La pedagogía salvaje es el título de un texto que escribí como resumen de mis años como profesor de literatura. Este vídeo está generado por IA sobre el libro como aproximación al conjunto de la obra. El vídeo dura menos de cinco minutos y sirve para conocer a este bloguero en sus años de búsqueda salvaje.
Intentando abrir el cacharro este, pero o es falta de pericia por mi parte o es que realmente el enlace no va. Y yo mientras mecquedobcon las ganas de husmear en las peripecias de un colega... Seguiremos intentándolo, que la mañana es larga y hoy no tenemos clase.
ResponderEliminarPues no sé, Cayetano, parece que otros comentaristas lo pueden ver. Mira si con el ordenador es posible. Funciona como un vídeo de Youtube y solo hay que darle dos veces al enlace. A ver si hay suerte.
EliminarSustitúyase "mecquedobcon" por " me quedo con". Es lo que tiene escribir desde el móvil. Mis disculpas.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante. Me ha gustado lo de Cortazar y lo del Surrealismo, es una manera de ponerse dentro de los personajes, o de las ideas de estos.
ResponderEliminarEl final con los cambios de Educación queda presente. No he sido profesor, sólo he ayudado en proyectos durante trece años, y he visto el deterioro paulatino de la Educación y la pérdida de comprensión lectora a pasos agigantados.
Desde fuera comprendo tu ambición, tus ganas de enseñar y tu ilusión y lo triste de no poder cumplir con los deseos de ayudar a una Educación mejor por culpa de la burocracia ideológica.
Me ha gustado.
Siguenos poniendo cosas.
Un abrazo
Salut
Sí, el día de febrero de 1984 fue una tarde muy especial y ciertamente provocamos el caos en el centro de la ciudad de Berga con nuestra sencilla acción de cruzar el paso de peatones con una margarita en la mano mientras estuviera verde. La policía municipal quiso detenerme como responsable.
EliminarY sí, el sistema que se ha impuesto es uno profundamente burocrático -antes no lo era nada-, apenas deja espacio para la creatividad. Las direcciones son grises y adocenadas y no quieren nada que se salga de los parámetros oficiales. Paralelamente, cuantos más papeles y evaluaciones tenemos que realizar, el nivel de los alumnos es más bajo que nunca, pero no es la única razón, claro, hay muchas otras que lo explican.
Un abrazo, Miquel.
Es extraño, los años 80 eran una época gris pero, por debajo, bullían unas ganas increíbles de cambiar el mundo, de pensar de otra manera.. luego, lo que dices, llego la burocracia, el cansancio, nos acomodamos y descubrimos que vivíamos en el mejor sistema posible así que.. ¿para qué cambiar nada? Intentar eso hoy acabaría con denuncias por parte de los padres y una reclamación del instituto por no llevar los seguros pertienentes...
ResponderEliminarOtros no lo sé, pero yo en los años ochenta y mitad de los noventa yo era 'profesor de literatura' en exclusiva. La Logse en Cataluña dinamitó la enseñanza de la literatura española. En otras comunidades con una sola lengua fue menos grave, pero el resultado es que la Literatura cambió profundamente en la enseñanza secundaria y el bachillerato. Era una época de libertad, como bien dices: queríamos cambiar el mundo, y el sistema era abierto para acogernos a los disidentes. Luego vino la acomodación y el cansancio lo que a mí me provocó una depresión que duraría más de diez años. Yo quería seguir cambiando el mundo, pero las circunstancias eran tan hostiles -los propios alumnos por ejemplo- que solo quedaba convertirse en un profesor más sin perfiles propios. Ello me consumía. Suerte que en mis últimos dos o tres años tuve una promoción que permitió volver a experimentar y abrazar lo imposible. Todo ello está en el libro La pedagogía salvaje que es la crónica de un profesor que quería cambiar el mundo, lo has dicho bien. La inmensa mayor parte de lo que hice en otro tiempo ahora sería totalmente imposible por la dirección, por el sistema, por los padres, por la inspección y por los propios alumnos...
EliminarPor cierto, he deducido que para algunas fotos utilizas un programa de hdr. Alguna vez lo he utilizado en windows con resultados interesantes, muy interesantes, pero en el Mac no encuentro programas que se adapten a mi sistema operativo. Sé que hay un programa muy popular de pago que es Photomatix Pro, pero ya te digo que no me permite porque el aparato se ha quedado anticuado por el sistema operativo y no me permite actualizarlo.
EliminarLas militancias
ResponderEliminarson como seguir
a una secta, o
sociedad secreta,
sobran , un saludo.
Puede que tengas razón. Saludos.
EliminarAl fin pude entrar.
ResponderEliminarMe has recordado algunos episodios de mi vida docente, aunque lo mío no fue tan "salvaje". Si usé el asombro como método motivador para que los alumnos " despertaran"
Aunque yo saqué mi plaza por la especialidad de Historia, con anterioridad impartí también literatura durante seis años en un centro privado. En COU daba Historia y Literatura y luché por sincronizar cronológicamente las dos materias, pues era un desatino andar por la Generación del 98 en una materia y a la vez hablar de la Revolución Francesa en la otra.
Me gustó tu Homenaje a Julio Cortázar. Muy ocurrente y provocador.
Comparto contigo el horror de La Logse, una tomadura de pelo hecha por burócratas y no por docentes con vocación de serlo.
Añoro los tiempos del BUP y del COU. Era otro nivel y teníamos más margen de maniobra.
En tiempos pre-Logse la literatura tenía una dimensión decisiva y que luego perdió. Yo lo cuento según me fue a mí la fábula. La historia mantuvo su carácter obligatorio en bachillerato mientras que la literatura se convirtió en una materia que cursaban muy pocos alumnos y a los que, de entrada, no les gustaba leer -siempre les preguntaba sobre sus inclinaciones a principios de curso-. Yo fui arrojado del Edén de considerarme profesor de literatura en tercero de BUP y COU al vacío de un sistema en que la literatura había sido dinamitada.
EliminarEfectivamente, añoro aquellos tiempos que eran más creativos y exigentes. El alumnado sin medios tecnológicos tenía imaginación y potencia intelectual. Eran más críticos. Todo cambió, el sistema educativo, la llegada de la inmigración, el descenso radical de la tasa de natalidad, la eclosión de la tecnología y las redes sociales... Quien no vivió aquello de antes no puede aquilatar el deterioro del sistema educativo actual en que la comprensión lectora, la capacidad expresiva, la imaginación y el sentido crítico viven tiempos de espanto. No obstante, en el año anterior a mi pase a la reserva, tuve ocasión de realizar de nuevo sueños con mis alumnos. Tengo un buen recuerdo de ese último año que fue totalmente revolucionario porque yo, aunque conservador, tengo un alma rebelde y ácrata que emerge fácilmente.
Estimado Joselu, acabo de ver el vídeo y me ha entusiasmado. El entusiasmo es lo que veo en tu "pedagogía salvaje", me parece formidable que un profesor transmita entusiasmo a sus alumnos, seguro que es decisivo para su formación y aquellos jóvenes entusiasmados recordaran a su profesor durante toda su vida.
ResponderEliminarLa pena es que aquella "pedagogía salvaje" fuera derribada por el cambio del sistema educativo; la burocracia atroz y una rutina adormecedora pesaron como una losa de granito que cayó sobre el entusiasmo y el esfuerzo del profesor.
Aplaudo tu trabajo que durante tantos años valoró el poder del arte y de la palabra.
Salud.
Hola, Francesc, sí, la literatura, la buena literatura sin otros calificativos era una herramienta transformadora para adolescentes con hambre de ideas y de palabras. Yo quería incentivar la rebeldía de la adolescencia con materiales altamente peligrosos procedentes de la buena literatura. Así leían a Sartre, a Camus, a Hisako Matsubara, a Dostoievski, a Boris Vian, a Chandler, a Hammet, a Bukowski, a Simone de Beauvoir, a Nietzsche, a Samuel Beckett... entre otros muchos. Literatura dinamita para sacar a los espíritus inquietos que tenían dentro. Podían leerlos sin problema, al lado, claro está de los clásicos españoles. Cuando comenzó la nueva pedagogía todo se infantilizó y puerilizó. Ahora los alumnos son 'niños' aunque tengan dieciocho años. Cuando yo les ofrecía a Sartre o Cortázar o a Camus eran capaces de leerlos. Desde entonces se impuso en las líneas editoriales libros bondadosos para educar en valores, para fomentar la igualdad, la convivencia, la integración, y se difundieron libros pésimamente escritos y vacíos de auténtica carga existencial. Su nivel de lectura ahora es mínimo, su capacidad expresiva es residual y solo funciona a base de monosílabos o escasas palabras, cuando entonces un alumno medio era capaz de escribirme cuatro folios de letra pequeña sobre su opinión personal acerca de una buena novela que yo le había recomendado. Todo ha cambiado, eso es cierto, pero aquello existió y tenéis que saberlo. No es fantasía, igual que no es fantasía que ahora los 'niños de dieciocho años' apenas saben pergeñar una idea con coherencia y menos expresarla. Saludos.
EliminarNo es fantasía. Existió. Doy fe. Yo he tenido en COU algunos alumnos de letras, de esos de vocación, no de los que huyen de las matemáticas buscando refugio en alternativas teóricamente más fáciles, que me hacían unos comentarios de texto, correctos y sin faltas de ortografía y de sintaxis, que ya quisieran algunos universitarios de hoy.
EliminarYa lo hemos hablado en otras ocasiones.
ResponderEliminarEn rellenar rellenar programaciones con unos ítems absurdos para cubrir el expediente, en cumplimentar informes sin fin, papeleo y burocracia por todas partes, con psicopedagogos dando instrucciones y reuniones a punta pala, con los padres metiendo cuchara en cosas que no les incumbeía e inspectores pululantes para justificar su cargo, etc. Toda la libertad que se vivió en los quince años anteriores se fue al garete en cuanto entró la LOGSE en acción. Acciones como la que describes el año que falleció Cortázar fueron casi impensables luego.
Saludos
En mi libro -no editado- La pedagogía salvaje doy fe de la realización de muchísimas cosas que hice pero que no serían posibles ahora de ninguna manera. Agradezco la paciencia que hubo en institutos donde desmonté el centro totalmente con profesores contrarios a mis montajes y otros entusiastas -hubo claustros monográficos al respecto-. Pero había algo que luego no existió, unos alumnos curiosos, receptivos y responsables, y unas direcciones no burocráticas que dejaron hacer. El homenaje a Cortázar fue fuera de clase. Los alumnos de COU y yo quedamos en el centro de Berga a las seis de la tarde y montamos el sarao. Cruzábamos en verde solamente, pero estaba ámbar para los coches y ello explica el caos que organizamos en diez minutos. Nos llovieron los insultos y también los aplausos de viandantes entre el furor de los cláxones de los coches que no podían pasar porque estábamos cruzando en verde. No era ilegal, como le expliqué a las patrullas de policía que llegaron. Recuerdo que en aquel curso 1983.1984 se formó un grupo de seis o siete alumnas que se quedaban después de clase para comentar la lectura de Rayuela, y les encantó. Todo esto es, visto desde el momento en que pasé a la reserva, inimaginable. La Logse fue una catástrofe pero el pasado estaba unido a un alta tasa de natalidad que luego se vino abajo, la llegada de la inmigración masiva para bien y para mal, y la eclosión de la tecnología que pulverizó la imaginación de los adolescentes. Antes sin medios tecnológicos, los alumnos -ahora se los llama 'niños'- eran creativos y originales. Ha sido una mezcla de muchas cosas. El resultado es el jardín de infancia que son los institutos actualmente. Saludos.
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