domingo, 10 de marzo de 2024

La España mística

Hace unos meses leí el libro sobre Teresa de Jesús escrito por Olvido García Valdés. Su lectura me llevó un par de semanas y tuve ocasión de entrar en la fascinante figura de una mujer singular, que padeció la persecución de la Inquisición y las intrigas de sus enemigos a muerte, los carmelitas calzados. Fundó muchos conventos en España tanto femeninos como masculinos con unas normas muy estrictas de devoción y de oración interior lo que suscitó muchas sospechas de iluminismo por parte de sus enemigos y la Inquisición. Teresa se enamoró espiritualmente de un fraile, Jerónimo Gracián, que era treinta años más joven que ella pero este no correspondió a su generosidad. Su relación con Juan de la Cruz fue conflictiva. Se respetaban pero representaban modelos diferentes de sentir la espiritualidad. 


Al hilo de esta lectura, escribí esto que sigue sobre la fuerza de las corrientes místicas en la España del siglo XVI: 


Me sorprende tan alta vida espiritual en la España del siglo XVI cuando el mundo, Europa, se encaminaba al racionalismo y el libre examen que abriría el camino a las concepciones modernas. En España se acendraba el misticismo y la espiritualidad basadas en la oración interior. España país de místicos frente a una Europa de los mercaderes y los filósofos. ¡Qué extraño!

 

La pasión religiosa en la España del siglo XVI es equivalente a la pasión gastronómica en la España actual. Es una broma, pero uno considera la distancia entre tiempos y las sociedades a que se ha dado lugar. No entiendo la efusión mística de este tiempo, tan en dirección contraria a lo que estaba pasando en Europa. Había cientos de conventos en una España caracterizada por el esplendor imperial y a la vez la bancarrota causada por las continuas guerras mantenidas, en defensa de la fe en Europa, que eran financiadas por las partidas de oro que llegaban de América. Era un tiempo de pícaros, comediantes, caballeros de medio pelo, clérigos y monjas, y todo ello condicionado por un sentimiento de la honra y la limpieza de sangre así como por el sangriento poder de la Inquisición para imponer una ortodoxia tiránica que impedía totalmente el ejercicio del libre pensamiento que era perseguido con violencia y saña. Esta España se hundió en una especie de sueño místico y entró en aguda decadencia, fosilizada ante el mundo moderno. 

33 comentarios:

  1. "Conozco que yo conozco algo, Todo o que conoce es; Luego yo soy"
    https://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%B3mez_Pereira
    Francisco de Vitoria
    https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Vitoria
    https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Su%C3%A1rez
    Algunos dicen que la Ilustración empezó en la Escuela de Salamanca y no van desencaminados.
    ¿Por que se habla más de Santa Teresa que de estos otros?
    ¿Por qué en este santo país tendemos a despreciarnos tanto?
    ¿No hay envidias en otros países?
    ¿No ha habido Inquisiciones en otros lares?

    En España tenemos un exceso de cortesanos, antes eran unos y ahora son otros, el denominador común es criticar al que produce algo, al que fabrica algo, al que comercia con algo porque les deja en ridículo.
    Ahora mismo, no hace siglos, ahora mismo, vemos como muchos cortesanos, analfabetos funcionales, se lanzan a la yugular y criminalizan la libre empresa que es el motor del desarrollo de cualquier país, a partir de ahí, todo son nieblas y corruptelas, analfabetos con mando en plaza sin más mérito que hacer ostentación de demagogia barata y corrupcion, amiguimismo en vez de capacidad, ventanillas en vez de fabricas.
    O como decía Ayn Rand: "“Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando percibió que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada.”

    Yo no quiero una sociedad de cortesanos, la quiero de industriales y comerciantes, de médicos e ingenieros, de oficiales de sus oficios, de escritores que venden sus libros por su merito, de cineastas que venden sus peliculas porque son buenas. Yo quiero una sociedad viva y para eso hay que poner referentes vivos como los de arriba, por que vivimos en una sociedad burocratizada desde antiguo tenemos a los "místicos".
    Un saludo.

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    1. He activado los enlaces que has dejado para que sea más cómodo consultarlos a los posibles visitantes. Ciertamente, las figuras de Gómez Pereira, Francisco de Vitoria y Francisco Suárez son brillantes y merece la pena conocerlas, en un siglo llamado de Oro por su esplendor a todos los niveles. No obstante estas figuras señeras, la filosofía que se impuso en la España imperial no estaba en consonancia con esta categoría intelectual, pues tras la condena de Erasmo de Roterdam, España se fue cerrando a la investigación filosófica, científica y religiosa y culminó con la presencia dominante en el concilio de Trento frente a la reforma protestante en que nuestro país se cerró totalmente a las influencias extranjeras y se proscribió la entrada de obras foráneas así como que españoles salieran a estudiar a universidades europeas. España persiguió a los sospechosos de protestantismo, lo que se manifestó en los autos de fe de Valladolid de 1559 y 1561 en que varios sospechosos fueron quemados vivos en actos de una pompa siniestra que han dejado siempre la imagen de España como un país oscurantista a la vez que teatral. Claro que había persecuciones y ejecuciones en otros países europeos, pero no tan plásticas y dramáticas. España estaba implicada en guerras contra Francia, contra los holandeses, contra Inglaterra, contra los protestantes alemanes, contra los turcos, a la vez que mantenía a la Nueva España en América. Fue un siglo que dejó a España exhausta por convicciones que fracasarían en el mundo moderno. Todo su poder entró en decadencia con el final del reinado de Felipe II.

      El otro lado de la España del siglo XVI es el misticismo. No era raro en Europa que había conocido al maestro Eckart en la Edad Media pero como fenómeno renacentista, España se singularizó con figuras de una talla universal como Teresa de Jesús y Juan de la Cruz cuyas obras han sobresalido en la historia de la literatura occidental. España fue derivando a mirar hacia dentro y no hacia fuera, se cerró a los influjos externos y se impuso una ortodoxia católica limitadora del libre pensamiento, a la vez que se extendía la deshonra legal del trabajo por la que se despreciaba la actividad comercial y los trabajos manuales, esos que tú tanto alabas. El sentido del honor y la honra se convirtieron en obsesivos, a la vez que dicho sentido se aplicaba en las comedias del siglo de Oro, teatro en el que tuvimos a autores de talla mundial.

      Daniel, tú y yo amamos la historia de España, pero yo no puedo negar que nuestro país se encerró en sí mismo, en la oscuridad y se distanció de Europa respecto a la que permaneció aislado durante dos siglos hasta la Ilustración en que los reyes borbones intentaron sacar a España de las tinieblas lo que culminó con el reinado del monarca Carlos III.

      La España activa, la España del trabajo, la España de la creación de industrias fue sometida por otra España católica a machamartillo, oscurantista y antijudía.

      Europa iría por la senda del conocimiento mientras España quedaría totalmente rezagada. No hay nombres españoles en la historia de la cultura científica o filosófica en los siglos XVII, XVIII y XIX. Y esto no lo podemos negar.

      Un saludo.

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    2. Yo no niego que España se encerrase, sólo expongo los motivos porque lo hizo. Demasiados cortesanos, como ahora. Demasiados puritanos como ahora. Demasiados inquisidores como ahora. Demasiados censores como ahora.
      La gente que no produce siempre son conservadores quieren conservar su status y siempre son generadores de conflictos internos, porque les da igual el país, les da igual la economía real porque no viven de ella.
      Solo buscan el estipendio público como forma de remuneración y no lo consiguen por méritos sino por intrigas, no por inteligencia sino por fomentar luchas internas, no son bálsamo sino urticaria.
      La primera industria de este país es la política, estamos rodeados de "místicos" pero ahora sin poesía, intelectuales sin intelecto, gentes que odian el pragmatismo y las matemáticas.
      Alguien quizas debiera considerar esto, reducir, simplificar, eliminar entes públicos.
      No es posible que apenas 14 millones de empleados del sector privado puedan mantener a 48 millones de personas, su Sanidad, sus pensiones, sus escuelas, su ejército, su policía, las cuentas no salen, de ahí el aumento exponencial de deuda pública. Yo no se de místicos, pero si de matemáticas.
      Hemos sustituido los curas y cortesanos por una nueva casta de parásitos, ese es el mal endémico de este país.
      Fijate a que grado de gilipollez se llega en este país que una persona dona 600 millones de aurelios en máquinas contra el cáncer y casi es ejecutado públicamente, en cualquier país anglosajón le harían una estatua. En los países anglosajones, como sabes, millonarios donan fortunas a Universidades y tienen reconocimiento público por ello. Aquí si se hace eso se les insulta y se les llama explotadores fascistas, a este nivel de imbecilidad hemos llegado.
      Estas donaciones no eliminan el Derecho a la Enseñanza Pública Gratuita de la que soy defensor a ultranza porque es el motor de un país, sino que la reafirmaría y la haría más poderosa, pero si el cortesano de turno no mete mano a la caja no está contento, son asi de, con perdón, hijoputas. Y si, coincido con tu acertado análisis, solo expongo porque hicimos eso y quienes fueron los responsables, los zánganos envidiosos.
      ¿NO te das cuenta quien no construye nunca nada solo busca pegas a lo que hacen otros?, las obras de otros son la denuncia de su dejadez y su vagancia, por eso lo odian.

      Un saludo.

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    3. No había captado en tu primer comentario el sentido del mismo, pero ahora está claro porque ves una continuidad entre la España del siglo XVI y la actual, en la sobreabundancia de cortesanos y otras malas hierbas. Los reyes Católicos tuvieron la pésima idea de expulsar a los judíos de las coronas de Castilla y Aragón, y eso nos hizo perder a una élite en todos los sentidos -financiera, comercial, de conocimiento- que se trasladó a otros lugares de Europa y el Mediterráneo. La pérdida de talento fue trágica. Y con ellos se fueron oportunidades de una España más abierta y tolerante. No sé cuál fue el mal inicial de esta tendencia al oscurantismo que tiene su cima en el reinado de Felipe II, el momento de máximo poder de la corona castellana. Los españoles eran odiados por el resto de europeos, menos por los irlandeses -que odiaban a los ingleses-. España se desangró económicamente en la cúspide de su poder y se enfrentó casi sola al poder del turco. Ese idealismo y misticismo castellano -también caballerosidad: no en vano, España es el país donde se da él éxito en el siglo XVI de la novela de caballerías- se plasma en un país que entre penumbras quedó sin norte y aislado de las luces de la Europa enemiga de quien acabo siendo pasto poco después.

      En cuanto a tu diagnóstico de la España actual, no puedo estar más de acuerdo: no salen los números. El estado español es caro, pesado y no tiene futuro manteniendo a miles y miles de políticos ociosos que se dedican a envenenarnos a unos contra otros.

      Tu elogio de Amancio Ortega y sus donaciones es justo.

      Si me preguntan si me gusta este país, habría que decir que lo amo, pero que no me gusta.

      Un saludo.

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    4. [img]https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/28/Francisco_rizi-auto_de_fe.jpg/640px-Francisco_rizi-auto_de_fe.jpg[/img]

      Ilustración de un auto de fe: la pompa, la teatralidad de un acto siniestro.

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  2. Es difícil entender el misticismo si no se ha experimentado. Un beso

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    1. Cierto, no se puede entender si no se ha experimentado o estudiado como fenómeno interior del espíritu. Como filólogo he estudiado el misticismo y tengo la obra completa de Juan de la Cruz encima de mi mesa de trabajo como representativa de la mejor poesía de todos los tiempos.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Madre mía,cómo nos gusta desviarnos del tema,para explotar nuestras ideas,que nada tiene que ver con lo que se indica,que no es otra cosa que los místicos españoles.
    Sólo decirte,que la única poesía que me gusta(desde estudiante aprendí de memoria),es la de nuestros místicos, por su estructura,riqueza de vocabulario y sentimiento espiritual.No tiene nada que ver que seas creyente o no.Añade a mi paisano barroco Gongora,Machado y mi querido Lorca, me sobran el resto.
    Aún hoy recito,cuando estoy sosegado,las estrofas de San Juan de la Cruz,
    como eres de letras,no sé el porqué no das tu opinión,sería interesante.
    Saludos

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    1. ¿Sobre qué quieres que dé mi opinión? ¿Sobre la riqueza de los clásicos españoles entre los que están los que mencionas y otros muchos más que probablemente desconoces? A ello he dedicado mi vida. No soy solo de letras, he sido profesor de Literatura Española y durante muchos años, hasta que los progresistas que nos pagan la pensión destruyeron la enseñanza de la literatura, tuve mucho orgullo de enseñar a generaciones de adolescentes el valor de los clásicos, los que has citado y otros muchos. Saludos.

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  5. ¿Más contento así, Car Res?
    Ya está arreglado. No deseo perturbarte con mis ideas y que te haga desviar del tema que atañe, aunque en su primera parte me he ceñido con total precisión.
    Un saludo y buen día

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  6. España tuvo su época mística, sí, nos encerramos dentro de nuestras fronteras erigidos en los salvadores de la fe. Al otro lado los protestantes convirtieron la religión en algo útil y justificación para sus negocios... Es lo malo de quedarse mucho rato mirando el reflejo propio en el espejo, que se pierden muchas oportunidades.

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    1. Rainer María Rilke admiraba a Rusia y a España porque eran los países más místicos de Europa. Pasó una temporada en España, concretamente en Ronda. Ese poso profundo del siglo de Oro que tanto admiró Pasolini parecía estar unido a nuestra historia, pero ahora no somos ni místicos ni materialistas. Parece que nos gustan los bares y no hacemos del trabajo una de nuestras devociones como sí hacen los nórdicos protestantes. Nos han quedado ramalazos católicos y como escribió Américo Castro, España es un enigma histórico. Lo que hubiera dado por nacer en otro país europeo occidental...

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    2. He pensado mucho en eso, en lo de haber vivido en otro lugar, lo pienso cada vez que viajo... Una parte de mi dice que es un error, que en todas partes hay pequeños y grandes demonios esperando.. Otra parte de mi, bueno, otra parte de mi siempre anda con la maleta preparada esperando su oportunidad ;)

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    3. En todas partes hay demonios -y no pequeños- pero conocemos los de España que no puede pasar un siglo sin guerras civiles. Son nuestra especialidad. En los días que vivimos puedo revivir en parte lo que fue el clima prebélico en el 36. Yo ya sé que no me voy a ir de aquí, pero siento que España es un país muy desdichado por sus conflictos internos que los políticos alimentan con veneno en dosis masivas cada día.

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  7. Mi apreciado Joselu:
    Vuelvo a escribirte esperando me disculpes.
    Cuando dices en una respuesta: " he sido profesor de Literatura Española y durante muchos años, hasta que los progresistas que nos pagan la pensión destruyeron la enseñanza de la literatura", te aseguro que te entiendo.
    Hay quien podría pensar que esa afirmación no tiene nexo con la entrada en sí, y a mi modo de ver enlaza perfectamente.
    Este era un país de místicos, de gente que dedica mucha energía a una cosa, en este caso la espiritual, que no es más que lo especulativo, pero siempre esperando un premio final: el cielo.
    Hoy ha cambiado el continente, el envase, pero el brebaje (contenido), sigue siendo el mismo, ya no nos interesa tanto el cielo como la tierra, y en ella estamos, y el misticismo lo han trasformado en otro ismo, quitando validez a todo aquello que haga discurrir (Literatura), o pensar (Filosofía).
    Nuestros líderes ya se encargan de salir en la estampita movible (televisión) y recordarnos de que la verdad nos hará libres (Auschwitz lo tenía en su portalón de entrada a las cámaras de gas), y que con ellos, si los votamos, seremos más felices, pero en su misticismo, lo que no nos dicen, que lo que si tenemos asegurado, sin Literatura y sin Filosofía, es que seremos más ignorantes.
    Un abrazo y perdona si me he ido otra vez por otros cerros, pero como es tu página sólo tu tienes el derecho de poder decírmelo.
    Un abrazo
    Salut

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    1. No hay que disculparse, yo entiendo que cada lector toma el tema planteado y lo relaciona con sus zonas de interés. Y me siento muy satisfecho de que tú aportes tus razones y puntos de vista.

      En efecto, las fuerzas progresistas no han tenido ningún voluntad de defender los saberes humanísticos -lenguas clásicas, literatura, filosofía- en los planes de enseñanza basándose en que ya no eran útiles para el mundo moderno. Yo era profesor de literatura y con la Logse dejé de serlo en un 95%. Curiosamente el franquismo ideó un plan de enseñanza en que estas materias eran fundamentales. Tradicionalmente, han sido las fuerzas conservadoras las que más han defendido las humanidades algo que me sorprende y me deja descolocado como ciudadano y como profesor. Hay un librito que se titula La escuela de la ignorancia en que Jean-Claude Michéas habla de cómo el capitalismo ha ideado una escuela en que se banaliza todo y se convierte en materia de entretenimiento, rebajando los niveles de exigencia y destruyendo materias fundamentales en el ámbito humanístico. Yo lo he vivido y por eso puedo estar de acuerdo con esta consideración. El ser humano de nuestro tiempo ha sido educado en la escuela de la ignorancia de la que se han suprimido no solo los místicos -que es el tema de hoy- sino todos los saberes profundos y clásicos. Y ha sido la izquierda la perpetradora de ello. Un abrazo, Miquel.

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    2. [img]https://m.media-amazon.com/images/I/51gtm4FOsfL._AC_UF1000,1000_QL80_.jpg[/img]

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    3. Te agradezco enormemente que me presentes el libro.
      Voy a por él después de lo leído por ti en la entrada anterior.
      Gracias

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    4. Acabado de pedir y me lo traen desde Sant Adriá del Besós, porque en la de Joan Marsé está en uso.
      Gracias

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    5. Es un libro de pequeño formato y de un interés considerable. En cuanto al libro de Eduardo Mendoza, no he podido pasar de la página 120. Me resulta totalmente ininteresante. Coincido con tu apreciación. Hubo un tiempo en que Mendoza me encantaba, pero algo se ha perdido en él con el tiempo. Su campaña de promoción es mediática pero la evaluación de su novela es -a mi juicio- muy negativa. Abrazo, Miquel.

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  8. Disculpen si me subo al tren en marcha, y cuando la mayor parte de las cuestiones se han dilucidado brillantemente. Mi pequeña contribución, consistiría en reseñar que de esas vetas místicas, Joselu, también surgieron filones de pensamiento más que interesantes, y que generalmente se suelen orillar. No me ciño al legado literario, que conmovió en la letras a muchos autores modernos. A un más cercano, por ejemplo, Teixeira de Pascoaes, que encontró en nuestro misticismo una inspiración para fundar su saudosismo.

    No en el campo estrictamente místico, pero sí en el del pensamiento en general, surgió una figura que todavía no ha recibido el amplio reconocimiento que merecería, Francisco de Vitoria, quizá por su caracterización como religioso en la mayor parte de los manuales. Cada vez más, se le reconoce como el fundador del Derecho internacional moderno y el de gentes, que fue. En su obra “De indis”, Vitoria esgrimió que los indígenas americanos eran seres humanos con los mismos derechos que los europeos. Sostenía que los españoles tenían la obligación de tratarlos con justicia y respetar sus derechos de propiedad. Su discípulo Domingo de Soto, aparte de un jurista excepcional, contribuyó a campos tan distintos como la economía y la física.

    El propio Max Weber teñido por esas visiones sesgadas, no se rindió a las evidencias de una Escuela de Salamanca, de la que era fundador Domingo de Soto y el padre Vitoria. ¿Cómo unos escolásticos españoles habían sido capaces de anticipar las teorías subjetivas del valor tan importantes para esbozar la utilidad marginal? Martin Azpilcueta, el doctor Navarrus o Saravia de la Calle, uno de esos monjes, que no obedecían al cliché umbroso de Weber llegaron a esas conclusiones, a partir de las enseñanzas imperantes de entonces de Santo Tomás, y lejos de perseguir confirmar el dogma, rebatieron la regla aristotélica. Así como de definir perfectamente el fenómeno de la inflación, si bien su objeto era otro bien distinto. Como el debatir sobre la moralidad de determinados usos, y a la luz de teorías monetarias perfectamente modernas, convinieron que algunos de sus feligreses podrían morir con la conciencia tranquila, por no haber practicado la usura. España era golpeada por la abundancia de la plata y del oro por ese fenómeno inflacionario, al aumentar el numerario asociado a esos dos metales en circulación.

    Con esto a dónde quiero llegar, gran Joselu. Es a que muchas veces la realidad está repleta de claroscuros. Y no sería justa ni la visión de Weber, que atribuía a la religión las causas del atraso económico y social de las sociedades meridionales. En parte, puede tener razón, pero no toda. En mi opinión, hay muchísimos más factores. Estoy de acuerdo contigo, Joselu, en que la expulsión de los judíos como dinamizadores en todos los ámbitos ( no es casual que recalasen en Países Bajos, y que éstos se convirtieran en la región más innovadora financieramente, con el alumbramiento de las hoy llamadas sociedades anónimas). Con todo, pesa en estas visiones la inmensa herencia de Américo Castro Quesada. Que da una significación desmesurada en las causas de nuestro declive a la mutilación de las culturas hebreas y musulmanas de nuestro acervo particular. No nos beneficiaron. Aunque las causas de nuestra decadencia a partir del siglo XVIII, son más amplias. Una las arancelarias. Un saludo, Me gustaría continuar. Quizá Weber tenga razón en encontrar esa reacción química virulenta que nos provoca el beneficio y el emprendimiento. Disculpad como siempre, la extensión:

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    1. Es claro que las figuras que has citado -Francisco de Vitoria y Domingo de Soto-, junto a los que mencionaba Daniel -Gómez Pereira y Francisco Suárez-son totalmente desconocidos para la mayoría de españoles. De hecho, a mí nadie me habló de ellos en la carrera de Filología Hispánica en las materias de historia de la literatura o historia propiamente dicha. Tenemos un agujero lleno de oscuridad en lo referente a la historia de nuestro país por el sentimiento de culpa por los hechos que forzaron la colonización de las Indias. Y a partir de esa leyenda negra que se forjó frente a una España imperial que dominaba Europa en buena parte del siglo XVI, nuestra conciencia ha optado por eludir y sentirse culpable por la conquista de América para convertirla no en colonia sino en la Nueva España. La literatura se enseña muy poco en los centros de enseñanza y la historia oculta parcelas positivas de nuestro pasado impregnado por las acusaciones de genocidio que el propio Bartolomé de las Casas contribuyó a difundir y en quien se basa la mayor parte de la citada leyenda negra. Hubo juristas formidables, los has citado, y filósofos como Gómez Pereira que adelantó el Cogito, ergo sum de Descartes. El caso es que en medio de luces y de sombras, hemos ignorado ese siglo de Oro del arte y la literatura española. Y nuestra historia se ha dedicado a deconstruir aquel pasado, odiándolo incluso, a diferencia de otros países como Portugal mismo que guarda como auténtico tesoro sus hazañas navegantes y su imperio colonial.

      No sé cómo hubiera sido la historia de España si no se hubiera expulsado a los judíos. Se perdió una élite que hubiera podido hacer de nuestro país un territorio más libre y menos tenebroso. Lo de la convivencia con la herencia musulmana lo veo más complicado. En todos los países donde ha habido musulmanes, esa convivencia ha sido muy difícil, si no imposible. Nosotros mismos lo veremos dentro de veinte o treinta años si no antes.

      España se cerró a Europa a partir de la tercera década del siglo XVI con la polémica sobre el erasmismo que se terminó persiguiendo. Los conflictos con los protestantes, cuyo origen está en parte en la pugna con el imperio castellano y el papado moralmente corrupto, definieron nuestro pasado. A veces he pensado que la historia de España habría sido más ligera si no se hubiera heredado por parte de Carlos I la corona imperial europea. Nos terminaron odiando todos. Varios países europeos tienen en la letra de su himno la resistencia contra los españoles. Pero a España hay que agradecer que frenara al imperio turco en su expansión hacia Europa cuando las potencia europeas dejaron a nuestro país prácticamente solo frente al poder del Islam creciente. Y el origen de la leyenda negra surge de nuestras propias denuncias de violencia generalizada con los indígenas americanos y el resentimiento de varios países europeos frente al poder español. El caso es que, como digo, todavía no hemos digerido ese siglo y medio que nos ha causado más desdicha que bienaventuranza. La pretendida disolución de España por los nacionalismos catalán y vasco tiene como fundamento y estrategia el uso de la leyenda negra contra el hecho constitutivo de España. Llevamos un pesado fardo en el que no festejamos los logros de nuestros pensadores, pintores y literatos, además de navegantes. Muchas gracias por tu aportación, Sergio.

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  9. Y al hilo de lo que comentas, Joselu, Sergio Munari, sobre lo de las sociedades anónimas, la salida de los judíos de España, la expansión del "protestantismo" en Europa y el declive del catolicismo en la misma área, en todo ese entramado, la conveniencia de asirse al protestantismo, abandonando el catolicismo, fue grande para mucha parte de la población. El enriquecerse ya no era pecado, no había de dar a Dios explicaciones por los métodos empleados para tal hecho, y en caso de muerte, con arrepentirte de tus pecados en ese momento, ya eras salvo, y no tenías que esperar el día del Juicio Final para ser juzgado, mientras estabas en el Purgatorio.
    Todo eran ventajas, y no solamente para los ricos comerciantes establecidos en Holanda, Bélgica, Alemania, sino para una mayoría de clase baja, que también hacía sus menudencias para sobrevivir a lo cotidiano.

    Un abrazo
    Buen día
    salut

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    1. [img]https://m.media-amazon.com/images/I/714h7rGlnEL._SY466_.jpg[/img]

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    2. Es significativo que la vida pública de Jesús de Nazaret tuviera como elemento fundamental la expulsión de los mercaderes del templo lo que se interpretó como la proscripción del comercio en el pensamiento cristiano posterior y el estigma que caía sobre los que lo practicaban, por ejemplo, los judíos, que siempre fueron vistos como deicidas y comerciantes indignos. Y en la tradición católica caía la deshonra sobre los que comerciaban o se manchaban las manos con el trabajo manual. No cabe duda de que el protestantismo fue un avance fundamental frente a esta mentalidad que alimentó el desarrollo del capitalismo -que dicho sea de paso es considerado como perverso por mayoría de los simpatizantes de las izquierdas que estos días se agitan por los beneficios de Inditex y de Mercadona-. Esto en un país protestante no sucedería porque el éxito en el comercio es laudable. Queda mucho de mentalidad católica entre la grey de las Españas, aunque se declaren ateos conspicuos. Buen día, Miquel.

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    3. Correcto, correcto, correcto...por ahí , es por ahí la cosa.
      Un abrazo

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  10. Es una herencia que tiene su reflejo en la sociedad española actual: "Era un tiempo de pícaros, comediantes, caballeros de medio pelo, clérigos y monjas, y todo ello condicionado por un sentimiento de la honra y la limpieza de sangre".

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    1. Haría falta un Quevedo o un Cervantes para recrear a los personajes de la España de hoy. Desafortunadamente, Eduardo Mendoza hace tiempo que perdió su estro narrativo.

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  11. Esta claro que sino se sabe interpretar las Sagradas Escrituras: siempre se cae en los tópicos y sobre todo en los fanatismos. Teresa de Jesús, al ser una mujer criada en un ambiente culto y haber podido leer y sobre todo formarse: porqué no solo es leer ,es,saber interpretar las palabras o en este caso la parábola.No soy una persona religiosa, pero sí muy respetuosa en cuanto a estos mensajes.Por fanatismos hemos retrocedido cuatrocientos años otra vez: mucha tecnología pero no sabemos ver más que lo que indica el prospecto y a veces por vagancia ni lo leemos.Se escuchab a los mayores y si encima como ella que tuvo un padre que la encaminó a que se formara y después las cualidades naturales de ella:se dice que era decidida y sobre todo con una facilidad de palabra y de razonamiento increible.
    Un abrazo,Joselu

    P.S: leí, lo del "Zorro y el Erizo", pero no entré a dejarte comentario y me sirvió para sacar un perfil de estos futuros universitarios, están en el tramo final casi.

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    1. La vida de Teresa de Jesús no fue nada fácil. Tuvo terribles enemigos en las sospechas de la Inquisición, en sus rivales religiosos, los carmelitas calzados a los que se enfrentó, en sus propios padecimientos físicos y, a pesar de eso, llevó una vida fundadora de más de veinte conventos en España, e increíblemente, pudo desarrollar un método de oración interior que difundió entre sus monjas y monjes. Su rigor conventual fue criticado por su aspereza y lo relajó. La princesa de Éboli quiso profesar como carmelita descalza llevándose a su corte de servidoras al convento. Esto le causó grandes problemas. Su don de gentes, su capacidad inspiradora hicieron posible, a pesar de sus enemigos, que desarrollara un proyecto religioso y poético de dimensiones muy intensas. Ya la respetaba, pero tras leer su biografía sentí ganas de leer Las moradas y El castillo interior, de mística profunda.

      Un abrazo, Bertha, muchas gracias por tu aportación.

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  12. ...con estos políticos les va bien la fábula del zorro y las gallinas...

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