‘Matar al presidente’, ¿documental o fantasía épica sobre el asesinato de Carrero Blanco?
David Mota Zurdo, Universidad de ValladolidEl 20 de diciembre de 1973 el comando Txikia de ETA acabó con la vida del presidente del Gobierno de la España franquista Luis Carrero Blanco, su escolta Juan Antonio Bueno y su chófer José Luis Pérez Mogena.
Su coche, un Dodge Dart negro, saltó por los aires cuando atravesaba la calle Claudio Coello de Madrid, relativamente próxima a la embajada de Estados Unidos, y acabó en el patio de un edificio de la Compañía de Jesús. Ese mismo día ETA se atribuyó el atentado en un comunicado.
Autores y tesis conspirativas
Las especulaciones que ha habido en torno a la autoría y motivaciones del magnicidio han sido de lo más variopinto: desde lo sospechoso del lugar en que se produjeron los hechos a considerar a ETA incapaz de cometer una acción de ese nivel técnico.
Carlos Estévez, Paco Mármol, Antonio Rubio y Pilar Urbano, entre otros, han lanzado hipótesis sobre la participación de fuerzas internas del régimen, de la CIA o de otro tipo de actores internacionales con una única fuente: la especulación. Sin apoyos documentales ni pruebas sólidas, coinciden en señalar que nadie quería vivo a Carrero, y en esa línea han explicado, por ejemplo, la incapacidad del Servicio Central de Documentación (SECED) para anticiparse a los planes de ETA, la ineficacia de las Fuerzas de Orden Público (FOP) para garantizar la seguridad del almirante o la “sospechosa coincidencia” de que el atentado se produjera junto a la embajada norteamericana. Las conjeturas son escalofriantes.
Según muchos de estos autores, los miembros de ETA fueron marionetas en manos de un agente externo, desde la CIA (incluso el KGB) a la masonería, pasando por los sectores franquistas disconformes, que se habrían encargado de que la investigación no prosperara.
Errores, desinformación y posverdad
Estas teorías de la conspiración y sus derivadas se recogen largo y tendido en Matar al presidente, que Movistar Plus+ ha puesto recientemente en antena. Una serie documental de tres capítulos que tiene el tono de otros productos basados en crímenes reales y un ritmo trepidante. Su director, Eulogio Romero, la ha definido como un ejercicio de esclarecimiento de unos hechos que “esconden mucho más de lo que parece” y ha hecho hincapié en el respeto a “todas las opiniones e investigaciones previas”.
Nada más lejos de la realidad. El documental apoya supuestas “versiones no oficiales” y el resultado es confuso. Veamos las tesis que se presentan y por qué son erróneas.
No hubo investigación policial. Se insinúa que no se quiso investigar el magnicidio y que el caso “se dejó morir”. Esto es completamente falso. Según el exhaustivo estudio de Fernández Soldevilla y García Varela, se investigó durante cuatro años, como se confirma con el extensísimo sumario de más de tres mil páginas que han analizado.
El sumario del caso estuvo perdido o escondido. Esta aseveración es errónea. Ni el sumario estuvo en la caja fuerte del Tribunal Supremo, ni se extravió. Siempre estuvo en el archivo judicial territorial de Madrid junto a otros sumarios afectados por la amnistía de 1977, motivo este último por el que no hubo condenados por el magnicidio.
El explosivo utilizado en el atentado fue C4 de origen militar estadounidense. No es cierto. El compuesto de la bomba contra Carrero fue C2, como demuestran los informes y análisis contenidos en el sumario. Un explosivo que, además, fue obtenido en las sustracciones que ETA realizaba en diferentes polvorines, como sucedió en enero de 1973 en Hernani (Gipuzkoa).
Se reitera constantemente que “alguien ayudó a ETA”. Este argumento es repetido a lo largo del documental. Sin embargo, en ningún momento se menciona a la única cómplice de la que sí hay constancia y confirmación de participación y colaboración necesaria en la logística del atentado: Eva Forest, que también tendría un papel imprescindible en la masacre de la cafetería Rolando de septiembre de 1974, como se recoge en el último episodio del pódcast Sierra Delta Contra.
Nadie ha querido investigar. Falso. Muchos intervinientes se agarran a ese argumento para reforzar sus tesis conspirativas. Sin embargo, hay muchas investigaciones directas y complementarias sobre el magnicidio hechas por historiadores: Antonio Rivera, Toño Castellanos, Gaizka Fernández, Charles Powell y quien escribe, entre otros.
El día antes del atentado avisaron con urgencia a Kissinger para que se fuera de Madrid. No hay pruebas tangibles para corroborar tal afirmación. Sí hay, en cambio, telegramas con recomendaciones de la embajada de Estados Unidos al secretario de Estado, uno de ellos del 7 de diciembre de 1973. Los norteamericanos temían por un ataque violento contra Kissinger debido al contexto convulso de España, marcado por el terrorismo de ETA y FRAP, la conflictividad laboral y estudiantil, y la escasa preparación de las FOP.
Madrid no se cerró como una “jaula” para dejar escapar a los etarras. Claro que no. Y aunque se hubiera hecho no habría servido de nada porque los miembros de ETA se quedaron un mes en Madrid, escondidos, esperando a que bajara el nivel de alerta policial. Una medida que repitieron en el atentado de la cafetería Rolando de 1974, cuando tampoco se cerró la capital de España. Por tanto, esta teoría de la conspiración cae por su propio peso
El dirigente de ETA Ezkerra trabajó para la CIA y vendió a otro líder de la banda, Txikia, para que lo matara la Policía. Esto es una conjetura. Es difícil aceptar esta afirmación cuando no hay fuente oral o escrita que lo avale. Si Ezkerra trabajó para la CIA habrá algún resto documental en los archivos norteamericanos, como sucede con otras personas de origen vasco que estuvieron en nómina del FBI.
La conclusión
Cuestiones como estas aparecen de forma recurrente en un documental donde se da prioridad al uso de la condicional y al relato frente a los hechos históricos. Estos, si bien son menos apasionantes, deberían ser los que predominen en un documental de rigor. ETA logró por sí sola poner en jaque al régimen franquista y la muerte de Carrero supuso una enorme propaganda para su causa.
David Mota Zurdo, Profesor Titular de Historia Contemporánea, Universidad de Valladolid
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
Quedará para los anales de la historia, dado que con especulaciones y bajo nuestro criterio ideológico no podemos acertar con la verdad.
ResponderEliminarNo se si con Carrero la historia de España hubiera sido otra, si sé, por boca del nieto de Muñoz de Grandes, que su abuelo fue conminado a llevar la batalla, con las tropas voluntarias españolas en el frente ruso de Stalingrado, porque hacía sombra a Franco. Salió vivo de aquello y le tuvieron que otorgar el rango de Capitán General.
Franco eliminaba todo lo que le hacía sombra, y Carrero era un árbol muy grande.
También se sacó de delante a Primo de Rivera, de una forma inusual, pero se lo sacó.
Así que todo queda abierto, tan abierto como los 374 asesinatos de ETA que están sin resolver y que se sabe, fueron obra suya, y en donde los asesinos están sueltos, y libres del polvo y cárcel, y nadie dice nada, ni mucho menos, el encantado de conocerse.
Salut
https://www.vozpopuli.com/opinion/carrero-blanco-revisitado.html
EliminarMezclas muchas cosas disímiles en momentos diferentes de la historia. Una cosa es el Franco en plenitud de facultades durante la guerra civil y otra es el Franco anciano de 1973 que necesitaba forzosamente a su fidelísimo colaborador Carrero Blanco que nunca le hizo sombra. No tiene sentido sugerir que se lo quisiera quitar de encima Franco pues dependía de él. Este artículo sacado de la publicación The conversation contradice las tesis insinuadas en el reportaje de Movistar Plus que acude a todas las conspiraciones imaginables para explicar la acción terrorista de ETA que pudo en jaque al Régimen en un momento de debilidad manifiesta.
EliminarEn cuanto a los crímenes de ETA sin resolver, ya sabemos por Óscar Puente, ministro de Sánchez, que Bildu, que celebra homenajes a los etarras más sanguinarios, es un partido que tiene derecho a la vida política como el que más.
En cuanto al artículo de vozpopuli me quedo con el dato de la implicación de Eva Forest, esposa de Alfonso Sastre, dramaturgo al que leí y admiré en mis años universitarios, eslabón clave en el atentado contra Carrero y en el crimen de la cafetería Rolando en que murieron trece personas. Sastre apoyó los crímenes de ETA en los años más cruentos cuando la banda terrorista asesinaba a cien personas al año. Ver el documental 1980 de Iñaki Arteta sobre el año más sangriento de la banda.
EliminarUn abrazo, Miquel y gracias por tu presencia.
[video]https://youtu.be/lxl4cSJCYxU?si=9gWedWfGxlvzT6RX[/video]
ResponderEliminarGracias por el artículo.
ResponderEliminarSalut
El asesinato de Carrero Blanco es un ejemplo de lo complicado que es esclarecer por completo hechos que afectan al contexto estratégico de un país. Más o menos sabemos lo que sucedió pero siempre se planteará alguna incógnita creo yo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, recientemente el nieto del almirante Carrero Blanco ha planteado que sin duda fue ETA quien asesinó a su abuelo, pero que el creía que había tenido gran ayuda exterior. Tú no habías nacido pero para mí fue un día muy especial a mis diecisiete años y empezando a tomar conciencia política, antes lo llamábamos así. Un abrazo, Ana.
EliminarAhí es que uno dice que si querían hacer una serie de ficción...PERFECTO, pero el caso es que lo están vendiendo como un documental.
ResponderEliminarTendré que venir por aquí más seguido, por ejemplo, hoy estuve leyendo lo de la amenaza islamista a Europa. De verdad que es dramático
Sí, es cierto Ali Reyes, que es mucho más impactante proyectar conspiraciones entre la CIA, el KGB, el Régimen franquista en lugar de aceptar lo más sencillo y es que ETA lo hizo marcándose un triunfo con una repercusión decisiva en la marcha de la historia. Aquí serás siempre bienvenido. Un saludo.
EliminarAl hilo de tu entrada, y porque todo está interconectado:
ResponderEliminarhttps://www.vozpopuli.com/opinion/aniversarios-sombrios.html
He leído con mucho interés tu enlace que habla de algo que ahora nos parece obvio: que la transición se inició con el asesinato de Carrero. Mes y medio después, siendo Arias Navarro nuevo presidente de gobierno, se abrió el llamado espíritu del doce de febrero que supondría una tímida apertura del régimen por un camino que terminaría descarrilando. Todo había empezado con una república desnortada, una guerra civil terrible y treinta y ocho años de un régimen autoritario sin libertades democráticas, e iniciábamos el camino de vuelta en el que todavía estamos. El otro día en una entrevista a Jordi Teixidor en El Cultural le preguntaban si le gustaba España y él dijo que no por una serie de razones. Si me preguntaran a mí si me gusta España, también tendría que decir que no. Somos un país cainita, autodestructivo, abocado siempre al autoodio y que es incapaz de descansar un siglo sin una buena guerra civil entre hunos y hotros. Todas las esperanzas de poetas como Blas de Otero y Gabriel Celaya en una España democrática se ha convertido en el nido de odio y rencores que vivimos ahora. No tenemos remedio. Me hubiera gustado ser danés por ejemplo.. Salut, Miquel.
EliminarFíjate en que dices danés y no holandés, ni belga, ni irlandés, ni corso de la Francia o italiano de la Cerdeña...No hay país que no tenga sus problemas interiores, Joselu, lo que sí hay es respeto a unas constituciones, a las que unos, por interés, les llaman centralismo, pero que no es más que respetar el régimen interior y legal del país.
EliminarNo reniego de mi nacionalidad, si de los próceres que la rigen, no están preparados.
Ayer mismo un idiota tiró una botella de agua a una senadora dentro del hemiciclo, y eso no es de recibo, porque guste o no, te dice que estaría dispuesto a hacer si tuviera impunidad.
Otro con el anillo de Giges en el dedo.
En fin, que me voy por los cerros de Úbeda y sé que eso te desagrada, y no es mi intención, mi buen Joselu.
Un abrazo grande y fuerte, de aquellos de firmar pactos.
Salut para ti y para los tuyos
Miquel
Entiendo lo que dices, pero amar a este país te lleva a callejones sin salida, sea por la clase política, por los egoísmos regionales, por la falta de solidaridad, por la falta de visión a medio o largo plazo, por nuestra reconocida mala fe hacia nosotros mismos. El incidente de la botella de agua fue en el pleno del ayuntamiento de Madrid, no fue entre senadores. Condeno dicho acto primario, pero me gustaría conocer el discurso del concejal de Mas Madrid que dio lugar al incidente. No lo justifica pero me gustaría conocerlo. Y bienvenidos sean los cerros de Ùbeda porque nos ayudan a comunicarnos. Salud también para ti y tu familia. Felices navidades aunque parece que no es correcto decir esto y hay que decir felices fiestas o feliz solsticio de invierno. En fin...
EliminarFeliz Navidad, si, cierto...feliz Navidad.
EliminarFue un magnicidio, con decenas de aristas, conclusiones no del todo cerradas, que además se presta a las ucronías, por el singular y complejo momento que vivía el país. Curiosamente, Joselu, había leído el artículo de Vozpopuli, en el que se resaltaba el cabo suelto que significaba el papel jugado por la esposa de Alfonso Sastre, admirado como artista de mucho talento, y al que he leído con devoción, pero que me parecía con todos mis respetos, todo un botarate por su visión viciada de la realidad y de la política. Conspiraciones, fuerzas ocultas y una opresión imaginada de un estado autoritario en plena democracia. Esos fantasmas no borran mi admiración hacia el artista. Desde sus inicios, con jerséis oscuros, imitando modas extranjeras, como el existencialismo. Y luego, para mí quizá el mejor prólogo, a Robert Bloch, porque hizo de la necesidad una literatura total. Esa magia propia de los más grandes. La prueba palpable de que un artista, con todos mis respetos, puede ser tan genial como necio. Céline sería el contraejemplo, por estar al otro "extremo" del espectro ideológico.
ResponderEliminarEn cuanto al atentado, no termina de cristalizar en mí, una teoría clara. La implicación de Eva Forest es un ejemplo, que creo que no fue juzgada por la causa, además, de ser un sumario sumamente complejo. La historia posterior la conocemos. No creo que fuera tan determinante la muerte de Carrero, para nuestra evolución política ulterior. O quién sabe. Es jugar a ucronías. Lo que sí sé, es que las pretensiones actuales pasan por cambiar el régimen democrático surgido de la Transición, y para el que fue necesario de verdad, una palabra decenas de veces invocadas en el presente en vano, concordia. Cómo se fueron urdiendo tramas, para poder traer la democracia desde una dictadura, como la intercesión del dictador comunista Ceacescu, que tan atroz final tuvo. Hay historias verdaderamente deliciosas, Joselu.
Por cierto, quieren derribar la Transición, donde todos cedieron y que se ha estudiado como en palabras de Torcuato Fernández Miranda, de la ley a la ley, y se entendió entonces como una virtud. Esa ruptura no dramática, es la que achacan los detractores de la Transición a ese proceso, que tuvo según ellos una partera de la historia franquista. Yo creo que hubo cesiones por todas las partes, de ahí que hubiera varios "padres", y que la Carta Magna, dejase abierta las cuestiones de las nacionalidades. Mas en su autoritarismo, quieren imponer su visión, como abrir páginas que no nos permiten encauzar nuestras fuerzas en el presente y en un futuro lleno de asechanzas. España comienza a acumular atraso, a no converger con Europa, ni políticamente, con un estado de derecho comprometido. Volvemos a nuestra meridionalidad, desafortunadamente, para alinearnos con el Grupo de Puebla, incluso en política exterior, como demuestran los últimos movimientos de este gobierno desconcertante. Temo que alguien aprovechando nuestra inconsistencia exterior y debilidad interior, dé un paso inesperado en esta nueva transición de parte, como ocurrió con los estertores de la dictadura. Espero confundirme, Joselu. Pero estos virajes caprichosos en política exterior del Presidente, pueden acarrear un pago elevado. Un placer leerte. He estado unos días fuera, y me era imposible comentar. Te leí, pero quería hacerlo tranquilamente, Joselu.
Daba el post ya por amortizado hasta que hoy en el día de Navidad me encuentro tu comentario espléndido que me anima a seguir debatiendo. Pienso, como tú, que el asesinato de Carrero no fue determinante en la evolución posterior del régimen y la transición. Todo habría sido más o menos parecido con Carrero o sin Carrero. Fue un crimen inútil como todos los de ETA, pero ciertamente espectacular y que hizo que la banda adquiriera prestigio. Recuerdo bien aquel día en que fue asesinado. Yo tenía diecisiete años y formaba parte de un club juvenil en Zaragoza. Yo era director de una revista del club, Nosotros, que publicábamos cada mes. Escribí aquel día una condena del asesinato de la cual no me arrepiento y sí que me hace sentir orgulloso, igual que en la revista escribí una apología de Picasso cuando murió a pesar de los ataques que recibí de compañeros del club que eran falangistas. Fue un tiempo convulso pero muy interesante, Sergio. Yo hacía mis pinitos con el periodismo, la que creía mi vocación. Viví muy intensamente este periodo en plena juventud. Posteriormente, militaría en un partido maoísta en la universidad, pero nunca creí en el comunismo, aunque ciertamente era una emoción que liberaba entusiasmos en unos años en que uno cree luchar por la justicia y la libertad.
EliminarDicho esto, estoy de acuerdo contigo. No me tranquiliza que Hamás o los chiítas huties feliciten al gobierno de España que pretende destruir lo que fue la transición, el momento más inteligente de la historia de nuestro país, porque supuso el encuentro político entre dos mundos antagónicos y que permitió una evolución pacífica pilotada por Torcuato Fernández Miranda, Suárez, el rey Juan Carlos y las fuerzas políticas de derecha e izquierda que pospusieron intereses por el decidido afán de construir un país reconciliado consigo mismo. Es un momento, tan denostado ahora, que me enorgullece. La senda del PSOE de Sánchez apunta contra la monarquía y se identifica, como dices, con el grupo de Puebla. Sánchez ha destruido el PSOE podemizándolo. Ahora es el partido suyo y no el propiamente socialista y todos los que están en él, callan y acatan por miedo a no salir en la foto. Ayer no vi el discurso del rey, pero he leído resúmenes y me parece lo más inteligente que he oído últimamente. Yo fui republicano de corazón, pero ahora estimo la senda constitucional y la concordia que la izquierda y los independentistas pretenden destruir. Momento muy peligroso para nuestro país por la megalomanía de un hombre cuyo único objetivo patológico es el poder al precio que sea. Y un país dividido y confrontado entre ganapanes progresistas que piensan que todo lo que sirva para destruir a la derecha es válido y una derecha incapaz de dar la alternativa por propias contradicciones internas. No sé lo que nos depara el futuro, pero sí que Sánchez se imagina como primer presidente de la tercera república española. No hemos aprendido nada. La izquierda no ha aprendido nada del pasado.
Increíble tu bagaje,Joselu, puedes hablar en primera persona de aquella época tan importante de nuestra historia.Un saludo y cuídate.
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