeneracionalmente y van a pagar o pagan nuestras pensiones, en un sistema de reparto. Un estado en quiebra, que verá muy deteriorados sus servicios. Por eso, en el quesito que nos muestra el gran Joselu, hay partidas, en las que el estado no debería entrar. Tijeras, contención y equilibrio presupuestario por el bien de todos. Qué la que nos viene no entiende de ideología. No aparece con su rostro gris. Pero cada vez veremos más cómo España incorporará más tarde terapias para enfermedades crónicas, o medicamentos efectivas para otros males.

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    1. Todo alerta que algo se nos viene encima en pocos meses, tras la crisis de 2008 que nos zarandeó durante años en una Europa en crisis política y en la que la locomotora alemana está seriamente averiada económicamente. La probable combinación de Trump con Putin será letal para nosotros. Y la economía española, tal como expones, no está preparada para afrontar los tiempos difíciles que van a venir. Bajísima productividad, inflación, elevado paro, gastos sociales desmesurados, alta inmigración musulmana, crisis en los presupuestos de la seguridad social que son insostenibles de igual modo que las pensiones que se llevan el 39% de los PGE. La inflación es muy peligrosa pero no tiene signos de que vaya a mejorar tal como nos has expuesto. El PSOE dejará al estado en las últimas -saben gastar, la izquierda sabe gastar, lo reconozco- y cuando cambie el gobierno sin un céntimo en las arcas del estado, veremos lo que pasará en medio de una crisis general europea y mundial.

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  6. Sé, me lo has indicado anteriormente, que lo que de quien deseas hablar es del Sr Berlín, pero lo que son las cosas, resulta que ya me han traído desde la biblioteca el libro que recomendaste de Jean-Claude Michéa, La escuela de la ignorancia, y mira por donde, también habla de la libertad.
    Un libro más que recomendable.
    Gracias

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    1. Este libro me hizo "llorar" cuando lo leí en plena reforma de la educación en España que hundió totalmente el nivel educativo para convertir la escuela en una institución lúdica, divertida, que únicamente sirve para la integración social y deja de lado totalmente su fundamento de formar intelectualmente a los futuros ciudadanos. Es la escuela del entetanimiento, de la ignorancia. Y lo dice quien ha sido profesor en ella durante treinta y siete años. Espero que te interese.

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  7. Tras buscar información de Isaiah Berlin, destacado filósofo y pensador político del siglo XX, del que no he leído nada, con una obra caracterizada desde un enfoque liberal y pluralista, destaca la gran influencia en el mundo occidental. Sin embargo, como todo pensador, no ha estado exento de críticas.

    Las más comunes son:

    1. Exceso de idealismo: Algunos críticos consideran que Berlin idealiza en exceso las religiones tradicionales, ignorando su dimensión social y política. Se le ha acusado de no tener en cuenta el papel que las religiones han jugado en la opresión y la violencia a lo largo de la historia.

    2. Subjetividad: La metodología de Berlin, basada en la interpretación de textos y experiencias individuales, ha sido criticada por ser demasiado subjetiva e interpretativa. Se argumenta que esto dificulta la posibilidad de llegar a conclusiones generales sobre la naturaleza de la religión.

    3. Falta de rigor académico: Algunos críticos consideran que la obra de Berlin carece de rigor académico, especialmente en comparación con otros filósofos de la religión. Se le ha acusado de basar sus argumentos en anécdotas y ejemplos personales, en lugar de en un análisis sistemático de la evidencia.

    4. Incoherencias: Se ha criticado la existencia de incoherencias en el pensamiento de Berlin, especialmente en lo que respecta a su defensa del liberalismo y su crítica al totalitarismo. Algunos críticos argumentan que su defensa de la libertad individual no siempre es compatible con su crítica a las ideologías que pretenden imponer un orden social único.

    5. Elitismo: Algunos críticos consideran que el pensamiento de Berlin es elitista y excluyente. Argumentan que su defensa del pluralismo y la tolerancia no tiene en cuenta las necesidades y preocupaciones de las personas que no pertenecen a las élites intelectuales y culturales.

    A pesar de estas críticas, la obra de Isaiah Berlin, señalan sigue siendo una referencia fundamental en el estudio de la religión, la política y la filosofía. Su defensa del pluralismo, la tolerancia y la libertad individual continúa siendo tan importante hoy como lo fue en su época.

    Como conclusión señalan que la obra de este autor es compleja y ha sido interpretada de diversas maneras por diferentes críticos, afirmando que lo recomendable es leer su obra directamente y formarse una opinión propia sobre su pensamiento, algo que tú sí estás haciendo.

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    1. No entiendo que des tanta importancia en las críticas a Berlin en sus posicionamientos acerca de la religión. Berlin no fue un pensador religioso, y él mismo no era creyente en un dios o en el más allá, aunque como judío cumplía con los ritos fielmente. Sí que fue tolerante con las religiones que él consideraba positivas frente a los ateos rígidos y acartonados que las desdeñan como simplemente opresivas. El fenómeno religioso es mucho más complejo que eso, y Berlin lo consideró así.

      En todo caso, para entrar en el pensamiento de Berlin, nada mejor que leerlo directamente o al menos la biografía extraordinaria de Michal Ignatieff sobre su figura. Es un hombre que se ganó un respeto intelectual de modo convincente, aunque, como liberal, las izquierdas nunca acabaron de tragarlo y las derechas tampoco, así que su posición fue siempre inestable. Leerlo alienta la tolerancia, el pluralismo y nos hace pensar más allá de los acartonamientos izquierdistas y derechistas que afligen al mundo.

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  8. Sergio Munari,muy interesante la clase de Economía, pero al final es lo de siempre,qué harías ante una inflación pegajosa como la de ahora,que no hay manera de parar.Partiendo de que el gobierno,no puede tocar el tipo de interés,si además hay gastos,que como dices son intocables,como las pensiones.
    Me gustaría saber tu opinión
    Saludos

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  9. Estoy fuera unos días en Portugal. Cuando vuelva, contestaré a los interesantes comentarios. Siento el retraso.

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  10. ¡Qué buena idea, irse a Portugal unos días! Y... ¡qué envidia! No sabes lo que daría por estar allí ahora. Bien, a lo que íbamos. Poco tengo que acotar a las cosas, bastante prolijas, que he empezado a leer por parte de tus comentaristas. Saben de lo que hablan y es gente estudiosa y preparada, a la que aprecio.

    Respecto a tu escrito, reconozco que no había oído hablar nunca de la "libertad positiva" y la "libertad negativa". No es raro; ignoro muchas cosas. Pero, ahora que lo leo, me preocupa eso de la "libertad positiva". Y que el Estado vele por nuestros intereses para protegernos como ciudadanos, no solo me preocupa, me aterra. Y las restricciones a la libertad de disentir, ni te cuento. Tenemos un gobierno autotildado de "progresista" que se ocupa de todos esos menesteres. ¡Qué bien! ¡Quién lo iba a decir!

    En realidad, hablando de otro asunto, cuando se añade el estrambote "positiva" a alguna palabra, me pongo a temblar. Por ejemplo, la vicepresidenta Yolanda Díaz, una indocumentada que ríe siempre, pretende impulsar una iniciativa para aplicar la "discriminación positiva" (?) al colectivo LGTBI a la hora de buscar trabajo. O sea que, si eres de ese colectivo o finges serlo... podrías tener más puntos para conseguir plaza que otro que no lo sea. Estaría curioso que se planteara en el baremo de las oposiciones a la Enseñanza, por ejemplo. Sería "lo que faltaba para el duro", como se suele decir. Es una curiosa manera de entender la meritocracia. Qué quieres que te diga, creo "a machamartillo" en la igualdad de oportunidades, pero no en que se nos cuele gato por liebre en aras del progresismo.

    Saludos y recuerdos a los portugueses, sin olvidar a las portuguesas, claro. Siempre planteas temas de interés, pero no siempre me pilla preparado. Creo que me rijo más por el lado derecho del cerebro...

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    1. Yo tampoco creo en las políticas de discriminación positiva, Joselu. Por cierto, bem-vindo. Solamente en personas discapacitadas, creo que serían plausibles para asegurar una inserción laboral o por si motivo de su discapacidad, deben incurrir en mayores gastos. Luego son razonables si se destinan a colectivos muy limitados. Porque como reza la ley de Say, es la oferta desde los poderes públicos, la que genera la demanda. Creo que la teoría de segmentación de Buchanan en lugar de en nichos de mercado, en colectivos es interesante para la estrategia de optimización de votos. Por esa discriminación positiva que en la misma frase la alternan con la mirifica igualdad, lo que se busca en muchas ocasiones son privilegios. Y los políticos con esa segmentación, más votos cautivos. Say es muy aplicable en este caso, porque crecen los colectivos/minorías que demandan recursos y privilegios por discriminaciones pretéritas. Siempre que comulguen con la ideología woke imperante, porque no me imagino a un líder tlaxcaltecas o a un santón de los purépechas solicitando subvenciones y discriminación positiva por haber sido sus antepasados masacrados por los aztecas.Un saludo,Joselu.

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  11. Muy bien Sergio, me ha gustado, pero a ver quién es el guapo, capaz de hacer esa política.
    Saludos.

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    1. El problema es que con esos déficits fiscales sostenidos con una productividad en claro retroceso, que era el unicornio blanco que nos presentaban los sindicatos, porque salvaría nuestro sistema de pensiones, el ajuste vendrá antes o después. Y será un ajuste abrupto, mientras no se reduzcan partidas superfluas. Este gobierno las ha engordado a costa de la renta disponible de sus ciudadanos y de la economía productiva. Pensemos. En Gran Bretaña se habla de decadencia porque desde 2008 ha caído la productividad no llega al 1%. España desde el 2000 casi un 8% y un 18% desde 1995 https://www.elconfidencial.com/economia/2023-12-09/problema-productividad-espana_3788886/ En España no está en la agenda este debate. Apostamos por políticas de demanda, los subsidios y nos hemos metido en un túnel más oscuro. Es un problema muy acuciante,Car res, y no sólo de este gobierno, sino de décadas.Espero que alguien se lo tome en serio. No quiero que en algún momento sea necesaria una terapia de choque. En 2011 estuvimos demasiado cerca del precipicio.

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  12. Gran Uribe, la discriminación positiva, siempre ha existido y existe actualmente, es un factor de corrección social .En las "opos" a profesorado, concediendo puntos a los años de interino. En oposiciones, en general, a personas con diferentes capacidades, para una igualdad de oportunidades. A mayores de 50 años concediendo beneficios fiscales a las empresas que contraten. En la misma USA, liberal, también ocurre, a favor de las minorías étnicas.
    Saludos.

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  13. Coincido contigo en que la disciplina fiscal es fundamental para controlar la inflación y el endeudamiento. Acomodar la política monetaria a los déficits presupuestarios recurrentes durante quince años ha sido un error que ha contribuido al proceso inflacionario actual.

    Sin embargo, no estoy de acuerdo en que no haya margen para una subida de la presión fiscal. Es cierto que la renta disponible se ha deteriorado y que la economía informal es un problema en España. Pero también es cierto que nuestro país tiene uno de los niveles de impuestos más bajos de la Unión Europea.

    Aumentar la presión fiscal no tiene por qué ser sinónimo de gravar la producción. Hay otras formas de recaudar impuestos, como gravar las rentas del capital o la riqueza. Tampoco estoy de acuerdo en que igualarse a Suecia o Dinamarca sea una locura. Estos países tienen niveles de impuestos más altos que España, pero también tienen un Estado del Bienestar más fuerte y una economía más dinámica.

    Es cierto que el Estado y las administraciones deberían haber entrado en un pacto de rentas y haberse ajustado el cinturón. Pero también hay que recordar que el Gobierno ha tomado medidas para proteger a los trabajadores como es la subida del Salario Mínimo Interprofesional.

    En cuanto a tu propuesta de reducir todas las partidas que no son propias del Estado, me parece una idea demasiado estricto. Es cierto que hay que reducir el gasto superfluo, pero también hay que invertir en sectores estratégicos como la educación, la sanidad y la investigación.

    Por último, estoy de acuerdo contigo en que hay que pensar en términos reales y no nominales a la hora de evaluar la evolución de la economía. La inflación distorsiona las cuentas y dificulta el cálculo económico.

    En definitiva, creo que la solución a la crisis actual pasa por una combinación de medidas como una disciplina fiscal que reduzca el déficit público y la deuda; una reforma fiscal que aumente la presión fiscal de forma equitativa; pactos de rentas que contengan acuerdos entre sindicatos, empresarios y gobierno para repartir los costes de la crisis; inversión pública para invertir en sectores estratégicos para el crecimiento económico; y una política monetaria responsable para controlar la inflación sin ahogar la economía. Es un reto complejo, pero no imposible de superar.

    Un saludo.

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  14. Acaba de ser nombrada presidente de la RTVE una militante socialista, eso para mostrar que la televisión es propiedad del partido y que sus directrices serán puramente partidistas. Nada que tenga que ver con la BBC británica, claro. Ni se han molestado en buscar alguien independiente aunque sumiso. El estado cada vez es más poderoso, en contra del pensamiento de Berlin en que defendía un estado ligero y liberal. El estado cada vez es más pesado e ideológico en manos de las corrientes restrictivas de la libertad, unido al control de las redes sociales, lo que conforma un panorama desalentador y opresivo. Y sí estoy de acuerdo con el fondo de tu intervención.

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  15. Debería gravarse más el consumo, y ese cascabel no lo quiere poner nadie..Mientras tanto, esa mayor presión fiscal va a recaer sobre rentas productivas en un país en el que la productividad declina, es un suicidio. Luego, nos comparamos con países que tienen no sólo una economía formal mucho mayor, sino que gozan de rentas muy superiores. Cómo ha demostrado Laffer y estudios posteriores, las subidas fiscales han de traído capital a la economía productiva. Las rentas altas son capaces de buscar otros canales o incluso hibernar sus ingresos y digerirlos y si se aprieta por todos lados, contemplar un cambio de residencia fiscal, capacidad con la que no cuenta la clase media. La segmentación de ricos y pobres no es más que una coartada emocional, para que al final la clase media se empobrezca, cediendo más renta a la Hacienda. Estamos de acuerdo con que se deben sostener servicios esenciales y a partir de ahí, evitar el gasto discrecional o en partidas que fomentan un estado cada vez más intrusivos.

    No entiendo esos debates de Barrio Sésamo en los que subir la presión fiscal incrementa el bienestar del conjunto y lo contrario es ser egoísta. Necesitamos explorar otras vías. Porque además es falso que en España la economía productiva pague menos impuestos que en otros países. Y en términos relativos o sí nos basamos en el esfuerzo fiscal, pagamos comparativamente más. Podríamos hacer el ejercicio no sólo en los tipos marginales del IRPF , también en la escala de gravámenes. Aquí la joya de la corona se encuentra en las rentas de trabajo entre 38 mil y 65 mil euros anuales. Subir en ese tramo los impuestos, por no perdernos en palabros como la elasticidad, es donde más eficiencia recaudatoria se encuentra. Y las subidas de ricos y pobres y otras letanías, son a efectos recaudatorios más que fuegos de artificio para entretener a las rentas entre 28 mil y 65 mil. Todo para engordar más a un estado que se extralimita si gasta en partidas que no sean las básicas, como sanidad, educación, pensiones, defensa y seguridad, y alguna más de las que consideramos básicos. Las demás son recursos para engordar al estado y su poder. Jouvenel lo escribía muy bien, las dinámicas de poder que subyacían en los impuestos. Y es que además esas dinámicas depredadoras y progasto, ponen en riesgo la viabilidad del tejido productivo y por descontado, la suficiencia futura de servicios básicos. No niego que probablemente la partida de pensiones que algunos estudios sitúan por encima del @5 % suban a un 18% del PIB o incluso más. Ahí se podría llegar a un acuerdo de rentas y que se repartan el esfuerzo las partes, no como ha hecho el actual gobierno, que recaiga sobre trabajadores y empresas. Pero cuidado con pedir masysubidas de impuestos sin cuestionarse a qué se destinan. Son sintomáticas de nuestro delirio y vasallaje. Un saludo

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  16. Pensadores como Berlin, plantearon dicotomías sociales de una manera que revela también la ideología que sostiene cada elección: libertad/seguridad; libertad positiva/ libertad negativa. Me da la sensación de que hoy, en este primer tercio del siglo XXI, se ha sobrepasado este análisis porque ya nadie -partidos, dirigente políticos- tiene interés en una sociedad que reflexione sobre las grandes categorías que definen lo que antes entendíamos por progreso y democracia. Estamos en una fase de transición hacia un modelo desconocido. Hoy, los Estados están controlados por corporaciones planetarias económicas, con líderes que han desarrollado técnicas de manipulación social muy depuradas y eficientes. La tutela del ciudadano es una parte importante de esa manipulación, la consecuencia es que se abre camino el pasaporte social, como en China. Y a la gente le parecerá bien, los pocos disidentes serán apartados y se les tachará de insolidarios y etc. La Boitie, en su magnifico La servidumbre voluntaria, ya se percató de algo que saben quienes controlan la política: la gente quiere amos que le indiquen el camino. Nos queda mucho por evolucionar.

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    1. La dicotomía berliniana de libertad/seguridad es capital en nuestro mundo amenazado por siniestras perspectivas que nos aterrorizan como ciudadanos. Esta sensación de peligro es ominosa y creciente. No sé si es real o propiciado por el poder -ese difuso control de corporaciones planetarias económicas-, pero tenemos miedo, un miedo íntimo que nos lleva a querer ser protegidos de alguna manera. En mi perspectiva de vida, es la etapa en que más desvalido me encuentro ante el poder que parece funcionar para protegerme de peligros que nos acechan. Ello y el poder omnívoro de las redes sociales, verdadero cáncer de la democracia, hace que el ciudadano se sienta controlado como en 1984 de Orwell. Somos transparentes y esa transparencia ha sido cedida voluntariamente a cambio de poco o nada. Leer a Berlin es asistir a un pensamiento todavía libre a finales del siglo XX. Hoy percibo la realidad como tensamente amenazadora y el estado y la "libertad positiva" para protegerme es el mayor de mis temores. Estamos confusos y perdidos. La verdad es un conjunto de fakes, y las palabras tan numerosas son trampas de las que no es posible escapar.

      Estoy leyendo un ensayo de Robert Sapolsky titulados Decidido sobre la irrealidad e inexistencia del libre albedrío y la libertad como espejismo, fruto de las recientes investigaciones sobre neurociencia. Si la libertad del ser humano no deja de ser una ilusión, igual que el yo o la conciencia, no me extraña que, mecanismos conocedores de ello, puedan dominarnos, pero ¿dominar qué si todo es una ficción? En fin...

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