miércoles, 21 de febrero de 2024

De la ciencia ficción a la neurociencia

Me interesan los temas de neurociencia especialmente los relativos a la exploración de la conciencia, cuestión que se enfrenta al problema mayor, de momento, irresoluble, pero ello no impide que nos encaremos a problemas menores para irlos intentando comprender mediante la investigación y la experimentación. Ahora estoy leyendo un libro fascinante titulado Cosas que nunca creeríais. De la ciencia ficción a la neurociencia de Rodrigo Quian Quiroga.En él hay una docena de capítulos que abordan películas de ciencia ficción famosas conectando sus intuiciones con la realidad de la neurociencia, sobre lo que sabemos actualmente. 

 

Uno de ellos trata sobre la posibilidad de insertar recuerdos falsos en la memoria, cuestión que se aborda en la famosa película titulada Desafío total (1990), dirigida por Paul Verhoeven. Ello da pie para comentar algunas cuestiones sobre la memoria, eje de nuestra identidad, para saber cómo funciona. Y hay ideas en el libro que me han resultado sugestivas y que traigo aquí. 

 

El hecho de recordar algo del pasado es un proceso dinámico que funciona mediante la consolidación del recuerdo que vuelve al presente en diversos momentos de nuestra vida -las memorias de unas vacaciones, por ejemplo-. Dichos recuerdos son frágiles, no solo cuando son adquiridos, sino también cuando cada vez que son evocados -reconsolidación-. Y el autor llega a la idea cenital de que “El hecho de traer una memoria al consciente implica cambiarla”. Y esto es fundamental porque, sin saberlo, cuando recuperamos un hecho del pasado -lo que creemos recordar- lo reelaboramos y cambiamos una y otra vez. 

 

¿Es posible modificar dichos recuerdos? La respuesta es que sí. La famosa psicóloga Elizabeth Loftus en un famoso experimento demostró como la reconsolidación de la memoria puede llegar a la fabulación o a la formación de falsos recuerdos. 

 

Todos tenemos -más o menos- recuerdos imprecisos de niñez que creemos recordar porque en nuestras neuronas hay asociaciones que nos llevan a ellos o porque nuestros padres o familiares nos los han traído repetidamente y creemos ya que forman parte de nuestra memoria. 

 

Con mi hija fabulamos una historia de por qué ella de niña adoraba las olivas y por qué luego terminó odiándolas. Inventamos que un día se atracó de olivas, que le sentaron mal y por la noche empezó a dispararlas por el culo enteras como si fueran proyectiles. Aquello nos resultó gracioso y se lo hemos contado muchas veces. Nuestro proceso de sugestión le habrá hecho formar una idea que fue completamente una fabulación, basada en que esa noche tuvo cagalera y que echó las olivas enteras. 

 

Ha habido psicoanalistas desvergonzados que hicieron uso de la sugestión y la reconsolidación para llevar a pacientes a creer que habían sufrido abusos sexuales. Me viene a la memoria la historia de una hija de Woody Allen que ha referido que sufrió abusos sexuales siendo muy niña por parte de su padre. La realidad es que se pueden insertar recuerdos falsos manipulando la memoria por parte de una madre rencorosa como Mia Farrow. 

 

La memoria es en sí misma un proceso creativo, muy flexible y dinámico. Poseemos muy poca información que reconstruimos mediante inferencias, generando los esquemas de Barlett, la base de nuestros recuerdos. Los esquemas de Barlett fueron un descubrimiento de Frederic Bartlett (1886-1969). Él contaba a sus alumnos una historia sobre aborígenes norteamericanos y pidió que se la repitieran tras días, semanas e incluso años después. Bartlett observó que las historias tendían a ser mucho más cortas y simplificadas y que cada sujeto las modificaba de acuerdo con su interpretación personal, y más aún, los sujetos tendían a cambiar la historia cada vez que la repetían, y en muchos casos, no tenían nada que ver con la historia original. En resumidas cuentas, los estudiantes recordaban un esquema, el que se habían hecho, según la interpretación que se habían formado en el momento de oírla. Se olvidaban detalles y se inventaban otros tantos inconscientemente. La conclusión de Bartlett es que la memoria es un proceso creativo, que cambia el recuerdo mismo. 

 

Y recordamos, según expresaron William James y Aristóteles, mediante asociaciones que son el mecanismo fundamental de la memoria. Tal vez no recordemos un hecho específico pero probablemente lo recordemos por un hecho asociado y a partir de allí podemos llegar al que estábamos buscando. 

 

La clave de la memoria reside en el hipocampo en las llamadas “neuronas de concepto”, descubiertas por el autor del libro, Rodrigo Quian. Y así, simplificando, la memoria de nuestras experiencias está basada en asociaciones de conceptos. Y es posible que muchos detalles que creemos recordar no sean sino inferencias inconscientes que hacemos mediante el sentido común. 

 

La película Desafío total propone la modificación electroquímica de las neuronas para insertar recuerdos falsos, como, por ejemplo, unas vacaciones fabulosas en el Caribe sin necesidad de ir allí. Y total lo que más nos hace disfrutar de algo es la huella que deja en el recuerdo. 

 

La hipótesis de la película está lejos de poderse realizar pero la optogenética (1), ciencia nueva, puede proporcionar alternativas terapéuticas, por ahora experimentado en animales, para tratar la epilepsia, la esquizofrenia, la ansiedad, adicciones, depresión y Parkinson. 


(1) La optogenética implica, por un lado, usar un virus para hacer fotosensitivas a las neuronas y, por el otro, la implantación de diminutas fibras ópticas dentro del cráneo para iluminarlas

18 comentarios:

  1. Mediante la hipnosis creo que pueden hacer algo parecido. Un beso

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    1. El libro que estoy leyendo no habla de la hipnosis como posibilidad de manipular recuerdos. He preguntado a la IA sobre el tema y me ha contestado lo siguiente. Lo dejo aquí con las debidas reservas...

      La hipnosis es una técnica que puede influir en la mente de las personas, pero no de la forma que muchos creen. La hipnosis no puede borrar ni bloquear recuerdos, ni tampoco puede recuperar recuerdos que hayan sido olvidados o reprimidos. Lo que puede hacer la hipnosis es modificar la percepción y la interpretación de los recuerdos, así como la emoción asociada a ellos. Esto puede tener beneficios terapéuticos, pero también riesgos de distorsionar o crear falsos recuerdos.

      Por lo tanto, la hipnosis no es una herramienta mágica ni infalible para manipular la memoria, sino un método que requiere de un uso ético y profesional, y que debe ser complementado con otras fuentes de evidencia.

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  2. Un tema que mueve a pensar, Joselu.
    Cierto que Aristóteles llamaba a la memoría como aquello que ya ha ocurrido, y que por lo tanto recordamos, pero no es menos cierto que con el paso del tiempo tendemos a idealizar o rebajar los hechos, cuando no a olvidarlos.
    Porque lo que también es cierto es que la memoria es selectiva, y no sé porque arte de magia esconde entre sus pliegues detalles, momentos, ocasiones, que no deseamos tener en el chip de nuestro disco duro.
    Hoy he tenido contigo un interesantísimo diálogo sobre el mismo tema, mira por donde, y casualidad de las casualidades, en un banco de la calle, de camino a casa, he encontrado un libro cuyo autor es Mircea Eliade, Mito y Religión,es el título, y ese ha sido otro de los temas tratados.
    Ha sido un placer el escucharte y decirte que estoy en completo acuerdo con tu entrada.
    Gracias por venir.
    Un abrazo

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    1. Conozco y leí hace mucho tiempo un título de Mircea Eliade que se titulaba Mito y realidad. No he encontrado en su bibliografía Mito y religión. En todo caso, las aportaciones de Eliade son sumamente interesantes. No descarto volver a leerlo en mi dinámica de adentrarme en las percepciones del ser humano sobre lo sagrado y lo profano.

      Igualmente, interesantísima la conversación que hemos mantenido, aunque han quedado otras muchas en el tintero que quedan para otra vez. Encuentros en El Prat. Gracias por recibirme. Un abrazo, Miquel.

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  3. Yo diría que más bien tendemos a recordar solo los buenos recuerdos, y a manipular los malos. Cierto, pero a veces los recuerdos aparecen muy vivos como si fuera de hace poco. Ayer me vino uno a la cabeza, sin motivo ni causa aparente: Tenía 14 años y jugaba de portero de hockey sobre patines. Era mi primer partido en la cancha del Arrahona, y recuerdo que mi madre me había hecho un jersey con los colores del arco iris. Íbamos cero a cero cuando una bola cruzada, aparentemente fácil de detener paso delante de mí y ante mi inoperancia, acabó en el fondo de la portería. Aun a día de hoy me pregunto por qué no fui capaz de detener una bola tan inofensiva, tan fácil de detener. O sea que no he conseguido manipular el recuerdo inventando una bola dura y fuerte o algo así. El recuerdo más antiguo que tengo es de cuando tenía 4 años:
    https://helenasubirats.blogspot.com/2014/01/recuerdos-de-un-dia-de-reyes.html

    Saludos.

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    1. La memoria se basa en las neuronas concepto que descubrió Rodrigo Quian Quiroga. Está claro que tu recuerdo del partido de hockey conecta con algunas de ellas y te lleva inevitablemente al día en jugaste aquel partido en que no pudiste detener la bola a pesar de que parecía fácil hacerlo. ¿Este recuerdo no te ha aparecido en sueños?

      En mi memoria, aparecen tanto los buenos como los malos recuerdos que no intento reprimir y así a veces me torturan. Si estoy equilibrado, estos malos recuerdos se desvanecen como en una suerte de equilibrio sano, porque lo que acaece en el pasado, por más que nos aflija, es imposible cambiarlo, aunque a veces, quiero hacerme una lista de las cien cosas que querría no haber hecho. La memoria es lo que nos da consistencia y alimenta la ilusión de que existe un yo que piensa y existe, como creyó Descartes.

      Un cordial saludo.

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  4. Me gusta entrar en Meta,en grupos de fotos antiguas sobre Córdoba, donde los que ya tenemos más de 70,disfrutamos recordando,lugares y hechos. No veas,las discusiones que se forman, de que si el dueño del bar(de la foto),era fulano o mengano. Incluso la dirección del bar,es diferente para uno y para otro.
    La memoria,no es manipulable(suena a fantasia),tampoco se graba magneticamente como en un ordenador(entonces si que lo sería).Por supuesto que no se podrá nunca desde el exterior,manipularla electroquimicamente, ni electromagneticamente,eso queda para las películas y series de Netflix.Puedes actuar,si voluntariamente y libremente el sujeto lo desea,refrescandola. claro que siempre puedes manipular al sujeto,pero es un acto criminal,si tiene consecuencias legales. Lo de tu hija,es una broma, que se lo llega a creer,por repetición de una mentira,sin más consecuencias.Tambien,le he gastado a mi hija una parecida y ahora nos reímos.
    Saludos

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    1. Eres un crack en todo lo relativo a la técnica o la tecnología, además de aplicar con tino el sentido común, pero no estás al día en neurociencia en las últimas décadas. La memoria es manipulable totalmente. No es una fantasía. Aquí en Cataluña -fuera del ámbito de la neurociencia- lo vemos en tal como nos quieren contar la historia manipulándola desde el once de septiembre a los años del franquismo. Hay un museo de historia de Cataluña en que se manipula políticamente la memoria, y a fuerza de repetir clichés en el museo, y luego en las escuelas, institutos y universidades, se forja un pensamiento nacionalista e independentista entre los jóvenes y no tan jóvenes. Solo hay que repetir mantras una y otra vez bombardeándolos desde todos los ángulos posibles y terminan calando en la población, y los que no se los creen terminan por ser desplazados y reducidos a la categoría de amargados y fascistas. El cerebro es muy moldeable y las escuelas son lugares de adoctrinamiento político y eso cala profundamente en la psique. Y si esto es cierto a estos niveles, te das cuenta de que se pueden manipular los recuerdos y tú mismo lo has dicho. Personas que vivistéis un mismo tiempo tenéis visiones diferentes de aquello. La memoria es una construcción del cerebro y solo recordamos esquemas -de Barlett- de lo que pensamos que recordamos y cada vez que lo recordamos, lo cambiamos. Recordar es modificar el recuerdo una y otra vez. La memoria es altamente inestable y frágil, solo recordamos briznas del pasado. Y sí, manipular a los ciudadanos es un acto criminal o por lo menos muy lamentable, pero quien tiene el poder, lo tiene para modificar y moldear la mente de la gente. Saludos.

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    2. Me refería a la posibilidad de manipular la memoria,con aparatos eléctricos o magnéticos, u otra tecnología.,eso no es posible.Que se puede manipular a los niños,seguro,son los más débiles y tienen poca memoria vivida.

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    3. Sí hay, car res, modos de manipular la memoria, mediante la optogenética, iluminando neuronas concepto para modificar las reacciones que despiertan. Otra cosa es que no se haga por motivos éticos. Ha habido experiencias con animales en que han logrado modificar sus reacciones y conducta de un modo sensible. Con los seres humanos no se han atrevido hasta ahora.

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  5. Me ha encantado tu entrada y me apunto el libro. No hace mucho tiempo, quizá un par de años o algo más, me adentraba en un libro titulado el Capitalismo canalla. Un libro plagado de tópicos y de algunas historias muy interesantes, Joselu, porque el autor denota tanta erudición en algunos temas como poca perspicacia o voluntarismo en otros. Precisamente, en una de ellas es la del estudio de Elisabeth Loftus, que tú traes a colación y es la facilidad con la que se insertan recuerdos falsos en la memoria. Se mezclaban si no recuerdo mal, con historias verdaderas, la mayor parte, y el gazapo, consistía en la vivencia falaz en la que el sujeto/los sujetos del experimento, se había perdido en unos grandes almacenes.Lo curioso es que adornaban de detalles una peripecia que nunca habían vivido, Joselu, como tú explicas de forma tan magnífica.

    Como siempre, en la sociedad americana es difícil que no surja un debate y sus controversias aledañas. Porque Loftus venía a rebatir la teoría de los recuerdos reprimidos que provocó un aluvión de demandas en los años ochenta y noventa del pasado siglo en Estados Unidos relacionadas con los abusos a menores. Algunos censuraron a la psicóloga por ponerse del lado de los abusadores. Ella denunciaba esa fragilidad de la memoria que incluso es capaz de incorporar vivencias de otros, fragmentos de noticias. Pero también encontré porque normalmente cuando me llama la atención algún personaje como Loftus, suelo indagar un poco más en su figura y sus investigaciones. Otro experimento que levantó sarpullidos giro sobre la forma con la que manipulamos escenas o iimágenes con palabras.. la clásica escena de un accidente, que según el verbo empleado para describir la colisión incluso pueden alterar la percepción de velocidad que capte nuestro cerebro. Me acojo a tus palabras, qué extraño juguete nuestra materia gris y qué curiosas son algunas de sus funciones. Un saludo, y perdona, Joselu,de nuevo el speech. Éste tema me interesa muchísimo

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    1. Pues te recomiendo vivamente el libro reseñado, escrito por uno de los neurocientíficos clave en la actualidad. Es un prodigio de conexiones a partir del argumento de películas para llegar a reflexiones profundamente filosóficas porque es más un libro de filosofía que de neurociencia. Lo estoy terminando, pero tengo ganas de leerlo otra vez por la cantidad de ideas en cascada que hay en él. Quizás la idea más relevante del libro es que en el famoso "Pienso, luego existo" de Descartes falla la entidad del yo que emite esa afirmación, puesto que el yo es una creación ficticia del cerebro, igual que la ilusión del libre albedrío o la misma memoria que nos constituye para dar soporte a un yo ilusorio.

      He visto con placer que conoces a Elizabeth Loftus y sus aportaciones en el terreno de la investigación sobre la manipulación de la memoria. El lenguaje mismo es un instrumento poderosísimo de manipulación para cambiar la percepción de la realidad. Podemos verlo en la ideología woke que pretende cambiar radicalmente el lenguaje para moldear nuestra percepción de la realidad. Y la mente es sumamente moldeable. Yo mismo, educado en concepciones del siglo XX y contrario a esta tendencia woke, he visto una película hoy de Billy Wilder de los años sesenta y me daba cuenta de la distancia ideológica del tiempo en que fue concebida y el actual. Se trataba de Irma la dulce. Nuestra memoria es frágil y moldeable. Y estamos en un tiempo en que todos procuran moldearnos cognitivamente.

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  6. Es curioso,Joselu, quizá esa malla inconsciente que se va tejiendo en torno a nuestro cerebro, con el bombardeo de ideas woke, por más que seamos reticentes, este surtiendo efecto. En política se habla de la ventana de Overton y como hace poco me leí una entrevista de Freud, en la que hablaba del superyó, ese conjunto de creencias, valores morales que reprime nuestros impulsos más primarios, pensaba en la trilogía de La jungla de cristal. El lenguaje malsonante, los chascarrillos a propósito de la homosexualidad que te puedes imaginar, hicieron surgir en mí ese centinela. Era como si censurase internamente parte del diálogo y me hiciera sentir incómodo. Como si en las películas tuviéramos que hablar como querubines.

    También, se me encendieron las alarmas cuando leía otra entrevista de un escritor de thriller actual y el reportero le preguntaba si sus referencias era Hammett, Chandler y la novela negra. Y el muy sandio soltó las letanías woke, que además desnudaban y exaltaban su ignorancia. Venía a decir algo así que la femme fatale era una cosificación de la mujer y que carecían de conciencia social. No debe saber quién fue Hammett ni que sus novelas como toda la tradición que surgió a su sombra, precisamente tenían una componente de atroz crítica social. La corrupción, el abuso de poder, la pobreza, la avaricia no esconde nada. Pero no se hablará de este idiota que se autoimponia el pedestal frente a los clásicos. Quizá creyese que la novela negra empieza y acaba en Chandler o lo asocia a novelas de espionaje. No sé, me sacó de quicio su osadía. Un saludo, Joselu. Lo buscaré el libro.

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    1. Cuando voy al cine, algo que hago con frecuencia, soy consciente como una buena parte de las películas, concebidas por mentes progresistas, son un intento de moldear nuestra conciencia de acuerdo a los nuevos valores woke, y, ciertamente, lo consiguen por esa lluvia constante de historias, personajes, imágenes, que, también aparecen en las calles en muchísimos detalles y propósitos municipales, en las bibliotecas públicas, en las revistas de los ayuntamientos. Es imposible, aunque uno lo intente, ya ver las cosas como las veíamos hace veinte años por ejemplo.

      Había leído alguna entrevista sobre el estereotipo de la femme fatale. Pienso que debía de ser la misma y sentí lo mismo que tú. Intento aislarme pero es imposible.

      Anoche compré en Amazon un libro de Mircea Eliade titulado Historia de las creencias y las ideas religiosas I: de la Edad de Piedra a los mitos de Eleusis. Intentaré abstraerme. Me llega hoy.

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  7. Afortunadamente nuestra mente es selectiva, elimina los malos recuerdos y se queda con los buenos. Nuestra mente utiliza los malos recuerdos y los transforma en experiencia y aprendizaje. Es un maravilloso mecanismo de supervivencia. Incluso en las experiencias más desagradables del ser humano nuestra mente encuentra siempre aspectos positivos, ya sea en presidio, los campos de concentración, una mala experiencia laboral siempre hay un aspecto positivo, un buen recuerdo una estampa que termina poniendo más alto el bien que el mal. Tendemos a recordar mejor lo agradable llegando incluso a relativizarlo a mejor de lo que era en si y a la experiencia vivida y lo malo tendemos a olvidarlo o asumirlo, es lo maravilloso de la Vida y la base de la Evolución. En mi opinión, el cerebro humano es una máquina perfecta pero poco utilizada, tengo la intuición que apenas aprovechamos su potencial y que hay muchas partes que simplemente dejamos que se pudran por falta de uso.
    En esta época de inteligencias artificiales que nos quieren hacer más tontos, quizas es hora de potencial nuestro patrimonio natural, explorarlo, aprender de las intuiciones y saber manejarlas, de los Sentimientos no como forma de aprendizaje de matemáticas sino como forma de saber sacar provecho a la vida (no lo que comúnmente se llama sentimientos, ojo) de vida, aprender a manejar la determinación, aplicarse a saber ver, ejercitar el cerebro, el equilibrio mental, la memoria, no se, a sacar provecho a lo que ya tenemos antes de hacer formas paralelas, creo yo. No se explicarme muy bien, lo siento.
    Un saludo.

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    1. La memoria es frágil y cambiante. Cada vez que recordamos un hecho del pasado, modificamos ese recuerdo. Hay personas que recuerdan mejor las buenas experiencias como mecanismo de supervivencia, pero hay otras que subrayan sus experiencias negativas que reviven de un modo obsesivo. Y sí ciertamente, el olvido es un mecanismo sanador y reparador. Pienso en grandes asesinos de masas, torturadores en grado de sadismo máximo, y sé que muchas veces son ajenos al dolor espantoso que han causado y no sienten remordimientos -piensa en los asesinos de ETA que están orgullosos de sus ekintzas patrióticas- y que son jaleados y homenajeados en sus pueblos vascos. Uno esperaría que sufrieran internamente por el dolor ocasionado pero ya vemos que no es así en muchas veces. El cerebro urde estrategias de supervivencia psíquica para tapar agujeros o vacíos emocionales. El yo es una creación ilusoria del cerebro y la memoria es el eje de la sensación de identidad, pero esta es moldeable. Se mató pero era necesario por la maldad del enemigo, por el fascismo, porque era una guerra entre ellos y nosotros y la patria merece cualquier sacrificio.

      En cuanto a que utilicemos solo parte del potencial del cerebro es un mito, utilizamos todo lo que tenemos, unos tienen más y otros tienen menos. Ciertamente, el cerebro se puede ejercitar de modos diferentes. A ti te gusta aprender, vives en una pulsión continua de enriquecerte y utilizas tu inteligencia natural para hacerlo. Es buena la gimnasia mental, pero nadie está libre de que un día una enfermedad degenerativa arramble con nuestra memoria y nuestra identidad.

      Saludos.

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  8. Tema complejo y fascinante el que abordas aquí: la memoria y los avances sobre su estudio. Entre las muchas cosas que me atraen de la memoria, una que siempre me ha resultado curiosa son los recuerdos implantados. Hay personas que creen recordar cosas que le ocurrieron cuando tenía uno o dos años (algo que no parece posible) y que no es más que una historia que escucharon de sus mayores y su cerebro recreó como si tuviera conciencia de lo ocurrido en ese momento.
    Otro de los aspectos llamativos de la memoria, es cuando charlas con alguien con quien tuviste una infancia o juventud común en vivencias. Al referir alguna anécdota del pasado o bien no la recuerdo tal como la cuenta o refiere un aspecto de la historia que para mí había desapreciado.
    Trataré de echar un vistazo a os libros de Quiroga 'Borges y la memoria' y 'Qué es la memoria'. Un saludo cordial.

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    1. La idea de los esquemas de Barlett es muy sugerente. Cuando vivimos algo o nos cuentan alguna anécdota o historia, nos hacemos un esquema simplificado de ello, y cuando luego al cabo de unas horas, semanas o años, lo recordamos, en nuestra evocación se va transformando de modo que termina haciéndose muy diferente a lo que se vivió o se escuchó en realidad. De hecho, nosotros no vivimos la realidad sino que la percibimos, según la perspectiva o filtro de nuestro cerebro que la interpreta y la reinterpreta. ASí que no es difícil comprender cómo personas que vivieron algo en un tiempo, lo recuerdan de modo totalmente diferente: cada uno la vivió según un filtro distinto. Ello es motivo de reflexión en la película Rashomon de Akira Kurosawa. Una serie de personajes cuentan algo que pasó de modo totalmente distinto. Y es que la realidad es una creación de nuestra mente, no existe fuera de ella. La vida y la historia supone un inextricable cruzamiento de perspectivas -a menudo conflictivas y problemáticas- entre los seres humanos que viven realidades diversas.

      En cuanto a la inserción de recuerdos, es muy cierto. La investigadora Elizabeth Loftus en un famoso experimento demostró como se podía reconsolidar la memoria, modificándola, a través del lenguaje. Según qué verbos utilicemos podemos cambiar totalmente la percepción de algo. Los ilusionistas lo practican en sus números, y, por supuesto, los políticos utilizan el lenguaje para cambiar nuestra percepción de sus desmanes. Y es que el lenguaje supone una reinterpretación de la realidad.

      Un abrazo.

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