Los talibanes instauraron su régimen de emirato islámico en agosto de 2021 y lo primero que hicieron fue prohibir que las niñas estudiaran enseñanza secundaria y que fueran a la universidad ya de jóvenes. Esto unido a que las mujeres no pueden salir solas y tienen que ir con un tutor, no pueden caminar por parques públicos, e incluso los salones de belleza están prohibidos. Si salen han de ir cubiertas a ser posible con el burka de modo que se las quiere invisibilizar como género.
Sin embargo, la situación de la mujer había cambiado tras veinte años de régimen democrático tras la invasión de Afganistán, y durante esos años las mujeres habían conocido una cierta igualdad especialmente en áreas urbanas. Había diputadas, juezas, ministras, ingenieras, deportistas y universitarias... El régimen talibán no ha encontrado el mismo país que durante su primer periodo. Las niñas quieren estudiar, no se resignan a ser borradas del mapa, y tienen algunas opciones. Por ejemplo, existen aulas secretas donde maestras enseñan en algunas casas o incluso en grutas escondidas. Y también existe Radio Begum, que es una emisora de voces femeninas que acata todas las ordenanzas talibanas para poder seguir emitiendo, en la que se dan clases de todos los niveles de secundaria e incluso universitarias. Un transistor es el arma letal contra el régimen. Cientos de miles de muchachas siguen las emisiones de esta radio. Es una emisora de empoderamiento femenino, que actúa con máxima prudencia para no irritar a los opresores. No pueden emitir música que no sea religiosa o tradicional afgana, no pueden reírse durante la emisión las maestras o locutoras, tienen que colgar si el que llama es un hombre, dan clases de enseñanzas coránicas, pero también hablan de los derechos de las niñas y las mujeres, hablando de sus problemas y de su situación. Radio Begum es también un altavoz para las mujeres que llaman a la emisora para contar sus conflictos y su estado anímico y sirve como una especie de consultorio psicológico ante la abrumadora opresión de las mujeres cuyos problemas psíquicos han aumentado terriblemente. Se calcula que el ochenta por ciento de los suicidios en el país son precisamente de mujeres ante la desesperación que supone este estado de cosas.
El régimen hace que miles y miles de patrullas recorran las calles vestidos de blanco especialmente para que se cumpla la moral en lo referente a las mujeres que han de permanecer ocultas en sus casas o salir vestidas con burka. No obstante, hay un acto de resistencia que es salir a pasear por las calles lejos de los parques que los tienen prohibidos y también hacer yoga o gimnasia -los gimnasios para mujeres están prohibidos- en las azoteas de los edificios.
Sin embargo, la ONU, ha hecho encuestas en el país y la población es favorable a que las mujeres puedan estudiar alcanzando el 95% de aprobación en las áreas urbanas y un 87% en zonas rurales de modo que el régimen impone unas prohibiciones que no concuerdan con el parecer de la inmensa mayoría del país, incluidos los hombres.
Está claro que la oposición al régimen talibán no proviene de grupos armados o disidentes organizados, no, la oposición proviene de las muchachas que esconden sus libros como si fueran armas, debajo de sus ropas y escuchan radio Begum y siguen sus estudios.
La ONU habla de apartheid de género y lo ha calificado de crimen contra la humanidad.
Como lo resume un análisis de la revista política&prosa, la confrontación es total y existencial para el régimen:
"La oposición real, aquello a lo que los talibanes temían y temen de verdad, son las afganas, porque el simple reconocimiento de sus derechos significa la disolución de su ideología."
Por esta razón, la represión contra ellas es tan metódica, calculada y absoluta. No se trata de una crueldad arbitraria, sino de una estrategia de supervivencia. Para que el Emirato Islámico de los talibanes exista, la mujer afgana educada y libre debe desaparecer.
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Para esto no hay flotillas, ni se hacen discursos con el tema como primera propuesta, ni se tiene presente por nuestros progresistas, al estilo del pañuelo palestino.
ResponderEliminarNos hemos acostumbrado al hecho, lo hemos normalizado. Es una cantinela que la llevo como himno. Normalizamos lo que no es normal, y lo aceptamos, porque sino, ya se hubiera paralizado Barcelona, se hubiera cortado la entrada por la Meridiana, al la manera vuit d´octubre.
Gracias por traerlo a colación. Es un tema que me obsesiona y del que no puedo dejar de pensar.
Un abrazo
Esto es verdadero feminismo, la resistencia de las mujeres afganas e iraníes frente al régimen islámico, pero los progresistas occidentales consideran que los musulmanes son en general víctimas del colonialismo y la opresión de occidente y obvian la opresión de las mujeres como un problema menor contradiciéndose totalmente. Estiman que si Irán lucha contra Israel y Estados Unidos, su régimen es progresista, y lo mismo en Afganistán, si derrotaron a los Estados Unidos, hay que darles un margen de confianza porque los malos son nuestros valores y no los suyos.
EliminarNo obstante, la resistencia frente al régimen talibán es fortísima por parte de las muchachas que no se resignan a no seguir estudiando. Ojalá que los alumnos españoles, que lo tienen tan fácil por aquí tuvieran la misma o parecida convicción por el estudio. Salut.
No tengo mucha información sobre el tema, y mira que suelo mirar periódicos, pero no suelen poner noticias sobre la penuria de las mujeres en Afganistán por el hecho de ser mujeres, que ya es gordo.
ResponderEliminarNo dejes de insertar cosas si sabes de este tema.
Gracias.
Salut
He enlazado un vídeo al final de la entrada. Antes no lo había puesto. Míralo, es interesante. Salut.
Eliminarok¡
EliminarMe pongo en la piel de esas mujeres y pienso que la situación debe ser desquiciante. Lo más cómodo es aceptar todo, seguir la corriente y no complicarte la vida. O, como hacen muchas, llevar una doble vida, la aparente con el burka, y la clandestina, a escondidas. Se habla de un sistema más acorde con la Edad Media. Creo que es peor todavía. En la Edad Media no había tanto rigor.
ResponderEliminarUn saludo.
Pero no olvides que estas mujeres han vivido veinte años de libertad y han conocido sus derechos. Sus modos de resistencia son muy diferentes a los del primer periodo talibán. Luchan, claro que luchan pero su lucha nos es desconocida. No se resignan. Hafida Aman tenía una vida cómoda en Occidente y volvió a Afganistán para luchar por la mujer. Es la directora de radio Begum, un faro de resistencia en le medio de la noche afgana. Saludo.
EliminarEs u a situación insostenible. Un beso
ResponderEliminarMe temo que sí que es sostenible. Irán no es tan extremo pero igualmente es opresivo para la mujer y, a pesar de su lucha, el régimen continúa y recibe el aplauso de los progresistas occidentales porque son enemigos de Israel.
EliminarTenían muchos de estos derechos estas mujeres antes de que EEUU y otros países, entre ellos España, las abandonaran en 2020.
ResponderEliminarHe encontrado esta página web en español:
http://www.begum.fm/
La página da idea de la amplitud e interés de las programaciones de Radio Begum dirigida a las mujeres. Es como si hubiera un mundo masculino y represivo en las calles, mientras que en las ondas, las mujeres se expresan sin burka, aunque con mucha prudencia porque el régimen ha intentado cerrar la radio consciente de su potencial ideológico.
EliminarA colación de
ResponderEliminarlo que dice
Miquel,donde
están las
exministras
Montero,
Belarra,la
Colau, la
Miss Barbie
que estaba
en Gaza,que
no arman la
de dios por
esto?, un
saludo.
Es cierto que estas mujeres que son tan sensibles a las injusticias no dicen ni mu sobre la lucha de las mujeres en países islámicos como Irán o Afganistán, o en la misma franja de Gaza ante Hamás que no es precisamente tolerante ante las mujeres. Saludos.
EliminarComo ser civilizado leer con tanta claridad esto: porque el simple reconocimiento de sus derechos significa la disolución de su ideología. Me revuelve las tripas...
ResponderEliminarLas hemos abandonado, qué pena Europa, qué pena todo....
Creo que la ocupación de Afganistán no podía ser perpetua. Todos sus ocupantes han sido derrotados, lo fueron los ingleses, lo fueron los rusos y lo han sido los americanos. El régimen que dejaron los ocupantes americanos no resistió ni una semana. Huyeron dejando el país a merced de los talibanes, pero creo que era inevitable. Ahora son los afganos y, sobre todo, las afganas quienes tienen que decidir en qué país quieren vivir. Las mujeres afganas siguen luchando, luchan con fuerza por su derecho a la calle y a la educación, pero su combate lo desconocemos por aquí. Los progresistas callan en occidente mientras alzan la voz ante otras injusticias.
EliminarEs un tema que siempre me produce muchas dudas... es verdad que en muchas de esas antiguas colonias Europa tiene una responsabilidad, pero, ¿durante cuánto tiempo?.. pero, claro, también hemos propiciado regímenes autoritarios para expoliar sus recursos...
EliminarEs una mezcla tan envenenada de intereses, malas decisiones y egoísmo que no parece que tenga arreglo. Ellas luchan, y si, por un extraño milagro, ganasen, ¿dejaríamos que ganasen? lo mismo preferimos aupar a otro dictador antes de que eso ocurra...
Me pongo a pensar y me pasa como a Goya, que engendro pesadillas...
Hay un planteamiento que me tranquiliza. Occidente ha sido protagonista durante un par de siglos de lo que ha sucedido en buena parte del mundo, pero ya no lo es, y creer que seguimos siéndolo es como los enfermos bipolares que se creen firmemente que son la encarnación del mal de un modo extremo. La culpabilidad hay que matizarla, se es culpable hasta cierto punto y hasta cierto punto no se es culpable. Estamos acostumbrados a juzgarnos como dicha encarnación del mal, pero no somos los únicos actores en un mundo multipolar y complejo. Hemos perdido capacidad y dominio de la situación mundial, pero persiste en Occidente el odio a lo que hemos sido y a lo que somos. Hay un autoodio flagrante que nos lleva a admitir barbaridades porque vienen de los enemigos de Occidente. Puedo entender toda crítica hacia el capitalismo feroz, pero lo que nadie ha podido es mostrar una alternativa mejor, todas han sido infinitamente peores. Pienso que en esencia el liberalismo es tolerancia humana, social y económica. Y los regímenes no liberales que existen son dictaduras brutales. Occidente es nefasto, pero lo que hay enfrente es mucho peor, seguimos con el autoodio. No creo que las mujeres afganas o iraníes logren la victoria por sí mismas porque los regímenes talibán o iraní son violentos y antidemocráticos -muchos los aplauden por aquí porque son antioccidentales- pero su lucha nos puede inspirar. Aquello sí es verdadero feminismo. No sé si he dado muchas vueltas. Yo me entiendo pero no sé si se entiende lo que quiero decir.
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